‘No hemos podido tener un encuentro con la ministra’: Paula Acosta

La presidenta ejecutiva de Acemi, asegura que el diálogo es la base de toda transformación.

Foto: El Tiempo
Domingo 09 de Octubre del 2022
Las Entidades Promotoras de Salud (EPS), representadas en la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), se lanzan en defensa de su gestión y claman por su no eliminación.

Paula Acosta, presidenta ejecutiva del gremio, admite la conveniencia del sistema de un médico familiar, pero sin que ello suponga la desaparición o el marchitamiento de las EPS. La funcionaria fue viceministra de Hacienda, subdirectora de Planeación Nacional, viceministra de Seguridad Social. Es ingeniera industrial de la Universidad de los Andes, en donde también se graduó en ciencia política. Tiene estudios de maestría de la Universidad de Gorgetown y de administración pública de la Universidad de Syracuse.

Inicia su diálogo con este cronista formulando una rotunda defensa de la cobertura universal del Sistema de Salud. Ese - dice- es uno de los logros más importantes de Colombia en construcción de equidad. Liderado por el Gobierno, este resultado es producto del trabajo conjunto de aseguradores, prestadores, usuarios y personal de salud. En Colombia se ha logrado una cosa que pareciera increíble: garantizar con cerca del 8 por ciento del PIB uno de los planes de beneficios más amplios del continente, que es igual para todas las personas sin importar su capacidad de pago. En 30 años pasamos del 25 por ciento de cobertura a casi el 99 por ciento.

¿Cuántas EPS hay en Colombia?

32

¿Cuántas han sido liquidadas desde la creación del sistema?

Muchísimas, más de 200.

De las 32 EPS, ¿cuántas tienen capacidad técnica?

Hay 11 que tienen medida de vigilancia. Eso quiere decir que la Superintendencia de Salud dice: "Acá hay problemas en los indicadores financieros".

¿Quiere decir "intervenidas"?

No necesariamente. Están en observación. Tienen que cumplir unos requisitos financieros y técnicos para funcionar y tienen un plazo para cumplirlo. Todas las EPS afiliadas a Acemi, que cubren a 34 millones de usuarios, están cumpliendo adecuadamente.
 

Pero los medios observamos que hay muchas quejas...

En el sistema de salud siempre hay quejas. Si bien quisiéramos que fueran cero, son menos del 1 por ciento de todas las atenciones prestadas.

¿Usted no cree que hay demasiadas EPS?

Yo creo que este es un sector que se tiene que terminar de consolidar. Vamos hacia un escenario con menos EPS, pero más sólidas.

Pero mientras ustedes afirman que están avanzando hacia el fortalecimiento de las EPS, la ministra de Salud, Carolina Corcho, anuncia un virtual marchitamiento de las EPS, por no decir, eliminación. ¿Qué le parece eso?

Nos parece una muy mala idea.

¿Por qué?

Porque las EPS tienen una capacidad institucional que no es fácilmente replicable. Durante los 30 años que han funcionado se ha generado una experiencia sobre cómo atender las necesidades en salud de la población colombiana y proteger el bolsillo de las familias ante una enfermedad. Para esto, la labor de una EPS no es solamente contratar con clínicas, hospitales, o especialistas, es un complejo de proveedores que van desde call centers para agendar las citas hasta ambulancias aéreas. Esta es una labor logística muy compleja, pero el valor agregado más importante es gestionar el riesgo en salud, esto implica conocer y anticipar de qué nos vamos a enfermar, definir las mejores rutas de atención y monitorear el estado de salud de los enfermos.

¿Pero es verdad que sin EPS las cosas funcionarían mejor?

No. En Colombia hay regímenes especiales como el de maestros y Fuerzas Militares, en donde no hay EPS. Lo que uno ve es que son mucho más costosos, tienen más quejas y no necesariamente mejores resultados en salud.

¿Qué riesgos corre el servicio de salud del país si liquidan las EPS?

Generar deudas billonarias que les quedan a prestadores y proveedores de salud. En este momento el 80 por ciento de las deudas a prestadores de más de 60 días son de EPS liquidadas o en medidas de vigilancia especial.

¿Y eso quién o qué lo paga?

Eso no lo paga nadie. Esos platos rotos les quedan a los hospitales, laboratorios y demás proveedores. Imagínense lo que puede ocurrir en Colombia si se liquidan todas las EPS. Cuando usted afecta las finanzas de los prestadores, pues también afecta las finanzas de los trabajadores y afecta el acceso de los usuarios a servicios de salud. ¿Qué pasa cuando una clínica se quiebra? Pues sale del mercado y hay menos prestación de servicios para los colombianos.

Pero la idea, en general, de la ministra de Salud en el sentido de crear un sistema de médico familiar, ¿no le parece buena?

Nos parece buenísima y ese es uno de los objetivos que acompañamos. Nos parece que el médico familiar permite mejorar la atención en el primer nivel de salud. Ese es un objetivo que compartimos con la ministra y en lo cual todos tenemos que trabajar. El jueves pasado, en un foro en Cali, organizaciones médicas y sociedades científicas decían que en Colombia el médico general resuelve el 20 por ciento de los casos de salud, pero podría resolver hasta el 80 por ciento. Entonces tenemos que fortalecer ese primer nivel, el médico familiar, el médico general y las enfermeras, que son parte fundamental de toda la prestación de servicios de salud.

Entonces, ¿usted sí está de acuerdo con la propuesta de la ministra?

Yo estoy de acuerdo con la propuesta de la ministra de fortalecer la atención básica en salud. Pero, para eso usted no tiene que eliminar las EPS. El sistema que propone la ministra no es contrario ni choca con la idea de las EPS. De hecho, algunas de los agremiados en Acemi, le doy el caso de Sura, tiene una integración con un primer nivel de servicios de salud que funciona muy bien.

¿Los dos sistemas se complementan?

Claro. Si uno tiene un mejor nivel primario de salud, puede hacer mucho mejor la gestión de riesgo, que es la tarea fundamental de las EPS. Una muy buena atención primaria en salud logra identificar riesgos oportunamente y obtener mejores resultados que se traducen en mayor calidad de vida para la población.

¿Se podrían llegar a un acuerdo entre las EPS y la señora ministra de Salud sobre lo que podría ser el futuro de la salud de Colombia?

Claro, Yamid, esa es nuestra apuesta. Creemos en ese diálogo amplio que ha propuesto el Gobierno del presidente Petro; en aportar nuestra experiencia de 30 años, en donde Colombia ha mejorado sistemáticamente los resultados en salud, ha cerrado las brechas por región, por sexo. Posiblemente no tanto como quisiéramos y ese es un reto permanente.

¿Usted ha tenido ocasión de plantearle estas ideas a la señora ministra?

No, no hemos podido.

¿No ha podido hablar con ella?

No, señor.

¿Y eso?

Temas de la agenda de la ministra.

¿Usted la ha llamado?

Yo llamo semanalmente a la secretaria privada de la ministra, y me dice que va a revisar la agenda.

¿Y no la ha recibido?

No, señor.

Pero ese diálogo parece indispensable...

Mire, yo creo que la comunicación es la base de toda transformación sostenible.

¿Y dieron alguna razón sobre por qué la ministra se niega a recibirla?

No. Nos han dicho que no han encontrado espacio en la agenda para recibirnos.

¿Y a qué atribuye usted esa posición?

Pues, yo quisiera preguntárselo a la ministra cuando nos veamos, porque acá hay una vocación profunda de querer trabajar de la mano del Gobierno. Representamos a 34 millones de personas y aún no hemos podido tener una conversación. Estamos ahora, por ejemplo, en el tema de presupuesto. Tenemos los argumentos técnicos de por qué se requieren más recursos para financiar la UPC (Unidad de Pago por Capitación, que es lo que el Gobierno paga a las EPS por cada afiliado). Si este es el gobierno del diálogo, pues tenemos que tener canales de diálogo en diferentes niveles. Tenemos que tener diálogos técnicos sobre la operación actual del sistema y otros sobre la propuesta de reforma. Desde nuestra perspectiva, eso se hace aprovechando y evolucionando como EPS, pero no dando pasos para atrás.

¿Pasos para atrás?

Claro, desconocer el aporte que han hecho los aseguradores en el sistema de salud es un diagnóstico incompleto. Cuando usted tiene que tomar decisiones que afectan la vida de todos los colombianos, pues las decisiones tienen que ser sustentadas, argumentadas, ponderadas y técnicas. Y esa es la conversación que queremos abrir. El Congreso de la República ya está en la apertura de espacios muy importantes. Con el Gobierno ese diálogo no ha empezado. Estamos listos para que empiece. Hay que construir colectivamente, hay que generar confianza.

¿Cree que las personas están de acuerdo o en desacuerdo con eliminar las EPS?

En desacuerdo. Eso lo muestran varias encuestas. La más reciente es un sondeo del exsenador Antonio Navarro, en donde preguntó: ¿Está de acuerdo con acabar las EPS, como lo propone Minsalud? Y el 70 por ciento de los colombianos dijo: "No".

Si las EPS llegaran a marchitarse, ¿qué riesgos corre el país?

Devolvernos en materia de equidad y pobreza.

Pero la creencia general de que las EPS son un buen negocio, ¿no es cierta?

Mire, las EPS son un gran negocio social para este país.

Pero económico también...

Las utilidades de la EPS de Acemi están entre el 1 por ciento y el 3 por ciento. Ese es el dato oficial de la Superintendencia del año pasado. Otras tuvieron pérdidas que asumen los accionistas, no el Estado. Otros actores como los prestadores tuvieron ganancias en 2021 por más de $5 billones.

¿Qué quiere decir negocio social?

Significa que generan unos grandes beneficios para la sociedad en términos de equidad, productividad, progreso social, empleo, resultados en salud y protección financiera para los hogares. Recuerde la pandemia. Sin salud nada funciona.
Pero, en general, el sistema necesita ajustes, ¿no le parece?

Sí. Necesitamos alinearnos todos los actores en torno a los resultados en salud. Si hay mejores resultados, se benefician las EPS, pero también esos beneficios tienen que llegarles a los prestadores, a los médicos y al personal de salud. Segundo, tenemos que tener un sistema de salud sostenible financieramente. No es gratis que tantas de estas EPS se hayan liquidado. Acá hay un problema estructural de financiamiento en donde se requieren más recursos para atender adecuadamente las necesidades de salud de la población. Tenemos que desarrollar más infraestructura y capacitar más talento en salud. Fortalecer la oferta pública y generar mejores condiciones para los trabajadores de la salud, y fortalecer los sistemas de información.

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO