´Vamos a destrabar el Estado para iniciar una gigantesca inversión´

Juan Carlos Echeverry afirma que este año se alcanzará el equilibrio fiscal.
Foto: El Tiempo
Domingo 29 de Julio del 2012

Comienza el segundo tiempo del gobierno de Juan Manuel Santos, y el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, anuncia que, con el fin del primer tiempo, también termina el periodo de ajustes, enmiendas y correcciones, y se inicia la etapa de la gran inversión, de la total ejecución presupuestal, para lo cual el Gobierno va a destrabar el Estado, para que funcione con fluidez y sin las trabas de "las decisiones jurídicas, densas y viscosas, de la burocracia y la falta de gerencia". Echeverry no solo enumera las razones que lo llevan a proclamar el buen estado de la economía nacional, sino que descarta un riesgo de "enfriamiento". Admite sí, ciertos síntomas de freno en los sectores agrícola e industrial. Responde críticas del expresidente Álvaro Uribe y asegura que "este gobierno tiene prácticamente eliminado el abrumador déficit fiscal que él dejó".
¿Hay desaceleración en la economía?
No. La industria y la agricultura han tenido señales débiles, pero son el 20 por ciento de la economía. Naturalmente estamos tomando medidas para dinamizarlos. Pero minería, comercio, telecomunicaciones, transporte, servicios públicos y sistema financiero, que pesan más de la mitad de la economía, crecen por encima de 4,5 por ciento.
¿Qué medidas se están tomando?
La industria y la agricultura son las más sensibles a la tasa de cambio, porque compiten con el exterior, bien sea exportando o evitando importaciones. Pedí al Banco de la República subir las compras diarias a 40 millones de dólares, para atacar la revaluación.
¿Qué se ha hecho en el Banco de la República para mejorar la situación?
Avanzamos en bajar la tasa de interés y ahora necesitamos aumentar compras de dólares. Eso ayudará a la agricultura, a la industria y a toda la economía.
Infraestructura también parece débil...
Vienen 15 billones de pesos del Gobierno para inversión. Viene la inversión de Ecopetrol, que estuvo floja en el primer trimestre. Los alcaldes y gobernadores, que se posesionaron en enero, ya aprobaron sus planes de desarrollo y están listos para realizar proyectos con dinero propio o de regalías. Las grandes ciudades -Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cali- tienen que invertir de aquí a diciembre todo lo que no se invirtió en la primera mitad del año.
Una de las críticas contra el Gobierno es que no hay ejecución presupuestal, que hay plata pero no la invierte. Se afirma que la ejecución del presupuesto llega apenas al 40 por ciento. ¿Por qué?
Los compromisos y los contratos ya están en 50 por ciento. Los pagos están en 44 por ciento. Hay sectores que están colgados; infraestructura, por ejemplo. Los Transmilenios en todo el país -Bucaramanga, Cúcuta, Barranquilla, Cartagena, Medellín- están atrasados. Hay plata disponible, no se ha gastado porque los alcaldes no han tomado medidas; lo estamos remediando. Mañana, por ejemplo, Meta, el departamento con más recursos de regalías, aprobará inversiones que llegarán a 600.000 millones de pesos a fin de año. Empezamos a aprobar sus proyectos.
¿Comienza el semestre de la gran inversión y ejecución presupuestal?
Sí. El año pasado tuvimos 94 por ciento de ejecución al final del año. Habrá muchísima inversión en obra pública y el ministro Vargas Lleras empieza a comprometer la construcción inmediata de 100.000 viviendas, que movilizarán el empleo y la demanda de materiales.
Pero, concretamente, ¿qué va a hacer para reactivar la ejecución presupuestal?
Tengo disponibles en el Banco de la República 24 billones de pesos para girar y pagar. Mi mensaje a ministros, gobernadores y alcaldes es: comprométanse con obras, que la plata está.
¿Y Bogotá?
Bogotá tiene mucha plata disponible en caja. El problema no es de liquidez, es de gerencia, y lo puede corregir ya.
¿El tamaño de la inversión nacional no es un riesgo para la estabilidad monetaria?
No. No es plata emitida, es plata recaudada de impuestos. La plata está guardada en el Banco de la República. La necesita la economía, la necesitan los empresarios y los padres de familia. Esa es plata que estaba en el presupuesto y está dentro de las metas fiscales; o sea, no se afecta el déficit. Al revés, estamos reduciendo el déficit y este año alcanzaremos el equilibrio fiscal.
¿Equilibrio fiscal este año?
Sí. El déficit que el gobierno Uribe nos entregó fue del 3,6 por ciento del PIB. Este año lo bajaremos al 1 por ciento. Lo redujimos a la tercera parte en dos años. Por responsables, bajamos el gasto en 15 billones de pesos cada año.
Algunos sostienen que estamos dependiendo de petróleo y de minería, y que podríamos estar a las puertas de la enfermedad holandesa. ¿Es así?
Los sectores más sensibles a la enfermedad holandesa son agricultura e industria. No podemos ser complacientes y vamos a reaccionar con toda la contundencia y prontitud ante esos síntomas. La enfermedad holandesa no ha llegado, pero tenemos que reaccionar ante cualquier síntoma por pequeño que sea.
Pero en sectores económicos se escuchan voces en el sentido de que no es cierto que la economía colombiana esté blindada, como ha dicho usted...
Nunca he hablado de blindaje, porque las palabras lo castigan a uno. Uno es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras. He hablado de fortalezas probadas: el desempleo sigue en descenso, la inflación está en la meta del 3 por ciento, las finanzas públicas están en orden, el sistema financiero está sólido y bien supervisado, no hay sobreendeudamiento de las familias ni de las empresas, la tasa de cambio está en descenso, las tasas de interés en Colombia están en descenso y, por último, el primer trimestre crecimos 4,7 por ciento. La nuestra es una economía tan fuerte que llegamos a algo irónico: en medio de una crisis mundial, el problema de Colombia es que se revalúa el peso, cuando lo usual debía ser lo opuesto. Al final de año, más de la mitad de los sectores van a estar creciendo por encima del 4, 5 por ciento. Minería crecerá más del 10 por ciento; comercio, 5 por ciento; transporte, 5,4 por ciento, y el sector financiero, 6 por ciento.
¿Cómo va el crédito de consumo?
Estaba aumentando al 25 por ciento, que en su momento consideramos riesgoso. Se elevaron las tasas y hoy está creciendo menos del 20 por ciento. El consumo de los hogares, que es lo que sostiene la economía, crece al 5 por ciento. No es bueno que se caliente mucho, pero tampoco la idea es enfriarlo.
¿Y el enfriamiento de la agricultura?
Le estamos dando al Ministerio de Agricultura 150.000 millones de pesos adicionales para darles soporte a algunos sectores. Los sectores los anunciará el Ministro de Agricultura.
¿Y para impulsar la industria?
Vamos a presentar la próxima semana una ley de traslados por 3 billones de pesos, dinero que no ha sido gastado en algunos ministerios. Se lo vamos a pasar a otros ministerios para que lo ejecuten, sobre todo al Ministerio de Transporte, para infraestructura. Como vamos a hacer un ahorro por menor pago de intereses de deuda pública, esa plata la pasaremos a ministerios que empujen la industria.
¿Cómo resumiría el proyecto de presupuesto que acaba de presentar?
Sencillo: 185 billones de pesos en total, más inversión social y de locomotoras, menos gasto de funcionamiento y de intereses, y coherencia con el equilibrio fiscal. El país necesita inversión social, vivienda, vías, ferrocarriles, banda ancha, etc. El 70 por ciento del gasto es en inversión social.
¿Qué llama usted inversión social?
Salud, con 96 por ciento en cobertura; educación gratuita para todos los niños; alivio a la pobreza, con la Red Unidos. Familias en Acción pasa a 2,6 millones de familias. A justicia le estamos manteniendo los compromisos adquiridos en la reforma constitucional; a los militares les damos los recursos pedidos.
¿Cuáles son las metas del presupuesto?
La inversión aumenta de 36 billones de pesos a 40,7 billones, y eso se puede hacer porque aumenta de nuevo el ahorro público. Con eso le respondo al expresidente Uribe, mostrándole que aquí lo que hay es ahorro e inversión. En lugar de derrochones, como él dijo, somos ahorrochones. Este gobierno recibió de él un déficit de más de 21 billones, y este año lo bajamos a cerca de 6 billones. Ahorramos 15 billones de pesos al año. Que el país juzgue cuál es el gobierno de derrochones. Todo el gasto que estamos haciendo es responsable. Lo que hemos hecho merece reconocimiento.
¿A qué atribuye las críticas de Uribe?
Están en campaña, y en campaña los candidatos dicen cualquier cosa. "Miente, que algo queda".
Pero él no es candidato...
Pero sí se da licencias poéticas para decir cosas que no son ciertas.
¿Y cómo se afrontará la crisis de la salud?
La plata está disponible. Se acaban de sacar del Fosyga 1,2 billones de pesos, para que entren al sistema. Tenemos también la plata para los Transmilenios en las diferentes ciudades. Para la 7a. en Bogotá tenemos listos 50.000 millones, 40.000 millones para transporte masivo en Santa Marta.
¿Por qué tanta demora en girar a la salud?
Una parte es un problema complicado de recobros. Otra es de todos los actores del sistema, que hacen que la plata se quede atrapada. Muchos de los recobros no son ciertos y solo hasta que los evalúen los pueden pagar. Mientras tanto, la plata se queda aquí y los hospitales temporalmente están sin plata.
¿Cuál es la solución?
Está en la frase del presidente Santos, que son solo dos palabras: "Buen gobierno". Necesitamos eso en todos los sectores. La plata está disponible y no se ejecuta; estamos llenos de procedimientos, de procesos y de trabas. Hay una dinámica de miedo burocrático, que es natural porque hay que cuidar los recursos.
Ese es el diagnóstico. ¿Y cuál la curación?
Lo hemos hablado con el Presidente y vamos a destrabar el sector público. Le doy un ejemplo: las licencias ambientales. Minas, defensa, medio ambiente, infraestructura, carreteras, puentes, túneles, hay muchos proyectos parados por licencias ambientales. Y se siguen demorando meses y meses ante la desesperación del Gobierno y de los ciudadanos. Hay sitios del Gobierno donde necesitamos diablo rojo para destapar la tubería de trabas y trabas. La forma como funcionamos es imperfecta y está haciendo que los recursos se queden en bancos, fiducias y en las arcas del Gobierno.
¿Qué van a hacer?
Mejorar el proceso de ejecución. De un lado hay la plata y del otro, la necesidad, y las dos cosas no se juntan. En la mitad hay una melcocha densa y viscosa de decisiones jurídicas, técnicas, presupuestales, de interventoría, de supervisión, de falta de capacidad, etc. Para invertir hay que entrar a un laberinto infinito de dificultades. Antes, el gran problema era conseguir la plata; ahora, la función es mejorar este tren burocrático, jurídico, técnico, para invertirla.
¿Cómo?
Pues con gerencia. Un inversionista no necesita que le digan que sí a todo, sino que le digan rápido sí o no. El problema de las licencias ambientales no es que se eliminen, ni que aprueben todas, es que no se demoren año y medio.
¿Qué debe esperar el país ahora?
Vamos a pasar del primer tiempo, en el que se hicieron los cambios fundamentales, formales, legales y constitucionales, al segundo tiempo del gobierno Santos, que será el del funcionamiento del Estado. Que sea eficiente y eficaz y la plata llegue a donde se necesita: al pobre, la vía, el hospital, la banda ancha, etc. Haremos un Estado gerencial.
Con todo lo que ha dicho, en el sentido de que tenemos plata y recursos, ¿para qué la reforma tributaria?
Ante la crisis española y en Estados Unidos, me hago la misma pregunta.
¿Entonces no habrá reforma tributaria?
Es necesaria, por temas de equidad, de eficiencia tributaria. El tema no es solo tener la reforma correcta, sino presentarla en el momento correcto.
¿No será este año?
No puedo anunciar eso porque no se ha decidido. Por ahora transmito tranquilidad a empresarios y padres de familia. Una reforma tributaria genera crispación, porque todo el mundo se pregunta siempre dónde está la bolita
¿Cómo lograr que el Estado sea eficiente?
Gerencia, transparencia, ejecución. Son muchas instituciones, ministerios, alcaldías, licencias, oficinas jurídicas, jefes de presupuesto sectoriales, en fin. Vamos a destrabar el Estado, a desatar los nudos, para que esto avance y tengamos el Estado eficiente que los colombianos quieren y por el cual este gobierno va a trabajar sin descanso.

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO