Vargas Lleras respalda que Santos vaya por la reelección

El Ministro afirma que si así lo hace, él trabajará por ella "desde donde
el Presidente lo decida".

Foto: El Tiempo
Domingo 21 de Abril del 2013

¿Se retira o no Germán Vargas Lleras el mes entrante del Ministerio de
Vivienda? “Lo que decida el presidente Santos”, fue su inmediata respuesta.
Manifestó, eso sí, su disposición a regresar “en cualquier momento” a la arena
política a trabajar por la reelección del Presidente, y respondió
afirmativamente a la pregunta sobre si cree que lo debe hacer.

El ministro Vargas hizo además un impactante resumen de su gestión como
titular de Vivienda y descartó totalmente que el país pueda estar expuesto al
riesgo del “efecto burbuja”, que ha averiado varias economías del mundo.

En los dos años y ocho meses de la administración Santos se ha promovido la
construcción de 470.000 viviendas. La meta del Plan de Desarrollo es de un
millón de casas. Fiscalmente, en estos 10 meses se han asignado más de 8
billones de pesos al sector.

¿En qué consisten las rebajas de interés para créditos de
vivienda?


El primer plan está dirigido a los colombianos cuyos ingresos están entre 1 y
2 salarios mínimos. Estas familias podrán comprar su casa pagando una cuota
mensual de 180.000 pesos, es decir, menos del 30 por ciento de su ingreso. Este
propósito se logra gracias a que el Gobierno subsidia 15 millones de pesos en
cada caso y 5 puntos en la tasa de interés. El segundo permite que los créditos
para las viviendas en el rango de 70 a 200 millones de pesos tengan una tasa
anual del 7 por ciento. Gracias a un acuerdo con el sistema financiero, los
bancos cobrarán el 9,5 por ciento y el Gobierno subsidia 2,5 en cada caso.
Recuerde que no hace mucho los intereses del crédito hipotecario eran del 17 por ciento.

¿Es posible que quienes hoy pagamos tasas más altas en los créditos
de vivienda renegociemos los créditos?


Claro que sí. Todos los créditos hipotecarios que no tienen subsidio del
Gobierno deben ajustarse a la tasa del 9,5 por ciento. Resulta natural que los
créditos de rango superior, que tienen un riesgo crediticio menor, bajen.

¿Y qué lo hace pensar en que ahora sí la banca va a facilitar el
otorgamiento de crédito a las personas de salario mínimo?


Del programa, 150.000 millones irán a un fondo de garantías para apalancar un
porcentaje de la prima de riesgo. Al ofrecer el Gobierno esta cobertura, los
bancos deben prestar el dinero sin dificultad.

¿Cómo solucionará la falta de suelos que hay en la mayoría de las
ciudades?


El programa de las 100.000 viviendas gratis demostró que era posible
habilitarlos. En pocos meses se licenciaron 320 proyectos del programa y fueron habilitados terrenos para 200.000 viviendas más. Los alcaldes cuentan hoy con herramientas necesarias. La ley de vivienda estableció medidas que permiten optimizar los trámites y permisos necesarios para la efectiva habilitación del suelo, al tiempo que creamos un trámite expedito para ajustar los planes de ordenamiento territorial, con el fin de incorporar predios rurales y de expansión urbana aptos para el desarrollo de programas de vivienda social.

¿Son insalvables los obstáculos que el alcalde Gustavo Petro ha
interpuesto para que Bogotá se beneficie de los planes de vivienda de la
Nación?


No. Bogotá requiere muchas decisiones, empezando por reglamentar 22 planes
parciales que en ocho años no se han expedido. También, aprobar el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial. En igual forma, adelantar las inversiones en el
denominado Centro Ampliado, sin las cuales este no se puede desarrollar. Pero lo que es más importante: claridad en las reglas del juego. La ciudad ya perdió más de 3.000 cupos en el programa de gratuidad, y sería muy lamentable que ocurriera lo mismo en estos nuevos programas.

¿Pero existe ese peligro?

En tanto el Alcalde no advierta la dimensión del problema y la importancia de
solucionarlo con una visión urbanística, las dificultades van a continuar. El
Distrito debe tener en cuenta que cualquier ciudad moderna tiene tanto suelo de
renovación como de expansión, y no descarta ninguno porque cerrar el suelo es
generar una ausencia de la oferta y por lo tanto del precio, cosa que ya estamos
viendo en Bogotá. Eso va en contra de los más pobres, porque al no existir suelo barato es imposible hacer vivienda barata y se condena a los pobres a seguir careciendo de viviendas, y a la ciudad, al surgimiento de barrios de origen ilegal.

Hay muchas críticas de constructores privados sobre las dificultades
que ha impuesto el Alcalde para adelantar sus programas en Bogotá. ¿Son
válidas?


Los constructores formales no son unos enemigos a los que hay que acabar; por
el contrario, se requiere un trabajo mancomunado. En Bogotá, a los promotores
inmobiliarios les están exigiendo unas cargas urbanísticas que hacen imposible
el cierre financiero de los proyectos, mucho más cuando esos proyectos tienen el compromiso de acompañar la política de vivienda social. La realidad es que en la ciudad se está cayendo el empleo en la construcción: 40.000 empleos el año pasado, y la oferta de VIP fueron solo 120 unidades en el 2012.

¿Cuántos colombianos tienen hoy vivienda propia?

6,9 millones de hogares. El 54 por ciento.

¿Cuál es el déficit real de vivienda y cuál es la meta del
Gobierno?


El 35,6 por ciento de los hogares del país presenta algún tipo de déficit
habitacional.

¿De qué manera la construcción de vivienda reactiva la industria?

La construcción de vivienda es fundamental para el desarrollo económico del
país. El programa de vivienda gratuita, en algunos departamentos, incrementó
hasta seis veces la producción de vivienda prioritaria, con un efecto directo en
la economía nacional. La industria de la construcción encadena 27 sectores que
aportan los insumos necesarios: cemento, hierro y ladrillos. La construcción es
hoy el tercer sector en generación de empleo en Colombia. Cada vivienda que se construye crea 2,5 empleos, entre directos e indirectos.

¿Cuál es la talanquera para los planes de vivienda
social?


Hay debilidad institucional en los municipios para presentar oportunamente
los proyectos, falta disponibilidad inmediata de servicios públicos, hay poca
infraestructura y las grandes distancias generan un mayor costo a los
constructores. En varias convocatorias, en algunas regiones no se presentó
nadie. Las compañías de seguros fueron muy temerosas en dar las pólizas y
algunos bancos, en aprobar los créditos a las constructoras. Por fortuna, el
proceso rápidamente despertó gran confianza y hoy todas las viviendas de este se  están construyendo.

¿Por qué el país lo ve tan realizado como ministro de
Vivienda?


En tan solo 10 meses cumplimos todas las metas propuestas por el Presidente,
beneficiando a miles de colombianos. En menos de un año de gestión modificamos totalmente el esquema de asignación y ejecución de los recursos del subsidio familiar de vivienda. Invertimos una cifra sin precedentes en la historia del país. Colombia entró al exclusivo club, con Brasil, México y Chile, que compromete el 1 por ciento del PIB en el sector vivienda. También en materia de agua potable se están invirtiendo cerca de 4 billones de pesos. Una revolución un poco opacada por el programa de vivienda, pero que cambiará la vida de 8 millones de colombianos. Demostramos que es posible ejecutar.

¿Qué tan grave sigue siendo la demora del Ministerio del Medio
Ambiente en el otorgamiento de licencias?


La Ley 388 de 1997 señala que no se requiere licencia ni plan de manejo
ambiental para otorgar licencias urbanísticas. Lo que que realmente está
obstaculizando la salida del suelo al mercado es la dilación en el trámite de
instrumentos, como planes de ordenamiento territorial, planes parciales y
macroproyectos de interés social. Por ejemplo, el trámite ambiental para el
estudio y aprobación de los macroproyectos de primera generación actualmente
tarda en promedio 10 meses, pudiendo llegar hasta un año y medio. El compromiso personal del ministro Juan Gabriel Uribe, que entendió el problema, es tenerlos al 29 de abril.

¿Existe el riesgo de una burbuja en el sector, que conduzca después a
una crisis como la que afectó a Estados Unidos y amenaza seriamente a
España?


El Gobierno hace un constante monitoreo de la dinámica del mercado de la
vivienda, y teniendo en cuenta el debate generado sobre si existen indicios del
efecto de burbuja hipotecaria en el país, el Ministerio se ha enfocado en
analizar los componentes y variables que determinan si en Colombia se podría
presentar este efecto. Encontramos que el comportamiento histórico de los
precios de vivienda nueva no muestra indicios de un efecto burbuja.

¿A cuánto equivale el mercado hipotecario en el país?

Es muy pequeño, solo es el 4,4 del PIB. En países con las mismas condiciones
de Colombia es mínimo el 12, y eso significa que tenemos un camino por recorrer en la profundización del crédito. Los países con burbuja superaron el 50 por ciento del PIB en créditos hipotecarios. Lo segundo es que el esquema de negocio colombiano es muy conservador: primero se vende y después se construye. Esto hace que no exista una sobreoferta. Y lo tercero es que en Colombia no es permitido prestar más del 80 por ciento del valor de un crédito, teniendo una cartera hipotecaria sana y sostenible.

¿Y es bueno el crecimiento de los precios de la vivienda?

Sí. El que los precios de la vivienda crezcan es bueno y significa que la
riqueza de los colombianos está obteniendo una valorización. Por eso la rebaja
de tasas es una excelente oportunidad para que el ahorro de muchos ciudadanos se dirija a un bien durable como la vivienda. Si bien ha habido un incremento en
los precios, se puede afirmar que estas variaciones están fundamentadas en
razones económicas del mercado y no en una posible burbuja.

El país entero se pregunta cuál será su futuro. Para lograr por lo
menos una orientación, quisiera saber si es partidario de que el presidente
Santos aspire a la reelección


Sí. Está en todo su derecho. Y si lo hace, por supuesto que lo apoyaré.

Si el presidente Santos decide aspirar a la reelección, ¿cuál será su
papel?


El que el Presidente me asigne. Conozco como pocos el territorio nacional y a
sus gentes. En la casi totalidad de los municipios he estado varias veces.

¿Pero en definitiva sigue usted en el Ministerio o se retira el
próximo mes?


La decisión no es mía. En los próximos días me reuniré con el Presidente y
será él quien la tome. Créame cuando le digo que no me trasnocha el tema de
inhabilitarme para las próximas elecciones. (Nota: la inhabilidad consiste en
que no puede ser candidato ni a la Presidencia ni al Congreso quien haya
ejercido cualquier cargo público durante el año inmediatamente anterior a la
fecha de elección. Para aspirantes al Congreso, la inhabilidad ya rige. Para
Presidente comienza el 24 de mayo)

Perdón le insisto: ¿se va del Ministerio?

Voy a continuar en el Ministerio si el Presidente así lo considera.

¿Vuelve o no a la política?

Estoy listo a regresar en cualquier momento a la arena política, a defender
la obra de gobierno en un debate que parece anticiparse. Eso lo haré si el
Presidente así lo quiere.

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO