Por fin se produce claridad sobre si se debe o no convocar a una asamblea nacional constituyente para someter a su estudio proyectos de reformas a la estructura institucional del país.
La precisión sobre el tema, la hace el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, en diálogo con este cronista para el diario EL TIEMPO. Y el ministro Cristo parte de un principio que parecería elemental pero que realmente es una profunda base de estudio: Acuerdo nacional antes que asamblea nacional constituyente.
- "Aquí lo importante es el llamado al diálogo nacional" dice el ministro Cristo, y agrega: Vamos a vivir una etapa de conversaciones con todos los sectores políticos y sociales para mirar si estamos de acuerdo o no en que este país necesita reformas institucionales. El debate también debe ser sobre si esos ajustes se deben hacer con una Asamblea Nacional Constituyente o por la vía de un referendo o por la vía del Congreso.
- El presidente de la Corte Constitucional, José Fernando Reyes, objetó el debate, señalando que no se puede seguir hablando de proyectos constitucionales si ni siquiera se han desarrollado los acuerdos de la reforma del 91...
- A mí me gusta que se haya abierto este debate en los distintos sectores políticos. Vamos a dialogar con las altas Cortes, con el Congreso y los partidos en torno a la necesidad de reformas políticas que ha sido imposible aprobar en los últimos años.
- ¿Pero qué es, puntualmente, lo que usted quiere hacer?
- Dialogar con todos los sectores políticos del país, los gremios, los empresarios, los actores sociales, y a partir de ahí tratar de construir un consenso para la formación de un acuerdo nacional. Puede ser que nos pongamos de acuerdo en que vale la pena hacer un proceso constituyente, o puede ser que no. La única obligación es buscar el acuerdo nacional y para ello quiero dialogar con todos los sectores.
- ¿Si hay consenso en torno a qué?
- En torno a las reformas que requiere el país.
- Entonces, ¿cuál es la etapa que va a seguir ahora?
- Vamos a empezar a hablar con todos los sectores, conversar para ver si podemos llegar a unos mínimos consensos. Porque en la democracia colombiana hemos perdido la capacidad de deliberar para ponernos de acuerdo. Y yo sí creo que es importante esa apertura a un diálogo en donde distintos actores políticos, sociales, económicos y ciudadanos se sientan reconocidos y es lo que, además, muchos sectores le han pedido al presidente Petro durante mucho tiempo.
- Pero sobre el tema de una constituyente, usted mismo ha sido un gran crítico de la propuesta...
- Yo fui crítico de la propuesta de Constituyente que se planteó hace un mes, cuando se decía que el acuerdo de paz con las Farc era la base para convocar a una Constituyente, omitiendo al Congreso y a la Corte Constitucional. En ese momento dije que una constituyente así era inviable y sigo diciendo lo mismo. El único proceso constituyente que puede ser viable es el que surja de un acuerdo nacional y que además esté ajustado a la Constitución del 91.
- ¿Qué quiere decir eso?
- Que para convocar eventualmente cualquier constituyente en el Congreso tiene que pasar un proyecto de ley que la convoque con un temario definido, un número de integrantes específicos, un tiempo de duración. Para que ese proyecto tenga sentido y se tramite, se necesita un consenso derivado de un acuerdo nacional.
- ¿Qué quiere decir Acuerdo nacional?
- Es lo que vamos a empezar a desarrollar en la próxima semana. Se trata de abrir una etapa de diálogo sin calendario definido, sin afanes, sin imposiciones del Gobierno, para escuchar a todos los sectores de la sociedad colombiana.
- ¿Hablar con todos los sectores de oposición?
- Con la oposición, con los independientes, con gremios, con empresarios, con trabajadores, con organizaciones sociales, con los territorios, para determinar si son posibles mínimos consensos en torno a algunas reformas que necesita el país.
- ¿Usted sí cree que todos los lideres de oposición aceptarán el acuerdo?
- Pues tenemos que mirar sobre qué puntos puede haber acuerdo o si definitivamente nos resignamos como sociedad colombiana a que no estamos de acuerdo en nada. Más que aceptar un acuerdo se trata de participar de él. Y si no hay acuerdo, pues no puede haber constituyente. ¿Cómo sacamos adelante una Constituyente sin acuerdo nacional? Por eso yo decía hace un mes que la Constituyente era inviable sin un diálogo previo. Tenemos que agotar todos los esfuerzos y el presidente Petro y el Gobierno están listos a buscar ese consenso.
- ¿Usted cree que es fácil lograr ese acuerdo nacional?
- Sí. A un acuerdo sobre unos temas mínimos. No es un acuerdo electoral para el 2026. No es cambiar las convicciones del expresidente Uribe ni de muchos otros dirigentes o sectores. Es mirar si hay coincidencias o no en torno a la estructura institucional que necesita el país en la actualidad, porque ni siquiera nos hemos sentado a mirar eso.
- ¿Usted cree que las normas políticas que hoy se practican no son sostenibles?
- No lo son hace tiempo. Llevamos más de 15 años en el Congreso tratando de hacer una reforma política y no ha sido posible avanzar. Hagamos un acuerdo político sobre ese tema, por ejemplo, o sobre el tema del ordenamiento territorial. Mire, la Constitución del 91, planteó profundizar la descentralización pero 33 años después tenemos un país más centralizado. Eso, en buena parte genera el conflicto que estamos viviendo y tiene que ver con la falta de paz en los territorios, con las dificultades que vive la gente en las comunidades, con la falta de presencia del Estado en las regiones. Tenemos un Estado atrofiado en donde todo está concentrado en Bogotá. Y le doy una cifra: El 80% de los ingresos corrientes de la Nación hoy los recibe el gobierno central y solo el 20% le queda a los departamentos y municipios de Colombia. Eso tampoco es sostenible.
- ¿Pero, pero qué hacer para remediar eso?
- Un acuerdo nacional que permita en este caso, por ejemplo, fortalecer la autonomía de los departamentos y municipios de Colombia, repensar el país desde las regiones, desde los territorios. Pensar en una mayor autonomía territorial.
- ¿Qué quiere decir autonomía territorial?
- Que los departamentos y municipios tengan más competencias, más recursos, y que dejen la condición que tienen hoy de ser limosneros del Gobierno central. Hoy vemos es a gobernadores y alcaldes paseándose por las oficinas del Gobierno central, viendo a ver qué proyecticos les financian, cómo logran que los atienda un ministro, o un funcionario de segunda categoría. Eso es indigno para las regiones y ha atrofiado las posibilidades de desarrollo del país.
- Pero la alternativa es un gobierno federal...
- O un Gobierno de autonomías como en España. Mire, no hay país desarrollado en el mundo que no tenga sistema federal. Estados Unidos, Canadá, España, Italia, México. Solamente hay dos países dentro de los 29 primeros países, en tamaño y población, con régimen central: Francia y Colombia. Tenemos que debatir ese tema. Aquí resolvimos no volver a debatir los temas de fondo del país. Estamos en el mismo círculo desde hace mucho tiempo.
- ¿Usted es partidario de debatir el tema de adoptar un sistema federal?
- Sí, yo soy partidario. Hay que abrir esa discusión. Hay muchos sectores en Colombia que están hablando de autonomía territorial. Hay que escuchar a las regiones y debatirlo. No quiere decir que vamos a llegar el año entrante a un régimen federal. Es un proceso de largo aliento en donde podamos llegar poco a poco con transferencias de competencias, de recursos a una autonomía territorial real en Colombia. Mire, lo único que no le sirve a Colombia en materia de ordenamiento territorial es lo que tenemos hoy y no nos damos cuenta aquí en Bogotá. Y no es culpa de Bogotá, es culpa del aparato central del Gobierno. Vaya a las regiones y vea lo que la gente está pensando del Gobierno central: hay rebeldía, descontento, movilizaciones sociales, protestas de gente que no ve que el Estado central esté llegando a las regiones. Somos 50 millones de habitantes y es imposible manejar ese país desde Bogotá.
- ¿La función suya es, básicamente, buscar un acuerdo nacional para qué?
- Encontrar un acuerdo nacional para hacer unas reformas. a través del mecanismo que ese acuerdo nacional establezca. El Gobierno le gusta la idea de la Asamblea Nacional Constituyente, pero si en medio del acuerdo la gente dice estamos de acuerdo con estas reformas, pero no nos metamos en una constituyente sino vía referéndum o vía Congreso, pues lo evaluamos y lo discutimos, pero hagamos las reformas y hagamos esfuerzos de unidad nacional.
- Es decir, ¿lo importante son los acuerdos más que la constituyente?
- A mí me parece que la palabra "constituyente" se está convirtiendo como un coco para muchos sectores de la población. Discutámosla. Y si no hay consenso, miramos otros procedimientos, pero avancemos en acuerdos que yo creo que es lo importante para el Presidente, para el gobierno y para el país.
- ¿Si llegara a contemplarse la posibilidad de una constituyente tiene que ser convocada por el Congreso?
- Tiene que ser aprobada una ley por el Congreso. Y para aprobar esa ley en el Congreso tiene que haber un acuerdo nacional. Sin acuerdo nacional es imposible sacar esa ley. El mantra del Ministerio va a ser el Acuerdo Nacional.
- Pero entonces, la Asamblea Nacional Constituyente no es perentoria...
- Nadie lo ha dicho. Es un planteamiento del Gobierno para abrir un diálogo. Es una idea que le gusta al Gobierno, que quiere escuchar a todos los sectores, pero por encima del mecanismo de la Asamblea Constituyente está el Acuerdo Nacional.
- Para resumir: ¿Usted ve indispensable, la creación de la Constituyente?
- Lo que es indispensable es un acuerdo nacional para hacer unas reformas.
- ¿Y usted sí cree posible el acuerdo?
-Yo tengo que ser optimista y voy a trabajar en eso.
- Pero parece una obligación....
-Más que una obligación, es una opción. La Constituyente es una opción.
- ¿No una obsesión?
- No puede ser obsesión de nadie. Si estamos buscando un acuerdo nacional, uno no puede buscar un acuerdo nacional con obsesiones . Hablando de obsesiones, le puedo contar una que me trasnocha: relanzar la implementación del acuerdo de paz.
- Volviendo a la Constituyente, hay quienes dicen que con el cambio institucional Petro busca la reelección....
- Petro ha descartado la reelección y lo ha hecho con claridad. Es por eso que frente a la reelección y una posible constituyente, el gobierno ha insistido que está, si hay cuerdo nacional, no se convocaría en lo que queda de este cuatrenio. Hay que dejar de inventarnos tantos fantasmas.
- Conclusión: ¿si no hay acuerdo nacional, no habrá constituyente?
- Un acuerdo nacional es necesario para cualquier Constituyente.