El representante especial de las Naciones Unidas en Colombia, el diplomático mexicano Carlos Ruiz Massieu, quien actúa como facilitador entre el Gobierno y el Comité del Paro, revela en esta entrevista que "se ha logrado avanzar de manera importante" entre las partes, después de la primera reunión exploratoria, que se realizó a comienzos de la semana.
Asegura que "hay voluntad mutua de negociar un acuerdo" para poner fin al paro que tanto afecta a la nación y que ya cumple más de dos semanas de duración.
Por otra parte, el diplomático calificó como "histórica" la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, adoptada el jueves pasado, en la que se faculta a la misión en Colombia para que se verifique el cumplimiento de las sanciones que impondrá la Justicia Especial para la Paz (JEP) "a las antiguas Farc, a agentes del Estado, a la Fuerza Pública y a terceros" que participaron en el conflicto. Ruiz pide también diálogo con el Eln. El representante de la ONU tiene 25 años de experiencia en la función pública y en la diplomacia.
Abre su diálogo refiriéndose a su gestión de facilitador:
"Las partes nos han invitado a acompañar y a facilitar la generación de confianza y acercamiento para una negociación que llegue a acuerdos concretos".
Pero, usted, por ejemplo, ¿puede hacer sugerencias sobre fórmulas conciliadoras?
Como facilitadores, mantenemos un diálogo con ambas partes, escuchando sus visiones y posiciones e intercambiando opciones para avanzar.
¿Tienen alguna facultad para apoyar o rechazar alguna posición?
Las partes son quienes lideran el diálogo y la negociación. La Conferencia Episcopal y nosotros esperamos contribuir a que se den las condiciones apropiadas para que las partes se escuchen y lleguen a acuerdos.
¿Podría afirmarse que usted tiene funciones para ser parte de la solución?
Muchos procesos de negociación se apoyan en facilitadores externos o terceros con el fin de generar confianza y condiciones para que el diálogo sea efectivo. Buscamos facilitar el acercamiento entre ellas para avanzar hacia la negociación.
¿Cómo va el proceso?
Junto con la Conferencia Episcopal continuamos escuchando al Gobierno Nacional y al Comité Nacional del Paro en sus visiones y perspectivas. Ambas partes han dado gestos que conducen a generar las condiciones para la negociación y así abordar los grandes temas nacionales, incluyendo el acuerdo de paz.
¿Las partes tienen ánimo conciliatorio?
Ambas partes tienen disposición al diálogo. Confiamos en que pronto estén en posición de llegar a acuerdos que beneficien a Colombia.
La reunión exploratoria, ¿podría considerarse como un fracaso?
Por el contrario, fue un espacio de escucha y de acercamiento. Fue el primer paso para generar confianza. Se puede decir que a partir de ella se conocieron las demandas, y se ha logrado avanzar de manera importante luego de la reunión. La disposición al diálogo y a avanzar en la negociación es lo más importante. En la eventual mesa de negociación, las partes acordarán los temas por concertar y conciliar. Nosotros, quienes acompañamos, apoyamos para que las partes avancen en ese diálogo y logren acuerdos.
¿Cuáles considera usted que son los puntos más complicados de la negociación?
Todavía es muy temprano para decirlo. En toda negociación hay temas más difíciles que otros, y estaremos listos para apoyar en lo que se requiera.
¿Ha realizado usted sondeos entre las dos partes? ¿En qué posición se encuentran?
Sí, ambas partes nos han transmitido sus demandas y propuestas, así como su voluntad para negociar.
¿Qué tan grave puede resultar para el país la prolongación del paro?
La protesta pacífica es un derecho a través del cual la ciudadanía se expresa y, a su vez, hemos visto masivas manifestaciones en estas semanas. Es muy importante que haya acuerdos que permitan el acceso a alimentos, medicinas e insumos. Es esencial garantizar el acceso a estos bienes, sobre todo en medio de la pandemia. Lo que definitivamente no se debe prolongar es la violencia en las protestas.
"Estamos aún en la etapa de la generación de confianza, y las partes se encontrarán por segunda vez este domingo"
¿Es usted optimista sobre la reiniciación de la negociación?
Sí. El hecho del encuentro de esta semana junto con las reuniones que hemos sostenido con las partes nos dan señales de optimismo en esta dirección. Estamos aún en la etapa de la generación de confianza, y las partes se encontrarán por segunda vez este domingo. Es importante que ambas se escuchen y avancen en la comprensión de los argumentos del otro.
El Comité del Paro ha dicho que no aceptarán como propuesta de solución la integración de comisiones para negociar cada petición. ¿Entonces?
El primer paso es que las partes se sienten en una mesa de negociación y en la cual puedan definir la metodología y los temas por concertar.
Por otra parte, usted es jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia. El Consejo de Seguridad adoptó una resolución en la que no solo amplió el periodo de su misión, sino que pidió la verificación del cumplimiento de las sanciones que impone la JEP. ¿Eso qué significa?
Esto es un hecho histórico. La adopción de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU reafirma el apoyo unánime de la comunidad internacional al acuerdo de paz y la centralidad de las víctimas. La decisión es un reconocimiento al compromiso de las partes signatarias del acuerdo para seguir avanzando en su implementación, sobre todo, para satisfacer los derechos de las víctimas y fortalecer las condiciones para la reconciliación. A la vez, evidencia la confianza y legitimidad del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición.
¿Y en qué consiste la verificación que la ONU le ordena hacer sobre las sanciones que aplique la Justicia Especial para la Paz (JEP)?
Con esta resolución, el Consejo de Seguridad, a solicitud de las partes, da un mandato a la Misión de Verificación para monitorear y verificar las sanciones propias de la JEP; aquellas que se impondrán a partir del pleno reconocimiento y verdad de los comparecientes y que buscan restaurar a las víctimas.
Es importante mencionar que esta nueva función es adicional a las áreas en las cuales la Misión ya tiene responsabilidad: el proceso de reincorporación y las garantías de seguridad.
¿Qué tan importante es la JEP en el proceso de paz?
El Sistema Integral y sus tres entidades son fundamentales para la transición y la consolidación de la paz en Colombia. Este sistema está mostrando resultados concretos en términos de conocimiento de la verdad, el reconocimiento de responsabilidades, participación de las víctimas y acceso a la justicia transicional. Particularmente, la JEP es el órgano que impartirá justicia restaurativa. Es parte esencial del acuerdo de paz.
¿Cuál es su posición ante las críticas que algunos sectores políticos le hacen a la JEP?
El acuerdo de paz está fundamentado y construido alrededor de las víctimas que están en el centro del mismo. Ahora que la JEP va a empezar a imponer sanciones, es aún más importante que se la apoye desde todos los sectores del país y desde la comunidad internacional, porque el resarcimiento, la reparación de las víctimas depende de ello. Naciones Unidas trabajará con esta nueva función precisamente para garantizar que la justicia transicional funcione y que el acuerdo de paz sea al final del día una historia de éxito para todo Colombia y para todos los colombianos.
¿Quiénes son los sancionados cuyo castigo será verificado?
Los sancionados son aquellos comparecientes individuales -en el contexto de los macrocasos de la JEP- que hayan reconocido plenamente su responsabilidad y hayan ofrecido verdad completa. De acuerdo con el criterio de los magistrados de la JEP, habrá sancionados de las antiguas Farc-Ep, de agentes del Estado, Fuerza Pública y terceros que tuvieron participación en el conflicto.
"Ahora que la JEP va a empezar a imponer sanciones, es aún más importante que se la apoye desde todos los sectores del país y desde la comunidad internacional"
¿La Misión verificará que el Gobierno cumpla también con la aceptación de las sanciones que impone la JEP?
Las sanciones propias de la JEP están previstas para todos los comparecientes de la JEP, incluyendo Fuerza Pública y agentes del Estado. La Misión tendrá la responsabilidad de verificar dos aspectos fundamentales: el establecimiento de las condiciones para el cumplimiento de las sanciones por las autoridades competentes, y el cumplimiento de las sanciones por parte de los sancionados.
¿Cómo hará la misión este monitoreo a las dos partes?
La Misión intensificará su coordinación con las entidades del Estado, especialmente con la JEP y otras instancias de gobierno, para que las sanciones cumplan con su carácter restaurativo. La Misión mantendrá comunicación constante con los actores relevantes para monitorear las condiciones para el cumplimiento de las sanciones y para que los sancionados cumplan a cabalidad. Esto se hará a nivel nacional y territorial, donde la Misión tiene presencia.
¿Qué hacer con los asesinatos de exmilitantes de las Farc y de líderes sociales?
A través de nuestra verificación hemos evidenciado que los asesinatos se focalizan en 25 municipios, donde aún se requiere mayor solidez en la presencia integral del Estado. En estos municipios se concentra la presencia de grupos armados ilegales y criminales, economías ilícitas, y en ellos hay reducidas oportunidades para el desarrollo. La consolidación del Estado en estas regiones, incluyendo resultados en las investigaciones y judicializaciones de estos asesinatos, es crucial.
¿Qué quiere decir 'mayor solidez' en la presencia del Estado?
Que la presencia del Estado debe ser integral, efectiva y permanente, y que a través de ella se provea seguridad, bienes y servicios, y brinde oportunidades de desarrollo y acceso a una justicia efectiva.
¿Es optimista sobre el futuro del posconflicto?
Sí, claro que sí. Hay avances importantes, a pesar de los múltiples desafíos y obstáculos. La consolidación de la paz requiere de un esfuerzo sostenido en el tiempo. Hemos sido testigos del compromiso de las partes, de la participación activa de la ciudadanía, las empresas, la Iglesia, así como de la comunidad internacional, y de la asignación de recursos para el proceso de paz. Si bien esto ofrece una base sólida para el éxito, es indispensable fortalecer las garantías de seguridad para mantener la implementación del acuerdo de paz y la ejecución de programas que mejoren las condiciones en los territorios afectados por el conflicto.
"La consolidación de la paz requiere de un esfuerzo sostenido en el tiempo"
¿Tienen razón quienes aseguran que el Gobierno no está seriamente comprometido con la consolidación del acuerdo de paz en esta etapa del posconflicto?
Recordemos que el acuerdo de paz es un proceso que se implementará durante al menos tres gobiernos. Este gobierno ha avanzado de manera importante en algunos apartados del acuerdo de paz y está decidido, por ejemplo, a profundizar el proceso de reincorporación y con los Pdet (Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial). Es esencial proteger los logros hasta ahora alcanzados, que son base sólida para que el acuerdo se implemente de manera completa e integral.
¿Ve algún peligro para la paz en Colombia?
Hay retos que hay que atender de manera urgente, como es la seguridad para quienes dejaron las armas, le apuestan a la paz y adelantan su proceso de reincorporación, así como para aquellas personas que asumen el liderazgo de sus comunidades y organizaciones. La seguridad en los territorios es crítica para consolidar los esfuerzos y poder facilitar que los programas derivados del acuerdo puedan arraigarse.
¿Es posible una negociación con el Eln?
Desde hace más de un año, junto con la Iglesia, y con la anuencia del Gobierno Nacional y la aceptación de la delegación del Eln, se ha avanzado en la generación de confianza y en promover el acercamiento de las partes. El apoyo de Cuba y Noruega, como países garantes, ha sido fundamental. Desde la ONU siempre privilegiamos el diálogo como mecanismo principal para resolver los conflictos y continuaremos apoyando la generación de confianza entre las partes y su disposición al diálogo.
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO