‘En la guerra comercial todos perdemos’: Javier Díaz Molina, presidente de Analdex / Entrevista de Yamid Amat

Entonces, ¿qué es lo que se califica como necesario?
Un policía va a hacer un procedimiento de registro, la otra persona lo agrede. El policía debe repeler ese ataque utilizando los medios que están a su alcance. Artículo 167 de la Ley 1801 de 2016, para los fines que establece el artículo 166. Porque tiene que preservar tres cosas: el principio de autoridad, la integridad personal y la vida propia o la ajena. Bajo ese concepto está la necesidad de proporcionalidad y razonabilidad.
¿Usted ha enfrentado a la guerrilla?
Sí, claro. A los 13 frentes de las Farc de Cundinamarca. En varias partes, en La Calera, en Tibacuy, en Topaipí, en La Peña. La situación era terrible. Luché y combatí como capitán rescatando a los policías que estaban bajo ataque terrorista.
¿Qué piensa usted de la guerrilla?
La ignorancia de muchas cosas lleva a optar por decisiones incorrectas. No tener una conciencia de respeto por los demás lleva a excederse y a creer que se tiene un derecho adquirido y que para doblegar voluntades se tiene que acudir a las armas. Jamás será una buena opción. La rebelión, como un delito contra el régimen constitucional, no tiene cabida en este país donde hay garantías, donde hay una democracia, donde lo que mueve a estos grupos es el narcotráfico, el dinero. Deberían aceptar la oferta del señor Presidente para hacer la paz.
Pero muchos de sus miembros explican su rebelión como forma de lucha contra la pobreza, el hambre, la miseria...
No pueden autoproclamarse como defensores de algo que ellos de alguna manera han generado. Las injusticias que de alguna manera ellos trataban de reivindicar terminaban siendo muerte y violencia, con ellos como los peores verdugos. Ese no es el camino. Hay otras formas de mejorar las condiciones de la sociedad.
¿Usted sí cree en la paz total?
Sí, por dos razones. La primera, el artículo 22 de la Constitución establece la paz como un derecho fundamental. Y el artículo 218 de la Constitución dice que la Policía Nacional es un cuerpo armado de naturaleza civil cuya misión es mantener las condiciones necesarias para el ejercicio de derechos y libertades públicas y asegurar que los habitantes de Colombia convivan en paz. Tengo dos artículos que me miran y me dicen: "usted es responsable de la paz". Por eso, yo creo en la paz.
¿Hasta dónde la Policía se ha permeado del militarismo del Ejército?
Creo que no. La Policía está al servicio del derecho, dinámica distinta a la militar. No tenemos un tinte militar, pero respetamos y complementamos su misionalidad.
¿Usted es partidario de que la Policía no pertenezca al Ministerio de Defensa?
Al contrario. Yo soy partidario de que la Policía siga dependiendo del señor ministro de Defensa. No del ministerio, sino del ministro.
No lo entiendo...
Lo que pasa es que en el organigrama está: ministro de Defensa, comandante general de las Fuerzas Militares y, al mismo nivel, el director de la Policía. Y hacia abajo, los viceministerios. Y ese mismo nivel, estipula la sentencia C-453 del año 94 de la Corte Constitucional, es la mejor forma orgánica que puede existir, porque el detentar la Fuerza Pública debe estar en cabeza de una sola persona, el ministro de Defensa, y hacia arriba, el señor Presidente de la República.
El direccionamiento de la Policía está en cabeza del señor Presidente y lo podrá hacer a través del señor ministro de Defensa. Lo establece la Ley 62 de 1993. No sería conveniente, en este momento, que dependamos de otro ministro. Porque poner de acuerdo ese componente que detenta la Fuerza Pública sería más difícil.
Mejor dicho, ¿a usted le gusta que la Policía sea una institución civil que no pertenezca al Ministerio de Defensa, pero que sí dependa del ministro de Defensa?
Sí. Es que orgánicamente dependemos del señor ministro desde hace muchos años.
¿Pero le gusta que sea una institución civil?
Claro, somos de naturaleza civil. Pero no somos civiles porque no ejercemos completamente los derechos ciudadanos y hemos aceptado enfrentar un nivel mayor de riesgo que el común de los ciudadanos. El expresidente Santos pensó en esa separación, se le explicó en profundidad cuáles eran las consecuencias y dijo: "Yo estoy de acuerdo en que debe pasar a otro, pero todavía no". Pienso lo mismo, sí, pero todavía no. Policía y militares estamos unidos, de una manera muy fuerte.
¿Usted se considera militar?
No, policía. Pero me siento orgulloso de los militares de Colombia.
General, ¿qué es lo que está pasando con la invasión de tierras?
Es un problema que fue visualizado por la Ley 57 de 1905. No es algo nuevo, pero sí se ha hecho más visible en estos días. La Policía Nacional, por el artículo 81 de la Ley 1801, es la llamada a proteger la propiedad privada cuando es invadida. Superadas las 48 horas de invasión, seguiremos actuando, pero ya no frente a un comportamiento contrario a la convivencia, sino contra un delito, frente al cual procedería la captura de los invasores o avasalladores.
Algunos medios han dicho que "Policía y Mindefensa se contradicen por grupos armados detrás de invasión a tierras"...
No es una contradicción, le asiste razón al señor ministro, porque se trata de una hipótesis que solo quedará en firme cuando un juez penal condene a los determinadores y autores de estos hechos.
Usted afirmó que el Eln, facciones de Farc y narcobandas tienen que ver con la ocupación de tierras en varios departamentos. ¿Tiene pruebas?
Las evidencias en un proceso penal son elementos que deben ser valorados por un juez para convertirse en prueba. Hasta ese momento serán hipótesis.
El presidente Petro dijo en la ONU que hay que acabar la guerra antidrogas...
Mire, esta semana estuve en el Hospital de la Policía. Un patrullero de 28 años tiene una deformidad en la cabeza producto de un artefacto explosivo que activaron grupos armados. Otro perdió una pierna pisando una mina antipersona donde había cultivos de droga. Otro tiene medio cuerpo paralizado por otra bomba. Sufren mucho en esta lucha policías y los militares. Y, por supuesto, civiles.
Pero mientras hay otro mecanismo, no la guerra, contra la droga, ¿qué hacer?
Lo que el señor Presidente ha indicado: atacar las finanzas del narcotráfico. Y en eso estamos integrados inteligencia, Fiscalía y agencias extranjeras que prestan su servicio de apoyo para fortalecer la lucha contra esas finanzas.
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO