González, máster y Ph. D. de la universidad de Londres, sostiene que la rebaja se hará sin que se afecten las finanzas públicas.
¿De qué manera se va a estimular la exploración de petróleo?
Primero, estamos dando plazos más flexibles a las compañías para cumplir sus compromisos y que no se cancelen los proyectos. Segundo, permitimos que la inversión se traslade a las áreas donde hay más potencial. Tercero, ajustamos el esquema de garantías para que se puedan liberar recursos para inversión. Y cuarto, facilitamos la gestión predial para hacer más rápido el acceso de los proyectos a las áreas que requieren. (Lea también: Subida de precio del petróleo no alcanza para reactivar exploración)
¿Y en minería?
Destaco dos medidas: redujimos a menos de la mitad el canon superficiario, que es el arrendamiento que paga un minero para poder explorar y hacer así más atractiva la exploración minera. Y mantuvimos los aranceles en 0 por ciento para la importación de bienes de capital usados en los proyectos mineros.
Pero una de las razones que han dado las compañías petroleras para explicar el bajonazo en la inversión exploratoria es la altísima recarga tributaria...
Estoy convencido de que hay que revisar el tema tributario. Así nos lo ha pedido el presidente Santos al ministro de Hacienda y a mí: que revisemos la carga tributaria sin arriesgar las finanzas públicas.
¿Pero revisar concretamente qué?
Establecer cuál es la carga tributaria ideal para el sector. Es claro que si mejoramos las condiciones tributarias hoy, aumentamos la exploración y producción lo suficiente para tener más regalías y, por consiguiente, más ingresos fiscales y más empleo local.
Puntualmente, ¿qué alivios tributarios podrían adoptarse?
Por ejemplo, algo que funcionó antes: las deducciones por inversión en activos fijos. Otro ejemplo: en la última reforma tributaria establecimos zonas francas que benefician a las empresas con proyectos costa afuera. Gracias a ellas, hoy tenemos una inversión récord en el Caribe, incluido el programa de sísmica marina más grande de la historia de la industria petrolera.
¿Y si ya tienen la prueba de que sí funcionan, por qué no lo extienden al interior?
Estamos revisando eso. Buscamos conciliar dos objetivos: ser atractivos para la inversión, pero también cuidar las finanzas públicas.
No parecen existir dudas de que el sector necesita estímulos tributarios
Yo no tengo dudas. Este es un sector que ayuda mucho a Colombia en términos de generación de ingresos para financiar la inversión social. Debemos mantener este dinamismo actuando en el campo tributario.
Algunos analistas han propuesto que las cargas tributarias solo se apliquen para los casos en que el pozo sea productivo...
Ese mecanismo existe ya, con esta figura: si el pozo sale seco, se puede descontar de los impuestos. Lo que necesitamos ahora es asegurar la competitividad para que se pueda hacer la inversión con los precios actuales. Mantener la producción es el mejor antídoto para los precios bajos.
¿Qué llama usted competitividad?
Equivale a establecer qué tan atractivo es un país para los inversionistas, comparado con los otros países con los que compite. Una de las primeras cosas que miran las compañías petroleras a la hora de invertir es con qué porcentaje del proyecto, si tiene éxito, se quedan los gobiernos. Nosotros ya bajamos, con éxito, esa participación para los proyectos costa afuera.
¿Usted es partidario de aplicar igual mecanismo en el interior?
Sí. Debemos tener claro que, bajando el porcentaje que se lleva el Gobierno, vamos a tener más producción y, al final, tendremos más impuestos y regalías, que es lo que necesita el país.
Usted es partidario de que las empresas obtengan una mayor participación en la producción del campo en el futuro. ¿En cuánto están hoy?
Es variable, según el proyecto.
Sobre el tema de la explotación no convencional, que le ha servido a países como EE.UU. para aumentar su producción, ¿no hay trabas para permitirla?
La normatividad técnica existe y es clara. En lo ambiental, si se cumplen requisitos, se deben otorgar las licencias. Sobre esto no debe haber dudas.
¿Entonces, por qué no se ha otorgado ninguna licencia?
Las licencias solo se otorgarán cuando las compañías que presenten los estudios cumplan con todos los requisitos que, vale la pena recordar, son más estrictos que los de muchos otros países que tienen este tipo de proyectos.
¿Usted, en consecuencia, es partidario de aliviar la rigurosidad?
No soy partidario de que las exigencias sean menos rigurosas. Tenemos que ser muy competitivos, pero muy exigentes en que los proyectos se hagan bien.
¿Eso no es contradictorio? Es decir, ¿no se ahuyenta la inversión?
Las dificultades de las empresas no vienen de que haya altos estándares ambientales y técnicos, sino de las condiciones fiscales y de la facilidad con la que puedan hacerse los proyectos.
Con respecto a la carga tributaria, usted ya dijo que hay que revisarla. ¿Cuál es la otra facilidad que piden?
Ahora que se han caído los precios, debemos apoyar a las empresas para que los proyectos se puedan desarrollar lo más fácilmente posible en el terreno y hacer lo más ágiles posible los trámites y permisos.
¿Qué efectos tiene la anunciada venta de Pacific Rubiales?
Creemos que no habrá ningún problema. Lo importante es que los campos se sigan desarrollando bien, sean quienes sean los dueños de la compañía. (Lea también: Vida, pasión y... venta de Pacific Rubiales)
En el último año, ¿cuántas compañías han llegado a explorar y cuántas se han ido?
En los últimos cinco años, por cada compañía que se fue llegaron cinco a invertir.
¿Seguimos produciendo un millón de barriles al día?
Sí, por primera vez en la historia llevamos siete meses seguidos produciendo más de un millón de barriles por día. Creemos que en mayo también mantuvimos esta dinámica. Esto demuestra que el sector responde, a pesar de la coyuntura.
¿Cuál es la situación de Ecopetrol?
La compañía está en un proceso de cambios profundos en muchas áreas. El más importante es tal vez fortalecer su capacidad de exploración. Necesitamos que Ecopetrol sea el James Rodríguez de la exploración. (Lea también: La nueva estrategia de Ecopetrol para enfrentar la crisis)
¿Qué es lo que está pasando en la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH)?
Dos cosas: la primera es la desaparición de una copia de información sobre sísmica en unas áreas; y la segunda, que la agencia fue víctima de unas garantías falsas que le dieron unas compañías para respaldar compromisos de exploración. En ambos casos fueron los procesos internos de revisión de la Agencia los que permitieron establecerlo y denunciarlo. Yo personalmente fui a la Fiscalía a poner las denuncias.
En el caso del robo, ¿cómo es que, en medio de cientos de discos de archivos y estudios que debe poseer la Agencia, se roban solo dos? ¿Qué tenían de especial?
Fueron dos discos de dos bloques con información de sísmica. La Fiscalía tendrá que ayudarnos a determinar cuál fue la motivación. (Lea también: Estas son las firmas que aparecen con pólizas falsas en la ANH)
¿Qué atractivo tienen los discos?
Esa información difícilmente le sirve a alguien que no sea la compañía. Esta se usa para el desarrollo de bloques que ya tienen las empresas y que van a tener por años.
¿Y cuáles son las compañías?
Una es Repsol y la otra, Canacol. Uno de los bloques está en el mar y otro, en los llanos. Ellas fueron las que generaron y entregaron la información.
Hay una versión en el sentido de que esa información podría ser vendida a Nicaragua por el tema de exploración en mar abierto. ¿Eso se investiga?
La Fiscalía debe aclarar todo. Sin embargo, esta información solo es de utilidad para las compañías que tienen los bloques.
¿Qué han dicho las compañías?
Agradecieron que hubiéramos hecho la denuncia y nos dijeron que van a reponernos la información. Ellos son muy conscientes de que eso no tiene mucho valor para alguien distinto a ellos. Han reaccionado de manera tranquila y constructiva ofreciendo todo su apoyo, lo cual agradecemos.
¿Qué ventajas podría tener una compañía competidora de Repsol o de Canacol con la información sísmica sobre los dos bloques?
Prácticamente, ninguna. Es como si se robaran el plano de la tubería y del cableado eléctrico de un apartamento; solo le sirve al dueño del apartamento. Las compañías mismas lo han reconocido así.
¿Y el tema de la falsificación de las pólizas de garantía?
Fueron 10 garantías falsas que entregaron irresponsablemente tres compañías a la Agencia para respaldar compromisos exploratorios. La ANH fue víctima de esto.
¿Hace cuánto están en Colombia?
Tenían compromisos de rondas que venían de 2012 y 2008...
Obviamente, esas compañías no volverán a ser aceptadas en Colombia...
No queremos compañías que nos den garantías falsas. Estamos viendo si dentro de los procesos administrativos cabe decretar la caducidad contractual.
¿Las compañías qué han dicho?
En este momento están en el proceso de presentar descargos.
Pero ellos reconocen que cometieron el error...
Esto es mucho más que un error.
¿No le hace daño a la seriedad del país un Estado donde roban documentos de sísmica o falsifican pólizas de garantía?
No perdamos de vista que fueron los propios procesos internos los que nos permitieron descubrirlo y que fuimos nosotros quienes denunciamos y los pusimos en conocimiento de la opinión pública. Esto muestra instituciones que son capaces de detectar problemas y corregirlos. Eso debe generar confianza
¿Qué banco expidió las garantías?
Eso hace parte de la reserva de la investigación, pero debo decir que el banco confirmó que no había expedido las garantías. Pero la trampa será castigada con la mayor severidad posible.
¿No podría haber ocurrido que haya más gente comprometida?
Eso lo tendrá que decir la investigación.
¿Cómo es el esquema de regalías variables que estudia el ministerio?
Los proyectos que aporten producción nueva pagarán regalías en función de qué tan grande sea esa nueva producción: menos producción paga menos, y más producción paga más. Así ayudamos a que toda la producción pueda darse y cuidemos así las regalías y los impuestos.
¿Cómo aplicará el Plan Nacional de Desarrollo (PND) en materia de cobertura eléctrica?
Hoy en día hay 477.000 familias que no tienen acceso a la energía eléctrica. Nada condena más a ser pobre que la falta de energía. Lo que queremos es que quienes tienen energía contribuyan a que la tengan quienes sufren la falta de electricidad.
¿Y cuál será la contribución?
Cinco pesos por kilovatio. En el PND subimos los recursos para los fondos para llevarles energía eléctrica a 200.000 familias que no la tienen. Desde el punto de vista social, es lo más importante que debemos hacer en el sector.
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO