En esta entrevista, Santos revela que la presidenta de la comisión, la ex primera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark, alista la divulgación de su ultimo informe en el que propone la legalización de la droga. "Legalizar es el único camino", comenta.
Son demasiados. La guerra en Etiopía que amenaza con desestabilizar el cuerno de África y, eventualmente, todo el África; la amenaza rusa sobre Ucrania, la china sobre Taiwán, Medio Oriente sigue siendo un polvorín, la fracasada guerra mundial contra las drogas que cada día cobra más víctimas, la pandemia y sus variaciones, que son un gran reto, y el más preocupante es el conflicto con la naturaleza, el cambio climático.
A pesar de las advertencias, el mundo no toma decisiones duras, pero necesarias, para detenerlo, como tristemente vimos en la COP 26 de Glasgow.
Brasil es un desastre, México y la mayoría de los países siguen promoviendo la producción de hidrocarburos, y algunos como Colombia tienen previsto aumentar la producción de carbón y la construcción de termoeléctricas, para no hablar de los subsidios a las energías sucias o el fracking. Una cosa es lo que dicen y otra es lo que hacen. Mire el pacto de Leticia y lo que sucede en el Amazonas.
Dos países que ya tienen planes serios para una transición a energías limpias son Chile y Costa Rica. En esto toda la región tiene una gran responsabilidad. Colombia, por sus características propias y su importancia en el tema, debería ser líder.
Yo no fui a mediar y no fui con el apoyo ni de Naciones Unidas, ni de Estados Unidos, ni de ningún país. Fui simplemente invitado como nobel de Paz para compartir con el primer ministro y el alto Gobierno nuestra experiencia en Colombia.
También, porque entablamos una buena química en una visita que hice dos años antes, con el grupo de Los Elders. Este grupo fue creado por Mandela y Desmond Tutu, quien, por desgracia, porque era un referente moral para el mundo, acaba de morir. Tutu les diría a los etíopes lo mismo que yo les dije: que una victoria militar no traería la paz. La paz hay que negociarla.
El que estaba tratando de mediar a nombre de la Unión Africana era el expresidente Obasanjo, de Nigeria, con quien también me reuní, pero me dijo que las condiciones de las partes para un cese del fuego eran, por desgracia, irreales.
Son dos situaciones totalmente distintas. Nuestra lucha contra el narcotráfico no es nueva, es mundial, lleva muchas décadas. El narcotráfico, o por lo menos la violencia que genera, se acabará cuando adoptemos una política diferente al prohibicionismo y la represión. Lo importante es que la guerra contra las Farc se acabó y las Farc dejaron de existir. Ese fue un paso trascendental.
En Colombia, muchas regiones sufren alta presencia del narcotráfico. Este fenómeno se ha trasladado a México y las dos naciones registran decenas de muertos originados en el comercio de drogas ilícitas...
No solo a México, al mundo entero. Siria es hoy un narcoestado, y muchos países africanos, lo mismo, ¿qué me dice de Haití o Afganistán? Estados Unidos tiene una crisis de adictos muertos por sobredosis.
Después de tres años y medio, Duque ya no puede echarle la culpa al Gobierno anterior. Y así seguirá, como en una bicicleta estática, con los gobiernos futuros mientras la prohibición y la represión sean las políticas para combatir la droga, en Colombia y en el mundo. Por eso, cada vez más países están pensando o poniendo en práctica la legalización, sin dejar de combatir el crimen organizado.
Miren al nuevo gobierno en Alemania (legalizó la marihuana) o 19 estados en Estados Unidos, o miren la evidencia que publica la Comisión Global de Drogas. Es la forma de quitarles a las mafias su poder y su dinero. Hace cien años lo lograron en Estados Unidos eliminando la prohibición en el comercio del licor.
Tratar a los consumidores como enfermos y no como criminales. Tener un enfoque de derechos humanos. El hacinamiento de las cárceles en el mundo se debe, en buena parte, a los presos por delitos no violentos relacionados con el narcotráfico.
En Colombia es patético. Los campesinos cocaleros son víctimas y hay que ofrecerles una alternativa para que no re-siembren, como se estableció en el acuerdo de paz. La sustitución voluntaria no produjo resiembra. Ya se probó.
Sí. Sé que es difícil porque políticamente lo más fácil y popular, o populista, es seguir ofreciendo "mano dura", pero después de haber ensayado todo durante medio siglo sin éxito, legalizar es el camino.
¿La solución podría ser la regulación del mercado, como lo propusieron los expresidentes Zedillo de México, Gaviria de Colombia y Cardoso del Brasil?
Así es. Todos hacen parte de la Comisión Global de Drogas junto con muchos otros ex jefes de Estado y eso es lo que proponemos. Yo también hago parte de esa Comisión. Hoy la preside la ex primera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark, que en breve publicará su último informe, en el cual pedirá que se elimine la prohibición.
Mal. Las negociaciones en México no avanzan. Maduro ahora las suspendió, a pesar de los esfuerzos de Noruega. La oposición sigue muy dividida. La solución sigue siendo la de involucrar a Rusia, China, Estados Unidos, Europa, Cuba, para una transición pacífica y negociada.
Hay quienes aseguran que la "opción Guaidó" fracasó, ¿usted qué opina?
La llamada "opción Guaidó" fracasó cuando nació. Eso fue una de las mayores estupideces diplomáticas de los últimos tiempos. Infortunadamente, Colombia fue uno de sus más entusiastas promotores. Maduro está hoy más atornillado.
Lamentablemente, por ahora, no. Es un régimen oprobioso y, como reclama Sergio Ramírez, no se entiende, por ejemplo, que en las instituciones financieras multilaterales se le sigue dando un trato benévolo.
Sobre Nicaragua, y las relaciones con Venezuela, ¿usted cree que, en varios países de América latina, las relaciones internacionales dejaron de ser política de Estado?
Por desgracia, sí. En América Latina y en muchos países, incluyendo Estados Unidos. Colombia no es la excepción.
En Ecuador ganó un hombre de centroderecha y en Chile, uno de centroizquierda. ¿Cómo ve a Guillermo Lasso en Ecuador?
Tiene buenas intenciones, pero enfrenta problemas de gobernabilidad, como lo tienen la mayoría de los países por la polarización y la fragmentación política.
¿Y qué le pareció el triunfo del izquierdista Gabriel Boric en Chile?
El enorme desprestigio de Piñera y los resultados de la constituyente vaticinaban un gran viraje político. Si logra armar una coalición mayoritaria en el Congreso, con sectores más moderados, y nombra un buen ministro de Hacienda, le puede ir bien.
Para centroizquierda, producto del aumento de la desigualdad y la pobreza. Los más recientes fueron Honduras y Chile. Los próximos, Colombia y Brasil. Ya estaban en ese lado Argentina, Perú, Bolivia, México, Panamá, para no hablar de Venezuela, Cuba o Nicaragua.
De derecha no quedan sino Uruguay, Ecuador y El Salvador. Es la inexorable ley del péndulo. Lo grave es el debilitamiento y desprestigio de la democracia en toda la región.
Este año habrá elecciones en Brasil y en Colombia...
En Colombia estamos como en Chile: con un Gobierno muy desprestigiado y una población muy decepcionada e indignada. Es la realidad. La gente quiere cambio.
Sin duda, le lleva 30 puntos a Bolsonaro.
¿Tiene futuro electoral Gustavo Petro en Colombia?
Va punteando las encuestas, pero a estas alturas eso no le garantiza todavía nada.
Depende. Si pasa a la segunda vuelta el candidato de la Coalición de la Esperanza, sin duda, repito, sin duda, será el presidente. Si pasan Petro y un uribista, hay una alta probabilidad de que la balanza se incline hacia el lado de Petro. Pero cambie el tema. No me ponga a hablar sobre las elecciones en Colombia.
¿Cuál ha sido la mayor virtud del presidente Biden en su primer año de gobierno?
Haber desmontado muchas de las políticas de Trump.
No haberlas desmontado todas.
¿Cómo considera que ha sido su política hacia América Latina?
América Latina esperaba mucho más de Biden. Ojalá mire más hacia el sur en los tres años que le quedan. La región, que está hecha un despelote, lo necesita.
¿Qué opina sobre el crecimiento de precios de los comodities para países como Colombia, Chile, Ecuador respecto al café, el petróleo, el carbón, el cobre y el oro?
Pues, por fortuna, eso ha ayudado muchísimo a la recuperación económica después de la pandemia. Colombia tuvo mucha suerte con bonanza cafetera y petrolera al mismo tiempo, y eso explica, en buena parte, el mayor crecimiento en Colombia y en los demás países.
Cuando vengan las vacas flacas los problemas van a ser muy, pero muy serios, porque no habrá margen de maniobra y se requerirán reformas drásticas. Ya la tasa de cambio comienza a predecir las tormentas que se avecinan.
No opino, no vale la pena. Más bien dígale que feliz año y que gracias porque lo recibo como un cumplido. Tal vez Duque no sepa que a Roosevelt, a Truman y a Churchill también les gustaba jugar póker.
Roosevelt decía que el póker se parecía mucho a la vida y al arte de gobernar: para ganar hay que conocer muy bien las reglas del juego, saber medirles el aceite a los contrincantes, ser consciente de sus propias limitaciones, ser humilde, evaluar muy bien los riesgos, saber cuándo "cañar" y, por supuesto, tener suerte. Truman decía que, en esos momentos, en su presidencia, cuando jugaba póker, se enteraba de la realidad que muchos de sus subalternos le escondían o que la soberbia del poder no le permitía ver.
¿Cómo le parece? Pues sí, voy a tener el inmenso honor de ser profesor de la Universidad Nacional. Era uno de mis sueños.
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO