‘En la guerra comercial todos perdemos’: Javier Díaz Molina, presidente de Analdex / Entrevista de Yamid Amat

Yidis
Medina, la controvertida exparlamentaria, que inesperadamente ha pasado
de victimaria a víctima, asegura que el "verdadero responsable de las
penas que acaba de imponerles la Corte suprema de Justicia a los
exministros Sabas Pretelt y Diego Palacio, y al secretario general,
Alberto Velásquez "es el expresidente Álvaro Uribe, quien impartió las
órdenes de pagar mi voto a favor de su reelección".
¿Cómo ocurrió todo?
Yo llegué al Congreso el primero de abril del 2004, en reemplazo de Iván
Díaz Mateus, según lo habíamos convenido desde nuestra elección. En
mayo empiezan a hablar de la reelección. Anuncié que votaría
negativamente. Lo mismo afirmó Teodolindo Avendaño, representante del
Valle. Éramos tres los conservadores en contra: Teodolindo, Telésforo
Pedraza y yo.
¿Qué consecuencias inmediatas tuvo entonces su decisión?
El primero de julio del 2004 nos invitaron a una reunión a la casa de la
doctora Clara Pinillos, representante liberal de Bogotá y quien
encabezaba la oposición contra la reelección. Asistieron todos los miembros de la Comisión opuestos a la reelección.
El representante pastranista Telésforo Pedraza hizo una exposición
sobre por qué no era buena la reelección. Entonces, todos los asistentes
decidimos presentar una proposición para archivar el proyecto. Esa
proposición fue firmada por 18 de los 35 representantes que integrábamos
la Comisión Primera; es decir, teníamos una mayoría de un voto, y sería
presentada al día siguiente.
La mayoría era sumamente exigua...
Así es. Y de eso se dieron cuenta en Palacio. El presidente Uribe, quien
canceló un desayuno que tenía en palacio con los representantes de la
Comisión amigos de la reelección porque, enterado de la proposición que
habíamos suscrito y que hundía la reelección, comenzó a trabajar para
que se aplazara la sesión de la Comisión, con el objeto de tratar de
convencer a los más débiles representantes opositores de cambiar la
posición: nos escogieron a Teodolindo Avendaño y a mí. En Palacio
localizaron al representante José Luis Arcila, titular de la curul que
ocupaba como su suplente Teodolindo Avendaño. Arcila se encontraba en
Ecuador y por petición de Palacio regresó inmediatamente al país.
También localizaron al representante Iván Díaz Mateus, a quien yo estaba
reemplazando como suplente. En Palacio le pidieron tanto a Arcila como a
Díaz que instruyeran a Teodolindo, y a mí para que votáramos a favor de
la reelección.
¿Cómo se enteraron en Palacio de la reunión en la casa de Clara?
EL TIEMPO publicó una fotografía que nos tomaron en la casa de Clara e
informó que éramos mayoría y que presentaríamos ese día la proposición.
El Gobierno prendió alarmas y comenzó a buscarnos a Teodolindo, a mí y,
como le dije, a los representantes titulares. Díaz Mateus me dice que no
bote las llaves de Palacio al mar, que debo salvar la patria. Y nos
empiezan a llamar de la Presidencia y los ministros Sabas Pretelt, y
Diego Palacios...
¿Y ustedes qué hicieron?
El presidente Uribe nos invitó a Palacio. Yo fui con Díaz Mateus. Cuando
entré, me encontré con que estaban reunidos con el presidente Uribe
todos los de la Comisión Primera partidarios de la reelección. Imagínese
mi sorpresa cuando todos se ponen de pie y comienzan a aplaudir y a
decirme que había salvado la reelección.
¿Cuál fue, entonces, su actitud?
De sorpresa; y antes de que pudiera hablar, el Presidente me invitó a un
lugar aparte en su despacho, con el secretario Alberto Velásquez
presente. Me dijo que yo debía contribuir a salvar la patria y que se
comprometía a hacer todo lo que fuera necesario para ayudar a Santander y
a Barrancabermeja. Me prometió que todo lo que hubiera en el
departamento de Horacio Serpa me lo daría. Y me hizo una especie de
adoctrinamiento para salvar al país. Yo le juro que me sentí como la
salvadora de la patria y terminé haciendo lo que me pidieron: cambiando
mi voto. Además, confieso que me atrajeron todos los ofrecimientos del
Gobierno.
¿Usted qué le comentó al Presidente?
Que votaría por él. Me aseguró que mi decisión se iba a reflejar en gran
inversión nacional para mi región. En la sesión de la Comisión, el
representante Germán Narvas Talero dijo que el Gobierno había logrado
cambiar mi voto y el de Teodolindo, porque algo nos prometieron al oído,
y que no había dudas de que con prebendas nos habían convencido.
¿Pero los ofrecimientos fueron hechos solo por el presidente?
Genéricamente. El Presidente me dijo que cuanto puesto existiera de la
Nación en Barranca sería mío. A partir de ese momento, el ministro
Pretelt me hizo precisiones sobre lo que me darían. Yo fui a su despacho
con mi recomendada, Sandra Domínguez, y cuando el Ministro la vio,
comentó: "Tiene cara de notaria". El ministro me ofreció muchas cosas:
la notaría segunda de Barranca, la Red de Solidaridad, el Seguro Social,
o sea, la ESE Francisco de Paula, la clínica Primero de Mayo, Etesa
Santander; nombrar a César Guzmán, recomendado mío, en el Ministerio del
Interior; o sea, fueron muchas cosas las que me dieron. Para la
reelección crearon muchas notarias.
¿Entre ellas la de Teodolindo Avendaño?
Sí. Pero Teodolindo la vendió al señor Luis Camilo O'Meara.
¿En cuánto la vendió?
En 600 millones, pero a Teodolindo le alcanzaron a entregar 450
millones, como quedó demostrado en las pruebas de las consignaciones que
se llevaron a la Corte.
Alberto Velásquez, secretario general de Palacio hasta 2005; Sabas
Pretelt, exministro y exembajador, y Diego Palacio, ministro de la
Protección Social en el 2004 fueron condenados por la Sala Penal Corte
Suprema de Justicia. Foto: Archivo EL TIEMPO. |