La canciller habla de temas centrales: pobreza, desigualdad, seguridad y reglamentación de drogas.
"La eliminación de la pobreza, de la desigualdad y de la inequidad serán los temas centrales de la VI Cumbre de las Américas", según la ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín. La Canciller opina que "precisamente son los temas" que reclamaba el presidente de Ecuador, Rafael Correa. "El presidente Correa seguramente habría hecho valiosos aportes en la Cumbre", dice la Ministra al lamentar su ausencia. (Lea también: María Margarita Salas, la mujer que puso a marchar a Cartagena)
Todos los índices de pobreza y desigualdad del continente muestran que, efectivamente, hay fenómenos negativos, tanto sociales como físicos, que debilitan gravemente el crecimiento de la región. Y esa será la primera gran realidad que estudiarán presidentes, ministros y expertos. Al margen de esta inmensa brecha entre ricos y pobres que divide al continente, y de la pobreza que golpea a la mayoría de la población, la Cumbre de las Américas abordará también, y por primera vez desde cuando fue establecido el encuentro de presidentes, en 1994, en Miami, la reglamentación del consumo y del mercado de las drogas. (Siga este enlace para leer: La Heroica volvió a ser una fortaleza en seguridad)
Se oyen críticas sobre la verdadera utilidad de las cumbres presidenciales del continente. ¿Para qué sirven?
Para estrechar las relaciones entre los mandatarios y hablar de los temas que preocupan a la región. Lo contrario a las cumbres es el aislamiento, que es lo peor que puede sufrir un país o una región. (Siga este enlace para leer: Cuba: la vieja piedra en el zapato)
Pero el presidente de Ecuador, Rafael Correa, por ejemplo, no lo cree así. Las acaba de calificar como "cantos a la bandera". ¿Le parecen válidas sus críticas?
Hay una percepción que ha venido haciendo curso y que pone en tela de juicio la necesidad y la importancia de las cumbres. Estos eventos son útiles por favorecer el diálogo directo y tomar acciones colectivas. Pero, igualmente, hay que reconocer que muchas decisiones que emanan de las cumbres y reuniones ministeriales no se implementan y afectan la credibilidad de esos encuentros.
¿Qué se puede hacer para que el documento final de la Cumbre no quede en el papel?
Uno de los objetivos que nos propusimos al iniciar los trabajos preparatorios fue hacer de la Cumbre de Cartagena una cumbre con resultados. Para ello, decidimos que se debía evitar la proliferación de decisiones o mandatos y, más bien, identificar acciones concretas, realizables, medibles y, especialmente, para las que se pudiera encontrar financiación. De esta manera, los resultados de la VI Cumbre se podrán materializar, y mostrar que las cumbres sí pueden producir resultados. (Lea aquí: 'En la Cumbre se romperá una contradicción de 40 años': Moisés Naím)
De todas maneras, la Cumbre puede ser un éxito o un fracaso. ¿En qué condición sería un éxito y en qué condición un fracaso?
Será un éxito si, además de lograr consensos que nos permitan posicionar a las Américas como un actor internacional de primer orden, alcanzamos decisiones para aumentar la competitividad de nuestros países, a través de la promoción y modernización de nuestra infraestructura, y contribuir a la seguridad hemisférica y a la de nuestros ciudadanos. Será un éxito si viene un número de países considerable y si se tiene un diálogo respetuoso y franco sobre los problemas que nos afectan en la región. Además, si los temas y mandatos que hemos trabajado se aprueban por consenso. Hemos dedicado tantos esfuerzos a la preparación de esta Cumbre que el fracaso ni lo contemplamos.
El presidente Correa no asiste a la Cumbre y dijo que no lo hará a ninguna hasta que 'se tomen las decisiones que la patria grande exige'. ¿Cuál es su opinión?
Lamentamos que el presidente Correa no nos acompañe en Cartagena, particularmente porque esta será la primera vez que las naciones americanas dialoguen sobre esos temas que a él tanto le preocupan.
Correa dijo que no puede llamarse Cumbre de las Américas una reunión en la que un país americano es 'intencional e injustamente relegado'...
No hay que olvidar que las condiciones para participar en las cumbres de las Américas quedaron establecidas desde el 2001 en la Declaración de Quebec. Fueron los propios jefes de Estado quienes acordaron estas condiciones. Deberán ser ellos quienes decidan respecto de su aplicación.
Según Correa, nuestros pueblos 'pueden cansarse de que sus mandatarios estén en tantas cumbres mientras existen abismos para superar, como la pobreza e inequidad'. ¿Cuál es su opinión?
Precisamente, uno de los ejes temáticos que acordamos considerar en la VI Cumbre es el de la eliminación de la pobreza, la desigualdad y la inequidad en las Américas. Tratándose de un problema regional, resulta apenas lógico que la solución provenga de un encuentro de los mandatarios, solución a la que el presidente Correa seguramente habría hecho valiosos aportes.
¿Cuál es el objetivo de realizar por primera vez en una cumbre presidencial continental, paralelamente, cumbres de empresarios, líderes sociales y sindicales?
La presencia de los jefes de Estado y de Gobierno es una oportunidad única para favorecer un diálogo constructivo con los líderes del sector privado sobre políticas y acciones conjuntas en beneficio de nuestras sociedades. En cuanto a la Cumbre de Actores Sociales, siempre se ha dado en el marco de la cumbre presidencial. (Lea aquí: Encuentro de 'multilatinas', las grandes compañías en América Latina)
Habla de trabajos preparatorios. ¿Qué trabajos?
En los últimos tres meses hemos organizado 25 encuentros con los distintos representantes de la sociedad civil, para conocer sus aspiraciones y recomendaciones frente a los cinco ejes temáticos de la Cumbre y poder incorporarlas a los trabajos de los gobiernos. Todo este ejercicio concluirá en Cartagena, cuando los representantes de los actores sociales se reúnan con los cancilleres del hemisferio para hacernos entrega de sus conclusiones y para trasladarlas, por nuestro conducto, a los mandatarios de las Américas.
Paralelamente a la cumbre de presidentes, habrá foros de indígenas. ¿Qué temas tratará la cumbre sobre los pueblos indígenas de las Américas? ¿Cuál es la propuesta de Colombia sobre empobrecimiento, soberanía y seguridad alimentaria de estos pueblos? Con la cumbre presidencial habrá una cumbre laboral, que abordará los desafíos y la dimensión del trabajo en las Américas, la urgencia de la libertad sindical y la negociación colectiva. ¿Cuál es la posición de Colombia?
Colombia se siente muy complacida de que estos sectores de la sociedad civil lleven a cabo sus reuniones en la etapa previa a la VI Cumbre de las Américas. Por ello, ha ofrecido el apoyo logístico necesario para que las reuniones de estos actores sociales se desarrollen de la mejor manera. Sin embargo, la agenda de esos eventos, su realización y sus conclusiones son del ámbito exclusivo de cada uno ellos, a fin de preservar su carácter no gubernamental. Por esta razón, el Gobierno no participa en esas reuniones, pero con los cancilleres de las Américas recibiremos sus conclusiones el viernes 13 de abril.
El presidente Barack Obama realizará una visita oficial a Colombia tan pronto termine la Cumbre. ¿Qué temas le planteará el presidente Santos?
La agenda bilateral de Colombia con Estados Unidos es amplia y el interés de nuestro Gobierno es avanzar en su diversificación. Se abordarán algunos de los temas que vienen siendo tratados en el diálogo de alto nivel, como el de energía, oportunidades económicas y sociales, cultura y educación, entre otros. (Lea también: Barack Obama será puesto a prueba en la Cumbre de las Américas)
¿Y la lucha contra las drogas no será un tema central?
Estamos estudiando la posibilidad de desarrollar un plan de acción que permita compartir nuestra experiencia en seguridad ciudadana y nuestro conocimiento en la lucha contra el crimen transnacional organizado con los países de Centroamérica, el Caribe y África Occidental. Estados Unidos sería uno de los socios para esta cooperación que Colombia ha desarrollado. (Lea aquí: Las drogas: un debate antes impensable está ahora sobre la mesa)
Estados Unidos aceptó discutir el tema de la lucha contra las drogas frente a las propuestas de despenalización y legalización. ¿Cuál será la posición concreta de Colombia frente al tema?
Lo que el Gobierno favorece es el debate acerca de la efectividad de las políticas que han venido adelantándose en la lucha contra las drogas y ver los distintos escenarios en esta lucha, hacia el futuro.
La petición de expresidentes como Gaviria, de Colombia; Zedillo, de México, y Cardoso, de Brasil, en el sentido en que se dicten normas para reglamentar el consumo de droga, ¿no es un reflejo de una opinión mayoritaria continental?
El diálogo que sobre este tema se sostendrá en Cartagena nos demostrará el grado de aceptación que merezcan las distintas tesis.
¿Cree que la política prohibitiva y represiva contra las drogas fracasó?
El problema de las drogas ilícitas va más allá del consumo y, en vista de su complejidad y su conexión con otros delitos, requiere ser analizado de manera integral.
¿Y el TLC?
Uno de los propósitos principales de la visita será la revisión de los avances que Colombia ha tenido en el proceso para la implementación del TLC, con el fin de que, tan pronto sea aprobado el proyecto de ley en el Congreso, pueda efectuarse el correspondiente canje de notas y la entrada en vigencia del acuerdo.
¿Qué documento proyectan firmar los presidentes Obama y Santos?
No está previsto firmar un documento sobre el TLC. Actualmente, el Congreso adelanta el estudio y aprobación de la normativa necesaria para la puesta en vigencia del Tratado. Se espera que en los próximos días concluya este trámite, con lo cual Colombia podría anunciar que ha cumplido con los requisitos internos para dar inicio a la implementación del TLC en el segundo semestre de este año. Con base en lo anterior, Estados Unidos procede al canje de notas para dar plena vigencia al acuerdo.
Terminada la Cumbre, se iniciará la visita oficial de la presidenta Dilma Rousseff, de Brasil. ¿Cuáles son los temas fundamentales de la agenda?
La reunión del presidente Santos con la presidenta Rousseff será el domingo por la noche, para reafirmar el interés de los dos gobiernos en el diálogo político al más alto nivel. Busca estrechar las relaciones comerciales y de cooperación entre países vecinos y socios estratégicos en la región.
Presencia de Chávez
Canciller confía en el respeto a diferencias
¿Existe el riesgo de que la Cumbre se convierta en una tribuna de reclamos antiestadounidenses impulsados por Chávez y los países del Alba?
Lo que hemos visto en los trabajos preparatorios, y llevamos 10 meses trabajando en los documentos, son muchas discusiones sobre los temas de la Cumbre. Pero siempre ha sido en un clima de integración y de diálogo constructivo de parte de todos, incluidos los países del Alba.
¿Pero no le parece que una cosa son los delegados en las reuniones previas y otra, los presidentes Chávez y Morales sentados frente al presidente Obama?
Le repito que a lo largo de las negociaciones que se han dado durante el último año se ha evidenciado el interés de todos los Estados en avanzar hacia objetivos de interés para el hemisferio. Cabe esperar que este espíritu de entendimiento continúe animando las deliberaciones de nuestros jefes de Estado y de Gobierno.
Chávez ha dicho que si su estado de salud lo permite, asistirá a la Cumbre. ¿Teme usted que el escenario sea utilizado por él para lanzar uno de sus conocidos ataques contra el presidente Obama?
Esperamos que el presidente Chávez pueda estar presente en la Cumbre. En este escenario de diálogo habrá diferencias de opiniones y espacios para ventilarlas, pero anhelamos que sea con espíritu de cooperación para trabajar por mejores niveles de bienestar, que al final es lo que nos importa a todos. (Lea también: América Latina buscará un diálogo renovado con EE. UU.)