El Presidente de la República, Juan Manuel Santos, resume y detalla en esta entrevista la posición internacional de Colombia en todos los aspectos. En el caso muy actual del reconocimiento como Estado que Palestina acaba de pedir a las Naciones Unidas, el Presidente explica por qué Colombia es el único país de Suramérica en oponerse.
¿Cuáles son las características fundamentales de la posición internacional de Colombia?
Somos un país que respeta el multilateralismo y lo quiere fortalecer, que cree en la integración, en la apertura comercial, en el respeto por los derechos humanos, en la defensa de la libertad y en la defensa de la democracia.
¿Qué tan importante es para usted la dirección y el manejo de la política internacional de Colombia?
Es una de las actividades de gobierno más importantes. En un mundo cada vez más globalizado ser un actor con credibilidad, con peso específico y relevante, tiene repercusiones muy positivas, tanto para el respeto de la voz de la nación ante el mundo, como para las políticas internas.
En su reunión en Toronto con los 300 empresarios e inversionistas más importantes de Canadá, usted les pidió continuar invirtiendo en el país, pero ojalá no solamente en carbón y petróleo. ¿Teme usted que la preponderancia de esos dos productos sea una amenaza por la llamada 'enfermedad holandesa'?
Existe ese peligro, si no promovemos la inversión en otros sectores distintos al petróleo y la minería. Por eso le dije a los empresarios, y se lo he dicho a los inversionistas de todo el mundo, que Colombia tiene enormes posibilidades en otros sectores. Afortunadamente esa diversificación en la inversión está llegando.
¿Qué respuesta obtuvo de los empresarios canadienses?
Los de minería no pueden responder nada diferente a que ellos van a seguir invirtiendo en Colombia y están muy entusiasmados con el país. Y tres grandes líderes del sector financiero me anunciaron que están ya a punto de cerrar negocios y operaciones muy importantes con Colombia. O sea, hubo respuesta afirmativa a nuestra solicitud de diversificación en la inversión.
¿Cuál es la idea que en su opinión es más decisiva en relaciones internacionales?
Para cualquier país, la credibilidad internacional depende de la eficacia y la coherencia de las políticas internas. Ningún país puede salir a ofrecerse internacionalmente como atractivo para la inversión y el turismo si internamente no está obteniendo resultados. Por eso la base de la política internacional es la política interna. Y en ese sentido, los éxitos de nuestra política interior es lo que nos ha ayudado a posicionarnos mejor en el escenario externo.
¿Considera la posición política de presidentes de otras naciones como determinante de nuestras relaciones?
No. Queremos tener buenas relaciones con todos los países, incluyendo, por supuesto, con los que tienen posiciones diferentes a las nuestras. A Colombia le conviene esa apertura y ese pragmatismo internacional.
El tema de las relaciones con Venezuela, por ejemplo, lo trató usted también con empresarios canadienses. ¿Cuál fue la posición expuesta?
Les dije que había una máxima en cualquier relación y que las relaciones internacionales no están exentas de ella: tener respeto por las diferencias. Y en el caso de Venezuela hemos aplicado ese respeto mutuo, porque somos muy diferentes, pero el respeto nos permite tener unas relaciones cordiales, convenientes y productivas.
En Nueva York anunció una próxima visita a Venezuela. ¿Cuál es el objetivo?
Nosotros convinimos con el presidente Chávez reunirnos cada cuatro meses para hacer una revisión de nuestra agenda. No hemos podido cumplir el compromiso por los problemas de salud que ha tenido el Presidente Chávez. Ahora lo vamos a hacer.
En sus reuniones con empresarios tanto de EE. UU. como de Canadá, la semana pasada, se discutió sobre la crisis económica mundial. ¿Conclusiones?
Ningún país está totalmente blindado, pero Colombia está relativamente mejor protegida, porque tenemos una situación económica sólida, un alto nivel de reservas, unos activos financieros de muy buena calidad, un sector financiero que ha venido fortaleciéndose, una inflación baja, un déficit fiscal en camino de desaparecer; todo eso nos fortalece frente a la tempestad internacional; pero es necesario y prudente advertir que si hay una recesión internacional, vamos a salir afectados
¿Cuáles son las características de las relaciones que hoy Colombia tiene con las siguientes naciones: Estados Unidos...?
Excelentes. Y apenas aprueben el tratado de libre comercio, van a mejorar más. El jueves, el Congreso estadounidense aprobó por una amplísima mayoría la Ley del Ajuste Comercial, que es el paso previo para la presentación de los tratados de Libre Comercio de acuerdo a un arreglo que se hizo entre los líderes de Senado y Cámara y la Casa Blanca. Con esta votación tan amplia se despeja el camino para la presentación de los TLC. Ojalá sea así.
¿Hasta dónde somos dependientes de la política exterior estadounidense?
Dependencia política ninguna. En materia comercial es nuestro primer socio, y nuestro primer inversionista, pero además compartimos unos principios básicos en nuestra política exterior, pero dependencia: ninguna. Colombia es un país soberano.
Si es así, ¿por qué Colombia es la única nación latinoamericana que no ha reconocido a Palestina como Estado?
Eso no tiene nada que ver con Estados Unidos, sino con la posición que Colombia ha mantenido durante los últimos sesenta años. Nosotros respetamos el derecho de los palestinos a tener un Estado, queremos que los palestinos tengan un Estado, pero creemos que eso debe ser producto de un acuerdo con Israel, para que los dos puedan convivir en paz.
El viernes, el dirigente palestino Mahmud Abbas presentó ante la asamblea general de las Naciones Unidas la solicitud para que Palestina sea reconocida como estado miembro del organismo con plenos derechos. ¿Cuál es su opinión concreta sobre este tema?
El cuarteto conformado por Estados Unidos, Unión Europea, Naciones Unidas y Rusia hicieron una propuesta muy concreta después de la intervención de Abbas para buscar que se sienten a negociar las dos partes antes de que el Consejo de Seguridad tome alguna determinación. Ese es un camino que me parece adecuado.
Sudán del sur fue admitido en julio como estado miembro, con menos de un mes de discusión. Palestina lleva cuarenta años en ese esfuerzo. ¿Por qué no se le ha permitido esa elemental aspiración?
Son situaciones completamente distintas. El problema de Israel y Palestina no lleva cuarenta ni sesenta años, lleva dos mil años. Lo que queremos es dos Estados en paz. Una región en paz, determinada de común acuerdo y con las garantías suficientes para que ambos pueblos, el pueblo judío israelita y el pueblo palestino puedan convivir en paz. En el caso de Sudán, la región del sur determinó su independencia del norte por referendo, luego de un largo conflicto civil, con decenas de miles de muertos. Se llegó a un acuerdo entre los dos sectores en el sentido de que la independencia del Sur se decidiría a través de una consulta popular. Son dos casos muy distintos.
Ante el riesgo del veto de Estados Unidos, Palestina considera la opción de recurrir entonces directamente a la asamblea general para que sea aceptada como Estado observador... No, como entidad, que lo es hoy, sino como Estado...
Si eso sucede, ocurrirá en los próximos meses o semanas, no inmediatamente. Es prematuro fijar desde ahora una posición.
Pero, ¿no le ha parecido interminable un diálogo sin resultados?
Sería útil pensar en unos términos que obliguen a las dos partes a sentarse y negociar un acuerdo de paz.
Volvamos a las relaciones con otros países: Venezuela...
Cooperando cada vez más.
Ecuador...
Relaciones totalmente normalizadas y cada vez es más productivas.
Brasil...
Vamos a fortalecer nuestras relaciones cada día más. Brasil para nosotros es formidable socio.
Nicaragua....
Respetuosas.
Cuba...
Relaciones respetuosas y cordiales.
Argentina...
Las hemos mejorado muchísimo. Argentina es un país muy importante para nosotros, y en general, para el mundo.
Unión Europea...
Excelentes; la Comisión de la Unión Europea acaba de aprobar el texto del tratado de libre comercio para ser sometido al Parlamento Europeo. Europa y Colombia tienen unas relaciones muy sólidas y muy dinámicas.
Corea y Japón...
Mejorando cada vez más. La visita a Corea y Japón fue muy productiva y logramos cumplir objetivos mayores a los que teníamos como expectativa. En el caso de Japón, no solamente firmamos el tratado de protección a la inversión, sino que ese gobierno puso en marcha el proceso para negociar lo que ellos llaman 'Acuerdo de asociación económica', que va incluso más allá de un TLC. Y en el caso de Corea, nos sorprendió el Presidente con la noticia de que se ha tomado la decisión de elevar las relaciones con Colombia al nivel más alto, al nivel de Estados Unidos. La consecuencia inmediata fue acelerar el tratado de Libre Comercio, para firmarlo cuando el Presidente coreano venga a Colombia a comienzos del año entrante. Además, el Presidente, Lee Myung-bak se ofreció para ser líder dentro de Asia para el ingreso de Colombia al APEC (Asia-Pacific Economic Cooperation) . El interés expuesto por los empresarios coreanos en Colombia fue muy grande, como lo fue también el expuesto por los empresarios japoneses .
¿Cuál es el objetivo del viaje de noviembre a Turquía?
Turquía está jugando un papel importantísimo, no solamente en el escenario político, sino también en escenario económico. Queremos negociar un tratado de libre comercio y estamos abriendo embajada en Turquía. Nos conviene mucho tener una relación especial con Turquía.
¿Qué otros países piensa visitar?
En la misma visita iré al Reino Unido. Tengo con el primer Ministro Cameron una relación muy especial, y me ha insistido en la visita. Yo viví allá diez años, y tengo amigos en todo el gobierno. Nos han dicho que quieren que Colombia sea para ellos el país estratégico en América Latina.
¿Qué busca con esta sucesión de visitas?
Posicionar a Colombia en el mundo como un país proactivo y relevante, eso nos da un juego muy importante para que nuestra política internacional sea más exitosa. Lo que hemos hecho nos ha abierto las puertas en tratados comerciales, en inversión, en las organizaciones internacionales. Queremos ser parte de la OCDE. (Organización para la cooperación y el desarrollo económico). Todo esto es una acción coordinada para lograr una política exterior exitosa que se traducirá en beneficios internos para la población colombiana.
¿Por qué tiene tanto interés en los TLC con el mundo?
Ahora que estuve en Canadá, el exprimer ministro Brian Mulroney, quien negoció el tratado de libre comercio de ese país con Estados Unidos, me dijo lo siguiente: el 80 por ciento del empleo nuevo que se ha creado en Canadá desde el momento en que negociaron el tratado de libre comercio en EE.UU., ha sido por el comercio con sus vecinos. Esos acuerdos de libre comercio ayudarán a que el sector productivo colombiano sea mucho más competitivo y más grande, lo que a la larga se traduce en más empleo y en más crecimiento económico.
¿Y el temor a la competencia que expresan algunos empresarios colombianos?
Mire como benefició a Colombia el tratado con Venezuela; mire lo que ha significado el tratado de libre comercio con Ecuador; vea como vamos de bien con Chile. Colombia tiene una condición para atraer inversión, producir y exportar como pocos países del mundo. No hay que tenerle miedo a la competencia.
¿Los mercados comunes desaparecieron para darle fuerza a la relación bilateral?
Lo que pasa es que la organización mundial del comercio, ha estado estancada durante muchos años y todos los países han optado por los acuerdos bilaterales como alternativa al gran acuerdo multilateral. Tenemos que hacer lo mismo. Eso fue lo que hicieron Chile y México, y con mucho éxito. No nos podemos quedar atrás. Y tengo que darle crédito de muchos de esos tratados al Presidente Uribe, porque durante su administración, se iniciaron la mayoría de estas negociaciones.
¿Hasta dónde ha logrado usted que el nombre internacional de Colombia no se identifique todavía con la cocaína?
Nuestra política tiene mucho que ver con eso, con tratar temas diferentes a la violencia que genera el tráfico de drogas y a la lucha contra las mafias. Lo que estamos precisamente haciendo es cambiando eso, sin descuidar por supuesto la lucha contra el narcoterrorismo. Ahora con los países estamos hablando de transferencia tecnológica, del medio ambiente, de educación, de inversiones de todo tipo. Eso es lo que ha cambiado en la política exterior.
¿Y la imagen internacional que tenemos como violadores de derechos humanos?
Es cada vez menor y queremos que el mundo entienda que Colombia está cambiando, que el gobierno defiende los derechos humanos, que aquí nadie viola los derechos humanos como una política de Estado, y que cuando ocurre un caso, se sancionan ejemplarmente. Eso ya la comunidad internacional lo está reconociendo
¿Cómo va Unasur?
Bien. Tenemos la secretaría general, con María Emma Mejía. Pero es necesario concretarnos más, por ejemplo, ponernos de acuerdo sobre las políticas que podríamos implementar en materia económica para protegernos de esta tempestad mundial.
¿Y la OEA?
No queremos que Unasur sea una contraposición, sino un complemento al papel de la OEA.
¿Naciones Unidas?
Juega un papel muy importante y podría ser mucho más eficaz. Hay que empujar un poco el acelerador.
¿Qué pasó con el Tribunal de La Haya en el caso de las diferencias no resueltas con Nicaragua?
Eso se debe decidir a mediados del año entrante.
¿Cómo definiría los grandes objetivos de su política en materia internacional?
Colocar a Colombia como un país respetado por el mundo entero, que tenga peso específico y voz con credibilidad en la discusión de los grandes temas, que tenga relaciones buenas con la mayor cantidad de países posible, y que Colombia sea vista como una democracia sólida, fuerte. Que los colombianos puedan pasear por el mundo entero sintiéndose cada vez más orgullosos de ser colombianos. Tenemos en María Ángela Holguín una Canciller de lujo, muy efectiva y de la mano de ella y de muy buenos embajadores estamos logrando una política externa exitosa. Todo puede resumirse en lo que queremos: que a los colombianos nos dejen de ver como unos parias. Que a Colombia la respeten y por fortuna lo estamos logrando.
¿Cuál es el futuro de la Comunidad Andina?
"Estamos haciendo una revaluación. Ahora que Venezuela no está, acordamos con Bolivia, Ecuador y Perú, sentarnos a repensar la Comunidad Andina porque, como está, es demasiado pesada burocráticamente y poco efectiva en sus alcances".
El expresidente Alan García dijo en la última visita que hizo a Colombia antes de entregar el poder que la Comunidad Andina hay que sepultarla...
"Ciertamente como está, no funciona bien".
¿Repensar quiere decir reactivarla?
"Evaluar qué vale la pena hacer y qué no. Por ejemplo, nuestros cuatro países tenemos en común la selva amazónica, podemos ser mucho más activos en toda la discusión del medio ambiente y en ver cómo aprovechamos esa riqueza que tenemos".
YAMID AMAT
ESPECIAL PARA EL TIEMPO