"Una vez los niños son reclutados, la intimidación se hace más fuerte. A los niños los ponen en los primeros frentes de guerra y los obligan a participar en distintos eslabones de la criminalidad, a costa de su propia vida. Los obligan a hacer labores de inteligencia, los involucran en el sicariato, en la extorsión y la venta de drogas, y todo esto en una nefasta dinámica de poder, de tratos crueles y de amenazas contra su vida, su integridad y la de sus familias".
Con estas palabras, Lina María Arbeláez, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), abre el diálogo cuando le pregunto sobre el nuevo plan contra uno de los más atroces efectos de los rezagos de la guerra que terminó y que disidencias de grupos subversivos aún practican: el reclutamiento de niños. Menores inocentes que se llevan de sus labranzas, que arrebatan a sus padres, para adoctrinarlos en la violencia.
Abogada y politóloga de la Universidad de los Andes, Lina María tiene varios años de experiencia en atención a los más vulnerables por situaciones de inequidad. En la semana que termina, ella, el ministro de Defensa y los altos mandos militares lanzaron un plan contra el secuestro y reclutamiento de niños.
"Tristemente -dice-, el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes sigue siendo una práctica recurrente, sistemática y oficializada en los grupos armados ilegales". Entre enero de 2018 y febrero de 2021, el Icbf recibió 547 menores de edad que se desvincularon de manera voluntaria o fueron rescatados por la Fuerza Pública de las filas de estos criminales. Muchas de sus terribles historias dan cuenta de una realidad atroz que sigue repitiéndose.
¿Cuáles son los grupos de delincuentes que más reclutan?
Por el programa de atención del Icbf, el cual opera desde noviembre de 1999, han pasado más de 6.958 niños, niñas y adolescentes desvinculados de los grupos armados. Las cifras nos indican que el 56 por ciento de ellos fueron reclutados por las Farc; el 19 por ciento, por el Eln; el 15 por ciento, por las Auc; el 5 por ciento, por las 'bacrim' y el 4,5 por ciento, por los grupos armados organizados residuales.
¿En todos los reclutamientos los niños son obligados?
Yamid, los grupos ilegales utilizan todo tipo de artimañas para persuadir, engañar, amenazar y obligar a los menores de edad a formar parte de sus filas. Sabemos que muchos son llevados a la fuerza y claramente no podríamos decir que un menor de edad accede de manera voluntaria a una práctica atroz. Lo cierto es que siempre hay coacción y que el reclutamiento es un crimen que debe ser castigado. Por eso, el Gobierno Nacional presentó esta semana el cartel de los reclutadores, para avanzar en su búsqueda y judicialización.
¿Cuáles son las regiones más afectadas?
Antioquia (12 %), Caquetá (7,1 %), Cauca (6,9 %), Meta (6,7 %) y Chocó (6 %) son los departamentos con mayores índices de reclutamiento.
¿Entre qué edades reclutan niños?
Los relatos que tenemos en el ICBF nos dicen que estos criminales reclutan niños y niñas desde los 9 años de edad. Desde 1999, hemos atendido 102 niños de entre 9 y 12 años; 2.035 de entre 13 y 15 años; 4.509 de entre 15 y 17, y 312 de 18 o más años. Pero una cosa es clara: a cualquier edad, el reclutamiento es una infamia.
¿Qué muestran las historias de quienes han vivido la crueldad del reclutamiento?
Niños de 9 años enfilados en pequeños escuadrones, aprendiendo a empuñar las armas, y adolescentes de 13 y 15 obligados a matar a quienes han sido sus amigos. Este es un fenómeno sin compasión que destruye la condición emocional de cualquier persona, sin importar la edad. Es lo que la psicología considera como la deshumanización, que busca despojar a una persona de su condición humana.
¿Y qué hacen las familias de los niños reclutados?
Sabemos que muchos padres de familia son amenazados por no entregar a sus hijos, y si no lo hacen, los asesinan. Por eso, muchas familias se han visto obligadas a huir de sus pueblos, en un círculo de desplazamiento forzado y pobreza que debemos acabar, y cuyos responsables son estos criminales y narcotraficantes.
¿Cuántos niños que fueron rescatados después de ser reclutados están en el Icbf?
En el caso de las víctimas atendidas por el Icbf hasta febrero de 2021, el 77 % se entregó de manera voluntaria e individual; el 23 % fue rescatado por las Fuerzas Armadas de Colombia. Actualmente, 191 niños, niñas y adolescentes están recibiendo atención del instituto. Todas las historias son dolorosas, pero una que me conmovió muchísimo fue la de un joven a quien a los 6 años le asesinaron a su padre porque no quiso vender su tierra para sembrar coca. Fue tres veces víctima del desplazamiento y dos veces víctima del reclutamiento, a los 12 y a los 14 años, en manos de dos grupos diferentes. Estuvo a punto de ser asesinado y de morir de paludismo, y lo paradójico es que eso le sirvió para huir por primera vez. Yo lo veo y solo pienso en el milagro que es tenerlo vivo.
¿Cuántos niños liberados del reclutamiento ha recibido el ICBF bajo el actual gobierno?
El reclutamiento de niños, niñas y adolescentes no cesa. En el programa especializado del Icbf tuvimos el ingreso de 196 en 2018; 180 en 2019; 144 en 2020 y 27 en el primer bimestre de 2021. Es una aberración que vulnera todos los derechos de quienes la padecen.
¿Los niños cuentan a qué tipo de formación los someten una vez son reclutados?
Les infunden odio hacia la sociedad. Uno de los desafíos más grandes que enfrentan nuestros equipos interdisciplinarios a la hora de atender a los niños, niñas y adolescentes que han sido víctimas del reclutamiento por parte de los grupos armados ilegales es lograr que recuperen la confianza en sí mismos y en los demás. A ellos los han engañado y eso hace que, al salir, vean a la sociedad con miedo, desconfianza y resentimiento. Esas son cosas que no sanan fácilmente y hacerlo es vital para que ellos puedan retomar sus proyectos de vida.
Dijo usted que hay casos en que los obligan a asesinar a otros menores de edad...
Sí. Ese es un testimonio recurrente entre las víctimas. Hace parte de esa misma dinámica de coerción, miedo y deshumanización que sufren los niños, niñas y adolescentes en manos de sus reclutadores y que tanto daño les genera. Imagínese por unos segundos lo que puede llegar a sentir un niño cuando lo obligan a eso.
Los niños que fueron reclutados y que están en el Icbf, ¿qué hacen cuando alcanzan su mayoría de edad?
En el programa de atención especializada del Icbf, los niños desvinculados encuentran apoyo psicosocial específico y las condiciones para el acceso a la seguridad, a la salud, la educación, la justicia y el restablecimiento de todos sus derechos, además de las herramientas para recobrar la confianza en sí mismos y en los demás. Una vez cumplen la mayoría de edad, ellos pueden seguir accediendo a los servicios que el Gobierno Nacional tiene para la garantía de los derechos que tienen como víctimas del conflicto armado, a través de la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN).
¿Hay casos de niños que se fugan del Icbf para regresar a los grupos extremistas?
Lamentablemente, sí. El ingreso al programa de atención especializada del Icbf es de carácter voluntario y algunas veces, por ejemplo, los adolescentes lo abandonan para ir en busca de amigos, familiares u otros seres queridos que quedaron en las filas de los grupos armados, y en ese proceso regresan a ellas.
¿No es esa la mayor crueldad de este posconflicto?
Sin duda. Además de ser un delito que vulnera los principios del Derecho Internacional Humanitario y todos los derechos fundamentales de las víctimas, el reclutamiento obliga a los niños, las niñas y los adolescentes a enfrentar situaciones que son crueles e inconcebibles para cualquier ser humano. Son situaciones que arrebatan sus sueños, interrumpen sus proyectos de vida y dejan secuelas irreparables, no solo en ellos, sino en sus familias, su comunidad, y consecuencias muy difíciles para todos como sociedad.
¿Alguno de los líderes actuales de grupos insurgentes fue reclutado de niño?
Lo que sabemos es que muchos militantes nacieron, crecieron y han vivido toda su vida en los grupos armados ilegales. Otros fueron reclutados y separados de sus familias desde muy pequeños y allá han recorrido todo su camino.
¿En qué consiste el nuevo plan que acaba de lanzar contra el reclutamiento?
Presentamos el cartel de los reclutadores de menores de edad más buscados, con una recompensa de hasta 4.000 millones de pesos por información que permita su captura. La Policía Nacional creó un grupo especial que desplegará 2.200 efectivos contra el reclutamiento, y desde el Icbf tendremos una nueva estrategia que llegará a los jóvenes de 14 municipios con una iniciativa de prevención que busca generar oportunidades reales y efectivas, para despojar a estos criminales de la posibilidad de seguir reclutándolos.
Por otra parte, ¿qué correctivos ha aplicado el Icbf, tras las denuncias de la Contraloría sobre irregularidades en la contratación de canastas nutricionales?
Tras la alerta que emitió la Contraloría, el Icbf inició las respectivas investigaciones internas y se desplegó un equipo a las oficinas territoriales donde presuntamente hubo irregularidades, para adelantar una inspección con lupa. Como resultado de ese trabajo, interpuse ante la Fiscalía una denuncia sobre la entrega de canastas alimentarias a 36 niñas y niños que habían sido reportados como fallecidos, situación que fue corroborada con la Registraduría Nacional.
¿Cuál es su mayor preocupación hoy al frente del Icbf?
Sabemos que el 41 por ciento de los niños, niñas y adolescentes han visto vulnerados sus derechos físicos, psicológicos o sexuales y que el 72 por ciento de los casos han ocurrido en sus hogares. Esto nos tiene que llevar a hacer una transformación profunda en las normas y valores de la sociedad para que ese precepto constitucional que otorga a los derechos de la niñez un carácter prevalente sea una realidad.
¿Quiénes atentan en sus hogares contra la seguridad sexual de niñas y niños?
En cerca del 50 por ciento de los casos, los agresores son familiares o conocidos de las víctimas. Es aterradora la situación que viven miles de niños, niñas y adolescentes que, además de sufrir las consecuencias físicas y emocionales de la violencia sexual, se ven obligados a convivir con sus victimarios. Es doloroso saber que en el interior de la familia, que es el entorno protector por excelencia, sucedan estas cosas que vulneran la dignidad humana de semejante forma. Transformar esa realidad es el desafío más grande que tenemos.
¿Qué le parece la nueva ley que prohíbe el castigo físico a los niños?
La prohibición del castigo físico es, precisamente, un paso fundamental en esa transformación profunda que necesita la sociedad hacia la garantía efectiva de los derechos de la niñez. Esa es una forma de violencia que no solo puede tener grandes repercusiones en la vida de cualquier ser humano, sino también en el desarrollo del país. Solo imagínese por un segundo lo que pasaría si todos decidiéramos resolver a golpes las diferencias que tenemos con quienes nos rodean y pregúntese entonces por qué sí tendría que ser válido hacerlo con nuestros hijos.
¿En este caso también hay situaciones aberrantes?
Claro. Hay castigos absurdos. En los hogares se sigue normalizado el castigo físico como un método válido de crianza, y eso tiene que terminar.
¿Sigue siendo muy complicado adoptar un niño que está en las casas de adopción que dependen del Icbf?
No lo es Yamid, ni en el Icbf ni en las instituciones autorizadas para adelantar este proceso que es, ni más ni menos, la vía para restablecer el derecho fundamental de los niños y las niñas a tener una familia. Colombia tiene un lineamiento de adopciones que ha sido reconocido internacionalmente por su rigurosidad. Lo que lo dificulta, en la mayoría de los casos, es el deseo de las familias de elegir niños con determinadas características físicas, como si se tratara de un supermercado.