‘Respeto a los derechos humanos y transparencia serán dos de mis prioridades’


El general Luis Mauricio Ospina, nuevo comandante del Ejército Nacional, habla con Yamid Amat. 

Foto: El Tiempo
Domingo 28 de Agosto del 2022
Retirar simultáneamente a 46 generales del Ejército y la Policía es una decisión que debe ser no solo dolorosa tanto para quien la ordena como para quien la obedece, sino que supone un relevo masivo que rompe la tradición de las dos instituciones. En la ultima semana fueron llamados a calificar servicios por antigüedad 24 generales del Ejército, para dar paso al nombramiento del general Luis Mauricio Ospina como nuevo comandante del Ejército.

El alto oficial, con 35 años de carrera militar, ejercía como director de la Escuela Superior de Guerra cuando fue nombrado para comandar el Ejército.

El general Ospina cursó un diplomado en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario en la Universidad Nueva Granada, y esa condición seguramente incidió para determinar su nombramiento. También obtuvo una maestría en Seguridad y Defensa Nacionales en la Escuela Superior de Guerra. Estudió, además, Alta Gerencia en la Universidad Javeriana. Su diálogo con este periodista para EL TIEMPO.

¿Usted esperaba ser designado por este gobierno comandante del Ejército?

Como soldado de la patria, es un sueño que siempre se tiene.

Pero, para que usted fuera nombrado, se sacrificaron muchos generales...

Todos tenemos justas aspiraciones, pero si lo miramos en el contexto militar, que es una comunidad jerárquica, todos vamos por escalones y años. De mi curso quedamos siete y otros generales se van porque son más antiguos que yo. Es una cuestión de jerarquía interna y organización interna.

En total fueron retirados 24 generales solo del Ejército...

Todos tenemos el sueño de ascender, pero a veces no se da. Siempre hay una dinámica interna propia de los procesos de talento humano.

¿Hasta qué punto un general puede tener ideas políticas frente a quien es el Presidente de la República?

Es una obligación para nosotros entender y estudiar la política. Finalmente, quien asesora al señor Presidente en seguridad y defensa somos los militares. No participamos en política, pero sí conocemos y entendemos de la política.

Cuando el presidente Petro y su ministro de Defensa decidieron semejante revolcón en los mandos militares, ¿usted fue consultado?

No, porque la decisión se da a nivel del señor Presidente y el señor ministro. El señor Presidente es el comandante en jefe de toda la Fuerza Pública y, seguramente, en su momento, le pusieron todas las hojas de vida a su consideración y basado en eso toma una decisión. Somos una democracia y eso determina esa situación. No nos escogemos a nosotros mismos para esos cargos. Eso depende del Presidente.

¿Qué piensa del presidente Petro?

Es la persona a quien le corresponde gobernar, porque el pueblo así lo quiso, y así lo vamos a acompañar.

Pero ¿qué piensa de su política?

Es un tema en el que yo no debo inmiscuirme, porque no es una opinión personal, sino una institucional. ¿Y a mí como soldado qué me corresponde institucionalmente? Cumplir la Constitución y la ley. ¿Qué dicen la Constitución y la ley? Que el Presidente es el comandante en jefe de las Fuerzas Militares, y yo, como comandante del Ejército, voy a acompañar las intenciones del Gobierno.

Pero uno de sus antecesores, el general Eduardo Zapateiro, no pensaba igual...

Nosotros no opinamos de nuestros superiores.

El general Zapateiro prefirió retirarse antes de recibir una orden del presidente Petro...

Son decisiones personales. Él acompañó a un gobierno como lo voy a hacer yo ahora.

¿Y le parece que estuvo equivocado?

Le repito: los militares no opinamos sobre decisiones de nuestros superiores.

Usted no es partidario de que los altos oficiales sean deliberantes...

Para asesorar no necesitamos deliberar.

¿Qué es lo que está pasando en el Ejército, por qué tantos generales retirados?

Tres aspectos son fundamentales: la estructura jerárquica de la institución, la dinámica del talento humano y el relevo generacional.

¿Por qué tantos generales del Ejército fueron llamados a calificar servicios?

Esto no es exclusivo de nuestra Fuerza; además, algunos, antes de comunicarse la nueva organización, ya habían solicitado su retiro por voluntad propia. En este momento se están realizando los procedimientos administrativos y hasta tanto no finalicen no se puede hacer referencia a un número exacto. Lo que sí quisiera destacar es el agradecimiento institucional para ellos y sus familias.

¿Cree que hubo influencia política en el retiro de generales?

Como ya lo conversamos, la decisión sobre quiénes conforman la cúpula militar es potestad del señor Presidente de la República. Es él el comandante supremo de las Fuerzas Militares. Y de su escogencia se deriva la estructura organizacional, la cual obedece a los análisis de necesidades de la Fuerza y tiempos de servicio, lo que denominamos antigüedades en el grado, entre otros.

¿No se crea una inestabilidad en el generalato del Ejército como consecuencia del masivo retiro de generales?

No, la estructura de la organización permite que se puedan llevar a cabo los relevos; todas las personas son muy importantes para la institución, pero también sabemos que nuestras dinámicas internas establecen una línea de carrera que garantiza la continuidad en el cumplimiento de la misión.

Recién fue designado comandante del Ejército, usted dijo que tendría una especie de trípode para cumplir su misión...

Serán las tres libertades que le van a dar tranquilidad al pueblo. No es iniciativa mía. Es lo que reza la seguridad humana. Eso sería desarrollo social sostenible, vivir sin miedo, vivir con libertades.

El presidente Petro ha dicho que él no quiere un Ejército para la guerra, sino para la paz. ¿Usted lo va a transformar hacia allá?

No hay necesidad de transformarlo. Nosotros siempre aspiramos a la paz. Los soldados juramos bandera y nos comprometemos con la paz. Los ejércitos lo que hacen a nivel mundial es generar disuasión. Nosotros existimos para salvaguardar y proteger a la ciudadanía.

¿Cómo es el tema de la suspensión de bombardeos?

El señor ministro de Defensa reiteró que los menores de edad en el conflicto son víctimas. Las operaciones del Ejército en coordinación con la Fuerza Aérea se realizan en el marco de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, por ello se procura que cuando se lleva a cabo se tenga una inteligencia efectiva acatando los tratados internacionales.

Pero los bombardeos continuarán...

Tenemos unas capacidades, tenemos unas amenazas y una misión que cumplir en el marco de la Constitución y, reitero, con la inteligencia efectiva, acatando los tratados internacionales.

Ha habido víctimas inocentes en los bombardeos...

Las investigaciones son las que lo determinarán.

¿Los bombardeos continuarán, pero siempre con una inteligencia previa, que permita esclarecer quiénes son los que están allí?

Siempre ha existido inteligencia previa para los bombardeos, acatando los principios del derecho internacional humanitario, distinción, proporcionalidad y precaución en el ataque.

En un encuentro que los mandos militares tuvieron esta semana con el ministro de Defensa, él dijo que deseaba más capturas que muertes...

La indicación es que se privilegia la vida por encima de la muerte. Nosotros siempre lo hemos tenido y lo hemos aplicado. Le damos prioridad a la vida.

Pero ¿continuarán operaciones, persecuciones y combates?

Nosotros no podemos alejarnos de nuestra misión por la cual el pueblo nos ha entregado las armas. En el artículo 217 de la Constitución nos entregan armas. Ese artículo nos dice qué hacer con ellas y es esa nuestra hoja de ruta. Tenemos que salvaguardar la vida, honra y bienes de la población.

¿Cuáles son entonces las instrucciones precisas del Presidente y el ministro?

Nos dicen que el activo estratégico más valioso es, por encima de cualquier infraestructura, el ser humano. Privilegiar la vida por encima de cualquier situación, pero recuerde que nosotros también tenemos vida y para preservarla debemos defendernos cuando seamos atacados o preservar la vida de las comunidades cuando estas se encuentren en riesgo.

¿Qué es lo que está pasando en el Cauca?

El Cauca es un fenómeno muy grande como el que puede haber en el Catatumbo o en Nariño, que son quizá los tres focos más fuertes que tenemos en este momento de narcotráfico. El Cauca tiene dos conflictos. Uno es la fuerza del narcotráfico queriendo defender corredores de movilidad para seguir sacando cocaína por el Pacífico. Y el otro es una situación que se presenta con quienes quieren ocupar predios dedicados a la producción de azúcar. En una mesa de diálogo se está definiendo cómo se va a tener un punto de equilibrio para que todos tengan un beneficio. Creo que hay que escuchar las intenciones de los indígenas sobre el respeto a la tierra ancestral como ellos lo presentan. También es cierto que las negritudes tienen derecho. Los propietarios de azúcar tienen derecho a sus tierras. Esa es la segunda situación del Cauca.

En el terreno del orden público, la situación del Cauca es muy delicada...

Sí. Esa es una situación que nos viene acompañando hace mucho tiempo. Y se ha ido creando una cultura del narcotráfico en donde encontramos muchachos cuyo mayor ambición es tener una moto, una pistola y poder.

¿Qué hacer ahora que el Gobierno ha anunciado que no habrá más fumigaciones con glifosato?

Eso se veía venir, que el glifosato no iba más. Ahora tomamos el curso de la erradicación, no forzosa, sino voluntaria. Ahora la fórmula es estar ahí con las comunidades, apoyando para que el Estado llegue. Nosotros somos parte del Estado y estamos en los lugares más apartados. También priorizaremos la interdicción.

Al anunciar el Gobierno el descarte total de la fumigación, ¿no se hace más difícil contener el fenómeno del narcotráfico?

Continuaremos con el compromiso de la lucha contra el narcotráfico.

El ministro de Defensa ha insistido mucho en 'seguridad humana'. Desde el punto de vista del Ejército, ¿qué es la seguridad humana?

La seguridad humana es la seguridad integral. Dicho de otra manera, la acción integral de nosotros, desde la doctrina militar, que es que todo el mundo le aporta a mejorar las condiciones de vida del ser humano en el territorio. ¿Por qué? La seguridad humana implica que el ser humano viva con dignidad, que se pueda desarrollar, que tenga recursos para vivir.

¿Qué debe esperar el país de su gestión como comandante del Ejército?

Tengo el total compromiso de una Fuerza Pública transparente que va a respetar los derechos humanos y que va a acompañar la política de seguridad humana que nuestro Presidente quiere desarrollar en el país para beneficio de todos. Debe ser una institución para la paz, sin perder su misionalidad, que es defender al pueblo colombiano. Que la gente tenga bienestar y que viva tranquila.

¿Qué tan importante va a ser el respeto por los derechos humanos?

Cien por ciento. Partimos de la dignidad del hombre. Entre mis políticas de comando está el buen trato al personal y eso lo cobija. O sea, el respeto por los derechos humanos va a ser prioridad como comandante del Ejército. Y la segunda prioridad es la transparencia. No va a haber ningún ápice de tolerancia para el individuo que crea que, por estar dentro la Fuerza Pública, pueda tener acciones que perjudiquen la transparencia. La ética por encima de todo. Toda persona, hombre o mujer, que pertenezca al Ejército Nacional debe ser un libro abierto.

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO