'Supermán es un antihéroe': Chespirito

Roberto Gómez Bolaños fue el creador de personajes como 'El Chavo del Ocho', 'EL Chapulin Colorado', el 'Doctor Chapatín', entre otros.
Foto: El Tiempo
Domingo 28 de Junio del 2009

Si alguien se acerca a Roberto Gómez Bolaños con la idea de que hallará en él a un actor, a un cómico o a un humorista, se habrá equivocado de principio a fin.

El conocido Chespirito es mucho más que eso: es un filósofo. Y sus más populares personajes son héroes humanos, no sobrenaturales, que transmiten toda la filosofía de solidaridad, de convivencia, de amor, de humildad y de perdón que inspiran a su creador.

El Chapulín Colorado de Gómez Bolaños -un mexicano de 80 años, que inició su vida profesional como publicista a pesar de haber estudiado ingeniería- es por excelencia un mensajero de bondad, de ayuda y de esperanza; auxiliador de los pobres y los desposeídos, de la gente que parece haber perdido toda ilusión.

Sus patéticos miedos y temores los transforma, "sin querer queriendo", en valerosas posiciones que lo convierten en paladín de la justicia y en adorable campeador: sin condiciones sobrehumanas, sino con las simples armas de sus ideales y de sus amores.

Chespirito está en Colombia presentando, con su grupo de teatro, su obra 11 y 12, en la que interpreta a un humilde conductor de camiones que pierde los testículos en un accidente, lo que le origina penosas y simpáticas situaciones.

YAMID AMAT: Primero, una curiosidad: ¿por qué todos sus personajes tienen un nombre que comienza con la letra ch: Chapulín, Chavo, Chapatín, Chaparrón, Chómpiras?

ROBERTO GÓMEZ BOLAÑOS, 'CHESPIRITO': Fue casual. El primer director de cine que llevó a la pantalla un argumento mío me halagó tanto que me dijo que yo era una especie de "pequeño Shakespeare". Desde entonces, todos mis compañeros comenzaron a llamarme 'Shakespirito'. Yo lo castellanicé y lo dejé como Chespirito. Y me gustó la Ch.

 

¿Y cómo nace su Chapulín Colorado?

Yo era guionista, escritor, literato, publicista y tenía en mente un personaje que quería bautizar con un nombre que identificara a México. Y se me ocurrió Chapulín.

¿Por qué Chapulín identifica a México?

La palabra es náhuatl, el idioma de los aztecas; el nombre del gran parque de Chapultepec, en Ciudad de México, se origina en los chapulines. Chapultepec quiere decir el cerro de los chapulines.

¿Qué es un chapulín?

Un grillo, un saltamontes.

¿Y por qué le gustó el nombre?

Me sonaba bonito. Y era formidable para el personaje que estaba ideando: un héroe, con antenitas como las de los saltamontes...Yo quería crear un personaje que fuera una sátira a los Supermán y a los Batman. Pensé primero en el nombre Chapulín Justiciero, con uniforme o leotardo verde. El color similar al del saltamontes. Pero el verde y el azul no permiten usar el efecto chroma key de televisión (fondos falsos) y los dos colores fueron descartados. El blanco es un color muy complicado y el negro es muy fúnebre.

¿Y cómo escogió finalmente el rojo?

Por eliminación: blanco, no; negro, no; azul, no; verde, no; entonces sólo me quedaba rojo. No me gustó el nombre de Chapulín Rojo. Pensé que si lo ponía Colorado no sólo era más eufónico, sino que recordaba aquello de "colorín colorado este cuento se ha acabado". Y así nació el Chapulín Colorado.

¿Por qué dice que el Chapulín es una sátira a Batman y a Supermán?

Porque así es. Cuando me preguntaban que si proyectaba crear un antihéroe, yo decía que no, que crearía un héroe; antihéroes son Supermán y todos los demás.

¿Cómo así?

Por ejemplo: si Supermán es capaz de detener en vuelo en el espacio un asteroide que va a chocar con la Tierra, no es un héroe. Es que quien puede hacer eso puede hacer lo que quiera, puede enfrentarse al problema físico que quiera. Ese no es un héroe. Es una caricatura de un ser inexistente e imposible. El Chapulín, en cambio, es un ser humano que enfrenta todas las crisis, incluyendo el más humano de todos los problemas: el miedo. El Chapulín siente un temor enorme, pavor a todo, pero lo vence. ¡Derrota su miedo y ahí se convierte en héroe! No es héroe el que carece de miedo.

Lo es quien lo siente, lo enfrenta y lo supera. El Chapulín no se enfrenta a alguien que quiere destruir el mundo, sino que ayuda a la señora del hogar, que no tiene quien la auxilie, a lavar los trastos, a limpiar la casa. En ocasiones, tiene que enfrentarse a poderes muy grandes y lo hace, pero no siempre gana, porque los seres humanos a veces ganan y a veces pierden.

¿Por qué el Chapulín es medio torpe?

Como todos nosotros. A veces torpes, a veces débiles, a veces incautos.

¿Y cómo surge ese "ahora, quién podrá defendernos"?

Eso es lo que distingue a unos seres humanos de otros; Gandhi se enfrentó a un imperio tan poderoso como el británico, para defender a su pueblo; Luther King se enfrentó a otro poder tan fuerte como el blanco, para defender a los negros. Lawrence enfrentó a los turcos, para defender a los árabes. Y así hay multitud.

A usted uno que otro lo ha acusado de representar violencia. ¿Es así?

Tal vez en el Chavo, don Ramón le daba un coscorrón al muchacho con más frecuencia de la debida. Pero mire: la violencia no se puede ocultar, existe. Inclusive, a veces resulta benéfica en sus efectos, cuando genera sentimientos de solidaridad con el que sufre, con el débil, con el deficiente, con la víctima. Hay violencia cuando ponen una corona de espinas, pero ese acto provoca el amor de la gente y eso genera sentimientos de solidaridad. Ese tipo de violencia, que genera ese tipo de sentimientos, se debe poner en el teatro, en el cine, en cualquier espectáculo.

Usted, con todo el respeto, ya no está en edad de representar al 'Chapulín'. ¿Lo va a matar?

Alguna vez pensé hacerlo, con un acto heroico, pero tengo una hija que es maestra, psicóloga, y me hizo reflexionar sobre lo peligroso que sería eso.

¿El Chapulín seguirá viviendo eternamente?

Sí. Es mucho mejor eso.

¿De dónde proviene su genialidad?

Edison dijo que la genialidad procede en un uno por ciento de inspiración y en un 99 por ciento de transpiración; es decir del trabajo, de escribir.

Colombia y México han enfrentado problemas similares por el narcotráfico. ¿No habrá un 'Chapulín' que ayude a combatir la droga?

Sí. ¿Y ahora quien podrá defendernos? Son todos los norteamericanos quienes podrán hacerlo, si dejan de consumir.

¿Le gusta la propuesta de despenalizar la droga que recientemente hicieron los ex presidentes Gaviria, de Colombia; Zedillo, de México, y Cardoso, de Brasil?

Puede ser: se reduciría el número de asesinatos, porque la guerra entre ellos es la más cruenta. Tiene el problema de que podría facilitar y hasta promover el consumo. Hoy, existen muchas drogas nuevas que están reemplazando la cocaína y, desgraciadamente, uno de los laboratorios de prueba es el deporte; casi todos los deportistas usan sustancias anabolizantes. Es difícil encontrar un gran campeón que no se haya fortalecido de alguna manera con algo similar.

A pesar de los constantes enfrentamientos entre Estados Unidos y México, ¿por qué ningún personaje suyo enfrentó el tema?

El Chapulín no se enfrentó a extranjeros nunca; tampoco los villanos eran de otra raza, de otra religión o de otra sexualidad; nunca satirizó el homosexualismo o el bisexualismo. Evito siempre 'ismos' como esos o el fanatismo. A mí ahora me molesta, soberanamente, ver el apasionamiento en el fútbol, que fue mi gran diversión. El fútbol ya no es el juego con la pelota que era antes; ahora son gritos y llanto, insultos y violencia. Eso es estúpido. ¿Vio cómo despedazaron a Barcelona después de la victoria sobre Manchester? ¿No acabaron con el centro de Santiago de Chile cuando golearon a Bolivia? Todo fanatismo es pernicioso, es peligroso, es dañino. Fanatismos inconcebibles como el religioso o el antirreligioso. Yo soy católico, estudié con los maristas y la instrucción me pareció excelente, pero el miedo al infierno que nos inculcan hace daño; a mí me hizo daño. No es bueno buscar a Dios por miedo al fuego y al sufrimiento eterno. Eso es tremendo.

¿Recuerda cómo lo amenazaban con el infierno?

Cuando salía de confesarme o algo así, me prohibían hasta mirar a una mujer. Yo salía de la iglesia, veía una muchacha de buen cuerpo y si la seguía viendo ya era pecado. Poco a poco, fui cayendo en la cuenta de que eso no podía ser así.

¿El Chapulín nunca odió?

No. Ni odio ni venganza ni rencor. Una vez me llamaron a hacer la adaptación de una película. El argumento era el niño que ve matar a su padre y jura venganza. Y la historia llegaba hasta cuando el niño, ya adulto, lograba vengarse. Yo le dije al productor que aceptaba con una condición: que al final haya perdón en vez de venganza. Me dijeron que estaba loco. Entonces, la rechacé. Se corrió la voz sobre mi actitud. Poco después, el director me llamó y se hizo la película como yo había pedido. Sí había crueldad, pero al final perdón. Lo noble, la parte buena, no es la venganza; son la reflexión y el perdón. Esa película tuvo un éxito increíble.

¿Usted diría que sus obras, más que guiones, son pequeños tratados filosóficos?

Sí. Y no es tan complicado. Simplemente, no ir al lado extremo. Es muy fácil explotar el dolor, la angustia; lo hacen el periodismo escrito, el radiofónico, el televisivo. Las noticias truculentas son las que más venden. Eso explica la violencia de las telenovelas y sus excesos de llanto y de pornografía. Vuelvo al caso del fútbol, porque se deja contaminar de esa locura de la violencia. Estoy renunciando al fútbol. No volveré. Sólo miraré los resultados para enterarme de quién ganó.

¿Y por qué la renuncia?

Por la violencia que hay, que encierra, que refleja y que, desgraciadamente, está enseñando a todos los niños del mundo. No conozco a un solo futbolista profesional o aficionado que no sea tramposo, mentiroso y farsante. No existe ninguno; todos lo son.

¿Tramposos?

Caen al suelo como si los hubieran asesinado.

¿Mentirosos?

Engañan al árbitro.

¿Farsantes?

Fingen lesiones, simulan dolor. Yo fui futbolista y tengo muchos amigos futbolistas y todos han terminado por darme la razón: no hay quien no finja una falta del rival, no jale la camiseta, no empuje, no dé un codazo, etc. Hasta hay un chiste: Le dice un técnico al jugador: "Usa los brazos para los golpes". Y el jugador responde: "¿Cómo? ¡Para eso están las piernas!

¿Usted es hincha de qué equipo?

Del América, del Distrito Federal.

¿Rojo o colorado?

No. Amarillo y azul.

¿Por qué no escribe sobre fútbol?

Estoy dedicado a escribir. Prosa y poesía.

¿Poesía?

Van a lanzar en los próximos días, aquí en Colombia, tres libros con mis poemas.

¿Cuál prefiere?

Todos. Pero hay uno que me estremece cada vez que lo declamo. ¿Lo quiere oír?

Te vas a morir, minero.
Terminó el pequeño y triste tiempo en que solo fuiste morador de un agujero.
Se puede expresar, empero,
una sentencia segura:
que en tu morada futura
no habrá gran diferencia,
pues la mina fue en esencia
tu primera sepultura.
Ese fue tu triste sino:
Al perforar socavones
fueron tus mismos pulmones guarida del asesino.
Polvo caro...polvo fino...
polvo malo...polvo artero....
Y vas a morir, minero,
Sin saber que quien te mata
es el polvo de la plata
que nunca fue tu dinero.