Durísima arremetida contra el ex presidente Álvaro Uribe y contra su estilo de gobierno "al detal,"y vehemente defensa del presidente Santos y de su modo institucional de gobernar hace en este reportaje el jefe único del Partido Liberal, Rafael Pardo. Considera "irónica" la posición de Uribe de oponerse a la reparación de las víctimas, cuando él propuso y defendió la reparación de los victimarios. Se declara partidario de que la justicia investigue los falsos desmovilizados y dice que eso fue "la cadena de la felicidad".
El liberalismo acaba de realizar una cumbre de directorios en Bogotá para acordar un plan de "reconquista electoral". Pardo anuncia que irán con candidatos conjuntos para alcaldes y gobernadores en casi todo el país, como comienzo de la reunificación liberal (Vea acá más noticias del Partido Liberal).
El Congreso acaba de aprobar la reforma al Estado que da vía libre a 3 nuevos ministerios. ¿El Partido Liberal espera entrar al gabinete?
Respetamos lo que el Presidente decida en la conformación de su Gobierno.
¿Pero aspiran a tener representación?
Eso es natural, pero insisto: no estamos pidiendo ministerios.
¿Y si no nombra a un liberal, no es medio frustrante para su partido?
El Partido Liberal está proponiendo temas y el Gobierno se ha comprometido con programas liberales.
Pero en ningún país del mundo existe ese sistema en donde un partido respalda a un Gobierno a cambio de las gracias...
El Gobierno dura cuatro años. En esto no hay que afanarse, ni nosotros tenemos el mismo estilo de otros partidos de hacer encerronas por puestos.
¿En algún momento el Partido Liberal participará en el Gobierno?
Cuando el Presidente lo decida. Por ahora, presentamos ideas. Desde el primer momento es una realidad la que llamamos Ley del Primer Empleo y después de dos años de intensa lucha con el anterior Gobierno, la Ley de Víctimas ya fue aprobada por la Cámara.
¿Y qué proyectos nuevos le han propuesto al Presidente?
Dos. Uno que es un sistema de ahorro programado y subsidiado para las personas que no tienen contrato de trabajo y que ganan menos de un salario mínimo. Con este sistema podrían llegar a un sistema pensional. Otro es el de la sinceridad predial. Proponemos que el Estado tenga la primera opción de compra, durante 60 días, sobre negocios que se hagan antes de que se registren y que superen los mil millones de pesos. Me explico: usted me vende y yo compro, según el registro, una finca. El Estado tiene 60 días para decirle: yo le compro por ese valor. Esa es una manera de obligar a la sinceridad predial.
¿Se siente mejor gobernado con Santos que con Uribe?
Sí. Y le digo por qué: primero, el estilo de Gobierno: respetuoso del Congreso, de las cortes, de los partidos; segundo, la agenda Santos es una agenda progresista y reformista que compartimos; y tercero, le ha dado un manejo muy inteligente a las relaciones exteriores; sacó a Colombia del aislamiento en que nos metió Uribe. Santos nos volvió a hacer parte de Suramérica, sin aspavientos ni bravuconadas.
Parecería, a propósito de Uribe, que la va a emprender contra la Ley de Víctimas, insistiendo en que no hay recursos para financiarla.
Es curiosa la preocupación por el valor de la reparación al daño que se les ha hecho a millones de colombianos. Fui opositor radical a la Ley de Justicia y Paz que propuso Uribe. Esa era una ley para favorecer a los victimarios. Es una ironía que el mismo sector que la propuso se oponga ahora a favorecer a las víctimas. Denuncié muchos casos de desmovilizaciones falsas y nunca pregunté cuánta plata iba a costar la ley para los victimarios. Es paradójico que los que se taparon los ojos y no preguntaron cuánto valía la Ley de Justicia y Paz para los victimarios ahora se preocupen por cuánto vale la de víctimas.
Ahora que menciona las falsas desmovilizaciones, ¿cree que los paramilitares engañaron al Gobierno o que el Gobierno engañó al país?
Ahí había una cadena de la felicidad. Al Gobierno le convenía, por impacto político, que hubiera muchas desmovilizaciones y lo utilizó publicitariamente. Filas y filas de tipos entregando armas le daban impulso a la desmovilización. A los paramilitares les convenía también que hubiera mucha gente en esas desmovilizaciones, porque les daba fuerza, poder. Y a los supuestos desmovilizados también les convenía porque les daban un cheque mensual. Todo el mundo estaba contentísimo. El gobierno de Pastrana hizo un estudio sobre los paramilitares y dijo que había 8.000. Uribe fue a Naciones Unidas y dijo que había entre 8 y 12.000 paramilitares. Carlos Castaño, que era el jefe de esos grupos, dijo que los 'paras' eran 14.000 y, de pronto, la multiplicación de los panes: se desmovilizaron 32.000. Mucha gente se metió ahí porque le perdonaban cosas y le daban plata. Y ahí ve los resultados.
¿Pero cree que el Gobierno estaría consciente de lo que estaba pasando?
El Gobierno venía con una política muy buena, que yo respaldé, cuando solo se aceptaban desmovilizaciones en bloque. Pero, en cierto momento, empezó el Comisionado de Paz a aceptar desmovilizaciones al detal y eso desvirtuó el sentido de ese proceso.
Es decir, ¿usted está de acuerdo con las investigaciones que se han abierto?
Sí, eso es necesario. Me parece que se habían demorado. Los rumores de desmovilizaciones falsas se oían hace mucho tiempo. Es más: debería ordenarse una investigación fiscal porque es mucho el dinero el que se pagó, y el que aún se paga, a esos "desmovilizados". Yo, en su momento, dije que se estaban movilizando para desmovilizarlos la semana siguiente. Los uniformaban, les enseñaban a cantar el himno de las autodefensas, los peluqueaban, les entregaban un fusil inservible y, luego, comenzaban a girarles su chequecito. ¡Una maravilla! Nunca me pararon bolas, porque eso era "estar en contra de la paz".
Usted lideró una reunión de directorios de su partido. ¿Para qué fue?
Nos hemos trazado una hoja de ruta para las elecciones de octubre. A todos los candidatos a alcaldías y gobernaciones les pondremos la obligación de firmar un compromiso de 5 puntos: rendición de cuentas; presupuestos participativos, licitaciones y contrataciones transparentes, no contratos a dedo, ni convenios interadministrativos; que en los gabinetes haya no menos del 40 por ciento de mujeres y no menos del 10 por ciento de jóvenes menores de 30 años; abrir líneas de atención a víctimas y desplazados y de atención a empleo y emprendimiento juvenil, y que se ocupen de los programas de calidad en la educación, de nutrición y de atención infantil.
¿Y en qué está la idea de unirse electoralmente con Cambio Radical?
Tendremos candidatos únicos en muchos departamentos. Estamos de acuerdo en 8 gobernaciones y 12 alcaldías de capitales. La idea es llegar al máximo posible. Esto es el comienzo de la reunificación liberal.
¿Qué le pareció la reacción del Partido Conservador frente a las denuncias sobre corrupción?
Descalificamos cualquier intento de utilizar la política para evitar investigaciones judiciales. Nadie puede escudarse en la 'persecución política' para ello. La coalición de gobierno tiene sentido si sirve para hacer reformas para que la gente viva mejor, no para que los congresistas vivan mejor. Pero, en esencia, yo en el tema del Partido Conservador no me meto. Le digo que eso es como la central nuclear de Fukushima. Uno ve que explotan cosas y en esos casos es mejor estar a millas. Hay unas explosiones internas que producen radiaciones. Es mejor estar lejos de Fukushima.
El asunto es que hubo una explosión conservadora contra el ministro Vargas Lleras y otra explosión del ex presidente Pastrana contra el directorio.
Hay muchas personas de los partidos que estaban con Uribe, que venían acostumbradas al tratamiento individual de él hacia los congresistas. Él los recibía a cualquier hora y ellos entendían que su misión como congresistas era una relación directa con el Presidente. En cambio, Santos los recibe, habla con todos, pero él tiene una relación institucional. Ese cambio ha traído algún resentimiento.
¿Del conservatimo concretamente?
Sí, pero el punto no es que sean conservadores, sino que hayan entregado cuotas a personas que las usaron para alzarse con institutos completos.
El presidente Pastrana calificó como solapados a dirigentes conservadores...
Sí, y tiene razón. Todos ellos estaban gozando del gobierno Pastrana y nadie dijo una palabra contra su política de paz, y ahora resulta que les pareció espantoso el Caguán.
¿Cuál es su opinión sobre las denuncias de corrupción que se han conocido?
Se ha descubierto que la corrupción se volvió un instrumento de la política y eso es un daño terrible para la política y la credibilidad de la gente. En el periodo anterior, el gran escándalo fue la 'parapolítica'; ahora se descubre que también la corrupción la volvieron instrumento de la política.
Dejará jefatura
Dice que lo hará pase lo que pase
¿El liberalismo está contento con el gobierno Santos?
Muy satisfechos. Está gobernando bien.
¿Le gustaría que Santos aspirara a la reelección?
Eso depende de él. Creo que es parte de las nuevas reglas: la reelección hoy es jurídicamente viable. Si él decide meterse y estamos en la coalición, no tendría sentido que no lo acompañáramos.
¿Y que Germán Vargas aplace las ganas?
Hay muchos que tendrían que aplazarlas, ¿no?
¿Usted también?
Hoy, mi único propósito es convertir al Partido Liberal, en octubre, en la primera fuerza electoral y política del país. Vamos a cambiar el mapa político.
¿Aspira a seguir al frente de la jefatura del liberalismo?
Mi mandato termina a fin de este año y no tengo pensado seguir.
¿Su continuidad no depende de lo de octubre?
No. Puede ser muy exitosa la elección, pero tengo tomada la decisión de no seguir.