Gran cumbre laboral anuncia el nuevo Ministro del trabjo

Su meta: 2,5 millones más de empleos. Empresarios hablarán de la distribución del ingreso.
Foto: El Tiempo
Domingo 07 de Septiembre del 2014

Son de tal dimensión y tanto alcance, pero sobre todo tan llenos de sensatez y ponderación los propósitos de hoy de Lucho Garzón, que al escucharlo uno queda con la sensación de que se preparó toda la vida para llegar a la posición que hoy ocupa: Ministro del Trabajo. Por supuesto que se lanza como franco defensor del derecho de los trabajadores a tener un mejor ingreso y seguridad social, pero también destaca el derecho de los empresarios a exigir mejor calidad en el trabajo, más productividad y mayor competitividad en la producción.

Garzón es muy original en la creación de frases. En este reportaje también lo hace: “Yo no seré el ministro coco de los empresarios”, recordando, claro está, sus años de lucha sindical como presidente de la USO y de la CUT, símbolos de grandes batallas laborales.

En esta entrevista, anuncia la creación de 2,5 millones de empleos más en el próximo cuatrienio y la convocatoria para el primero de octubre de una gran cumbre laboral para estudiar con trabajadores y empresarios el reconocimiento de una “prima móvil”, la reforma a las horas extras nocturnas, el aumento de un mayor reconocimiento salarial por productividad y la lucha contra la informalidad laboral. Pero, advierte: “Todo, sin criterio arrasador”.

“En el primer cuatrienio del presidente Santos se crearon 2 millones y medio de empleos –recuerda–. Llegaremos a 2 millones y medio más de gente empleada. Pero, con calidad del trabajo, que es fundamental. Ya no es la cultura del rebusque del trabajo. Hemos llegado a indicadores importantes para generar, con seguridad social, la creación de 2, 5 millones más de empleos formales. Esa es mi meta”.

¿Y cómo va generar esos empleos?

Parte, en las carreteras de cuarta generación: serán gran jalonador de empleo; parte, en programas de vivienda; parte en el campo, al que vamos a recuperar para volverlo mucho más productivo; parte, en el comercio y parte, en la incorporación al trabajo de jóvenes entre los 18 y 25 años que están desempleados. Al Sena le han aumentado de 2,7 a 3,2 billones de pesos, para llegar a la excelencia en la calidad de formación de técnicos y tecnólogos.

Vamos a jugar durísimo en el campo; necesitamos veterinarios y agrónomos porque estoy seguro de que vamos a llegar al fin del fin del conflicto. Sin saber cómo terminará el proceso de paz y sin pretender meterme en este, no me imagino una reinserción, una desmovilización de los guerrilleros llevándolos a lo urbano; la historia de la reinserción de Álvaro Uribe es que todo el mundo se fue a lo urbano y no hubo alternativas. El acuerdo de paz como lo imagino es con alternativas productivas. Lo ideal es que ellos sigan donde están; trabajando donde están.

¿Cuántos trabajadores tiene hoy en total Colombia?

Veintidós millones es lo que debería tener, pero de ese potencial, 2 millones están desempleados. Pero hay un 60 % de informalidad, contra la que lucharemos.
 
 
 
 

Vamos a jugar durísimo en el campo; necesitamos veterinarios y agrónomos porque estoy seguro de que vamos a llegar al fin del fin del conflicto, dice Garzón. Foto: Claudia Rubio / EL TIEMPO
 

¿Los informales son todos los trabajadores independientes?

Hay de todo: independientes, subcontratados; hay gente en nómina paralela, hay contratos a un mes. En ese sentido, eso es malo por las condiciones del trabajo.

¿Y su propósito es llegar a qué porcentaje de formalidad en el empleo?

Una encuesta de esta semana revela que de 100 trabajadores, 70 dicen que no están felices en su trabajo. Eso tiene que ver con productividad y competitividad; yo sí aspiro a bajar ese nivel de intranquilidad del trabajador. Hay que buscar que la gente esté feliz en su trabajo, por sus buenas condiciones laborales, por sus expectativas, por el fin del miedo, por su estabilidad, por su seguridad social.

En cuanto al porcentaje de informalidad, hay que reducirlo. No me comprometo con indicadores concretos, pero le hablo por ejemplo del caso de los 800.000 taxistas en el país, y la idea de su formalización tiene que ver mucho con quién paga su seguridad social. Y eso lo paga la tarifa. En el caso de las empleadas domésticas, son 800.000: 80.000 ya tienen contrato laboral, y vamos a lograr que las otras 700.000 también lo tengan, que tengan seguridad social. Estamos mirando el sector rural, donde hay mucha informalidad, sobre todo en el tema de la agroindustria. En el campo es indispensable tener un trabajo con mejores condiciones.

¿Hasta dónde la empresa privada es responsable de la situación de informalidad?

Están reflexionando y preocupados porque ha bajado la calidad del trabajo. Un trabajador que no está contento rebaja su productividad. Cuando se hizo la reforma en el 2002 por iniciativa del expresidente Uribe, los indicadores de economía eran muy bajos; hoy, como tenemos extraordinarios indicadores macroeconómicos, se debe buscar un equilibrio en la distribución del ingreso para los trabajadores. El primero de octubre voy a convocar la comisión de concertación para debatir el tema.

¿Concretamente qué tema?

Ese: la redistribución del ingreso. La calidad del empleo hay que mejorarla. La mala calidad no les sirve a los empresarios en productividad y en competitividad; no vamos a imponer absolutamente nada. Vamos a discutir; hoy hay un techo exitoso en la economía y hay que cuidarlo; pero también hay una necesidad de los trabajadores de una mayor posibilidad de ingreso. Hay diferentes esquemas que vamos a mirar y vamos a concertar.

Hay que revisar el tema de los jóvenes y la deserción en el campo; si hablamos de paz, hay que reducir el nivel de deserción en el campo; y hay que combatir la inequidad de género en el trabajo: no son buenas las condiciones en que trabajan las mujeres, y menos en el campo. Hablemos también de los jornaleros y sus condiciones de trabajo.

Hay que ayudar a los empresarios a mejorar los índices de productividad y ayudar a los trabajadores a lograr un mejor ingreso; el tema de las horas extras es parte de la discusión.

¿Qué quiere decir “mejor ingreso” de los trabajadores?

Mejores condiciones de trabajo y mejores niveles de remuneración. Todo, claro está, concertado entre trabajadores y empresarios. Hay unas áreas de la economía en las que hay que tener cuidado: usted no puede meterles las mismas condiciones a unas y otras; no puede tratar igual al mundo rural y al urbano. Todo eso lo quiero introducir en la discusión de la comisión de concertación que convocaré.

¿Se trata de una gran cumbre de Gobierno, trabajadores y empresarios para concertar toda la política laboral del país?

Así es. Incluyendo: formalización del empleo, seguridad social, contratación, horas extras; horas nocturnas; condiciones del trabajo, remuneración. Hay que generar condiciones en seguridad laboral, para que la gente trabaje feliz. Y hay que mirar detenidamente al trabajador y al empresario del campo.

¿Sobre qué temas puntales?

Los retenes que tiene mucha gente en el campo. Retenes para acceder al trabajo. El 32 por ciento son remisos porque ni siquiera tienen con qué pagar la libreta militar. Hay gente que quiere ingresar al Sena en el campo sin saber leer ni escribir. En esta gran cumbre hay que hablar de pactos. El comercio ha generado el 40 por ciento de empleo en Colombia en los últimos cuatro años, y eso muestra pactos que ayudan a que uno y otro se alimenten: Estado y comercio.

¿Pero qué busca de la comisión?

Queremos que se comprometa a generar políticas en el marco jurídico, de acción; en el marco internacional, en los convenios; que nos ayude a proseguir la obra que comenzó el ministro Rafael Pardo para que el trabajo sea decente, y sobre todo priorizando la formalización, el trabajo en el campo y la mirada a dos poblaciones, de mujeres y jóvenes…

El presidente Santos habla reiteradamente de equidad. ¿La hay con la mujer?

No. Absolutamente, no. Trabajan más y no tienen el mismo ingreso del varón; en su vida cotidiana asumen deberes de madre, de esposa y tienen que asumir las responsabilidades con presión laboral. Todo, por el comportamiento machista que tiene la sociedad. Cuando una mujer se desmaya es debilidad, cuando un hombre se desmaya es estrés. Es una mirada discriminatoria que debe terminar. Esa es una de las formas de agredir a la mujer.

Yo goberné en la Alcaldía de Bogotá con 20 alcaldesas, y el 70 por ciento de mi equipo eran mujeres. Sigo pensando que las mujeres y los jóvenes son poblaciones fundamentales a las que hay reivindicar. No más machismo social. Las mujeres son mucho más productivas. Yo suelo decir: si al hombre le hubiera tocado parir, no habría humanidad. A una gripa los hombres la volvemos neumonía. No se puede tratar a la mujer con machismo discriminatorio.

Usted fue líder sindical. ¿En esa cumbre, qué lo identificará como ministro?

No voy a ser un ministro ‘coco’ para los empresarios sino, a generar confianza, y por eso debe quedar claro que si bien es cierto que voy a trabajar por mejorar el ingreso de los trabajadores, también lo es que los factores de productividad y competitividad deben mejorar. No se puede arriesgar lo conquistado.

Pero, entonces, ¿cuál es con precisión su posición sobre horas extras nocturnas?

Esa discusión la vamos a hacer. Hablo del costo que tienen las horas de las 6 de la tarde y las 10 de la noche, y lo vamos a discutir sin criterio arrasador. La discusión no puede ser horas extras sí, horas extras no. Es más de fondo: es la calidad del trabajo; la gente no puede decir, con la tesis del expresidente Uribe, que necesitan un trabajito. Hay que generar una cultura del empleo decente. No del trabajito.

¿En la cumbre va a plantear el tema del salario mínimo?

Sí. Y mi posición será la de que el salario no pierda poder adquisitivo. Si hay niveles de crecimiento de la economía, si la economía es boyante, no hay que arriesgar los indicadores que generan confianza, pero debe existir un criterio de mejor distribución del ingreso. El ingreso de los trabajadores tiene que crecer.

La inflación este año va a terminar alrededor del 3 %. Y el crecimiento, cerca del 5 %. ¿Quiere un aumento en salario mínimo cerca de la inflación o del crecimiento?

Entre las dos cifras. Pero hay otro factor: la productividad. Hay que hacer una regla de tres simple: inflación, crecimiento y productividad. Pensando en que el salario mínimo sea favorecido por la mayor productividad. La Ley 278 del 96 establece que se debe tener en cuenta como parámetro la productividad acordada por las tres partes: Gobierno, empresarios, trabajadores. Ojalá sea más de un punto.

Usted fue dirigente sindical. ¿Se ha marchitado el sindicalismo?

El mundo sindical no puede seguir siendo estigmatizado. Aquí es más fácil organizar una guerrilla o una banda de delincuentes que un sindicato; es mejor la interlocución colectiva que la individual; los sindicalistas ya no son “¡abajo, abajo!” Hoy los sindicalistas ganan credibilidad porque no son solamente gritos de consignas sino propuestas.

Este país necesita partidos sólidos, gremios sólidos, movimientos sociales sólidos y sindicatos fuertes. Hoy, el país parece un espejo roto, absolutamente fragmentado porque nadie representa a nadie. Por eso necesitamos hacer que se miren todos: el sector sindical con el empresarial, los ricos con los pobres, el campo con la ciudad, los curas con los pecadores, la guerrilla con los militares. Así, entre todos, sí que podemos hacer una gran nación. Facilitemos la no discriminación, los no perjuicios. Yo estoy pensando en reglamentar el estatuto de trabajo.

¿Cuál es ese estatuto?

Está en el artículo 53 de la Constitución de Colombia y establece unas reglas de juego que nunca se reglamentaron, como prima móvil de salarios, o las discusiones que hay sobre cobertura sindical, sobre trabajo estable, etc.

¿Qué es “prima móvil”?

Muchas veces, usted no necesita discutir salario mínimo sino que la dinámica de la economía va generando un aumento casi inmediato por efecto de los componentes, como productividad, inflación y crecimiento.

Nunca se ha aplicado en el país la prima móvil. ¿Usted lo hará?

Voy a concertar para llevar el proyecto de reglamentación al Congreso. Ese tema también irá para la gran cumbre de octubre. Rafael Pardo dejó institucionalizada la comisión de concertación. Tiene seis subcomisiones; una de ellas será dedicada a ese tema: la reglamentación de la prima móvil. Esa es una de las cosas por las que voy a luchar para hacer honor a mi nombre.

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO