“Todo agricultor tiene que estar cortando permanente la maleza”. Con estas palabras, el general Rodolfo Palomino, quien no oculta su origen campesino, revela que está adelantando una “operación limpieza” en la institución: suspendidos 200 policías, destituidos 159, 84 detenidos. De todos los grados.
Pero, de otra parte, destaca cómo la inmensa mayoría de los policías son insobornables. Este año han detenido a más de 59.000 delincuentes, y en muchos casos intentaron, vanamente, seducir al policía.
El alto oficial también revela que han sido halladas varias guacas. Parte de una de estas se la robó un agente. Fue capturado y el dinero, recuperado.
El general Palomino denuncia, por otra parte, la aparición fuerte de cultivos hidropónicos de marihuana en el país.
“Tenemos cuatro pilares para el fortalecimiento de la confianza que la comunidad debe tener en la policía: mayor efectividad contra el delito, transparencia institucional, respeto por los derechos humanos y solidaridad –dice Palomino–. No se puede concebir una Policía que no sienta como suyo el dolor de cualquier ciudadano. Esta tiene que ser una Policía que genere confianza en absoluta legitimidad. Legitimidad es credibilidad”
¿Para lograr todo eso, qué medidas ha tomado?
Cuando es necesario, prescindimos de los servicios de cualquier policía y ahondamos en el proceso de judicialización. La Fiscalía ha sido gran aliada para esas investigaciones judiciales. Hemos suspendido más de 200 policías. En lo que va del año ya han sido destituidos 159 uniformados por faltas disciplinarias.
¿Agentes?
De todos los grados.
¿Tiene un dato preciso sobre qué cantidad en qué grados?
En 2014 hemos retirado 9 oficiales, 79 patrulleros, 15 suboficiales y 56 auxiliares.
¿Cuáles son las irregularidades más recurrentes?
Aceptar o exigir dinero. Eventualmente, el policía permite a los delincuentes cometer ilícitos. Esas conductas penalmente se denominan concusión, que es exigir dinero para hacer lo que se tiene que hacer, o cohecho, que es recibir dinero para no hacer lo que se debe hacer. También estamos sancionando actos arbitrarios.
¿Los policías destituidos han sido judicializados?
En algunos casos, su conducta no solo es de infracción disciplinaria sino penal. Nuestro compromiso es que, cada día, el policía sea un ciudadano ejemplar, como lo es la inmensa mayoría de los policías. Tenemos que combatir en Colombia el más variado escenario delictivo –corrupción, narcotráfico, extorsión, minería ilegal–, y el policía es la primera barrera de contención.
En lo que va de este año, hemos capturado más de 51.500 personas sindicadas de algún delito. Es una cifra altísima y, hay que decirlo, en cada uno de estos casos el policía se enfrentó con el delincuente, y no solo en escenarios de confrontación bélica sino en una verdadera dicotomía ética. El 90 por ciento de los delincuentes tratan de seducir al policía ofreciéndole dinero para que no cumpla su labor. Encontramos que, en esos 51.500 casos donde hubo capturas, los policías llegaron con una gran fortaleza ética y moral que los llevó hacia la dirección correcta: materializar las detenciones.
¿Es una ‘operación limpieza’?
Sí. Y tiene que ser así. Un buen agricultor selecciona la mejor parcela para cultivar, consigue la mejor semilla y obtiene la mejor planta. Pero tiene que cortar constantemente la maleza. Para mí no es difícil hablar de los campesinos porque ese es mi origen. Este es un plan de transparencia, pensado, firme y sostenido. Es así como estuve en Neiva, en días pasados, condecorando a cuatro patrulleros que en La Plata (Huila), a las 2:30 de la mañana, incautaron 4.700 kilos de marihuana y, a pesar de que los sedujeron, detuvieron al dueño del cargamento. Eso es muy estimulante, y me satisface enormemente saber que dos de esos cuatro policías apenas llevaban tres meses como patrulleros. En cambio, me preocupa lo que acaba de pasar en Barbosa (Antioquia).
¿Qué ocurrió?
La Policía halló una guaca, con miles de millones de pesos. Un policía se apoderó de parte del dinero. Otros policías lo recuperaron y detuvieron al que se lo llevó.
¿La guaca era de la guerrilla?
No, de bandas criminales, de este clan perverso que se autodenomina ‘los Urabeños’, que no es más que la familia Úsuga, en zona rural de Barbosa.
¿Cuánto hallaron en la guaca?
Más de 5.000 millones de pesos. El policía detenido pretendía quedarse con 300 millones.
¿Ha sido el único hallazgo de dinero en caletas o guacas?
No. Encontramos en la vía de Cali hacia Popayán una guaca con 3.000 millones. Otro día, una con 2.000 millones y en Cali, dentro de un taxi, encontramos camuflados 2.000 millones más.
¿En esta operación de limpieza cuántos policías han sido capturados?
Han sido 84 los policías capturados por la misma Policía. Si hay algo que preocupe de manera significativa al señor Presidente de la República es el tema de corrupción. Él nos ha pedido máxima trasparencia y total combate contra las acciones irregulares. Los 84 capturados están en cárceles ordinarias sin ningún tipo de concesión, ningún tipo de benevolencia.
¿Y eso no los contagia más con el crimen?
Ese es un riesgo, pero debo decirle, con todo el dolor del alma, que nosotros tenemos que castigar a cualquier uniformado, sea cual sea su grado, que haya faltado a la ética y al honor policial. Mire usted, debo destacar el caso del policía Raúl Nausán, quien murió confrontando una banda delincuencial en Bosa. Junto con él, este año, 20 policías han llegado al sacrificio supremo de ofrendar su vida en la lucha contra la criminalidad. Honrando su memoria, tenemos que ser absolutamente fuertes, duros y contundentes ante actos de corrupción.
General, ¿qué es lo que está pasando en Buenaventura?
Existe una disputa de la banda ‘la Empresa’ con la de ‘los Urabeños’ para lograr el dominio territorial de las rentas criminales del puerto, asociadas al narcotráfico, al microtráfico y a la microextorsión. En la última operación se capturaron 33 integrantes de esas dos organizaciones en confrontación, y por seguridad de la comunidad, de fiscales y jueces, la judicialización se cumplió en Popayán. No podemos decir que ya con esto hemos neutralizado las dos bandas; tenemos que mantener el trabajo de inteligencia y la efectividad operativa de los últimos meses.
¿Por qué las bandas escogieron Buenaventura?
Allí se mueve más del 50 por ciento de las importaciones y exportaciones del país, y el narcotráfico quiere utilizar toda la capacidad instalada legítimamente. Esa infraestructura criminal es la que está en disputa.
¿Buenaventura es ciudad eje de la exportación de droga?
Sí, con las famosas lanchas rápidas de gran capacidad de desplazamiento. Algunas parten desde límites con el Ecuador. Allá hemos encontrado hasta sumergibles. Es un corredor delictivo asociado al narcotráfico y al contrabando.
A propósito: la Secretaría de Estado de Estados Unidos acaba de hacer un reconocimiento a Colombia por la reducción en siembra de coca. Entiendo que en la marihuana es distinto…
Esa afirmación es totalmente cierta. Con la erradicación manual, hacemos un esfuerzo grande, que nos ha costado muchas vidas. Pero los narcotraficantes se dieron a la tarea de devastar zonas selváticas y hacer lo que algunos denominan ‘monedas’ para sembrar coca. Son minicultivos cuya erradicación manual es difícil y fumigar no resulta efectivo.
En materia de marihuana, ¿de qué cifra estamos hablando?
La situación es grave. Estamos en la era de cultivos tipo hidropónico, es decir que usan soluciones minerales y no suelo agrícola. Los hacen en interiores y producen una marihuana con mayor concentración de tetrahidrocannabinol, principal constituyente sicoactivo de la marihuana. Cultivos abiertos tienen concentración hasta de 2 por ciento, pero las siembras bajo techo logran niveles hasta de 18 y 20 por ciento, es decir, obtienen marihuana de mayor calidad. Algunos se atreven a decir que es la marihuana estrato 5 o 6. La llaman creepy. Hay países donde la marihuana de este tipo es más costosa que la cocaína.
De padre conservador y madre liberal
¿Su padre era policía o militar?
No, él era un campesino de Santander.
¿Liberal o conservador?
Mi papá era conservador y mi mamá, liberal.
¿Y en su formación quién influyó más: papá o mamá?
Ambos por igual. Mi papá era un hombre muy trabajador y jamás hizo algo ilegal o inhumano. Era bondadoso, inmejorablemente fiel, siempre admirador y respetuoso de mamá.
¿Y su mamá?
Exageradamente severa.
¿Ella lo castigaba por hacer pilatunas?
Pero exageradamente. Ella es liberal, pero su comportamiento a veces parecía conservador.
¿Y su padre?
Muy formador.
¿Electoralmente era conservador pero su formación era liberal, lo contrario de su mami, que se decía liberal pero tenía reglas conservadoras?
Creo que por eso se lograron casar, porque, a pesar de tener filiaciones políticas distintas, se complementaron en el amor.
¿Quién influyó políticamente más en usted: su papá o su mamá?
Lo fundamental fue que trabajaron para formar hijos como personas de bien. De hecho, hicieron varios intentos por tener hijos sacerdotes. Los mayores se fueron a estudiar al seminario, pero no siguieron.
¿Son cuántos hermanos?
¡Doce! Y tres oficiales de la Policía y uno del Ejército.
¿Usted alguna vez votó?
Sí, una vez en mi vida.
¿Por quién?
Por alguien a quien usted admiró siempre: Alfonso López Michelsen.
Listos para elecciones
“Implementamos hace más de 15 días dispositivos de fortalecimiento de la seguridad. Reforzamos registradurías y centros de cómputo. Son operaciones para garantizar que todo el material esté a las 5 a. m. en cada puesto de votación y se inicie a las 8 a. m. la jornada electoral, que esperamos sea la más segura, la más concurrida y la más transparente de la historia. Frente a la compra de votos, hacemos esfuerzos para evidenciar y judicializar aquellos casos que públicamente se advierten, pero poco se denuncian”.
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO