'Acusarme de acoso homosexual es una canallada': general Palomino

En entrevista con Yamid Amat, el director de la Policía rompe su silencio y responde a acusaciones.

Foto: El Tiempo
Domingo 27 de Diciembre del 2015

El director general de la Policía, general Rodolfo Palomino, quien ejerce el cargo desde agosto de 2013, rompe su silencio y responde cada una de las acusaciones que, desde diferentes áreas, se han hecho contra él. Habla sobre la denuncia de un teniente coronel, en el sentido de que hace 17 años fue víctima de un supuesto acoso sexual por parte de él. "Eso es una canallada inaceptable", afirma el general Palomino y revela que presentó denuncia por injuria y calumnia.

¿A qué atribuye las acusaciones que se han hecho y que van desde el acoso sexual hasta el seguimiento a periodistas, y desde el retiro de miles de policías hasta el origen de los bienes que tiene?

"Parte del origen de los ataques está en algunos retirados inconformes por decisiones que ha sido necesario tomar. Además, los éxitos contra el crimen organizado, al atacarlo estructuralmente, y otros escenarios altamente sensibles pueden estar generando también dificultades".

¿Cuáles son las decisiones a las que se refiere?

Fundamentalmente, retiros. Durante los últimos tres años, hemos tomado decisiones que claramente generan enemistades, como la destitución de 2.500 policías producto de nuestras propias investigaciones. También hay resentimiento criminal de las bandas a las que llegamos con mucha contundencia, como el 'clan Úsuga', golpeado de manera significativa: capturamos a 599 integrantes, incautamos 20 toneladas de cocaína y abatimos a 25 de estos delincuentes. Los despojamos de 154 bienes por 187.000 millones de pesos.

Creo que estas acciones influyen en la campaña de desprestigio, sin desconocer que hay cuadros de insatisfacción individual por parte de algunos integrantes de la institución. (Lea: Las claves detrás de la mala hora de la Policía)

¿Ocasionados por qué?

Por las expectativas de ascenso, especialmente de los patrulleros. Esa es una de las grandes preocupaciones mías y del Gobierno Nacional. Para 2015, logramos ascender a 3.484 patrulleros al grado de subintendente. Pero también debo hacer énfasis en logros como la prima de antigüedad, becas universitarias y la posibilidad de acceder a intercambios académicos en el extranjero.

Pero si estas situaciones han ocurrido siempre, ¿por qué tanto ruido ahora?

Hay una situación muy compleja. Retirados han demandado y, en algunos casos, los tribunales han dispuesto reintegros y ascensos. Varias de esas decisiones desconocieron los motivos legales de los retiros. Por eso hemos acudido en tutela ante el Consejo de Estado para preservar los intereses de la Policía. Los magistrados nos han dado la razón, y esa es otra circunstancia que incomoda a algunos en sus pretensiones.

¿Estamos hablando de cuántos retirados este año?

Cerca de 2.500 mientras he estado en la Dirección de la Policía. Interpusimos 25 tutelas y hasta hoy nos han fallado 13 a favor.

¿Cree que la mayoría de las acusaciones contra usted tienen este origen?

No lo descarto. Pero hay otras causas de esta campaña sistemática de desprestigio.

¿Hay infiltración de delincuentes dentro de la Policía?

De eso se ha ocupado nuestra justicia disciplinaria; y lo hace la Fiscalía, que ha incorporado dentro de los procesos investigativos a algunos policías. El tema de la corrupción no lo podemos desconocer. Entendamos que los criminales siempre tratan de persuadir al policía cuando cumple su deber. Sin embargo, hablar de algo más de 256.000 personas capturadas por diferentes delitos evidencia la reserva ética de la inmensa mayoría de los policías en Colombia.

Cronológicamente, la primera acusación que se le hizo fue acoso homosexual...

Eso es una canallada. Ese exoficial, Reynaldo Gómez, hizo solicitud de unas pruebas dentro de un proceso investigativo en su contra, y en el último párrafo acudió a una serie de calumnias. Fue una afirmación tan perversa que ordené la formulación de una denuncia. Cuando esa denuncia se presentó, la fiscal que la recibió dijo que el asunto no trascendía penalmente y se podía solucionar escuchando al oficial. Se hizo la reunión, y esa es la grabación que ya conocen las autoridades. Gómez la concibió y la conservó durante cinco meses para incluirla en el desprestigio contra mí, que maquinaba. (Lea: Rodolfo Palomino dice que su continuidad es decisión del Presidente)

¿Y qué hizo usted?

Tan pronto la conocí, la entregué a la Procuraduría para que iniciara de inmediato las investigaciones correspondientes.

¿Qué decía la grabación?

Esa grabación evidencia un escenario inaceptable. De hecho, los oficiales involucrados fueron apartados de sus cargos y están sujetos a las investigaciones. Pero déjeme contarle algo: ese coronel Reinaldo Gómez tenía el propósito de hacer de su hijo un torero y necesitaba ir a España para acompañarlo en su formación. Es el mismo teniente coronel que, siendo mayor, en la escuela de Facatativá agredió a unos policías haciéndolos consumir estiércol porque creía que esa salvaje acción serviría de bautizo para los carabineros. Esa persona es la que me acusa de acoso, 17 años después y valiéndose de mentiras, para alcanzar sus propósitos personales.

¿Por qué aparece usted en esa pretensión de él de formar a su hijo como torero?

Tengo entendido que, supuestamente, pretendía recibir la condición de exiliado y pedir asilo en España.

No puedo entender eso...

Yo tampoco. Pero eso fue lo que le hicieron creer: que si él lograba el estatus de exiliado, podría tener alguna favorabilidad en su propósito de irse a España. Y para ello recurrió a esa acusación infame y temeraria contra mí.

¿Quién hizo la grabación?

El propio coronel. Por el contenido de esta, dispuse el inmediato traslado a las instancias disciplinarias y penales.

¿Por qué estaban investigando al coronel?

Por declaraciones aparentemente injuriosas contra el alcalde de Zipaquirá.

Palomino dice que jamás le pediría a Santos que lo mantuviera mientras limpia su nombre. Foto: Archivo / EL TIEMPO

¿Y la reunión del teniente coronel con los otros oficiales qué la origina?

La necesidad de escucharlo, tal cual lo había aconsejado la fiscal.

¿La Procuraduría ya falló?

Está en esa investigación y tengo entendido que ha requerido la presencia de este coronel, y él no ha ido. Espero que lo haga porque he sido objeto de injuria, calumnia y señalamientos absolutamente inaceptables, que van en contra de lo más preciado que tiene el ser humano: su honor. (Además: Así avanza la investigación de la Policía sobre chuzadas a periodistas)

¿A qué atribuye usted este episodio?

A que puede tener problemas y usa cualquier medio para lograr sus propósitos. Si una persona es capaz de hacer comer estiércol a otro ser humano, es capaz de hacer cualquier cosa.

¿Qué cargo tenía usted cuándo ocurrió lo que él dijo que ocurrió?

Primero, eso nunca ocurrió. Y segundo, yo estaba en Sucre como comandante del Departamento de Policía en 1999, En ese entonces, el oficial Reinaldo Gómez, en grado de teniente, estaba adscrito a la escuela Rafael Núñez. Es decir, nunca fui su comandante ni estuvo bajo mis órdenes.

General, si uno tiene un enemigo dentro de la institución, podría acusarlo de cualquier otra cosa -maltrato, insulto-, pero no de acoso sexual. ¿No le parece?

Claro. Eso es lo que indigna y por eso formulé la denuncia. Cuando los oficiales que hablaron con él le dijeron que había dicho una barbaridad y que cómo se atrevía a hacer semejante acusación, aseguró que creía que lo iban a sancionar y tenía que defenderse.

Al margen del coronel Gómez, ¿qué es eso de la comunidad del anillo?

Hace referencia a unos hechos presuntamente ocurridos hace nueve años en la Escuela General Santander y que la Fiscalía investiga. No entiendo por qué han querido vincularme con estas denuncias que vengo a conocer ahora que son difundidas en los medios de comunicación. Para la época, ni siquiera me encontraba en Colombia porque era el agregado de Policía en México. (Lea: Exsenadora pide ayuda a Santos para que investigue persecución ilegal)

¿Cómo o de dónde surgió?

No lo sé. Eso es lo que esperamos que la Fiscalía, con su orientación, nos permita conocer por el bien de las familias de los cadetes, la institución y la sociedad.

¿No existen grupos de homosexuales dentro de la Policía?

Grupos, no. Asumo que hay integrantes con orientaciones sexuales diversas, tal cual lo ampara la Constitución. Pero aprovecho esta oportunidad para negar esas infamias y cobardes señalamientos que han afectado mi honra, mi dignidad y la tranquilidad de mi familia. Colombia sabe quién es el general Palomino.

Tercer tema general: ¿cómo es el asunto del encapuchado que lo acusó?

Hay policías que demuestran su inconformismo porque no han podido ascender a subintendentes. Soy totalmente solidario con ellos. Hay una expectativa que no han podido cumplir. El uniformado que se rodeó de encapuchados señalaba que era injusto que no los ascendieran a pesar de llevar tantos años en la institución. Nosotros requerimos un policía cada día más profesional. Y para mejorar ese nivel es que hacemos los concursos. Muchos no se presentan y no pueden ser promovidos.

¿Está vigente una norma según la cual un patrullero podía ascender a subintendente después de cinco años de servicio?

Sí, ese es uno de los requisitos, pero tiene que satisfacer otros; su desempeño, su condición física, participar en el concurso y realizar el curso de ascenso.

Otra acusación: ¿cómo explica los lotes que ha comprado?

Son dos lotes en Fusagasugá, de mil metros cada uno. Los compré en 2006, al valor comercial del momento. Me costaron 40 millones de pesos, y los pagué con ahorros familiares y cesantías de trabajo.

¿Por qué los compró?

Es un conjunto donde varios oficiales tienen propiedades. Algunos compraron más barato -en 25 o 30 millones- porque tenían el dinero. A mí me tocó esperar y ahorrar un poco más. (Lea: Los nueve puntos en la nueva agenda de seguridad del país)

¿Y los que adquirió en Sopó?

Encontré un lote en venta, pero la mitad era un pozo. Solo se puede aprovechar una parte para construir. Me costó 200 millones de pesos. Yo tengo 58 años y pienso que no son muchos más los años de trabajo que tendré. He pensado tener una vida tranquila cuando me retire, para reponerles algo a mi esposa y mis hijos del tiempo que les he sustraído por dedicarlo al servicio de los colombianos. Los compré con anticipos de cesantías, primas de navidad y vacaciones y ahorros familiares. Tengo soportada detalladamente cada transacción. He declarado mis propiedades como lo exige la ley.

Gral., el otro cargo, los seguimientos: ¿qué fue eso?

Eso nos tiene muy preocupados. Trabajamos intensamente para saber cuál es el origen de esos correos anónimos y la información enviada a las ilustres periodistas Vicky Dávila y Claudia Morales. No podemos permitir eso.

¿Está confirmado que hubo chuzadas?

En este momento, no puedo confirmar eso. Las investigaciones nos permitirán conocer la verdad sobre estas denuncias, a las que les damos toda la importancia que ameritan. Hemos determinado algunas cosas.

En su comunicado del martes, usted dice que podría haber relación entre el exoficial destituido por faltas disciplinarias y penales y el seguimiento...

Podría. A nadie le haremos señalamientos mientras no tengamos pruebas absolutamente fundadas. Jamás ordené ni ordenaría un seguimiento indebido a una persona, y mucho menos a un periodista. Asumí con el presidente Santos el compromiso de avanzar en las investigaciones hasta que todo se aclare.

¿Pero investigan concretamente a alguien?

A un subteniente que fue retirado por acumulación de sanciones. (Lea: ¿Qué pasa en la Policía?)

Para concluir: ¿por qué tantos cargos contra usted?

Durante 38 años, en la Policía no he tenido ningún señalamiento. Jamás. Ahora, al finalizar el año, cuando quizás algunos creen que es hora de mi partida, aparecen estas cosas.

¿Usted quiere irse?

No le pedí a Dios que me hiciera director. Lo único que le pido es que, en el tiempo que me corresponda hacerlo, me permita seguir cumpliendo con total decoro y efectividad.

¿Pero usted cree que le llegó el momento de retirarse?

El tiempo solo lo sabe Dios. Detrás de algunos de estos señalamientos hay infamias que quieren empañar una trayectoria y una vida limpia. Es una acción perversa, ruin e indignante. Mi cargo depende solo de la decisión del señor Presidente, del señor Ministro de Defensa y del afecto de los colombianos.

¿Pero es una campaña?

Claro que es una campaña, con señalamientos que quieren dañar a una persona que lo único que ha procurado en su vida es prepararse y ser efectivo en el servicio a los colombianos. El día en que me toque pasar al retiro, estaré con la tranquilidad de haber cumplido con el juramento de servir a la patria, y haberlo hecho bien y fielmente.

¿Le pediría al Presidente que no lo retire ahora en los cambios de cúpula?

Yo jamás le pediría al señor Presidente que esperara mientras limpio mi nombre. No. Mi nombre está en limpio desde que nací.

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO