Regresaremos, paulatinamente, al pico y placa por horas: Gustavo Petro

'El mensaje que yo quise dar es que a la mínima sospecha de corrupción, se van', dice Petro al explicar porque ya sacó a dos miembros de su equipo de empalme.
Foto: El Tiempo
Domingo 04 de Diciembre del 2011


Alcalde electo de la ciudad revela varios de sus planes en entrevista con Yamid Amat.


Medidas que van desde la unificación de las tres grandes empresas de servicios públicos -energía, agua y telefonía- para ganar eficiencia, hasta el cobro de plusvalía y el establecimiento de una estampilla para financiar la salud, anuncia en éste, su primer gran reportaje como alcalde electo de Bogotá, Gustavo Petro. Esboza también grandes reformas al Plan de Ordenamiento Territorial y la eliminación de concesiones en servicios como el de las basuras, que se hará por contrato de prestación de servicios, para ejercer un mayor control.

¿Cuál es su posición sobre el Plan de Ordenamiento Territorial?

Solicitamos a la alcaldesa que lo suspendiera para que se nos permitiera ingresar temas que son fundamentales y que quedarían por fuera.

¿Cómo cuál?

Buena parte de la ciudad en el POT actual está bajo el régimen de "consolidación", que permite libremente densificar sin liberar espacio público y prácticamente sin normas. Vea cómo se densificó el norte de Bogotá, por ejemplo, que hoy colapsa; en cambio hay unas pequeñas 'islitas' donde se puede aplicar la plusvalía, en donde el Estado sí puede ampliar espacio de renovación urbana. En barrios como Las Aguas y en San Victorino, lo que han hecho es desplazar la población pobre para sustituirla por negocios particulares. Quiero cambiar ese concepto transformando buena parte de las zonas de consolidación en zonas de rehabilitación urbana. Estoy hablando de miles de hectáreas que permitan cobro de plusvalías al aumentar la edificabilidad hacia arriba.

Pero ese cobro es un impuesto...

Sí. Está decretado (ley 388), pero en Bogotá no lo han aplicado y este es uno de los temas que podrían generarle buenos recursos. Pensamos aplicarlo cambiando el concepto de "consolidación".

No entiendo. ¿Cómo? ¿Para qué?

Le voy a dar un ejemplo: "Consolidación" es un barrio como el Chicó. Ahora sólo hay edificios y antes había casas hermosas de dos pisos. ¿Quién hizo ese proceso? El sector privado, el mercado. El Estado no participó y las vías son las mismas que había antes, que hoy reciben cinco veces más población y diez veces más carros. Y el Chicó colapsó porque no hubo planificación. Nadie pagó plusvalía por tumbar casas y construir allí edificios de 10 pisos. Queremos un proceso más planificado. Hay una serie de zonas entre la carrera séptima y la 68, y entre la Primero de Mayo y la 63, por poner un ejemplo, donde hay una serie de barrios que se pueden revitalizar para que más personas vivan ahí.

¿Cómo?

Pues igual que en el norte; se asocian personas dueñas de sus casas con un constructor, se hace un proyecto de edificios, pero para que se libere espacio público y para que se pague plusvalía. Se va a edificar más, para que la gente que vive ahí siga viviendo ahí y gane en el negocio de la construcción, se enriquezca de cierta forma, así sea de estrato 1 ó de estrato 6. Entonces, esas áreas tienen que quedar en el POT como áreas de revitalización urbana.

¿Es decir, la idea suya es la de impulsar el crecimiento de la ciudad hacia arriba?

Sí, eso se llama implosión y desde hace una década se aconseja en el POT en Bogotá. El único que estaba en contra de esa figura era Peñalosa.

Deme un ejemplo de un caso en el que se aplicaría el impuesto a la plusvalía

Usted tiene una casa y yo decido hacer un parque al frente; su casa se valoriza porque le hice un parque; su casa antes costaba 100 millones de pesos ahora cuesta 120 millones. Esos 20 millones son plusvalía y la ley dice que hasta la mitad de esa plusvalía es del Estado. Esto, si lo hacemos bien, significará muchos recursos para Bogotá.

Usted también ha hablado de poner al transporte privado a pagar por el uso de sectores de congestión...

Sí. Es un sistema que permite pagos por usar el vehículo particular. Ese dinero irá directamente a pasajeros que usan el transporte público. Puede ser cerca de medio billón de pesos al año.

¿Son peajes?

Hay diversas modalidades que vamos a examinar. No quiero aumentar impuestos por tener carro, sino por circular. También vamos a crear zonas para parquear en calles y a establecer vías por concesión: un particular hace una vía y les cobra a quienes circulan por ahí. Y uno puede establecer que parte de ese cobro sea para la malla vial circundante.

¿Y en materia de salud?

Crearemos la estampilla para la salud. Toda transacción que se haga en notarías tendrá que pagarla. Como están las cuentas de la salud hoy en Bogotá, debemos recaudar 500 mil millones de pesos para la salud cada año.

¿Y tiene facultades para crear peajes y estampillas?

Todas estas medidas tienen que pasar por el Concejo.

¿Y si el Concejo no tiene representación política en el gabinete, le va a funcionar?

Lo que voy a proponer es para salir de la crisis y creo que el Concejo nos apoyará. En lo que no creo es en la política de la transacción, vieja maña que no nos ha dado sino dolores de cabeza. "Le apruebo salvar la salud, pero entonces me entregas los hospitales", eso no lo haré. Eso es corrupción y yo la voy a acabar.

La Alcaldía acaba de entutelar a la Corte Constitucional por el lío de las basuras...

Me parece un hecho nefasto y un irrespeto con la Corte. Si llega a mis manos el tema de basuras, cambiaré los términos de referencia: queremos un sistema de reciclaje integral no un botadero de basuras. Eso implica una transición y la nueva licitación tendrá esos elementos centrales: pasar de un sistema de relleno sanitario de basuras a un relleno de residuos y reciclaje integral. Y saldremos del sistema de concesiones, para pasar a contratos de operación de servicio.

¿Termina el sistema de concesión?

Sí. La forma más eficaz para contratar el aseo es el de la prestación del servicio. La concesión da demasiada autonomía a un particular que aplica tarifas sin mayores controles. La figura de la prestación del servicio permite un control más agudo del Estado sobre el particular y, en caso de incumplimiento, la suspensión de ese contrato.

¿La idea de controlar las tarifas cuál es?

Bajar los costos de operación. En este momento, algunos operadores privados han solicitado a la actual administración el incremento de la tarifa en 100 pesos. En el empalme le dijimos a la administración que no tome esa decisión. Queremos ver el modelo con que se está construyendo la valoración de las tarifas. Mientras no lo veamos, no tomamos decisión alguna sobre tarifas.

Tengo entendido que también se ha solicitado alza de tarifas en TransMilenio...

Así es. Para nosotros los costos de la primera fase de TransMilenio ya se pagaron. Esos buses ya los pagó la ciudadanía a través de sus tarifas.

¿Y entonces?

Quiero que nos muestren las valoraciones de tarifas. Tenemos inquietudes allí. Por ejemplo, la primera fase de TransMilenio tiene una rentabilidad elevadísima porque era la primera y era un negocio inseguro en su momento. Hoy es un negocio seguro, pero se mantuvieron las tarifas del negocio inseguro. Tenemos inquietudes.

Usted ha anunciado aquí nuevas cargas tributarias: la estampilla de salud, los peajes dentro de la ciudad, etc. ¿No habrá medidas para aliviar ese peso?

Cero corrupción y la salida de miles de supernumerarios que no se necesitan.

¿Y usted piensa sacar esa gente a la calle?

No. Si logramos producir más movilidad, mejor educación, mejor salud, más créditos para la economía popular, lo que hacemos es generar puestos de trabajo en cantidades. Pero el punto es que esos miles de supernumerarios de hoy pueden valer en un año varias decenas de miles de millones de pesos, plata con la que haremos colegios, jardines infantiles, etc.

¿Entonces habrá drástica reducción burocrática?

Sí, indudablemente. Todas las personas que están hoy subcontratadas, como esos supernumerarios, sin contrato laboral fijo, no van a existir más. Serán contratos fijos, si son necesarios. Si no lo son, no se les renovará.

Explíqueme cómo va a cumplir su promesa electoral de reducir el pico y placa...

Como estableceremos zonas de congestión, para cobrar peajes por congestionar, el pico y placa pierde sentido.

¿Cuáles serán las zonas de congestión?

Los estudios lo dirán. Eso es lo primero que haremos. Y la eliminación del pico y placa será progresiva. No se puede hacer de la noche a la mañana.

¿Si es progresiva, cómo comienza?

Regresaremos, paulatinamente, al modelo anterior, por horas. El pico y placa fue una medida de emergencia y nos ayudó, pero aquí la volvimos permanente e incentivó la compra de un nuevo carro con otra placa. Con la zona de congestión, ya no sirve tener dos carros.

¿Cuándo empieza a cobrar peaje por ingresar a las zonas de congestión?

Vamos a delimitar las zonas y a diseñar un mecanismo de cobro, que podría ser a través de un chip. Por ahora, yo mantengo el pico y placa como está.

Otro tema: ¿usted va a mantener la doble jornada escolar?

Lo primero que vamos a hacer en educación son jardines infantiles. Serán pequeñas casas para un programa que, para mí, es fundamental. En Bogotá, entre 200 y 300 mil niños no tienen ningún tipo de atención. Ni educación ni nutrición. Ese es el primer grave problema de la ciudad.

¿Pero la doble jornada?

No se puede eliminar inmediatamente. Se necesitarían 300 colegios más. En la medida en que tengamos más infraestructura, es valido tener una jornada única que mantiene a los niños más tiempo en el colegio. Pero eso es progresivo, porque la jornada única implica más maestros, más infraestructura. Nosotros queremos dos años de educación universitaria superior vocacional en el colegio -los grados 11 y 12-, de tal manera que, al salir ese muchacho, pueda ir a la Universidad Distrital, para que ingresen en carrera del tercer año. Yo hablaré con la Distrital sobre el tema, respetando su autonomía. La educación superior la dividiríamos una parte en el colegio y otra en la universidad. La del colegio gratuita, para acercarnos a la tesis del derecho a la educación. La Distrital es una universidad de costos administrativos muy caros. El Alcalde hace parte de su consejo superior, lo preside, pero no va. Yo voy a ir. Como voy a ir a todas partes en la ciudad. Mi diálogo con los habitantes será de todos los días. ¡Ya lo verán!

Fusión de los servicios

¿Qué va a hacer con los servicios públicos?

Fusionaremos las tres grandes empresas: acueducto, telecomunicaciones y energía. Algunos de estos servicios públicos tienen superávit, como energía eléctrica, y otros son deficitarios, como acueducto. El superávit de la Energía lo hemos usado en descapitalizar la empresa. La platica se va fuera del país, a hacer negocios de acuerdo a la lógica del socio minoritario de la empresa. En acueducto, tenemos las tarifas más altas del mundo. Entonces, en vez de descapitalizar la empresa, como hizo Peñalosa, cruzaremos excedentes, para que el usuario obtenga tarifas menores y más eficiencia. La fusión se hará por decisión del dueño mayoritario de las tres empresas, que es el Distrito.

¿Eso no supone un golpe a 'la joya de la corona', la Empresa de Energía?

No. Mejor pregúnteme qué hace esa empresa con grandes inversiones de gas en Lima, en vez de invertir en el Acueducto en Bogotá.

¿Y cómo se cobrarán las tarifas?

Como las Empresas Públicas de Medellín. La tarifa cobra agua, luz y gas. Y aparte, la cuenta de Une, que es comunicaciones. Su telefonía va a pasar a la cuarta generación móvil. Las EPM le ha permitido a Medellín más eficiencia, más utilidades y mejor servicio.

¿Descartada la venta de la ETB?

Totalmente. Se necesita para llevar la fibra óptica a toda la ciudad. Eso se le está dejando a sus competidores. Vamos a dotar a la ETB de telefonía móvil, pero de cuarta generación. Vamos a pedirle al Presidente que nos dé la licencia para entrar a operar en banda ancha.

¿Le va a cortar las alas a la Empresa de Energía?

Se le dejarán las alas que tengan lógica con Bogotá.

Yamid Amat
Especial para EL TIEMPO