SOS de la industria petrolera al Gobierno

El presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo habla sobre la grave crisis del sector.
Foto: El Tiempo
Domingo 30 de Noviembre del 2014

La industria petrolera colombiana está atravesando una de las peores crisis por la grave coyuntura actual.

El exministro Francisco Lloreda preside actualmente la Asociación Colombiana del Petróleo, que agrupa a las 50 compañías petroleras que operan en el país. Lloreda lanza un dramático SOS al Gobierno para que no castigue tributariamente a la industria, y propone emprender ya la explotación de yacimientos con sistemas no convencionales y en el mar.

Lloreda fue ministro de Educación del expresidente Andrés Pastrana y consejero de seguridad del presidente Santos. Se educó en Oxford.

“El impacto de la decisión de la Opep –mantener la producción de petróleo a pesar de la baja del precio del barril– es negativo para el país y para la industria. Abrirá un hueco en las finanzas, ya que cada dólar que baje el barril equivale a 300.000 millones de pesos menos que le ingresan al Estado en un año, descontado el efecto positivo de un dólar alto. La decisión de la Opep obliga a las empresas a ajustar sus costos y a ser más selectivas en la inversión”, dice Lloreda.

¿Cómo son esas cuentas?

El marco fiscal de mediano plazo se definió sobre un precio por barril de 98 dólares promedio. Si el promedio del precio del barril durante un año fuera de 70 dólares, los 28 dólares menos en el precio significarían 300.000 millones de pesos, es decir, un hueco de alrededor de 8,4 billones de pesos. Nuestra preocupación son tres factores perversos: precios bajos, costos altos de operación y más impuestos.

¿Costos de operación altos por la inseguridad?

Operar es costoso por tres razones: demoras en licenciamiento ambiental, por seguridad, pese a que los atentados han disminuido; por las consultas previas prolongadas que frenan las operaciones, y por los bloqueos.

¿Bloqueos de las comunidades?

Hay bloqueos propiciados por las comunidades, pero cada día son más las vías de hecho que tienen detrás a personas o grupos con intereses particulares. Una industria del chantaje.

¿De chantaje en qué sentido?

Que la empresa contrate con alguien en particular el transporte, que contrate laboralmente a unos, o que pague una obra que le corresponde al Estado.

¿Qué tiene de malo que pidan una obra pública?

Lo malo no es que lo pidan sino que se apele a las vías de hecho, y que pretendan que la industria reemplace al Estado. En el 2013, además de 8 billones de pesos en regalías, invirtió 35 billones en bienes y servicios, 700.000 millones en proyectos sociales, 300.000 millones de pesos en vías y en 120.000 empleos. Sin contar 24 billones de pesos para el Gobierno central.

¿La producción en yacimientos no convencionales utilizando ‘fracking’ le permitirá a EE. UU. ser autosuficiente?

Ya le permitió ser autosuficiente en gas. Ahora aspira a serlo con el petróleo. Es lo que la Opep quiere impedir con precios bajos, pues el fracking es más costoso. La apuesta es a que no les sea rentable producir y que no lleguen a ser autosuficientes.

¿Esa es la causa primordial del desplome del precio?

En parte. Lo que no quieren es que otros países se vuelvan productores importantes. México, con los cambios en materia regulatoria, le está apostando a incrementar de nuevo su producción. Algo similar ocurre con Perú, Brasil y Colombia. Es potencialmente interesante en no convencionales, además de costa afuera.

¿En qué estado nos encontramos en Colombia en materia de exploración?

Se ha avanzado, pero debemos hacer más. Las reservas de petróleo son muy precarias, 2.450 millones de barriles; a millón de barriles día, alcanza para 6,6 años. De ahí, la urgencia de explorar más. Este año vamos a perforar 110 pozos, cifra interesante, pero aún baja. Necesitamos 200 o 230 al año.

¿Cuánto tendríamos de reservas no convencionales?

Entre 3.000 y 10.000 millones de barriles.

¿Qué son yacimientos convencionales, en lenguaje sencillo?

Cuando el petróleo o el gas está concentrado en un sitio. Un hidrocarburo que se acumuló ahí durante millones de años. Digo que se acumuló porque no se originó ahí, se originó a más profundidad, donde está la roca generadora. Como esa roca era porosa logró migrar hacia arriba y poco a poco se fue acomodando en un sitio.

¿Y los no convencionales?

Es ir directamente a la roca, que al no ser porosa no facilitó que el petróleo o el gas saliera. Para sacarlo se estimula la roca, pues el hidrocarburo está atrapado.

¿Cuántos campos de exploración hay hoy en no convencionales?

Siete bloques.

¿Ya hay actividad exploratoria en no convencionales?

No. El Gobierno ya elaboró los términos de referencia en lo técnico y lo ambiental para la labor exploratoria. Algunas empresas están empezando el trámite de licencia ambiental. La perspectiva es realizar pozos exploratorios entre 3 y 4 años.

¿Qué quiere decir eso?

Vamos a verificar si contamos con el potencial.

Hay quienes han pedido una moratoria…

Así es, y es absurdo. Más, cuando lo que se va a realizar es actividad exploratoria, que en el mejor de los casos nos llevará a perforar 20 pozos. En Estados Unidos se perforan 30.000 al año. Y a decir verdad, Colombia ya estuvo en moratoria pues los primeros bloques se asignaron en el 2012 y hasta ahora tenemos términos de referencia. Fueron dos años donde el Gobierno hizo la tarea, con asesoría de expertos internacionales.

Un ejemplo de un campo no convencional en Estados Unidos…

Eagle Ford, en Texas, un millón de barriles día. Igual a la producción de Colombia.

¿Entonces, el futuro de Colombia está en los no convencionales?

Colombia necesita de los no convencionales e incrementar el recobro en los campos existentes, buscar más petróleo en convencionales y en costa afuera.

¿Si la explotación en no convencional resulta exitosa, será nuestra salvación?

En no convencionales puede estar parte de la solución al problema de reservas.

¿Cuándo podría comenzar la exploración de no convencionales?

Depende de lo que tarde la autoridad ambiental en otorgar licencias.

¿Y si en la exploración de uno convencional se encuentra un no convencional?

Freno de mano. Revisar el contrato con la ANH (Agencia Nacional de Hidrocarburos) y pedir licencia. El lío es que ese proceso puede tardar mucho tiempo y hay yacimientos mixtos. La normatividad colombiana es un poco rígida.

¿Qué pasa si no incrementamos las reservas?

Sería imposible sostener una producción de un millón de barriles al día, nos veríamos abocados a volver a importar petróleo, y seguramente estaríamos en unos años en una crisis fiscal sin precedentes.

¿Por qué considera la reforma tributaria “inequitativa”?

En momentos en que los precios del petróleo se han desplomado y operar es difícil y costoso, llega una propuesta de reforma tributaria que además golpea a la industria petrolera de manera desproporcionada. Al paso que vamos terminará pagando el 20 por ciento de la reforma, 2,6 billones de pesos al año, el costo de una campaña exploratoria al año.

¿Pero qué artículo de la reforma grava la industria petrolera?

Toda la reforma. No es deliberado del Gobierno lastimar a la industria petrolera, y es consciente de su importancia, pero el hecho real es que esta industria va a terminar siendo particularmente golpeada, entre otros, por el impuesto a la riqueza, el Cree y el cuatro por mil, que afecta en especial a los distribuidores mayoristas.

¿Pero de qué manera?

La exploración requiere inversiones muy altas. Un pozo cuesta entre 6 y 10 millones de dólares, y si es costa afuera, entre 100 y 200 millones de dólares. La probabilidad de que un pozo exploratorio termine siendo productor es de entre el 0 y el 20 por ciento. Es decir, un 80 por ciento de esa inversión no va a ser productiva, no va a generar riqueza, pero va a pagar un impuesto a la riqueza. En el caso del Cree, la tarifa de 9 puntos es onerosa; las empresas tendrán que pagar impuestos en vez de invertir en exploración y en producción.

Una de las solicitudes que le hemos hecho al Gobierno es que no grave los activos en período improductivo. No se acepta.

¿Con qué argumentos?

Temen que se abra un boquete en otros sectores, que en periodos improductivos terminen pasando por activos los que no lo son. En el caso de la industria petrolera es muy fácil determinarlos y cuantificarlos.

¿Cuánto paga hoy la industria petrolera en impuestos?

Por cada dólar que le ingresa, 70 por ciento va para el Estado. No creo que exista una industria más gravada. Con la reforma llegaría a 75 por ciento.

¿Por qué dice que con la reforma Colombia puede perder competitividad?

Porque es la verdad. No solo porque un government take del 75 por ciento es alto, sino porque la sumatoria de renta y Cree llegaría hasta el 43 por ciento. En México es el 30 por ciento; en Perú, 26 por ciento; en Brasil, 35 por ciento; en Estados Unidos, entre 15 y 35 por ciento, y en Canadá, 15 por ciento.

¿El riesgo es que los inversionistas emigren hacia allá?

Ya está pasando. En la medida en que México abre sus puertas, Colombia las cierra. Si esa reforma tributaria se aprueba, Colombia perdería competitividad en la región, dejaría de ser atractiva para muchas empresas. Sobre eso no tengamos duda alguna. La reforma tributaria impacta de manera severa el desarrollo del petróleo.

¿Pero no le parece justo que las empresas que explotan nuestro petróleo y que se lo llevan paguen por lo que ganan?

Como le dije, de cada peso que le ingresa a la industria, el 70 por ciento va para el Estado. El verdadero dueño de ese petróleo es el Estado. La idea de unos extranjeros explotadores que llegan y se llevan todo es una falacia.

El Presidente ha dicho que la reforma lucha para combatir la desigualdad…

La industria está en total acuerdo con los tres pilares del Gobierno. Tan es así que el desarrollo económico y social del país en los últimos años se ha dado en gran parte gracias a esta industria. En lo que disentimos con Hacienda es en que por captar unos recursos de corto plazo, que se necesitan, se pueda poner en riesgo la sostenibilidad fiscal en el mediano y largo plazos, porque si no exploramos ahora, nos fregamos. La intención del Gobierno, con el que tenemos una excelente relación de trabajo, no es esa, pero es el riesgo. Mal haríamos si desde la industria no lo advertimos a tiempo.

¿Qué propone la industria?

El mejor negocio fiscal es apostarle a la industria petrolera. Por cada 100.000 barriles diarios, el Estado recibe 3 billones de pesos. Es decir, si a esta industria le va bien, le va bien al país. Si le va mal, le va mal al país; lo estamos viendo. Y en especial, a los colombianos, porque peso que no produzca esta industria se convierte en impuestos.

Las exigencias al Ministro de Trabajo

Escuché que hay problemas con el Ministerio de Trabajo...

No. El Ministerio desea organizar la intermediación laboral en las regiones, y estamos de acuerdo. Para ello impulsa el servicio público de empleo. Donde tenemos algunas diferencias es en que a esta industria se le exijan condiciones que a ningún otro sector se le piden, como porcentajes de contratación de mano de obra calificada y no calificada. Lo anterior, pese al compromiso de la industria petrolera con el empleo local. El 97 por ciento de la mano de obra no calificada es local, y el 53 por ciento de la mano de obra calificada. Y tuvimos unas diferencias en la implementación, porque cada región es distinta. Hay regiones donde hay más mano de obra calificada; en otras no. La búsqueda en espiral en los municipios circundantes es compleja, pues no existen sistemas de información y se retrasan las operaciones. Pero estamos de acuerdo en organizar la intermediación laboral en cabeza del Estado.

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO