'La culebra viva es el narcotráfico': general Óscar Naranjo

El general Óscar Naranjo, director nacional de la Policía, dice estar convencido de que el narcotráfico es el principal desafío para el próximo gobierno.
Foto: El Tiempo
Domingo 07 de Marzo del 2010

El director de la Policía explica por qué no se ha podido derrotar este mal.

Y lanza una valerosa alerta: "guerrilla y paramilitarismo dejaron de existir como movimientos insurgente y contrainsurgente, para transformarse en bandas de criminales dedicadas al narcotráfico". En su opinión, ese será el gran reto para el próximo gobierno.

Se lamenta de la connivencia de la sociedad con los dineros del narcotráfico. Y habla de su continuidad en el cargo....o su retiro.

¿La no continuidad del presidente Uribe en el poder supone un riesgo para la seguridad democrática?

El presidente Uribe deja un vacío, pero la seguridad democrática debe ser entendida como una política de Estado, y ya no surge de una disposición, de un acuerdo entre partidos, sino que se ha incorporado en la mentalidad de cada colombiano. Mantener esa mentalidad es el reto.

¿Cree, en consecuencia, que la seguridad democrática está a salvo?

Sí, pero sólo si los responsables de hacerla operacional no bajamos la guardia.

¿Cuál es el estado del orden público una semana antes de elecciones?

Si se hace una comparación de los últimos 50 años, probablemente la antesala menos violenta es esta. En el pasado, los días previos a las elecciones parlamentarias o presidenciales estuvieron caracterizados por un número significativo de homicidios, de tomas a localidades, de intimidación a comunidades. Hoy, basados en un despliegue sin precedentes de la Fuerza Pública, tenemos garantizado el orden. Tenemos la Fuerza Pública más fortalecida en la historia del país; son cerca de 430.000 uniformados, entre militares y policías, en campos y ciudades.

¿Ataques a poblaciones son fenómenos superados?

La guerrilla perdió su capacidad para acciones que impliquen movimientos masivos; lo que estamos enfrentando son hostigamientos con francotiradores en algunos caseríos, acciones que producen zozobra y perturbación, pero que no significan capacidad estructural de la guerrilla.

¿Cuál es la situación de los grupos guerrilleros?

Están dedicados al narcotráfico y cada vez tienen dinámicas más mafiosas. Han perdido capacidad de guerra de guerrillas, y están recurriendo a estructuras milicianas. Pero como se comprobó en el computador incautado a alias 'Tovar', cabecilla del frente 48, su única finalidad es el narcotráfico.

¿Cómo definiría lo que ha pasado con la guerrilla?

Se rompió su ciclo vital. Venía del ciclo de un gobierno generoso, elegido con un mandato nítido, muy popular, de hacer la paz. Pero la guerrilla usó ese espacio para fortalecerse. Por eso, el gobierno anterior se sintió traicionado e inició la ofensiva contra esos grupos. En ese momento se rompió ese ciclo. Llevamos ocho años controlando el territorio, golpeando estructuras narcoguerrilleras y mostrándole, particularmente al campesino, que la guerrilla no tiene futuro. La verdadera crisis de la guerrilla es su nula capacidad de reclutamiento y seducción.

Frente a la guerrilla hay diálogo o combate. ¿Usted descarta el diálogo?

No son incompatibles; pero como lo que estamos viendo es una transformación de un movimiento terrorista, seudo-guerrillero, en uno narcotraficante, sólo hay espacio para aplicar la ley.

¿Entonces descarta el diálogo?

La guerrilla como proyecto político-militar desapareció. Lo que enfrentamos son narcotraficantes que mantienen alianzas con las bandas criminales, que son expresión del narcotráfico.

¿Dónde están los mandos sobrevivientes de la guerrilla?

El carácter narcotraficante de la guerrilla y la ofensiva del Estado la han desplazado a zonas de frontera, donde se encuentran los cultivos ilícitos. Uno ve una especie de operación 'bisagra', donde constata que las fronteras son tremendamente efectivas para que burlen a las autoridades.

Se sabe que Venezuela adelanta un proceso de deportación, ¿de quién?

De alias 'Chely', un paramilitar que se fugó de la cárcel de Valledupar. Las autoridades venezolanas lo capturaron el miércoles en Maracaibo y estamos en el proceso de deportación. Era el tercero al mando de 'Los Mellizos'.

¿Cree que Venezuela actúa contra 'paras' y narcos, pero no contra guerrilleros?

No estoy autorizado para emitir juicios sobre eso.

¿Hay hospitalidad a guerrilleros, de parte de Venezuela?

Déjeme llegar al 7 de agosto.

¿Cuál es nuestra situación en materia de narcotráfico?

La Jife, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU, ha dicho que estamos frente a la mayor reducción de drogas de los últimos diez años.

¿De cultivos o de productividad?

Las dos cosas. Los cultivos cayeron el 29 por ciento y la productividad, el 39 por ciento. Por otra parte, el subsecretario antinarcóticos del Departamento de Estado, David Johnson, entregó un informe elocuente sobre Colombia en la lucha contra el narcotráfico. Aparecemos como un ejemplo para el mundo. El volumen de cocaína incautada en los dos últimos años no tiene precedentes: 203 toneladas cada año; alcanzamos la mayor incautación de bienes ilícitos: un poco más de 13.000, que valen 5 billones de pesos.

¿No hay contradicción cuando dice que la guerrilla se convirtió en narcotraficante y presenta estos golpes al narcotráfico? ¿Para qué se va la guerrilla a un sector tan golpeado?

Es su única posibilidad. Su economía giraba alrededor del ataque al poliducto, al hurto de hidrocarburos y al secuestro. Se alcanzaron a robar algo así como 106 millones de dólares en combustibles. Hemos pasado de 7.000 a 230 barriles diarios de pérdida. Esa fuente de financiación se acabó. Y el secuestro de empresarios como financiación desapareció. ¿Qué les queda? El narcotráfico.

Pero en Nariño, Putumayo y Huila se denuncia presencia guerrillera importante...

Hay una convergencia de intereses mafiosos. Cuando uno superpone un mapa de cultivos ilícitos con uno sobre presencia de armados ilegales, la coincidencia es total: detrás de los cultivos están las bandas terroristas. A ese mapa uno le puede superponer otro, el de la corrupción, y también coincide. Donde hay narcotráfico hay corrupción, y donde eso ocurre, hay violencia. Tenemos cinco núcleos de corrupción: Catatumbo, Bajo Cauca antioqueño, Putumayo, Nariño y Meta.

¿Y el Huila?

Allá está la más peligrosa banda que haya enfrentado el país, la Teófilo Forero; lo que nos resta es dar de baja a 'El paisa'. En una operación abatimos a su lugarteniente, 'Patamala', y en otra, a 11 de sus terroristas.

¿Y cuál es el estado del paramilitarismo?

¿Por qué los calificamos como bandas criminales, y no como bandas paramilitares o neoparamilitares? Primero, porque no tienen un propósito contrainsurgente; segundo, porque carecen de vocería política; tercero, porque no actúan con la dirección de un estado mayor que centralice sus acciones delincuenciales, y cuarto, porque obedecen a los fines del narcotráfico.

¿Entonces el paramilitarismo 'político' desapareció?

Totalmente. Hay bandas criminales al servicio del narcotráfico.

¿El narcotráfico está uniendo a guerrilla y paramilitares?

Esa es la dinámica que se está dando. Es el gran reto de la política de seguridad hacia el futuro entender ese fenómeno, y que el punto de ensamble gira alrededor del narcotráfico. Ese es el desafío para el próximo gobierno.

¿Y cuál es la solución?

No conformarnos con las capturas y los decomisos de droga. Creo firmemente en que nos ha faltado mayor fortaleza social, ética y cultural para derrotar al narcotráfico.

¿Se quiere explicar?

¿Por qué hay narcotráfico? Porque todavía muchos sectores abren el camino a quien disfruta con dineros del narcotráfico. Cuando en una concesionaria, compraventa, discoteca, o en una inmobiliaria, aparece un señor con millones en efectivo, que se sabe vienen del narcotráfico, le abren las puertas de par en par. Al narcotráfico hay que derrotarlo culturalmente. Como mezcla diabólica de guerrilla y bandas criminales, es el único que ha demostrado capacidad de desestabilizar institucionalmente a Colombia. La culebra viva es el narcotráfico, además porque se expresa de distintas maneras: unas veces de forma violenta; otras, perturbando el mundo económico, y, particularmente, generando antivalores.

¿La reducción del Plan Colombia no perjudica la lucha contra el narcotráfico?

No, todo lo contrario. Después de tantos años de asistencia norteamericana, es bueno que Colombia sea más responsable y sienta que su futuro no depende de la asistencia internacional.

¿Y entonces la asistencia de E.U. en las famosas bases?

Es vital para tener tecnología en tiempo real en inteligencia, que ha sido una deficiencia nuestra, un poco superada hoy, pero donde necesitamos avanzar.

¿Por qué hay una sensación nacional de que Medellín están en poder del hampa?

En Medellín tuvimos un momento desafortunado, al pasar de cerca de 900 homicidios en el 2006, a cerca de 2.000 el año pasado, que en todo caso corresponden a la mitad de lo que hubo en el 2002, cuando fueron 4.000.

¿Por qué esa curva ascendente ahora?

Porque se quebró el monopolio de la mafia. Después de la extradición de 'don Berna', hemos capturado a sus siete sucesores. Hoy no hay mando ni control y eso los lleva a enfrentarse unos con otros.

¿Cuál es el plan de seguridad para elecciones?

Habrá 10.120 puestos de votación y 75.941 mesas, para atender un potencial de 29' 473.545 electores. Vamos a contar con 430.000 efectivos de Fuerza Pública y con 151.378 policías comprometidos, como nunca.

Cuando dice que nuestra democracia está fortalecida, ¿cree que contribuyó a ello el fallo de la Corte Constitucional que bloqueó una eventual segunda reelección del Presidente?

Creo que fortalece la institucionalidad, en cuanto muestra a los colombianos y al mundo que vivimos en un Estado de derecho y que, desde el Presidente hasta el último colombiano, lo respetan. El acatamiento a las decisiones judiciales y a las cortes es lo que marca la diferencia en una democracia.

Algunos pensaron en su nombre como eventual candidato a la Vicepresidencia. Hoy está impedido para ser candidato, ¿pero le habría gustado recibir la tentación?

La gente valora nuestro trabajo, es afectuosa y generosa, pero me veo como policía, no como político, no buscando votos, por legítimo que eso sea. Me siento útil a mi país en los escenarios en los que los gobernantes estimen que puedo servir.

¿En qué escenarios, General?

Para los que me he preparado durante 33 años. Confieso que me resisto a pensar que todavía en Colombia tengamos al año 15.000 muertos; una tasa de 33 homicidios por cada 100 mil habitantes. Esta frustración amarga me motiva para ser útil en la tarea de buscar que no nos matemos más. Sueño con eso.

¿Usted se quiere quedar al frente de la Policía?

Me pongo a disposición del Presidente y del Ministro de Defensa. Si creen que puedo ser útil, pues aún me siento joven. Pero al tiempo estoy preparado para que el 7 de agosto se cumpla un ciclo vital de mi carrera. Si hay un corte, me iría realizado y feliz; y si no lo hay, me quedaría igualmente comprometido.

Ha dicho que se siente joven. ¿No cree que le quedan muchos años para servir a la Nación desde la Policía?

La vida no acaba si uno se va de la Policía. Las posibilidades de servirle al país también existen en otros ámbitos. Lo que no quisiera es aparecer ante mis compañeros, mis subalternos, mis policías, como atornillado al cargo. Tampoco quiero que los ciudadanos sientan que quiero, para usar una frase que estuvo de moda estos meses, perpetuarme en el cargo. Los funcionarios tenemos que ser realistas para entender que hay ciclos que se cumplen, y el mío está a la vuelta de la esquina

¿Se sentiría bien sin uniforme?

Sí, y debo decir que a veces así me sueño, porque mis dos hijas me dicen que lo único que me falta es que mis pijamas también sean de color verde, o duerma con el uniforme. Una de ellas me dijo : "Papá, acostúmbrate a dormir sin charreteras y verás que descansas". Y a veces creo que tiene razón.

YAMID AMAT