'Quieren vengarse de mí y del expresidente Uribe': Luis Alfredo Ramos

Ramos dice que acusaciones en su contra provienen de pícaros y delincuentes ya condenados.

Foto: El Tiempo
Domingo 22 de Septiembre del 2013

El exministro, exsenador, exgobernador Luis Alfredo Ramos concede su primera entrevista después de que fue detenido por orden de la Corte Suprema de Justicia, que lo investiga por supuestos nexos con el paramilitarismo.

Pocos antes de ocurrir esto, Ramos se había lanzado como precandidato presidencial del Centro Democrático, que dirige el expresidente Álvaro Uribe.

Ramos, cuya vida política se inició hace más de 30 años como dirigente conservador en Antioquia, desmiente los cargos que le formularon ante la Corte y se los adjudica a “delincuentes que quieren vengarse” de él y del expresidente Uribe. Asegura que tiene pruebas para demostrar su inocencia.

¿Por qué está en la cárcel?

Por falsos testimonios de reconocidos delincuentes, que tienen interés en favorecerse, unos por rebajas de penas, otros buscando la aplicación del principio de oportunidad, otros por razones económicas. Hoy hay un cartel de falsos testimonios, como lo dice el señor Fiscal. Hay más de 300 investigados por falsos testimonios. Contra mí no hay ningún otro tipo de prueba.

Muchos parlamentarios detenidos lo fueron por denuncias de delincuentes, que resultaron ciertas.

No es el caso mío. Desde hace dos años y medio pedí que se me recibiera versión sobre esos falsos testimonios. No me llamaron. Solamente ahora voy a poder defenderme y lo haré, entonces, ante la Corte.

¿Usted confía en la Corte?

Sí. Es el máximo tribunal en lo jurisdiccional, integrado por los juristas más competentes y con una amplia experiencia en la Rama Judicial.

Alias el ‘Tuso’ Sierra dijo que financió su campaña entre el 2001 y el 2002...

Es una declaración absolutamente falsa. Jamás lo conocí. Él quiere vengarse de Álvaro Uribe, que lo extraditó, y de la gente de Uribe, como yo. Imagínese que después, en teleconferencia con el magistrado Iván Velásquez desde una cárcel de Nueva York, cambió radicalmente su versión y dijo que nunca me entregó dinero.

¿Cree que quienes relacionan su uribismo con su detención no se equivocan?

Son interpretaciones que yo no quisiera evaluar.

¿Pero usted cree que la suya es una detención más política que jurídica?

Creo en la Corte; no creo que ella tenga fines políticos. La mía es una detención absolutamente injusta que se basa en declaraciones falsas, que voy a desvirtuar.

¿Cree que el fallo de la Corte acabó con su carrera política?

Frenó mi actividad y la propuesta que venía haciendo al país con muchísimo éxito, por el apoyo recibido en todas las regiones de Colombia. Ahora estoy en una campaña por mi libertad. Voy a demostrar mi inocencia. Tengo cómo probarla.

¿Cómo lo va a probar?

Con testigos que deberán declarar en su momento y pruebas documentales que harán la diferencia, porque hoy no hay ninguna prueba contra mí; solo falsos testimonios de bandidos, que no constituyen ninguna prueba científica ni técnica. Son declaraciones interesadas de quienes pretenden engañar a la justicia y acabar con mi vida pública; declaraciones de pícaros a quienes la justicia condenó por otros crímenes y los tiene bien identificados como testigos sin credibilidad.

Usted aparecía como uno de los favoritos para ser candidato presidencial del uribismo. ¿Esa aspiración suya se frustró?

Mi candidatura está suspendida; espero poder defenderme en libertad. Fue algo muy coincidencial y, lamentablemente, no tuve oportunidad de rendir testimonio antes de la decisión de la Corte.

¿A qué llama usted ‘coincidencial’?

Pues que mi detención ocurra cuando iniciaba mi campaña para la Presidencia.

¿Ve alguna relación entre la decisión de la Corte y su campaña?

Yo no juzgo a la Corte.

Alias ‘Alberto Guerrero’, jefe del bloque Cacique Pipintá, y alias ‘Ernesto Báez’ aseguraron que en EL 2005 se reunieron en una finca de Bello con varios congresistas, entre ellos usted y Óscar Suárez Mira, y que ustedes se comprometieron a respaldar la aprobación de la ley de justicia y paz. ¿Es cierto?

Solo fui a esa reunión a escuchar a alias ‘Ernesto Báez’. Alias ‘Guerrero’ no estuvo en la reunión; es un mentiroso. Estuvieron otras personas que declararán.

Pero usted estuvo con ‘Báez’.

Sí, porque era el vocero político de las autodefensas, contaba con salvoconducto oficial para las reuniones sobre desmovilización de ese grupo ilegal, que estaba en un proceso de paz y que buscaba un acuerdo con el Gobierno para dejar de delinquir y terminar con la violencia. Ese proceso siempre contó con el acompañamiento del Gobierno y de la comunidad internacional y participaron de cerca la Fiscalía, la Defensoría, la Oficina Jurídica de la Presidencia, ONG y delegados de la Rama Judicial. En ese sentido, Sigifredo López, presidente de la Fundación Defensa de Inocentes, dijo que una reunión como la celebrada no era un concierto para delinquir sino para que las autodefensas dejaran de delinquir.

Eso ocurrió en los mismos días de la reunión de ‘Báez’ con miembros del Congreso, dentro del proceso de paz para la desmovilización de ese grupo de autodefensas. Me reuní sólo con ‘Báez’, y tengo los testigos que me acompañaron a la reunión.

¿Qué testigos?

El doctor Suárez y otra persona que atestiguará en su momento.

¿Nada tuvo que ver alias ‘Guerrero’ con esa reunión?

No. Él no participó en la conversación. Es un mentiroso. Él está condenado a más de 40 años de cárcel por varios delitos, toda clase de crímenes, homicidios, asesinatos, concierto para delinquir. Lo acusaron, además, por falsos testimonios, y por eso su interés en engañar a la Corte para tratar de obtener rebaja de su pena.

¿Por qué cree usted que la Corte les da credibilidad a las denuncias contra usted?

Porque no me ha oído, ni he podido presentar los testigos y las pruebas.

¿Pero acaso usted no habló ante la Corte cuando lo llamaron a indagatoria?

Sí, pero se realizó en términos muy rápidos; dije que yo sí había estado con el vocero político de las autodefensas, que tenía salvoconducto con Báez y por eso fui sólo a escucharlo sin hacer ningún tipo de compromiso, ni de pacto.

¿En qué año fue el encuentro?

En el 2004.

Pero quienes lo acusaron dicen que fue en el 2005...

No es cierto. Y la Corte debería creerme a mí, más que a un bandido condenado a más de 40 años, mientras yo, en más de 35 años de vida pública, jamás he tenido ni una amonestación. Puedo probar que la reunión fue en el 2004 y fue con el vocero político autorizado por el Gobierno. Colombia está viviendo la más oscura época con el apogeo de los falsos testigos, como se da en mi caso.

El exparlamentario Suárez Mira está detenido por vínculos con paramilitares. ¿Cree que la Corte asoció el caso de él con usted?

No puedo especular: lo único que digo es que tuve una reunión con el vocero político de las autodefensas en el marco de un proceso de paz.

¿Los malos momentos suyos no comienzan con Alas Equipo Colombia y su relación con Álvaro Araújo, quien fue detenido por vínculos con paramilitares?

Los malos momentos míos son estos. Tengo un par de fallos judiciales, uno de la Corte y otro de la Fiscalía donde concluyen que no le creen al ‘Tuso’ Sierra por testimonios similares a los que dio contra mí. Él, además, está en la lista de falsos testigos que están investigando. Le recuerdo, por otra parte, que cuando me uní con Araújo ya se habían desmovilizado las autodefensas, en el 2006.

Pero si nada es cierto, ¿a qué adjudica su detención?

Hay fuerzas oscuras que quieren hacerme daño. Yo era gobernador de Antioquia en la época de Álvaro Uribe. Apoyé a Uribe, y a él también quieren hacerle daño. Son los mismos: delincuentes como el ‘Tuso’ Sierra y ‘Alberto Guerrero’. El mismo ‘Tuso’ Sierra ha dicho que ha tenido cercanas relaciones con el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, cosa que tampoco se le puede creer.

¿En el fondo, cree que lo que hay contra usted es por ser uribista?

Una parte es eso. La otra son falsos testimonios de bandidos mentirosos, de personas que confabulan, de delincuentes aterradores, de narcotraficantes y asesinos con los cuales nunca he tenido relación y que, por el contrario, he combatido en todos los cargos que he desempeñado.

¿Por qué relaciona su amistad con Uribe a su detención?

Porque hay una estrecha relación. Quieren hacerme daño a mí, porque haciéndome daño también le hacen daño a Uribe. Y el presidente Uribe es ni más ni menos que el Gran Colombiano de todos los tiempos.

¿No tiene enemigos políticos en Antioquia?

Todo el mundo tiene adversarios políticos con muchos intereses bien distintos.

¿Pero usted no los ve en este caso?

Solo veo delincuentes, pero uno no sabe quién los alimenta o dirige.

¿Usted qué quiere pedir en este momento?

Primero, mi libertad para defenderme; segundo, que voy a probar ante la Corte que, con falsos testigos y falsos testimonios, me quieren hacer daño. Quiero mostrarle al país quiénes son los que me acusan: reconocidos delincuentes que quieren beneficios y venganza, a quienes denunciaré por falso testimonio. Tercero, el fiscal Eduardo Montealegre decía en estos días que son muchos los intereses de los falsos testigos, que van desde rebajas de penas hasta beneficios económicos y venganzas. En mi caso, hay un inocente que en este momento está detenido: soy yo; y cuarto, que la reunión del 2004 no fue ilegal, se llevó a cabo en el marco de un proceso de paz con acompañamiento de la OEA y las Naciones Unidas. Escuché al vocero político de un grupo en proceso de desmovilización, que además fue exitoso y en el cual se desmovilizaron más de 30.000 paramilitares. De esto pueden dar fe el Gobierno y el fiscal general de la época, el doctor Luis Camilo Osorio.

¿Y cuál fue su interés en reunirse con él para escucharlo?

Según normas vigentes, en mi calidad de congresista, tenía el deber de interactuar con los distintos actores políticos y sociales del país. Más de 100 congresistas se reunieron por esos días con el vocero político del grupo de autodefensas, cuando visitaron el Congreso. Caso similar al de muchas personas que se reunieron antes de iniciarse el proceso de paz en La Habana, y nadie ha considerado que esas primeras aproximaciones fueron ilegales o que era una alianza con los cabecillas de las Farc.

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO

¿Usted ve algún interés político de la Corte Suprema?

Yo confío en la Corte Suprema.

Si es así, ¿por qué cree que ordenaron su detención?

La Corte está engañada por estos falsos testimonios, que voy a desvirtuar.

¿Pero cómo puede creer en un organismo que considera engañado?

Porque todavía no he tenido oportunidad de presentar las pruebas. Una vez sean conocidas por la Corte, se hará evidente mi inocencia.

¿Es decir, usted le demostrará a la Corte que es inocente?

Exactamente.

¿La Corte cometió alguna injusticia contra usted al ordenar su detención?

La Corte interpretó unas declaraciones, y yo las voy desvirtuar. El Fiscal General dijo hace unos días que a la administración de justicia le corresponde realizar una revisión minuciosa de las declaraciones que se realizan en un proceso, especialmente cuando se trata conceder justicia premial; dijo que el funcionario debe argumentar sus decisiones de la mano de un discurso racional, objetivo, verificable y en la mayor medida fundado en pruebas científicas y técnicas. Le juro por Dios que soy inocente. Le reitero al país que tengo un agradecimiento inmenso con todas las voces espontáneas que me han acompañado en estos momentos difíciles. Mantendré, al lado de mi familia, la frente en alto y la conciencia en paz. De corazón, pido a los colombianos que me ayuden a librar esta dura batalla contra la infamia.