"Convertir las elecciones de Octubre, que renovarán gobernadores, alcaldes, diputados y concejales, en un plebiscito anti Petro, es irresponsable y equivale a condenar a Colombia al fracaso". Así lo afirma el ex presidente del congreso de la república, Roy Barreras. Asegura que en esa campaña están comprometidos fundamentalmente el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras y la senadora Maria Fernanda Cabal.
Barreras, quien después de más de 20 años, abandona "por ahora", según él la actividad política, fue parlamentario en los últimos 17años, hasta la semana pasada. Fue taxista y panadero, en sus años de extrema pobreza en su juventud de estudiante, cuando vivía en uno de los barrios más humildes de Bogotá, Las cruces, en una pensión. El mismo narra que "después de grandes esfuerzos, de sufrir hambre y realizar muchos sacrificios", se graduó como médico cirujano en la universidad nacional y ejerció en Cali, su ciudad natal.
El diálogo del cronista para EL TIEMPO, se inicia con esta pregunta:
A usted lo acusan de "camaleón" por sus cambios de partido. El consejo de estado, además, lo despoja de su curul, acusándolo por doble militancia...
Resulta que todos los presidentes y muchos de los candidatos, han cambiado de partido muchas más veces que yo y los candidatos. Gaviria, Mockus, Peñalosa, Fajardo, Vargas Lleras, Uribe, el propio Santos, Petro. ¿Cuántas veces se han cambiado de partido? Pero los detractores me ponen a mí como ejemplo.
¿Y cuál es el origen de su distanciamiento con German Vargas Lleras?
Cuando la mafia asesino a Galán, en el Nuevo liberalismo nos fuimos para Cambio Radical que dirigían Antonio Galán y Augusto Valdivieso. Pero llegó Germán Vargas Lleras y lo transformó en un partido de derecha y me expulsó.
¿Usted era adversario político de Germán Vargas?
No soy su adversario, pero opinamos distinto en casi todo. Expulsado de Cambio, me recogió Juan Manuel Santos en el partido de la U y desde ahí, desde hace 15 años, milito con Santos. Hace cuatro años, cuando el partido de la U decidió traicionar el legado de la paz, se vendió al gobierno de Duque y empezó a apoyar las objeciones contra la JEP, yo hice una disidencia, me negué a ser parte de ese partido. Duque apoyaba las objeciones contra la JEP. Eso era intolerable. Mi contradicción fue de tal, que me negué, por ejemplo, a votar por la procuradora Margarita Cabello, que me parecía una persona muy de derecha. Y como violé la ley de bancadas por no pasarme al partido de gobierno, me expulsaron.
Y ahora lo sacaron del senado...
Por cuenta de la expulsión. En resumen, me han expulsado dos veces. Como decía Churchill: uno puede cambiar de partido, él lo hizo, pero no de ideología. Yo he sido un liberal socialdemócrata. Llevo 15 años acompañando a Santos, dando testimonio de la defensa de la paz.
En todo su camino político usted ha mostrado ser buen diplomático. Ahora lo aplicará como nuevo embajador ante el Reino Unido....
Será una experiencia completamente nueva para mí. No he sido funcionario público nunca. Solo he tenido dos oficios en la vida. Durante 23 años fui médico particular, privado con mi padre y llevo 17 años en el Congreso.
¿Pero aquí termina su vida política?
No, no. no. Termina mi vida en el Congreso. Nadie puede retirarse del campo de batalla cuando aún no se ha ganado la batalla.
¿Pero usted va a volver al congreso?
No. El fallo del Consejo de Estado lo que hizo fue anticipar en 15 días mi salida. Tengo que, con ayuda de Dios y de los médicos, terminar de curarme, porque muerto uno no le sirve a nadie. De manera que lo primero es curarse y curado, volveré a la arena política.
¿Usted tiene aspiración de suceder al presidente Petro?
Todas las apuestas del gobierno Petro requieren un proceso de cambio que no termina en cuatro años. Así que yo sí espero que seamos capaces de construir alternativas; para eso tenemos que ayudarle a Petro a que tenga éxito
¿Cómo va su estado de salud?
Voy bien, pero aún no termino el tratamiento; me falta la última etapa, que es un procedimiento quirúrgico que seguramente requerirá por lo menos 30 días. Hoy el cáncer siglo 21 es distinto a lo que era en el siglo 20. Es curable si se diagnostica a tiempo. Es posible derrotarlo. Tengo la convicción de que lo lograré.
¿No añora el Congreso?
Hace un mes le hubiera dicho que no porque estaba realmente agotada esa etapa congresional. Pero han sido tan generosos mis compañeros que tuvieron un acto de despedida que me llenó de nostalgia. No soy partidario de la destrucción de las instituciones. Ni de la calle violenta, ni de los dictadores mesiánicos. sino de las democracias representativas liberales, que es lo que yo defiendo.
Unos sectores de oposición señalan al presidente Petro como mesiánico....
Los líderes poderosos como Uribe y como Petro, son vistos por la sociedad como salvadores.
¿Y por qué esa fama ante la opinión pública de creerse todo poderoso?
Porque tiene un liderazgo muy fuerte, popular, tiene la expresión de otro modelo de democracia que es la democracia directa. La democracia cada vez más sana, la democracia que está en la Constitución del 91, porque la incluyó también el M-19 con Navarro en la Presidencia. La Constitución del 91 es un híbrido entre la democracia directa y la democracia representativa liberal.
¿Usted que le podría criticar al presidente Petro?
Creo que el presidente Petro a veces se rodea de gente que lo adora.
¿Que lo adora?
Cuando uno está rodeado de gente que lo adora y que le teme por su fuerza y no es capaz de darle una opinión objetiva o independiente, es fácil que un presidente aislado en ese círculo piense que todo está saliendo bien. Es muy importante para cualquier gobernante tener voces independientes, inclusive voces críticas que le permitan advertir lo que va bien y lo que no va bien para corregir rumbos.
Pero tenía en su anterior gabinete gente que le criticaba y la sacó...
Sí, porque el presidente decidió hacer un giro en su gabinete para traer gente de más confianza. Sin embargo, déjeme decirle Yamid, que me parece que no es ese giro el único que puede ser criticable. Yo tengo una muy profunda preocupación por el giro radical de la oposición. Sobre todo la extrema derecha que está invitando al fracaso de Colombia. Quieren convertir las elecciones de octubre en un plebiscito anti-Petro; es una apuesta inútil porque es una invitación a elegir alcaldes desconectados del gobierno solo para poder vanagloriarse en octubre de que hubo un plebiscito anti-Petro.
¿A quién se refiere?
Estoy hablando, por ejemplo, de la apuesta de Germán Vargas, del joven Galán, de Alejandro Gaviria, de la senadora Cabal, de Fico Gutiérrez. Apostar a elegir alcaldes en un plebiscito anti-Petro es buscar el fracaso de Colombia y al fracaso de las ciudades capitales con alcaldes desconectados. Eso, por ejemplo, es un error inútil porque no le ofrece soluciones a nadie. Y es lo que está ocurriendo: campaña para no elegir alcaldes comprometidos con sus ciudades sino alcaldes de oposición.
Pero es que, de todas maneras, las encuestas muestran un bajonazo impresionante de la popularidad del presidente en la favorabilidad...
Yo le digo a los lectores: si vamos todos en un mismo avión que es Colombia y nos dicen que el piloto ha bajado en su popularidad, ¿Qué hacemos?, ¿Tiramos al piloto por la ventana? Pues así nos estrellamos todos. No. lo responsable es ayudar a encontrar soluciones. Ayudar a corregir el rumbo. Es una irresponsabilidad apostarle al fracaso del gobierno.
¿Usted, por qué se volvió del pacto histórico?
Porque los candidatos que había eran Fico Gutiérrez, Rodolfo Hernández. Petro era el único comprometido con la implementación del Acuerdo de Paz que firmamos en el Teatro Colón y del que fui negociador plenipotenciario y que además le daba una dimensión más amplia a la paz total. Las tres apuestas de Petro, Paz total, justicia social y justicia ambiental son totalmente compatibles con las ideas liberales con las que recorrimos el país.
¿A usted le pareció bien acabar con la coalición de gobierno?
No es una conclusión válida pensar que romper la coalición de gobierno y decidir gobernar sin solidez en el Congreso es una idea buena y es eficaz. Nadie puede asegurar hoy el futuro de las reformas, a no ser que los partidos históricos comprendan que lo que deben hacer es apostarle a la agenda del cambio y no a la de la oposición inútil. Yo confío en la recomposición de la coalición y debo decir dos cosas que no habían pasado nunca. No recuerdo un gobierno que en los primeros meses de gobierno anuncie la ruptura de su coalición, porque los gobiernos para ser exitoso necesitan favorabilidad y gobernabilidad. Pueden perder una de las dos, pero no ambas. Los gobiernos, todos pierden favorabilidad por el desgaste de su ejercicio. Eso no depende de ellos, porque la opinión es voluble, pero la gobernabilidad sí depende de los gobiernos. Gobernar es construir consensos. Un gobierno que no construye consensos no logra sacar adelante su agenda reformista.
Por eso confío y ayudaré desde donde esté a recomponer la coalición de gobierno. Yo soy médico y se aplicar reanimación cardiopulmonar. Así que vamos a aplicarle maniobras de reanimación a la coalición de gobierno.
¿Qué hace falta para que se restablezca la coalición de gobierno?
Yo creo que dos cosas. La decisión de los partidos de apostarle claramente a la agenda de cambio y no ceder a la tentación de la oposición inútil. Yo creo que es necesario el diálogo. Lo que yo he intentado durante mi vida política es construir puentes. Gobernar es eso, buscar consensos.
¿Y usted cree que el presidente Petro querrá volver a la coalición?
Yo creo que sí. Si el gobierno del presidente Petro ve la decisión de los partidos históricos de apostarle al cambio y no a la oposición inútil fácilmente invitaría a la recomposición de la coalición. Es más, el propio presidente lo dijo recientemente en España que él quiere recomponer una coalición que llamo más pequeña pero más comprometida con el cambio. Yo creo que eso es posible. En su famoso trino, dijo "La coalición se ha roto por voluntad de los presidentes de los partidos". No por voluntad de él. Yo no sólo deseo, sino que ayudaré a que se recomponga una coalición. Y reitero la invitación a los partidos históricos, empezando por el Partido Liberal. Apostarle a la agenda de cambio y no al de la oposición inútil y prematura tres años antes de apostarle al fracaso de Colombia. Es un error.
¿Qué le parece a usted ser embajador en Londres?
Me parece una cosa extraña, porque nunca estuvo en mis planes.
¿Y cómo va a hacer usted con los médicos?
Mañana es mi último chequeo médico quirúrgico. Allí me van a definir un procedimiento cuya incapacidad será de por lo menos 30 días y después espero estar sano para poder seguir sirviendo.
¿Usted va a viajar curado?
Espero que sí, si Dios quiere. Yo tengo programado primero, viajar mañana a Nueva York.
¿Y el chequeo médico?
Es allá, en Nueva York en el Centro Oncológico de Nueva York va a ser el último chequeo. Vendré después del procedimiento.
En casi todas las democracias del mundo, existe electoralmente el péndulo. Partido de izquierda, y luego de derecha y luego de centro...
Todos los demócratas en Colombia tenemos la obligación de impedir que el péndulo vaya a la extrema derecha. Si la extrema derecha llegase a gobernar sobre el fracaso que algunos desean de las políticas sociales de Petro, eso implicaría la reproducción de ciclos de violencia, pobreza, miseria, acabar con la ilusión de la gente. Por eso Colombia necesita gobiernos liberales, gobiernos demócratas que continúen una agenda progresista por lo menos 12 años.
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO