‘Situación humanitaria, preocupante en zonas que fueron de las Farc’

La Cruz Roja internacional afirma que Colombia enfrenta hoy cinco grandes conflictos internos.

Foto: El Tiempo
Domingo 21 de Julio del 2019

Los hechos de violencia que vive hoy Colombia son muy diferentes a los que ocurrieron durante los años de guerra con las Farc, pero no por ello menos graves. Lo contrario. Según la Cruz Roja Internacional, nuestra nación enfrenta ahora otros 5 grandes conflictos.

Christoph Harnisch, jefe de la delegación de la Cruz Roja Internacional en Colombia, está organizando varios actos de conmemoración de los 50 años de la presencia de esa institución en nuestro país. Y lo hace para llamar la atención sobre los conflictos que, según él, enfrenta hoy Colombia. 

La Cruz Roja llegó al país en 1969, con ocasión de una grave crisis que se produjo entonces en las cárceles, y acudió para promover mejores condiciones de detención. Hoy, esa organización asesora al país en dos grandes temas: el posconflicto y la migración venezolana.

Harnisch -de nacionalidad suiza- ha desarrollado funciones similares a las que hoy cumple en Colombia en naciones que han enfrentado guerras y conflictos internos, como Líbano, Irak, Israel, Nicaragua, Angola, Sudán. En sus palabras: "Tenemos un mandato por los conflictos armados y otras situaciones de violencia que aún tienen vigencia. Además, la situación en muchas zonas se complicó por la presencia de migrantes venezolanos. Las autoridades tienen grandes retos para enfrentar esa situación, que requiere esfuerzos enormes, no solamente del Gobierno central sino de los gobiernos locales y de toda la sociedad".

¿Cuántos venezolanos están en Colombia?

Según nos ha informado Migración Colombia, 1,26 millones están aquí.

¿Cuál es el mayor conflicto que originan los emigrantes venezolanos en el país?

Hay gran presencia en el Catatumbo de migrantes que cruzan la frontera por las trochas, donde hay fenómenos como la extorsión, y, luego, estas personas quedan expuestas a todo tipo de influencias negativas. Están ligados al contrabando y también al conflicto en general. Por razones de la falta de recursos que ellos tienen, y la necesidad de sobrevivir, esto los puede conducir a negocios ilegales.

En la zona de frontera se vive una grave situación humanitaria. ¿Este fenómeno es general en todo el país?

En algunas zonas del país ha mejorado la situación humanitaria, pero sigue siendo preocupante en las zonas tradicionalmente afectadas por el conflicto y alejadas de las ciudades. Todas estas zonas están expuestas a presiones, a desplazamientos, a un entorno de inseguridad en donde hay amenazas contra personas que tienen un papel en las comunidades.

"Los indicadores humanitarios muestran un panorama muy negro, no se ha mejorado y son muy preocupantes"

Los indicadores humanitarios muestran un panorama muy negro, no se ha mejorado y son muy preocupantes: hay desplazamientos masivos y desplazamientos individuales de familias como consecuencia de las amenazas.

¿Cuáles son las regiones del país que tienen más desplazamiento?

El Chocó, claramente; el bajo Cauca, el norte de Antioquia, Urabá, Nariño y Putumayo. Hay presencia de disidencias de las Farc-ep en zonas del Meta y del Caquetá, que también afectan la vida de los civiles. Las zonas que preocupan más son el norte del Chocó y el bajo Cauca. La situación es muy complicada.

¿Cuál es el origen de esos desplazamientos?

Los corredores para la exportación de droga. Hay lucha sobre quién controla estos corredores. Como hay una presión del Ejército para controlar esos territorios, el conflicto se recrudece. Los grupos armados organizados presentes en estas zonas usan artefactos explosivos; las víctimas de estas minas antipersonales, civiles y militares, aumentaron entre el 2017 y el 2018 en un 300 por ciento.

¿En Colombia se siguen sembrando minas?

Sí. Se siguen utilizando. Todos los grupos armados, como el Eln, el Epl, el 'clan del Golfo' y disidencias de las Farc-ep las utilizan. El número de víctimas, que son civiles y militares que están en erradicación manual, ha aumentado.

¿Tiene cifras sobre víctimas este año?

De enero a junio de 2019, hubo 193 víctimas de minas antipersonales y otros artefactos explosivos. En 2018 fueron 220 las víctimas de minas antipersonales y otros artefactos explosivos. De estas, 78 corresponden a civiles, entre ellos 6 menores de edad y 7 mujeres. En 2017 hubo 57 víctimas de minas antipersonales, de las cuales 3 eran menores de edad y 4, mujeres.

¿La situación de desplazamiento y el uso de minas antipersonales significan que todavía Colombia vive graves conflictos armados?

Son muy diferentes del pasado. Ahora son grupos armados organizados, disidencias y otros actores armados. La presencia de estos grupos armados contribuye al narcotráfico. Pero nuestro oficio no es señalar ni acusar.

¿Y el tema del asesinato de líderes y exmilitantes de las Farc?

Al firmarse la paz con las Farc no entendíamos muy bien por qué no hubo más esfuerzos para llevar no solo Ejército, sino servicios de los ministerios para atender a la población civil, porque estas comunidades vivían bajo el control, de vez en cuando muy duro, de las Farc. Cuando esa guerrilla dejó de serlo, hubo un vacío de autoridad y la población no sabía qué hacer. Entonces llegaron grupos criminales diciendo: 'Ahora somos nosotros los dueños'. Y lo están manejando.

¿Estos grupos son las 'bacrim' dice usted...?

Los grupos armados como el Eln, el 'clan del Golfo' y algunos frentes de las Farc que no se acogieron al proceso de paz, que hoy vemos con el frente 33 en el Catatumbo o en el bajo Cauca, donde hay presencia del 'clan del Golfo'. No es como en el pasado la guerra en Colombia, no son grupos como Farc-ep con una estructura, que los expertos conocían bastante bien. 

Hoy estamos frente a estos grupos que se pueden llamar bandas criminales, grupos armados. En este sentido, el Estado y el Gobierno tienen una tarea mucho más complicada para enfrentar este fenómeno que la que tuvieron en el pasado. No es más la misma guerra como la que se libró contra las Farc-ep; hoy, los componentes de estos conflictos han cambiado y se han complicado.

¿Se han complicado?

Se han complicado muchísimo. Se requiere una información de quiénes son, cómo actúan y después, las preguntas difíciles: ¿cómo hacer para proteger a la población civil? ¿Cuál es la mejor estrategia para enfrentarlos?

Usted ha sido líder de la Cruz Roja en zonas y naciones con grandes conflictos internos. Lo fue en Líbano, en Irak, en Angola, en Nicaragua... En casi todos se logró la paz. ¿El posconflicto siempre es tan complicado como en Colombia?

Es la misma situación en muchos países: cuando hay violencia y grupos violentos, primero hay que decidir cómo enfrentarlos: ¿con la fuerza o con la negociación? ¿Con incentivos para que se sometan al orden jurídico? Ese es el dilema.

¿Y cuál es su opinión?

Sobre eso, la Fuerza Pública o la negociación, yo no tengo opinión. Esa es una respuesta que tiene que dar el Estado. Lo que podemos decir es: cuidado, todo esto tiene consecuencias para la vida de las personas afectadas por estos grupos.

¿La polarización política que hay en Colombia puede estar conduciendo a la violencia armada que persiste?

Yo no conozco un solo país en donde hay conflictos que no haya afrontado polarización de posiciones políticas. Para mí, como observador extranjero, la cosa más normal es que las haya; la pregunta es sobre cómo llega la paz, es la pregunta que origina más polarización. En todas partes.

"No es posible que todo el mundo tenga la misma visión sobre la forma de llegar a la paz total"

No es posible que todo el mundo tenga la misma visión sobre la forma de llegar a la paz total. Esta polarización, después de tantos años de guerra, me parece normal.

En medicina hay métodos de prevención para evitar enfermedades o métodos de curación cuando la enfermedad ya muestra síntomas. ¿Colombia necesita hoy prevención o curación?

Una medida de prevención es fortalecer de manera muy importante los esfuerzos para buscar los desaparecidos, para dar fuerza a la justicia transicional y para dar todos los recursos a la Comisión de la Verdad. Porque este es el paso indispensable de la sociedad para verse al espejo y debatirlo. Esto va a ser muy doloroso, pero es muy necesario. Es la prevención para que la gente se dé cuenta, porque muchos de los jóvenes no saben de lo que fue la brutalidad del conflicto del pasado, y esto se necesita. Sabemos que decirlo es muy sencillo, pero el pasado es demasiado doloroso. 

A veces, parece que en el CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja) somos un poco negativos o pesimistas; pero hay una resiliencia, una capacidad de superación del trauma, del dolor en este país que es enorme, que es muy positiva y que hay que promover.

¿Usted ha participado en encuentros oficiales sobre el posconflicto?

Sí. Con los militares tenemos un diálogo sobre esto. Cómo enfrentar esta nueva situación de violencia en ciertas zonas donde el conflicto es diferente del pasado y en donde cada situación es particular. Por ejemplo, lo que está pasando en los municipios del Catatumbo, donde la población civil fue gravemente afectada por la pelea entre Eln y el Epl. No se puede comparar hoy lo que está pasando en Nariño con lo que está pasando en la región de Riosucio, es muy diferente, y las dinámicas son muy distintas.

Pero ¿usted cree que, aún hoy, en el país son graves los conflictos armados?

En Colombia existen hoy cinco conflictos armados no internacionales. El primero es con el Eln; el segundo, con el Epl; el tercero, con el 'clan del Golfo'; el cuarto, con tres antiguos frentes de las Farc-ep (los frentes primero, séptimo y 40), y el quinto, el conflicto en el Catatumbo desde marzo del año pasado entre el Eln y el Epl.

¿Todo es por droga? ¿El control territorial para exportar del Catatumbo es para exportar droga por Venezuela?

Su pregunta me recuerda una frase de un negociador en La Habana sobre los acuerdos de paz. Al fin de la negociación, dijo: "Si no logramos solucionar el problema de drogas, todo esto fue muy poco útil".

¿Y es así?

Ese es el reto más grande porque, junto con las demás economías ilegales, ese es el veneno. Es la posibilidad para muchas personas de conseguir dinero fácil y rápido.

¿Usted participó en las conversaciones de La Habana?

Sí, como facilitador humanitario neutral fui muchas veces a La Habana.

¿El reto del Gobierno hoy es mucho más complejo que en el pasado?

Sí. Por la implementación del acuerdo de paz y la presencia de los migrantes.

¿Qué hacer?

Desde hace tiempo, en el país hay una crisis de protección a las comunidades en riesgo. Se habla mucho, se escribe mucho sobre la población afrodescendiente e indígena; estas personas nunca han recibido la atención sincera y honesta del resto de la sociedad: hay una cara del país que es Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cartagena, y otra es Riosucio, el Baudó, Vichada, bajo Cauca, Tumaco, zonas como Segovia, como Tarazá, como Caucasia, donde hay problemas muy graves.

"Lo comparo con la República Democrática del Congo, donde fui jefe de delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja: tienen tantos recursos que por eso tienen tantos problemas"

Lo comparo con la República Democrática del Congo, donde fui jefe de delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja: tienen tantos recursos que por eso tienen tantos problemas.

¿Usted estuvo en el Congo también?

Sí, muchas veces; allá hay coltán en ciertas zonas. El coltán está en todos los teléfonos del mundo, es la gasolina de la guerra allá. Como la cocaína aquí.

La Corte Constitucional acaba de reafirmar las limitaciones que debe tener el uso del glifosato para la protección de la salud. ¿La Cruz Roja qué piensa del glifosato?

No tenemos idea sobre esto; es un problema político. Lo que puedo decir es que todas estas respuestas, sobre su uso o no, no van a tener efecto sin inversión social.

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO