'Seguiremos siendo una nación socialista': Jorge Valero

Dos de las grandes dudas sobre el futuro de Venezuela, luego de la desaparición del presidente Hugo Chávez, tratan sobre si seguirá siendo un estado socialista y si el actual presidente (e.), Nicolás Maduro, logrará ser elegido como su sucesor. (Lea también: Nicolás Maduro, el nuevo conductor de Venezuela).

Para el embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas, Jorge Valero, las dos inquietudes están resueltas: “El socialismo será perdurable”, y Nicolás Maduro, escogido por Chávez, “será elegido presidente de la República Bolivariana de Venezuela”. (Lea también: Una sucesión clave para Colombia en paz, seguridad y comercio).

Valero, representante permanente de Venezuela ante la ONU, desde el 2008, era uno de los dirigentes de izquierda más próximos a Chávez. Antes fue embajador ante la OEA, cargo del cual el gobierno de Estados Unidos alcanzó a pedir su destitución. Militó en Juventud Comunista junto con su “entrañable amigo” José Vicente Rangel y fue representante personal de Chávez ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), cuando en el 2000 defendió una política de manejo restrictivo de exportaciones para provocar –como ocurrió– el alza mundial del precio. (Lea también: 'La oposición ganó, así pierda dentro de un mes': Luis Vicente León).

En el 2005 fue enviado por Chávez como negociador a Mar del Plata, para crear el Alba (Alianza Bolivariana para América) como réplica del Alca (Área de Libre Comercio de las Américas) creada por Estados Unidos. (Lea también: Retrocesos en la democracia y los derechos humanos / José M. Vivanco).

¿Por qué hubo tanto hermetismo oficial sobre la evolución de la enfermedad del presidente Chávez?

El Gobierno mantuvo informado constantemente al país sobre la evolución clínica del presidente Chávez. Dio cuenta de los avances y recaídas en su enfermedad. Fue, más bien, extremadamente explícito y transparente en los reportes. Y el propio presidente Chávez ofreció detalles inéditos sobre el cáncer pélvico que padecía. (Lea también: Los números rojos de la revolución bolivariana / Francisco Toro).

El presidente Maduro afirmó que el cáncer del fallecido mandatario fue inoculado y que una comisión científica demostrará en su momento dicha conspiración. ¿Venezuela piensa crear esta comisión?

Sí. El presidente Maduro dijo que había fundados indicios para pensar que el cáncer del presidente Chávez pudo haber sido inoculado. Recordó el caso del líder palestino Yasser Arafat. Se considera el nombramiento de un equipo científico para hacer una investigación transparente e imparcial. (Lea también: Estados Unidos no se hace muchas ilusiones / Eric Farnsworth).
 

Hay una sensación de incertidumbre sobre el futuro de Venezuela. ¿Es válida?

El sentimiento de los pueblos del mundo es de una profunda tristeza por la muerte de un líder absolutamente identificado con los parias de la Tierra. Nadie, como él, en las postrimerías del siglo XX y en los albores del siglo XXI contribuyó a ensanchar de manera tan amplia los caminos de la esperanza y del nuevo humanismo. El futuro político de Venezuela no es incierto, es predecible y auspicioso porque Hugo Chávez le dio poder al pueblo venezolano para que luchara por sus derechos inalienables. (Lea también: Una oportunidad perdida / Moisés Naím).

¿Pero, realmente, hay democracia en Venezuela?

Hoy tenemos una democracia del común, no una falsa democracia donde una élite política y económica controla las principales palancas del poder. A nuestra democracia la llamamos democracia participativa y protagónica. El socialismo democrático es su horizonte y el humanismo bolivariano, su fundamento filosófico. (Lea también: Un duro golpe para el ya debilitado 'eje bolivariano' / Miguel A. Bastenier).
 

Si eso es así, ¿por qué Nicolás Maduro sigue en el poder?

Explíqueme su pregunta.

El Artículo 233 de la Constitución dice que en ausencia total o muerte del mandatario electo, el presidente de la Asamblea Nacional es quien toma el poder y debe convocar elecciones en los treinta días siguientes. ¿Por qué, entonces, Nicolás Maduro es el presidente en este momento?

El Tribunal Supremo de Justicia, que es el órgano establecido en nuestra Constitución para interpretar su articulado, expresó en un dictamen sobre el particular que prevalecía el principio constitucional de la continuidad administrativa. De acuerdo con nuestra Constitución, quien debe asumir la presidencia provisional es el vicepresidente Maduro.

El presidente Chávez impuso una línea socialista durante su gobierno. ¿Usted cree que esa línea política se mantendrá con Nicolás Maduro?

El legado del presidente Chávez se ha convertido en sentimiento objetivo de patria; tiene una proyección histórica. El chavismo es un pueblo, un ideal de redención humana, un proyecto político humanista de largo alcance. El presidente encargado y el equipo cívico-militar que lo acompaña aseguran que el legado del líder de la Revolución Bolivariana será perdurable.

¿Es decir, usted cree que subsistirá el chavismo sin Chávez?

El chavismo trasciende la existencia física del líder. Su impronta justiciera va más allá, incluso, de las fronteras nacionales. Chávez es el continuador, en este nuevo tiempo histórico, de la obra de los fundadores de la patria. Fue nuestro segundo libertador. El chavismo es una nación soberana en movimiento perpetuo.

¿Cree usted que Maduro será elegido como nuevo presidente de Venezuela?

Nicolás Maduro es un cristalino representante del pueblo venezolano. Por algo el presidente Chávez lo escogió para que, en caso de una circunstancia sobreviniente, como desafortunadamente ha ocurrido, continuara su obra redentora. Maduro está formado en los valores éticos y políticos que cultivó Chávez. Ganará clamorosamente la contienda presidencial.

¿Cuál cree que será el rumbo de la política internacional de Venezuela?

Está definido en el Programa de Gobierno para la Gestión Bolivariana Socialista 2013-2019, presentado por Chávez y que ha sido avalado por la voluntad de nuestro pueblo en libres y transparentes comicios. Dicho programa contempla cinco grandes objetivos históricos. Defender, expandir y consolidar el bien más preciado que hemos reconquistado después de 200 años: la Independencia Nacional. Continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI, en Venezuela, como alternativa al sistema destructivo y salvaje del capitalismo y con ello asegurar la “mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad” para nuestro pueblo. Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la gran potencia naciente de América Latina y el Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz en nuestra América.

¿Cree que se pueden recomponer las relaciones con Estados Unidos?

Depende del gobierno de ese país. Si se mantiene la intervención en los asuntos internos de Venezuela, las perspectivas son sombrías. Nuestra patria es sagrada, y estamos dispuestos a defenderla, incluso con nuestras propias vidas.

Maduro sustentó la expulsión de los funcionarios estadounidenses con el argumento de que estaban buscando una situación de desestabilización, respaldada por militares inconformes con el chavismo. ¿Cuál es hoy el espíritu real de las fuerzas militares de su país?

Nuestras fuerzas armadas están preparadas moral y políticamente para defender la patria. Ella es bolivariana, chavista y socialista.

El Gobierno de Venezuela ha recibido acusaciones de respaldar a gobiernos como Irán y Libia. El primero, acusado de armarse nuclearmente, y el segundo, de promover actividades terroristas. Usted, como representante permanente de Venezuela ante la ONU, ¿qué posición asume frente a esos ataques?

Irán desarrolla actividades en materia de energía nuclear, ejerciendo el derecho soberano que tiene cualquier país a desarrollar sus fuentes de energía con fines pacíficos y en concordancia con las prerrogativas que tiene como Estado parte del Tratado de No Proliferación Nuclear. Libia vive, infortunadamente, una situación calamitosa después de la invasión de la Otan y de las potencias imperiales, y del asesinato de Muamar Gadafi. Advertimos a la comunidad internacional sobre las deplorables consecuencias de una invasión. Nuestras advertencias en el Consejo de Seguridad y en la Asamblea General de la ONU fueron desoídas, y prevaleció la lógica de la guerra sobre el diálogo político y la negociación diplomática.

El presidente Santos, en su mensaje de condolencia, afirmó que uno de los factores que determinó la recuperación de las relaciones de Colombia y Venezuela fue el común anhelo por la paz en Colombia. Ya sin el presidente Chávez, ¿cuál será la posición de su gobierno frente al proceso de paz?

Estamos agradecidos por las palabras de Santos a raíz de la muerte de nuestro líder. Contribuyen al fomento de la amistad entre los dos países. El presidente Maduro seguirá profundizando, como lo deseaba Chávez, en las relaciones de amistad con el Gobierno y las instituciones de Colombia.

¿Qué se espera de la oposición ahora que no está el presidente Chávez?

La oposición debe asumir el compromiso democrático sin ambigüedades. Renunciar al expediente del golpismo. Nuestra democracia garantiza a los sectores nacionales espacios para el pleno ejercicio de los derechos y libertades democráticas. Dentro de la Constitución todo; fuera de ella, nada.

Uno de los temas que más preocupan a los empresarios de Colombia es la estabilidad monetaria de su país. ¿Está garantizada?

La estabilidad es más sólida que en el pasado. Las políticas macro y micro económicas, orientadas a la justicia social, están dando resultados. El ajuste cambiario está destinado, precisamente, a garantizar la estabilidad económica. Por fortuna, hay autonomía financiera, económica y fiscal. Somos un país soberano.

Pero empresarios en Colombia están preocupados porque aún no se les han desembolsado los dineros de sus exportaciones hacia Venezuela. ¿Qué pasará con esos dineros?

Puedo asegurar que el Gobierno bolivariano tiene la mayor voluntad de profundizar las relaciones con Colombia en todos los ámbitos. Si prevalece el espíritu constructivo, que hoy reina en las relaciones venezolano-colombianas, el futuro para nuestros pueblos es promisorio. Somos una sola América bolivariana.

Facilitación por la paz, firme

El presidente Chávez actuó como facilitador de las negociaciones de paz en Colombia. ¿El próximo gobierno mantendrá esa posición?

La facilitación de Venezuela en el diálogo en pro de la paz se mantendrá. El facilitador venezolano, embajador Roy Chaderton, es un brillante y experimentado diplomático que está a la disposición de la paz en Colombia.

Pero un obstáculo parece ser que Venezuela ha sido refugio de dirigentes guerrilleros. ¿Lo seguirá siendo?

Nuestro gobierno no avala ni avalará el refugio de personas que rebasen nuestras fronteras en forma ilegal.

¿El nuevo gobierno será partidario del diálogo?

Debe continuar sin interrupciones. Creemos que la paz está más cerca hoy.

Yamid Amat
Especial para EL TIEMPO