Si alguien pidiera resumir en pocas palabras el examen que Echavarríahace de la situación, se podría decir: el pasado fue bueno, el presente es terrible y el futuro es de incertidumbre e impredecible, pero puede ser de gran recuperación.
Ningún país en el planeta estaba totalmente preparado para una tormenta de este tipo, sin precedentes en la historia reciente de la humanidad. El país contaba con un régimen monetario de inflación objetivo, con flotación cambiaria, funcionando adecuadamente, con un sistema financiero sólido y un marco de supervisión que ha permitido mantener la estabilidad financiera y la confianza de los depositantes a lo largo de la crisis.
Solo Colombia y México contaban con una línea contingente del Fondo Monetario Internacional para mitigar posibles problemas asociados con una crisis cambiaria.
Antes de recibir el impacto del covid-19, estábamos relativamente bien...
La economía colombiana era sólida. Para este 2020 se esperaba crecer cerca de 3,3 por ciento, de los más altos en la región, y se estimaba que la inflación a fin de año estaría cerca de la meta de 3 por ciento. El déficit de cuenta corriente era alto, pero financiado en buena medida por inversión extranjera directa. El Gobierno cumplía con la regla fiscal y el sistema financiero tenía altos índices de liquidez y capital.
¿Y el coronavirus lo cambio todo?
Han cambiado las proyecciones debido a un conjunto de choques simultáneos y entrelazados: el coronavirus, la caída en los precios del petróleo, el menor crecimiento de nuestros socios comerciales, salidas importantes de inversión de portafolio y una caída fuerte en las remesas hacia el país, entre otros.
Ante todos esos fenómenos, ¿cómo reaccionó la Junta Directiva del Banco?
Con agilidad, rapidez y respaldo técnico. Además de una reducción fuerte en las tasas de interés, y de un incremento en las reservas internacionales del país, hemos irrigado unos 40 billones de pesos adicionales una vez se complete la activación de todas nuestras decisiones. Estos recursos constituyen nueva emisión que representa aproximadamente el 35 por ciento de la llamada liquidez primaria o base monetaria, 7 por ciento de la liquidez secundaria, M3, y 3,7 por ciento del PIB del país. La mayoría se entregan de forma permanente o a plazos largos, de manera que el sistema financiero cuente con liquidez estable que le permita originar crédito. También se ha suministrado liquidez en dólares a través de operaciones swaps, es decir, vendemos dólares hoy y los compramos en una fecha futura, a una tasa de cambio pactada hoy, permiten brindar liquidez adicional en dólares. Y coberturas cambiarias mediante ventas de dólares a futuro.
Confiamos en que la reducción de las tasas de interés de los bancos continúe a medida que el riesgo y la incertidumbre disminuyan
¿Para qué fue la reducción del encaje primario en 2 puntos?
Para ir liberando cerca de $ 9 billones a las entidades de crédito. El Banco amplió los montos, contrapartes, plazos y garantías de sus operaciones de expansión; creó un programa de liquidez a seis meses, con garantías de cartera de los bancos por $ 6,3 billones.
¿Estas medidas qué buscan?
Complementar el programa de garantías del Gobierno. Hemos ido más allá que la mayoría de bancos centrales en países emergentes. Nunca imaginé que durante mi gerencia daríamos liquidez comprando títulos de deuda privada o permitiendo garantías de cartera del sistema financiero.
Ustedes proveen liquidez, pero el crédito no fluye ni a hogares ni a empresas...
El crédito sigue fluyendo, pero no con la misma intensidad que en marzo, y no en todas las ciudades. Muchos empresarios elevaron fuertemente sus solicitudes de crédito para tener un colchón de liquidez y no se pudo atender toda esa demanda.
La tasa de interés del Banco ya está en 2,75 por ciento. ¿Hasta dónde seguirá la baja?
Las tasas permanecieron 23 meses en 4,25 por ciento y se han reducido 150 puntos básicos en las últimas tres reuniones de Junta. La actual tasa de 2,75 por ciento es la más baja de la historia del nuevo banco central independiente, creado por la Constitución de 1991, y se encuentra por debajo del nivel de la inflación. Es la tasa real, la que se obtiene descontando la inflación, la que es relevante en la evaluación de impacto, y ya es negativa. Han sido bajas sustanciales, y consideramos que comenzarán a impactar con fuerza la economía una vez se libere parcialmente la cuarentena. Las reducciones han sido graduales, pues siempre tenemos que evaluar las consecuencias sobre los flujos de capital, el equilibrio macroeconómico y la estabilidad del sistema financiero.
Muchos analistas esperan un crecimiento positivo, cercano al 3,5 por ciento para 2021. Pero el nivel de incertidumbre es enorme
¿Por qué ya no hay unanimidad en la Junta a la hora de bajar las tasas?
Hace unos meses era claro para todos los miembros de la Junta Directiva del Banco que había que reducir tasas. Pero los límites se van acercando con las reducciones, y por ello cambia la evaluación de la perspectiva económica y de sus riesgos. Como se dijo antes, además de la inflación y el crecimiento, el empleo, los miembros de la Junta también consideran el impacto de la tasa de política sobre el ahorro, los flujos de capital y la estabilidad financiera.
El Banco baja su tasa, pero la banca privada no hace lo mismo...
Mire: la mayoría de estudios académicos muestran que nuestras tasas se transmiten en buena medida a los usuarios del sistema financiero, pero en forma gradual. La transmisión completa toma cerca de un año.
Entonces, ¿es una medida inocua? No son tiempos normales...
Prácticamente todas las tasas activas han caído de manera importante en los últimos 12 meses, pero solo algunas de ellas durante el último mes. Muchas tasas de interés han bajado recientemente tras una fuerte sobrerreacción al alza. La tasa de los créditos comerciales preferenciales y algunas modalidades de crédito de consumo son un ejemplo. Sin embargo, no hay que esperar que todas las tasas bajen a pesar de que la reducción en la tasa de referencia del Banco de la República reduzca el costo del fondeo de los intermediarios financieros. Es evidente que en algunos casos las tasas de interés van a reflejar el mayor riesgo existente.
Como usted dice, no son tiempos normales y la incertidumbre que enfrenta el sistema financiero es alta. Confiamos en que la reducción de las tasas de interés de los bancos continúe a medida que el riesgo y la incertidumbre disminuyan. Las captaciones de los bancos se han sesgado hacia las de corto plazo y el riesgo de los prestatarios ha aumentado con los choques que recibió la economía. Se crea un entorno en el que la tasa de política monetaria no es el único instrumento que se debe utilizar. Por eso hemos venido adoptando medidas adicionales para contribuir a la provisión de liquidez, el funcionamiento del sistema de pagos y la estabilidad de los mercados. Las medidas no solo buscan beneficiar a las empresas sino también a los hogares, con alivio en su carga de deudas, y mayor flujo de crédito para que se recupere el consumo.
En las crisis nacen la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias y todas las pesadillas terminan
Hablemos del futuro. ¿Qué cree el Banco que pasará con el crecimiento?
Las estimaciones disponibles sugieren que este segundo trimestre será el peor del año, y tal vez de la historia. Se espera un mejor resultado para el tercer y cuarto trimestres. El resultado final dependerá de las características de la pandemia, por las posibilidades de recaída; de nuestra capacidad de aislamiento social, de la manera en que se reabra la economía, y de la calidad de la política económica que se adopte en este período. Muchos analistas esperan un crecimiento positivo, cercano al 3,5 por ciento para 2021. Pero el nivel de incertidumbre es enorme.
¿La caída del PIB colombiano este año será la peor frente a otros periodos de crisis globales?
En el primer trimestre de este año la economía colombiana creció 0,4 por ciento desestacionalizado. Fue un resultado mejor que en Perú, que tuvo crecimiento negativo de -3,5 por ciento; que en Chile, con -2,4 por ciento; México, con -2,2 por ciento, o Ecuador, con -1 por ciento. Son noticias relativamente alentadoras en medio de esta angustiosa situación, si se considera que Colombia ha seguido políticas agresivas de distanciamiento social.
El equipo técnico del Banco presenta un rango estimado de crecimiento entre -2 por ciento y -7 por ciento para 2020 y en mayo, el Latin American Consensus Forecast, una encuesta que resume proyecciones de múltiples analistas, estima que el PIB anual podría caer -3,1 por ciento, con un rango que oscila entre -7 por ciento y 0,5 por ciento, mucho menos que en otros países de la región. Tanto para América Latina como para Colombia, se espera que la recuperación comience en el segundo semestre, escenario central, con un crecimiento superior cercano al 3,5 por ciento para 2021.
El desempleo está disparado. ¿Qué tanto le preocupa?
Mucho. El Banco mira con especial cuidado el nivel actual y futuro de la inflación y del crecimiento y por ende del desempleo, cuando determina las tasas de interés. La cifra de desempleo en abril de 19,8 por ciento no se encuentra muy alejada del 18,6 por ciento que esperaba el equipo técnico del Banco para el segundo trimestre. El desempeño de la economía en este trimestre posiblemente será el peor y por ello estimamos un menor desempleo promedio para 2020, que oscila entre 15 y 17 por ciento.
Son cifras muy preocupantes que esperamos se reduzcan en 2021, cuando la economía crezca. Si bien varios empresarios con quienes nos hemos reunido afirman que mantendrán niveles muy cercanos a los actuales de empleo en sus plantas, en los próximos meses la realidad es que el gran volumen de empleo en el país lo producen el sector de servicios y la pequeña y mediana empresa, ambos muy golpeados en esta crisis. Por eso hemos hecho todo lo que le he mencionado.
¿Ha analizado la Junta del Banco la opción de hacerle un préstamo al Gobierno?
En esta nueva época de bancos centrales independientes, ninguno ha dado crédito al Gobierno. En Inglaterra se abrió la posibilidad de dicho préstamo, pero repagable el mismo año. Sin embargo, vivimos en tiempos atípicos. La constitución de 1991 lo permite si existe unanimidad entre los miembros de la Junta. El Presidente de la República y el Ministro de Hacienda han expresado públicamente que el Gobierno recurriría a solicitar un crédito de emisión del Banco Central únicamente como mecanismo de última instancia. Concuerdo plenamente en que un crédito de emisión solo debe contemplarse en el caso remoto en que se hubiesen agotado todas las demás fuentes de financiamiento.
¿Le gusta al Banco que la inflación mensual sea negativa en -0,32 por ciento?
No. La Junta busca que la inflación de mediano plazo en el país sea 3 por ciento, y nos preocupa que la observada esté por encima o por debajo de la meta. Las reducciones recientes en las tasas de interés de política se han dado gracias al espacio que brindan los bajos niveles de inflación. La inflación para lo corrido del año está en 1,50 por ciento y para los últimos 12 meses en 2,85 por ciento. Estos resultados son enteramente consistentes con los pronósticos del equipo técnico del Banco, que oscilan para el año entre 1 por ciento y 3 por ciento.
¿Por qué no se tocan las reservas internacionales?
Como mencionó el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, las reservas internacionales se usan todos los días y a toda hora. Constituyen un seguro que ha comprado el país, con esfuerzo, a lo largo de los años, para brindar tranquilidad, mostrar que hay la capacidad de enfrentar una perturbación cambiaria de tamaño notable y desmotivar corridas contra el peso colombiano. Hemos acumulado una suma considerable de reservas en los últimos años con el fin de elevar el monto de nuestro seguro internacional, y esto nos ayuda en los mercados internacionales.
¿Cómo va a salir el país después de lo que usted llamó "esta pesadilla apocalíptica"?
En las crisis nacen la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias y todas las pesadillas terminan. Como escribió García Márquez: "Y aún en medio de una tormenta, por algún lado saldrá el sol". Lo importante es cómo estemos cuando aparezca el sol.
YAMID AMAT
ESPECIAL PARA EL TIEMPO