Al comenzar su último año de gobierno, el presidente Juan Manuel Santos señala en esta entrevista sus derroteros para los meses finales de su mandato y advierte que el Gobierno no tiene candidato.
Su primera gran
aspiración consiste precisamente en que su sucesor "siga construyendo
sobre lo construido. Construir paz y promover la reconciliación
nacional. No perder el impulso y la prioridad dados a la educación.
Seguir invirtiendo en infraestructura. Ser responsable en lo económico
pero audaz en lo social. Debe actuar con la razón más que con la
emoción. Debe defender nuestra riqueza ambiental. Consolidar y
fortalecer nuestro liderazgo en el mundo. Evitar los extremismos. Y
mirar con benevolencia los errores de sus antecesores".
Pero,
con respecto a su sucesor, parlamentarios del partido de 'la U' han
dicho que usted los instruyó para que apoyen al candidato presidencial
que respalde el proceso de paz. ¿Eso es así?
Mi invitación a
'la U', como a todos los colombianos, es a consolidar lo alcanzado y
avanzar en la construcción de paz, tarea que va a requerir varios
gobiernos.
¿El exministro Germán Vargas Lleras podría llegar a reunir esas condiciones que usted señala y convertirse así en el candidato del Gobierno?
El
Gobierno no tiene candidato. Y, si el doctor Vargas Lleras es el
elegido, estoy seguro de que construirá sobre lo construido porque fue
parte de este gobierno.
Muchos dirigentes, incluido su negociador de paz en La Habana, Humberto de la Calle, han criticado el silencio del doctor Vargas Lleras sobre el proceso de paz. ¿Usted cree que él está suficientemente comprometido con el proceso de paz?
De lo que estoy seguro es de que no hará marcha atrás. La paz es irreversible.
El
mismo doctor De la calle ha dicho que el candidato presidencial debe
ser producto de una coalición de los sectores políticos que apoyen la
paz. ¿Concuerda esa teoría con su posición?
Sí. Cualquiera que sea el presidente será necesariamente el producto de una coalición y deberá seguir consolidando la paz.
Su partido, el partido de 'la U', no tiene candidato presidencial. ¿Debería hacer esa coalición con el Partido Liberal?
No me ponga a intervenir en política.
Comienza
usted su último año de gobierno. En los 7 años que han trascurrido,
¿usted cuáles señalaría como sus principales obras de gobierno?
Mi
primera prioridad ha sido mejorar la educación. Y había mucho por
hacer. Imagínese, ¡los colombianos más pobres tenían que pagar por la
educación de sus hijos en los colegios públicos!
Y, en este campo, ¿qué hizo?
Pues, nada menos que ahora la educación es gratuita hasta el grado 11.
Pero, al margen del avance en gratuidad, ¿qué ha hecho su gobierno en educación?
¡Muchísimas
cosas! Antes, solo 37 de cada 100 muchachos tenían acceso a la
educación superior; ahora, más de 50 de cada 100 tienen esa posibilidad.
Creamos el programa De Cero a Siempre porque la educación arranca desde
que se nace. Tenemos más de 30.000 muchachos de estratos bajos becados
en las mejores universidades del país con Ser Pilo Paga.
La calidad ha mejorado. Así lo demuestran las pruebas nacionales e
internacionales. Construimos más aulas que cualquier gobierno.
Instauramos y hemos venido implementando la jornada única, clave para
mejorar la calidad. El país ha avanzado y no puede perder ese impulso.
Nos falta mucho. Vamos a hacer más en este año.
¿Qué otra tarea será primordial en el año que resta de su gobierno?
La
infraestructura. Colombia no tenía la infraestructura necesaria para
crecer. Hemos hecho una verdadera revolución. Diseñamos la política de
4G para por fin salir de ese atraso. Desde 2010 hemos construido más de
2.500 kilómetros de dobles calzadas. Esto significa miles de empleos,
menores costos de transporte y más seguridad para los usuarios. También
hemos intervenido las vías terciarias y vamos a construir muchas más
para conectar el campo con las ciudades. Y no solo son las carreteras.
Los aeropuertos y los puertos también se modernizaron.
Hay sectores que opinan que en materia de tecnología no hemos avanzado...
Es
todo lo contrario. Cuando comenzamos el gobierno, el atraso también se
veía en materia de tecnología. Hoy, todos los municipios del país están
conectados con fibra óptica y banda ancha. ¡Entramos al siglo 21!
"Hoy hay más de 5 millones de personas que superaron la pobreza"
Sobre construcción de vivienda, ¿cuál es el balance actual?
Tener
vivienda propia es el sueño de toda familia. Ya hoy, un millón
trescientos mil familias lo cumplieron; la mitad, con apoyo del
Gobierno. Nadie creía que fuera posible construir y entregar casas
gratis. Pues lo hicimos. Para el año entrante serán más de 130.000
familias beneficiadas. Y más de 6 millones de personas pudieron tener
algo tan esencial como agua potable y alcantarillado en sus casas.
Se
redujo mucho la pobreza. Falta camino, por supuesto. Pero, hoy hay más
de 5 millones de personas que superaron la pobreza. La pobreza extrema
se redujo a la mitad. Y hay menos desigualdad.
Parecería que
uno de los temas de mayor preocupación del país es la salud. Y,
ciertamente, son muchísimas las quejas. ¿Por qué no mejora el servicio
de salud en el país?
Entiendo la preocupación y la comparto.
En salud, lo primero es garantizar el acceso. Hace 10 años, 25 por
ciento de la gente no tenía derecho a enfermarse porque no tenía
servicio de salud. Hicimos de la salud un derecho fundamental y hoy
tenemos cobertura universal. Eso se refleja en menores índices de
mortalidad infantil y, en general, de la salud. Controlamos los precios
de los medicamentos. Es cierto que debemos hacer más. Vamos a poner todo
el esfuerzo en mejorar la calidad y la oportunidad.
Ahora,
al margen de los avances que usted señala en educación y en
infraestructura, lo cierto es que para el futuro, su gran obra será la
paz...
Pues, haber puesto fin al conflicto con las Farc es
algo que los colombianos esperábamos durante décadas. Muchos creían que
era imposible. Hoy, el Hospital Militar ya no tiene heridos en combate.
Las Farc entregaron sus armas y empiezan su tránsito a la legalidad en
democracia. Le dejo a mi sucesor un país sin Farc. La paz la construimos
entre todos, y lo estamos haciendo con inversión, con presencia del
Estado en las zonas de conflicto, con el regreso de los desplazados a
sus tierras.
¿En síntesis, usted cómo resumiría sus metas fundamentales para el último año de gobierno?
Nos
falta mucho por hacer, en todos los campos que le acabo de mencionar,
debemos hacer mucho más. Voy a trabajar sin descanso, cada minuto, cada
día de este año que me queda, para seguir avanzando en todos los
frentes. Esa es la instrucción clarísima para todo el equipo de
gobierno. Por ejemplo, tener las cifras de homicidios más bajas en 40
años no nos satisface. Tenemos que hacer mucho más por la seguridad de
los colombianos, en particular la seguridad ciudadana. Ningún colombiano
debería tener miedo de sacar el celular en el bus o de caminar de
noche; ninguna mamá debería tener miedo por la seguridad de sus hijos en
el parque. En eso nos vamos a enfocar.
¿Esa, la inseguridad, y la corrupción son dos grandes problemas que debe afrontar?
Vamos
a redoblar y fortalecer la lucha contra la corrupción. Con nuevas y más
duras normas en materia de extinción de dominio, les vamos a pegar a
los corruptos donde más les duele: el bolsillo. Y, por supuesto, los
colombianos tenemos que, juntos, construir la paz y la reconciliación.
La opinión pública en
las grandes ciudades transmite muchas quejas sobre la situación
económica. Hablo de pequeña economía: el mercado, el estudio, la
salud... ¿Le preocupa el estado de esa economía?
Me preocupa y
me ocupa. Sé que las cosas no son fáciles para muchos colombianos. El
primer semestre fue difícil. Pero los fundamentales de la economía los
hemos fortalecido. Son buenos, así lo aprecian las calificadoras de
riesgo y los inversionistas, como quedó demostrado en la emisión de
bonos del miércoles pasado.
¿Pero, y la pequeña economía?
El segundo semestre será mejor y el año entrante, aún mejor.
Los gremios en general son muy pesimistas sobre el futuro inmediato de la economía. ¿Tienen razón en su percepción?
Si
nos aferramos al pasado reciente, sí. Pero si miramos las perspectivas y
las oportunidades que tenemos, no. Le doy un ejemplo: tenemos la tasa
de inversión más alta de toda América Latina, que es lo que determina el
crecimiento futuro.
Sobre este decaimiento, ¿a qué atribuye usted el bajonazo en las cifras de la industria y el comercio que reporta el Dane?
Al
coletazo del peor choque externo que hemos sufrido desde la gran
depresión de la década de los 30, por la caída del petróleo; al peor
fenómeno del Niño, a la turbulencia en la región. Pero, lo más difícil
ya pasó. Hacia delante se nos abren oportunidades para avanzar y crecer
más rápido.
Pero ¿con qué tipo de medidas?
El
mejoramiento en la infraestructura, en la educación, en la
competitividad; el mejoramiento en la calidad de nuestras políticas
públicas con el ingreso a la Ocde,
el mantenimiento de reglas de juego claras. Es lo que debemos hacer
para mantener la confianza y el liderazgo que tenemos como destino de
inversión en el continente. La paz va a ayudar mucho.
Usted
menciona la caída de los precios del petróleo. ¿Por qué ha sido tan
difícil para el país la sustitución de los ingresos que provenían del
petróleo?
Siempre hay un rezago. Pero fíjese en que las
exportaciones crecieron 20 % en el primer semestre de este año. Y, en
junio, las exportaciones industriales crecieron 5,7 % Eso es muy
positivo.
Para tratar de reactivar la industria, el Gobierno
lanzó los programas conocidos como el Pipe 1 y el Pipe 2, que incluyen
rebaja de aranceles de importación de maquinaria y beneficios para el
campo. ¿Sí han dado los resultados que esperaban?
Yo creo que sí. De no haber tomado esas decisiones, no estaríamos creciendo muy por encima del promedio latinoamericano.
Al
comienzo de este diálogo, usted también mencionó el ingreso al club de
países que integran la Ocde. ¿Eso será posible antes de terminar su
administración?
Ese es nuestro objetivo.
Regresemos
al tema de la paz: en 8 días termina el plazo para la extracción de los
contenedores de la ONU con las armas de las Farc. ¿Qué significado
tienen esos actos?
Enorme. Es el fin de las Farc como grupo
armado, es el verdadero fin del conflicto. Volteamos la página y podemos
avanzar en la construcción de la paz.
¿Y qué viene ahora para los guerrilleros que tienen que abandonar las zonas de concentración?
Las
zonas veredales se terminan con la salida de las armas que ya se está
dando y terminará la semana entrante. Se convierten en espacios de
reincorporación a la vida civil y a la legalidad. Ese es el gran reto.
De todas maneras hay quienes se quejan del retraso del Gobierno en la reglamentación del acuerdo de paz...
Para
una guerra de 53 años, el retraso de días o semanas es totalmente
irrelevante. Muchas veces, las demoras ocurren porque del afán no queda
sino el cansancio y queremos hacer las cosas bien. Muchas veces nos
autoimpusimos plazos demasiado perentorios. Los acuerdos se están
cumpliendo y se van a terminar de cumplir.
Otro tema: ¿el
retiro de Aurelio Iragorri como ministro de Agricultura no deja huérfano
el proyecto de ley de tierras, que ni siquiera ha sido presentado?
El
ministro Iragorri ha hecho una labor extraordinaria. Esta semana va a
anunciar que cumplió en un año la meta que tenía para 4: sembrar un
millón de hectáreas adicionales en todo el país. La ley de tierras se
está consultando con todos los sectores para que tenga el consenso y dé
tranquilidad a todos.
Sobre la posición de Colombia frente a
la crisis de Venezuela, ¿qué significa que Colombia desconozca la
designación de una constituyente?
Esa constituyente fue ilegal
y, por lo tanto, todas sus decisiones serán ilegales. Todo lo que pase
en Venezuela nos afecta para bien o para mal. Nuestra solidaridad con el
pueblo venezolano es inquebrantable.
¿Cree usted que el Gobierno de Venezuela se ha convertido en la única dictadura que existe en América?
Infortunadamente,
lo que hemos visto es un desconocimiento de la institucionalidad
democrática de Venezuela. La democracia y el respeto por los derechos
humanos desaparecieron. Hago votos por su pronto restablecimiento de
manera pacífica.
El expresidente Uribe y el presidente Maduro coinciden en atacarlo con vehemencia, ¿usted qué opina?
Que algo debo estar haciendo bien. Ratifico mi honrosa pertenencia al extremo centro y a los postulados de la tercera vía.
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO