'Somos los únicos que podemos solucionar los problemas de Ecuador'

Habla Guillermo Lasso, que se enfrenta en las elecciones al candidato que apoya Rafael Correa.

Foto: El Tiempo
Domingo 28 de Febrero del 2021
El fenómeno de una gran polarización política no solamente lo vive Colombia. Está en auge en todo el mundo democrático, como lo muestran las recientes luchas partidistas en las naciones que han realizado elecciones.


En Ecuador, el hombre motor de la polarización se llama Rafael Correa. Pillo, delincuente, villano para unos; honesto, digno, luchador y progresista para otros. Correa vive en Bélgica desde cuando abandonó el poder en 2017 y no está claro que pueda regresar pronto a su país, porque fue sentenciado a ocho años de cárcel por corrupción.

La segunda vuelta presidencial en Ecuador será el 11 de abril, y ya está marcada por la polarización. Luchan por la presidencia un "correísta", el exministro Andrés Arauz, un joven de 36 años, quien fue director general del banco central y ministro de Estado durante la presidencia de Correa. Y un "anti-correísta", el banquero y empresario de 65 años Guillermo Lasso, que se presenta por tercera vez consecutiva como opción presidencial.

Andrés Arauz llevaba como dupla vicepresidencial al propio expresidente Correa, pero tuvo que cambiar sus planes tras el fallo de la Corte Suprema, que halló al partido de Correa culpable de haber recibido sobornos de la multinacional Odebrecht a cambio de la concesión de carreteras. Correa calificó el cargo como "una payasada". Arauz lo reemplazó en su fórmula vicepresidencial por Carlos Rabascall, quien lideró bajo Correa un "Frente de lucha contra la corrupción".

En el campo contrario está Guillermo Alberto Lasso, un conocido empresario y destacado banquero, quien fue candidato a la presidencia en las elecciones de 2013 y 2017. De modesto origen, a los 15 años pagó sus estudios con trabajo de medio tiempo, que realizaba en la bolsa de valores de Guayaquil como auxiliar de cobranzas. Comenzó entonces una ascendente carrera que lo llevó a ser presidente de los bancos privados y miembro de la junta monetaria. Se lanzó luego a la política como líder de la oposición a Rafael Correa. En las elecciones de 2017 se enfrentó en segunda vuelta a Lenín Moreno. En los comicios, Moreno obtuvo el 51,1 % de los votos, y Lasso, el 48,8. Moreno, hoy presidente, entrega el poder el 24 de mayo. Comenzó su gobierno con Correa, pero luego rompieron políticamente y hoy son adversarios radicales. Eso lo aproxima a Lasso.

El pasado 7 de febrero se realizó la primera vuelta de elecciones presidenciales. Arauz ganó con 3'033.753 votos (32,72 %), mientras que Lasso pasó con 1'830.045 votos (19,74 %). Apenas 32.590 votos más que Yaku Pérez, el candidato del poderoso movimiento indígena Pachakutik. Hay que tener en cuenta que en esa primera vuelta se presentaron dieciséis candidatos -una cifra récord-, de los cuales solo uno representa al correísmo.

Para iniciar el diálogo, candidato Lasso, le pregunto: ¿hay, ciertamente, una disputa entre la izquierda y la derecha por la presidencia de Ecuador?
La gran disputa hoy en el país es por quién puede resolver los problemas de los ecuatorianos que van desde los económicos, como la falta de empleo, hasta los sociales, como acceso a un sistema de salud de calidad, la discriminación, la falta de igualdad y cuidado del medioambiente. Nosotros somos los únicos que podemos solucionar estos problemas desde el diálogo y el encuentro.

Pero muchos sectores lo califican como candidato de centroderecha...
Yo soy el candidato de los ecuatorianos que quieren un país que deje atrás la lógica del yo y pase a la lógica del nosotros. Un país donde quepan todas las visiones y podamos construir con base en ellas con respeto. Yo soy el candidato del Ecuador del encuentro.

En la primera vuelta presidencial, usted superó por apenas 32.590 votos al líder del movimiento indígena, el candidato Yaku Pérez, lo que le dio el paso a la segunda vuelta... ¿Usted podrá contar con el apoyo de los movimientos indígenas?
Contaremos con el apoyo de los ciudadanos, las alianzas son con los ciudadanos y sus causas. Vamos a resolver los problemas de riego y garantizar el respeto y el apoyo a las diferentes cosmovisiones de los pueblos indígenas.

A propósito de Yaku Pérez, él denunció fraude en escrutinio, y su movimiento presentó 16.000 actas con presuntas irregularidades. ¿Cree que hubo fraude?
Considero que el proceso ha sido transparente; sin embargo, en aras de esa transparencia mantuvimos un encuentro en el Colegio Nacional Electoral, donde llegamos a un acuerdo con Yaku. Adicionalmente, he dicho públicamente que respaldo todos los pedidos que, dentro de la ley, realice Yaku Pérez.

La distancia de Andrés Arauz, ganador de la primera vuelta, y candidato de Rafael Correa, con respecto a usted fue de poco más de 1'200.000 votos. ¿Cómo podrá recortar esa diferencia de aquí a la segunda vuelta, el 11 de abril?
Creo que es un error concebirlo de esa manera. La segunda vuelta es una nueva elección donde, a diferencia de la vuelta pasada en la que había 16 candidatos, ahora solo hay dos. Ecuador deberá escoger entre el país de la crisis, el totalitarismo y la confrontación o el país del empleo, la democracia y el encuentro que lo representamos nosotros.

Uno de los argumentos de su movimiento, de cara a la segunda vuelta, es que el
68 % de los ecuatorianos están en contra de que vuelva el correísmo a Ecuador, y que eso lo pone a usted como el candidato de la mayoría. ¿De dónde sacan esas cifras? ¿Son una estadística fiable?
Los ecuatorianos en las elecciones del 7 de febrero mandaron un mensaje claro. El país que anhelan es uno que ponga en la discusión visiones de un Ecuador diverso, preocupado por causas comunes y que no han sido escuchadas por la política tradicional. Nosotros no solo hemos escuchado y entendido ese mensaje, sino que representamos lo que los ecuatorianos quieren, por eso contaremos con el respaldo de la mayoría.

Usted afirmó que piensa incorporar propuestas de otros sectores, que no estuvieron contemplados en la primera vuelta. ¿Se refiere a los movimientos indígenas? ¿Qué otros sectores? ¿Cómo será esa incorporación?
Alguien que aspira a gobernar debe saber escuchar y eso es lo que he hecho: escuchar a los ecuatorianos. Estamos reuniéndonos con todos los sectores para recoger visiones y construir sobre lo que nos une como sociedad.

Ganar la presidencia es una cosa, pero contar con el apoyo necesario para gobernar, en la Asamblea Nacional, es otra. ¿Cómo piensa lograrlo?
Con el apoyo del pueblo ecuatoriano. Si usted presenta leyes que generen empleo y defiendan los derechos humanos y la conservación del medioambiente en beneficio de todos los ecuatorianos, a los asambleístas no les quedará otro camino que aprobarlas.

¿Cuál será su primera decisión como presidente de Ecuador si gana?
Lo primero que haremos será comenzar un intenso plan de vacunación que nos permita vacunar nueve millones de ecuatorianos en los primeros cien días de gobierno.

¿Cuál es su posición sobre la migración venezolana en la región?
Es una situación compleja que regularizaremos de acuerdo con la normativa vigente en Ecuador y los tratados internacionales.

¿Y cuál será su posición frente a posibles amenazas, como la presencia de grupos armados en la frontera, como el Eln o las disidencias de las Farc?
Seremos implacables en la lucha contra el narcotráfico, tenemos que defender nuestra soberanía territorial y la integridad de nuestros niños frente a la amenaza.

¿No está cayendo usted en propuestas demagógicas como ofrecer salud gratis para todos los ecuatorianos?
La constitución del Ecuador garantiza la salud gratuita y de calidad; sin embargo, debido a malos gobiernos no hemos podido contar con una salud pública y de calidad. Nosotros administraremos los recursos de manera eficiente para garantizar que el acceso sea gratuito, oportuno y de calidad.

Su rival dice que dará mil dólares para cada familia...
Es una propuesta que, más que demagógica, se aprovecha de las necesidades de nuestros hermanos y pone en peligro los depósitos del sistema financiero al pretender utilizar el encaje bancario, que es dinero de los ecuatorianos, para poder cumplir con este objetivo.

¿Pero su oferta de subir el salario mínimo de 400 a 500 dólares mensuales, es decir, un aumento del 25 %, no es también propuesta demagógica e irrealizable?
Creo que crecimiento económico y justicia social son dos caras de una misma moneda. Por eso, si al país le va mejor, esos beneficios deben llegar a todos los sectores, especialmente a aquellos que menos tienen. La propuesta se dará a lo largo de cuatro años de gobierno y se lo logrará mediante el crecimiento de la economía por un lado y la reducción de aranceles, eliminación de impuestos y reducción de costos de servicios por otro lado.

A propósito del expresidente Correa, ¿qué opina sobre las sanciones que le fueron impuestas?
Que la justicia se encargue del pasado, que nosotros nos encargaremos del futuro de los ecuatorianos. Un futuro que deje atrás la política basada en el caudillo y su visión única y excluyente del Ecuador.

Si es elegido, ¿qué cambiará del estilo de gobierno del presidente Lenín Moreno?
Los principales cambios serían, primero, romper con 14 años de políticas correístas-morenistas que nos han llevado a una de nuestras peores crisis económicas; segundo, declarar una lucha sin cuartel a la corrupción; pero sobre todo, tercero, establecer una cultura de diálogo e inclusión que nos permita que nuestra diversidad que nos hace únicos también nos una.

¿La Comunidad Andina tiene futuro?
En la medida que se logren potenciar sus ventajas comerciales y se generen sinergias que faciliten la movilidad y la integración tiene futuro.

Esta es la tercera vez que usted aspira a ser elegido presidente. ¿Por qué fracasó en los intentos anteriores?
Las elecciones anteriores dejan lecciones que han sido aprendidas. A mí, más que hablar del pasado, me gusta hablar del futuro. Un futuro en el que podamos no solo solucionar los grandes problemas económicos que nos aquejan, sino también donde podamos sentarnos, sobre todo con quienes tenemos diferencias, para encontrarnos en el centro y desde ahí construir un país donde quepamos todos. Ese es el Ecuador del encuentro.

¿Por qué el pueblo del Ecuador debe votar por usted?
Somos la única opción que puede resolver los problemas de los ecuatorianos.

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO