Los cinco aspirantes a la Presidencia de la República que no pertenecen a los partidos o movimientos políticos tradicionales ni son miembros del llamado "establecimiento" han llegado a un acuerdo para formar una coalición y escoger, mediante consulta popular, a uno de ellos como candidato único a la Presidencia de la República.
Ellos son Sergio Fajardo, Clara López, Antonio Navarro, Claudia López y Jorge Robledo. Dos del Partido Verde, dos del Polo y uno sin partido.
¿Por qué ha decidido aspirar a la Presidencia de la República sin tener realmente posibilidades de ser elegida?
Eso ya lo veremos. Decidí postular mi precandidatura por el Partido Verde porque creo que los ciudadanos que estamos desesperados con la corrupción somos mayoría y estamos decididos a apoyar una alternativa que tenga esa prioridad.
Cuando afirma "eso lo veremos", ¿qué quiere decir?
Que vamos a ganar. Estoy segura de que en este país los corruptos son minoría. La mayoría de los electores están contra eso. Colombia ya no tiene como prioridad ni las Farc ni la paz sino derrotar la corrupción, que es el gran cuello de botella para modernizar y desarrollar el país. Estoy convencida de que esa es la prioridad y que quien la lidere y logre armar una coalición con el 80 por ciento de los ciudadanos que no están en ningún partido va a ganar. Yo espero ganar en esa coalición.
Pero, en este momento, todos los candidatos dicen lo mismo, que hay que combatir la corrupción. ¿Cuál es la diferencia?
Puede que lo digan, el problema es que no lo hacen. Por ejemplo, Germán Vargas es la personificación de la politiquería y la corrupción. Entonces podrá hablar de eso, pero no lo hace. Se la pasa reclutando bandidos, corruptos y 'parapolíticos' en cada departamento al que va. Si uno quiere derrotar la corrupción, hay que apuntarles a los tres escenarios: fortaleciendo la ciudadanía, renovando el Congreso y ganando la Presidencia sin comprar votos y sin comprar congresistas. No estamos hablando de poner un colombiano en la luna en un cohete de fabricación nacional. Estamos hablando de hacer dos cosas muy concretas: ganar la Presidencia sin comprar votos y gobernar sin comprar congresistas. Eso es perfectamente posible.
¿Pero no le parece tan genérico políticamente ofrecer lucha contra la corrupción cuando, precisamente, otro senador, Jorge Robledo, ha anunciado su precandidatura presidencial con la misma bandera de anticorrupción?
Es bueno para Colombia que haya mucha gente con credibilidad, coherencia y liderazgo alrededor de la anticorrupción...
¿A usted le gusta Robledo como dirigente político?
Me gusta Robledo, me gusta Fajardo, adoro a Navarro y vendrán otros, vendrán otros. Es una maravilla para Colombia que haya múltiples liderazgos con credibilidad y coherencia de vida pública para liderar la batalla contra la corrupción. Los ciudadanos escogerán cuál es el más indicado para liderarlo.
Algo sabio que hizo la Constitución del 91 fue establecer la segunda vuelta presidencial. Uno de los dos candidatos será seguramente Germán Vargas Lleras. ¿Usted aspira a ser su contrincante?
Yo no creo que el señor Vargas llegue a la segunda vuelta.
¿Usted está hablando en serio?
Muy en serio. Yo creo que este país dio una batalla enorme por acabar la guerra y acabar a las Farc, y lo logró. Con dolores, con partos, con peleas, pero lo logró: acabó una guerra de 52 años y desmovilizó a las Farc. La prioridad de los colombianos ahora es otra. Es derrotar la corrupción y la politiquería, y yo no creo que Germán Vargas sea ningún ganador porque es la personificación de la patanería, del machismo, de la corrupción y de la politiquería. Reconozco que hay gente que dice que esa es la garantía de que ganará. Yo creo que esa es la garantía de que perderá. Los ciudadanos están buscando una alternativa distinta y opuesta a eso que él personifica. Ya veremos quién lo representa mejor. Yo aspiro a representarlo. Puede ser que quien lo represente mejor sea Robledo, o sea mejor Fajardo. Eso lo decidirán los ciudadanos. Lo importante es que el país elegirá una alternativa que personifique lo opuesto a lo que representa Germán Vargas.
En el caso de los sectores que usted representa, hay varios dirigentes: está Fajardo, está Robledo, podría estar Clara López, está Navarro. ¿Cómo piensa usted que se puede poner de acuerdo este sector para llegar a una candidatura?
Lo estamos conversando todos. Con todos los que menciona hemos conversado.
¿Sobre esto?
Sí. Y todos tenemos puntos de encuentro por este tema.
¿Pero han conversado concretamente sobre qué?
Sobre construir una coalición. No se trata de hacer una coalición de partidos. Los partidos son un fiasco. Los partidos no representan ni a un tercio de los colombianos. La coalición ganadora es la coalición con el 80 por ciento de los colombianos que no tienen partido. Esa es la coalición que hay que tener el ingenio y la creatividad de hacer. No es una coalición de logos partidistas. La coalición ganadora, la que va a derrotar a la corrupción es la coalición que logre agrupar a ese 80 por ciento de los ciudadanos sin partido en una plataforma ciudadana, colectiva, sostenida, que elija a la mejor gente a la Presidencia, al Congreso, a alcaldías, a gobernaciones.
¿Y están de acuerdo los cinco en construir una coalición?
Sí. Podemos tener divergencias, prioridades y estilos distintos, pero en que hay que hacer una coalición con la ciudadanía estamos todos de acuerdo.
¿Y cómo van a hacer para escoger uno?
Eso no tiene misterio. Es un tema de ponerse de acuerdo en unas reglas de juego y hacer una consulta popular.
¿A usted qué mecanismo le gusta?
Tiene que ser un mecanismo con voto popular. Esto no es de componendas ni de gabelas. Que los ciudadanos decidan una plataforma, un programa, un conjunto de líderes con credibilidad de vida para enfrentar la corrupción y que los ciudadanos escojan a quién ponen para la Presidencia, a quién en Vicepresidencia, a quién para el Congreso y a quiénes para gobernaciones y alcaldías.
¿Han dialogado sobre el mecanismo?
No, todavía no. Pero estamos conversando para que sea una consulta en las urnas.
¿Ustedes tienen claro que si se dividen se autoeliminan?
Sí. Para mí es bastante obvio; no toca hacer un doctorado en Ciencia Política para saber que si nos dividimos nos gana la politiquería. Por eso no vamos a hacer la estupidez de dividirnos. Tenemos que hacer cada uno nuestra campaña, salir, exponer propuestas, ejercer liderazgo, y tenemos que crear un mecanismo de elección popular en el que los ciudadanos escojan quién va a dónde.
¿Entre Robledo, Clarita, Fajardo, Navarro y usted?
Sí, eventualmente.
¿Navarro tiene también aspiración de ser candidato?
No ha decidido.
¿Pero ha participado en los diálogos?
Sí, todo el tiempo, es el cerebro de esta iniciativa.
¿Qué mecanismo podrían utilizar ustedes para blindar el grupo?
Ahí tenemos visiones distintas, pero eso no es problema. Hay que acordar unas reglas de juego, y esa es nuestra gran prioridad en el primer semestre de este año. En mi opinión, las reglas de juego deben tener 3 cosas. 1: ser por voto popular. 2: priorizar la derrota de la corrupción, la modernización del país y la construcción de equidad. 3: esto es un plan a 10 años.
¿Plan para diez años o para ya?
Plan para arrancar ya, con una proyección a diez años.
Pero, entonces, ¿de qué se trata la coalición?
De que unidos para las elecciones, desde el 2018 hasta el 2027 podamos proponer, promover y hacer elegir a jóvenes, a mujeres, a profesionales destacados en concejos, en alcaldías, en gobernaciones, en la Presidencia y en el Congreso, durante 10 años. En ese lapso habremos renovado la política, modernizado el país y construido equidad. Esa tiene que ser la misión de esa coalición. Gente buena, jóvenes y mujeres fantásticos hay muchos, y todos quieren una oportunidad.
Lo primero es que, mediante voto popular, decidamos en el 18 quiénes van a ser nuestra fórmula presidencial. Habrá listas de coalición muy fuertes al Congreso que nos permitan duplicar lo que tenemos hoy.
¿En este grupo de los cinco está el candidato a Presidente y a Vicepresidente?
Sí. Los ciudadanos van a decidir con su voto, en una consulta, a quién ponen para la Presidencia, a quién a la Vicepresidencia. Por ahora hemos hablado de que haya un mecanismo de consulta. Tenemos que acordar los detalles porque hay dos del Polo, dos del Verde y uno sin partido.
¿Podría decirse que es una coalición de izquierda?
No, yo no creo. Es una coalición ciudadana anticorrupción. Fajardo y yo no somos de izquierda, por ejemplo. La izquierda son la UP, Marcha Patriótica...
¿Ustedes aspirarán a tener el apoyo de quienes eran miembros de las Farc?
No, no nos interesa nada con la gente de las Farc. Los que dejaron las Farc está bien que dejen de matar gente y su prioridad debe ser reconciliarse con este país, cumplirles a las víctimas, erradicar la coca. Y esta no es una coalición partidista; es una coalición ciudadana.
¿Por qué desautoriza de semejante manera, en general, a los partidos?
No crea. También hay gente buena en los partidos. Yo no estoy diciendo que todos son una cantidad de bandidos. En todos los partidos hay gente buena, que es minoría y que termina aplastada por la maquinaria y la corrupción. Nosotros hace mucho tiempo decidimos rebelarnos y salirnos de esa lógica. Los verdes hemos ido creciendo y tenemos credibilidad. Donde estamos gobernando -como en Nariño, Boyacá, Putumayo y Neiva- lo estamos haciendo bien. Donde estamos haciendo control político -como en el Congreso- también lo hacemos bien. Es eso lo que nos está dando la posibilidad de crecer.
¿Por qué tomó la decisión de no volver al Senado? ¿Qué le molestó del Congreso?
Que es un nido de abuso y robo sistemático a los ciudadanos, y es angustiante estar ahí sentado, ser una minoría y ver cómo entre el 23 y el 28 de diciembre le sacan a los ciudadanos 12 billones de pesos del bolsillo en la tributaria, cuando esos mismos políticos se roban 14 billones de pesos al año, y no poder hacer nada.
¿Por qué no siguió siendo senadora y luchando?
Porque vamos a acabar la lógica de que una minoría decente denuncia y un establecimiento corrupto gobierna. Hay que cambiar el orden de las cosas.
¿Lo que usted dice no es lo que muchos llaman populismo y demagogia?
¿Derrotar la corrupción le parece populismo?
¿Ofrecer acabar con la corrupción no es eso?
Entonces, ¿qué es de estadistas? ¿Que sigamos en este mar de corrupción, donde las minorías decentes denuncian y las mayorías corruptas del establecimiento gobiernan? ¿Eso es lo estadista?
¿Ni es demagogia?
No. Eso es sentido común.
¿Cómo hace la gente para distinguir entre realidad, populismo y demagogia?
Bueno, eso sí es una pregunta retórica. Yo creo que la gente no es tonta. Yo invitaría a todo el establecimiento a que renuncie a su arrogancia y entienda de una vez por todas que la gente está decidida a domesticar a la clase política y vencer a los corruptos.
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO