'Salgo a defender la obra de gobierno del presidente Santos'

El ministro de Comercio presentará su renuncia al cargo este lunes para regresar a la política.

Foto: El Tiempo
Domingo 06 de Octubre del 2013

Sergio Díaz-Granados, quien acompaña al presidente Santos desde el comienzo de su gobierno, como ministro de Comercio, Industria y Turismo, renunciará mañana a su cargo, para salir a defender la obra de gobierno del mandatario, como presidente del partido de ‘la U’, o “desde la calle”.

En esta entrevista, el ministro hace un breve balance de la obra de gobierno y asegura: “Tenemos hoy un país mucho mejor que el que recibimos”.

Para confirmarlo, asegura que los hechos “son tozudos” y que “todas las cifras son mejores” en crecimiento económico, en inflación, en desempleo, en inversión extranjera, en exportaciones, en seguridad, en descenso de las cifras de miseria y de pobreza, en medición de la equidad, en desarrollo.

Refiriéndose a la posible aspiración del Presidente a la reelección, el Ministro dice: “Apoyamos esa determinación y vamos a trabajar por construir en los próximos años un país aún mejor que el que ya tenemos”.

Se niega a hablar como futuro presidente del partido de ‘la U’, pero acepta un parangón deportivo que EL TIEMPO le plantea y responde sin vacilación: “Si yo fuera José Pékerman, el técnico de la Selección Colombia, aspiraría a ganar por goleada e ir a la Copa Mundo”. Dice que en la política, “el peor consejero es el miedo”. Y sentencia: “Salgo a defender el gobierno del presidente Santos, y esa no es tarea difícil”.

Hace, además, una rigurosa defensa de los TLC.

Sectores agrarios, concretamente campesinos, señalan los TLC como responsables de la crisis del campo en Colombia. ¿Eso es así?

Eso no es cierto. Por ejemplo, la papa: Colombia no importa papa fresca. Hay importaciones de papa industrializada que no alcanzan ni el 0,7 por ciento del total de la producción nacional. A pesar de esto, el Gobierno el viernes tomó la decisión de imponer salvaguardias a algunos productos afectados por precios bajos.

¿A qué adjudica que los productores reciban tan bajo precio?

Algunos costos de producción están distorsionados y afectan los ingresos del productor, y es lo que la mesa del Pacto Nacional Agrario está buscando resolver.

¿Pero hay un problema de productividad en el campo?

Sí. El problema no es totalmente de la puerta de la finca hacia dentro, sino también de la puerta de la finca hacia fuera, y es una tarea en la que estamos rezagados, un pendiente acumulado de décadas, agravado por la violencia.

En el caso de la leche, ¿las importaciones no afectan nuestra industria?

Colombia tiene el cuarto hato ganadero a nivel de América Latina, undécimo a nivel mundial, pero la productividad en leche es la número 93 en el mundo. Eso es bajísimo: hay un problema implícito en la forma como produce el sector. Hay que ayudar a mejorar su productividad, y eso, entre otras acciones, significa darle mejor tecnología, reducir los costos de energía y de combustible, mejorar la red de vías terciarias y reducir el costo de los agroquímicos. Es totalmente injusto y absolutamente equivocado tratar de recostarles el atraso que tiene el país en materia de productividad a unos acuerdos comerciales, muchos de los cuales apenas comienzan y cuyo efecto en las importaciones es nulo.

Pero los TLC van sin duda a crear competencia…

Por supuesto que crean competencia, pero también crean múltiples oportunidades a los productores colombianos en los mercados externos, y dado que hay productos sensibles a la competencia, a estos se les ha dado mayor protección. Por ejemplo, para la leche en el TLC con Europa, la protección es de casi 20 años y tiene hoy arancel del 98 por ciento, que es el máximo nivel posible.

Usted acompaña al presidente Santos desde el comienzo de su gobierno. No parece contento de retirarse del gabinete. ¿Se va satisfecho?

En el servicio público se alcanzan hitos, pero la tarea siempre estará inconclusa. Mis metas en el gobierno creo que se alcanzaron. Ejemplos: se ha triplicado la inversión extranjera; comenzamos el 2010 con 6.800 millones de dólares, y el año pasado estábamos en 15.800 millones de inversión extranjera directa. Eso es casi tres veces lo que encontramos cuando llegamos al gobierno. Recibimos las exportaciones no mineras en el 2010 rozando los 13.000 millones de dólares y llegamos en el 2012 a 16.000 millones. Este año vamos a cerrar por encima de los 19.000 millones de dólares. En turismo, nos fijamos la meta de 4 millones de visitantes extranjeros a 2014, y este año vamos a llegar a 3.600.000.

El Ministerio acaba de eliminar aranceles para la importación de agroquímicos, fertilizantes y medicinas. ¿Cómo controlarán que eso beneficie a los campesinos?

Habrá comités de seguimiento y fomento a la competencia. No más monopolios. Tiene que haber más productores asociados y más gente importando.

En general, la opinión pública siente que usted lo está haciendo bien en el Ministerio. Si es así, ¿por qué se va?

Porque a este gobierno le faltan pocos meses para cumplir su ciclo, y yo creo que le soy más útil hoy al presidente en la calle, defendiendo lo que él ha liderado. Hay muchísimos indicadores positivos económicos y sociales que debemos defender ahora, cuando los ciudadanos se disponen a tomar su decisión para formar el gobierno para los próximos cuatro años. Para que el país siga el sendero que tiene de reducción de pobreza, de crecimiento económico, a pesar del entorno internacional. Me siento en la obligación de defender lo que hemos construido. Me siento comprometido con el Presidente.

El partido de ‘la U’ tomó la decisión de ofrecerle su presidencia…

Le pedí al presidente Santos que me deje retirar porque quiero defender la obra de su gobierno. ¿Desde dónde? Desde donde sea. No puedo decirle hoy si voy a estar o no en la presidencia del partido de ‘la U’. Lo que le puedo decir es que mañana lunes le presentaré al Presidente mi renuncia. Quiero irme a la calle a defender su obra de gobierno. Creo que cumplí mi ciclo en el gobierno y me siento satisfecho de haber cumplido la tarea.

¿Siente melancolía de retirarse del Ministerio?

Uno debe amar lo que hace. Le respondo con toda la franqueza que me da melancolía, porque desde el 7 de agosto de 2010 hasta la fecha he amado lo que he hecho con toda intensidad y tuve un equipo de gente alrededor absolutamente comprometido con la tarea. ¿Melancolía de irme? Por supuesto que sí, pero entiendo también que le sirvo más al Presidente por fuera del Gobierno. El país tiene que tomar decisiones, en marzo y mayo, sobre qué quiere ver en los próximos cuatro años, y yo quiero estar ahí para explicarles a los ciudadanos que hicimos lo correcto y que podemos hacer mejores cosas en los próximos años.

¿Usted cree que será un buen comunicador de las cosas que ha hecho el Presidente para apoyar su reelección?

Espero que sí. Se verá el año entrante.

Si el Presidente anuncia que aspira a la reelección, ¿usted lo apoyaría?

Sí.

¿Es fácil o difícil defender la reelección del Presidente?

No es difícil. Las cifras son tozudas: la economía ha crecido, se ha generado más empleo en los últimos tres años que nunca antes, tenemos las mejores cifras macroeconómicas, hemos reducido la pobreza, ha crecido la clase media, tenemos uno de los indicadores de miseria más bajos de la historia, hemos avanzado en seguridad, ha crecido la inversión extranjera, los precios están controlados. En el exterior hay una gran confianza en Colombia y en los colombianos, por lo que nos invitan a hacer parte de la Ocde. No hay duda de que el país está hoy mejor de lo que estaba cuando llegamos al Gobierno. Es fácil defender la obra de este gobierno. Sobre esos hechos ciertos, no falsos. Y podemos construir una mejor Colombia en los próximos cuatro años.

¿Por qué dice que el país es mejor hoy que el entregado por el anterior gobierno?

Ahí están las cifras y los hechos. Nadie apostaba un peso por un TLC con EE. UU. o con Europa, nadie apostaba un peso por el crecimiento de las exportaciones colombianas, nadie apostaba un peso porque recuperáramos la cartera –más de mil millones de dólares– que se quedaba enterrada en Venezuela, nadie apostaba por bajar el desempleo, ni por el crecimiento de la economía. Por supuesto que todavía hay retos y hay muchas materias pendientes a las que tendremos que dedicar la atención, pero yo creo que hoy los avances sociales y económicos son suficientemente positivos como para salir a defenderlos. Hoy tenemos un país mucho mejor que el que teníamos hace cuatro u ocho años.

¿No le da miedo que el partido de ‘la U’ pierda?

Sobre el partido de ‘la U’ daré mis opiniones cuando me retire del Ministerio. Pero, igual, creo que el peor consejero en política es el miedo a perder unas elecciones. Lo mejor para ganar es estar convencido de lo que se propone. Si alguien va a unas elecciones y tiene miedo de perder, comienza a tomar las peores decisiones en su vida. Uno no puede obsesionarse con ganar ni tener miedo a perder.

¿Usted es conciliador?

Siempre será mejor un buen arreglo que un mal pleito, como dicen los abogados. Pero no concilio principios. Esa ha sido y seguirá siendo mi conducta.

¿Cuáles serán sus metas inmediatas como presidente del partido de ‘la U’?

Esa pregunta no la respondo porque aún soy ministro de Estado y no quiero tener dificultades con los organismos de control.

Le hago una pregunta deportiva: si a uno lo nombran presidente o director de un equipo que es campeón, ¿no da temor no lograr mantenerlo en el primer lugar?

Le respondo también en términos deportivos: el 11 de octubre juega Colombia con Chile. Si yo fuera Pékerman, haría todo lo posible, como seguramente él lo hará, de llevarlo al mundial. Es cierto que Colombia puede ganar o puede perder. Pero si fuera Pékerman, quiero ganar y llevar al equipo al campeonato del mundo. Le voy a decir algo con toda la franqueza: uno debe querer ganar, pero no a cualquier costo, no con cualquier método. Yo creo que ahí es donde hay que aferrarse a las creencias y principios y no dejarse asesorar por el miedo a perder.

¿La antítesis del miedo a perder es la seguridad de ganar?

Más que la seguridad de ganar, es ganar de manera correcta.

¿Y eso es posible si usted fuera director técnico?

Claro, y miraría, como lo hizo Pékerman, cómo armar la mejor selección, cómo es el partido, quiénes son los rivales. Miraría todo.

Obviamente, para ganar.

Así es.

¿Puedo decir que así será en la política?

No hemos hablado de política, y no pienso hablar de política hasta que salga del Ministerio. Solo le digo: si estuviera en los zapatos de Pékerman, haría todo lo posible por ganar el partido el viernes. Llevar al equipo hasta la victoria, porque para eso es el director… ¡Y ojalá por goleada!

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO