Un plan fraguado con astucia y paciencia para atentar contra el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, fue detectado y dos hechos condujeron a confirmar ese propósito.
Por una parte, Marilú Ramírez, infiltrada en el Ejército, logró entrar a la propia residencia del Ministro en Bogotá. Por la otra, al desencriptar el computador del jefe guerrillero Carlos Antonio Lozada, se halló la más vasta información sobre la vida diaria del alto funcionario: sus horarios, sus costumbres, sus recorridos y, sobre todo, su esquema de protección. Ese computador lo abandonó Lozada en su huida, aparentemente herido, luego de un bombardeo a su campamento en el Meta.
Santos habló con EL TIEMPO.
¿Qué más han descubierto en el computador de Lozada?
Mucha información valiosísima: listados de milicianos, datos de personas vinculadas con la guerrilla urbana y de operativos que planeaban.
¿Además del nombre de Marilú, obtuvieron otros?
Sí. Pero, por ahora, son reservados.
¿Y qué planeaban?
Muchos actos terroristas contra nuestros compatriotas que, por fortuna, evitaron nuestras fuerzas. También estaba atentar contra mí y algunas otras personalidades que ya lo saben, pero que prefiero no mencionar, porque no me han autorizado.
¿La misión de Marilú era atentar contra usted?
Me dicen que era parte de su tarea. Pertenecía al grupo élite de las Farc, la columna 'Teófilo Forero'. Pudimos capturar a 6 de sus miembros. La función de ella era recoger inteligencia y fue hábil en hacerlo. Se infiltró en círculos donde se paseó con libertad lo que facilitó su acceso a mucha gente y a muchos sitios.
¿Cómo se ganó la confianza de los generales?
Se presentó como miembro de una firma de defensoría jurídica de los soldados y ofrecía su asesoría. Supuestamente era muy agradable y cordial. Poco a poco se ganó la amistad de oficiales y civiles.
¿Utilizó atractivos físicos, como una especie de 'Mata Hari'?
Todo eso se investiga. Le pedí un informe detallado al general Freddy Padilla, comandante de las Fuerzas Militares. Lo entregará en una semana.
¿Pero usted la conoció?
No.
Pero tengo información según la cual ella trabajó en su casa...
No trabajó en mi casa. Estuvo allá, que es diferente. Descubrí el lunes que eso ocurrió porque se hizo amiga de una antigua empleada de mi hogar que hacía un curso en una universidad. ¿Cómo lo hizo? Apareció en la misma universidad, en el mismo semestre, en el mismo curso, en la misma aula y en un momento dado acabaron haciendo un trabajo juntas en la cocina de mi casa. Quiero dejar en claro que la empleada es una persona de toda mi confianza.
¿Cómo se enteró de que Marilú estuvo en su casa?
La empleada, que ya no trabaja conmigo, vino aterrada y me contó que cuando vio la foto de Marilú en Semana, la identificó plenamente como la persona que fue su compañera en la universidad y me reveló que estuvo en mi casa.
¿Y por qué su empleada la llevó a su casa?
Tenían que hacer un trabajo para la universidad. Marilú propuso hacerlo en mi casa alegando que tenía dificultades para trabajar en la suya.
¿Hizo preguntas?
No muchas. Me imagino que parte de su habilidad es eso. No preguntar demasiado.El solo hecho de haber ido a mi casa, imagínese lo que eso representa. Mire: en el computador de Lozada aparecen en forma detallada mis actividades, quién vive en mi casa, cuántos son mis escoltas, cuántos cuidan mi casa, mis rutas, cuántos vehículos uso, mis horarios. Aparece todo.
¿Información suministrada por ella?
No solo por ella; ahí hay un trabajo de inteligencia que lleva mucho tiempo. A una sola persona le queda difícil tener acceso a tanta información.
¿Usted estaba en su residencia cuando se produjo la "visita"?
No. Fue durante un breve viaje mío y de mi familia. En casa no había nadie. Excepto, claro está, la empleada.
¿En qué universidad estudiaban?
En la Universidad Los Libertadores, Comunicación Social a distancia. Se hizo compañera y amiga de mi ex empleada. Me contó que había llegado transferida de otra universidad, al mismo curso donde mi empleada estaba.
Es evidente que buscaba hacerse amiga de ella...
Eso es lo que uno supone, por supuesto.
¿Cree que había un claro plan para atentar contra usted?
Sí, ya no hay dudas. Querían borrarme del mapa. Pero lo que hay que destacar es que está capturada, que descubrimos los planes y que nuestra inteligencia funciona.
¿En el computador, Marilú aparece como infiltrada?
No. Aparece como miembro del grupo. Después pudimos constatar que estaba infiltrada. Se le hizo seguimiento y cayó.
¿Cómo fue nombrada por el Inpec en la cárcel de alta seguridad de La Dorada? ¿Tuvo contacto con detenidos de la guerrilla?
Supongo que sí. No era gratuito ni coincidencia que estuviera en el Inpec.
¿Hasta dónde los generales que han sido mencionados fueron responsables?
Lo dirá la investigación que la semana entrante concluye.
Entiendo que también se investiga al general Carlos Quiroga, quien era director de la Escuela Superior de Guerra y es actual Inspector...
Sí. Vamos a ver qué tanta responsabilidad tuvo él en la escogencia y en el procedimiento para que entrara al Cidenal (Curso Integral de Defensa Nacional) . Hay que revisar mucho esto de la participación de los civiles en el curso. Me parece que deben establecerse unos filtros más rigurosos frente a las capacidades y la idoneidad de los aspirantes civiles en esos cursos.
¿Hubo negligencia?
Sí, hubo negligencia en verificar con más rigor quién podía entrar a ese curso.
¿Y qué medidas han tomado para nuevos intentos de infiltración o para identificar eventuales infiltrados?
Muchísimas. Habrá más medidas de protección a la información reservada, vamos a fortalecer los procedimientos internos, someteremos a polígrafo a ciertos grados de oficiales cuando vayan a ascender, estamos adoptando requisitos muy rigurosos en entidades o grupos que manejan información reservada. El avance que hemos hecho en mejorar nuestra seguridad interna, y que quede claro que esto comenzó hace mucho tiempo, ha sido efectivo, pero debe ser un proceso de mejoramiento continuo.
Un estudiante me preguntó en una conferencia: ¿cuántos años más necesita el presidente Uribe para acabar con las Farc?
No me atrevería a dar un tiempo límite. Lo que sí le puedo decir es que las Farc hoy no son ni sombra de lo que fueron. Están débiles, cercadas, con varios de sus cabecillas dados de baja. Su capacidad de combate está reducida. Ya no combaten en uniforme; ahora, en casi todo el país, son pequeños grupitos de civil con instrucciones de hacer actos terroristas y eso es una degradación de lo que supuestamente habían sido las Farc.
¿Y qué opina sobre lo que dijo el Presidente de la Corte Suprema sobre la toma del Palacio de Justicia, en el sentido de que hubo excesos militares?
Con todo el respeto por la majestad y la independencia de las cortes, me parece que al doctor Cesar Julio Valencia se le fueron las luces. Me niego a creer que lo que dijo refleje el pensamiento de la Corte. Resulta sorprendente que el presidente de la Corte juzgue que la acción de las FF.MM., es decir las fuerzas legítimas del Estado, hubiera sido "mas imprudente, demencial y precipitada" que la del M-19, que cometió el asalto en asocio con el narcotráfico. Más grave aún que juzgue que la toma era un argumento "deleznable" para la intervención de la fuerza del Estado. Se sale el Presidente de la Corte de la norma sagrada que él mismo ha defendido, de que a los jueces les corresponde la aplicación de la ley y no el examen de los motivos por los cuales se adopta determinada política e instrumentos jurídicos.
¿Es bueno mantener ese enfrentamiento con las altas cortes?
No. Pero no me puedo cruzar de brazos cuando lanzan semejante ataque a nuestras FF.MM. Hago eso sí un nuevo llamado a la necesaria colaboración armónica entre las ramas del poder público y reitero mi indeclinable respeto por el poder judicial.
De otro lado: ¿A que adjudica el resultado de las últimas operaciones militares?
No es simple casualidad; todo ha sido producto de un fortalecimiento de la inteligencia, la contrainteligencia, la movilidad de las tropas, del mejoramiento en los sistemas de operación, de la efectividad que se ha logrado. Hay dos palabras que han sido buenas acompañantes en estas circunstancias. Las dos P: Paciencia y Perseverancia...
¿Cree que la batalla contra las Farc debe seguir dándola el Presidente Uribe?
Debe seguir dándola el país, con la Política de Seguridad Democrática.
¿Usted no cree que el país desea que el presidente Uribe siga en el poder?
Mucha gente probablemente sí y es lógico porque los resultados son indiscutibles, pero creo que es el propio Presidente el que no quiere.
¿Y la "hecatombe"?
El lo que quiere, y con toda la razón, es no retroceder en lo muchísimo que hemos avanzado. Tiene que haber continuidad en la Seguridad Democrática.
¿Si avanza seriamente la opción presidencial de Carlos Gaviria, se justificará una nueva reelección del Presidente Uribe?
No necesariamente. Carlos Gaviria o cualquiera de ellos son 'derrotables' por cualquiera de los candidatos de la coalición uribista. Yo veo muy difícil que una nueva reelección se abra camino, entre otras cosas porque el propio Presidente ha dicho en forma muy clara que no quiere, y según dicen las fuerzas políticas en el Congreso, inclusive las uribistas, tampoco quieren; veo eso como una opción muy poco viable. Lo importante es no echar marcha atrás.
¿Y cómo se echa marcha atrás?
Eligiendo a alguien que cambie radicalmente el rumbo del país.
¿Y ese "alguien" podría ser Carlos Gaviria?
Para mi sería un retroceso enorme que alguien que piensa que las Farc son altruistas llegara a la Presidencia de la República. Pero lo claro es que el Presidente lo que quiere es que haya unidad dentro de la coalición y que haya un buen candidato.
¿Y cómo se logra eso?
Le voy a hablar como usted me lo ha pedido, hipotéticamente, porque quiero aclarar que estoy de ministro de Defensa, dedicado de tiempo completo a mi deber y no quiero estar por el momento en ninguna lista de "pre". Creo que no sería difícil; habría que fijar unas reglas de juego. Cada partido de la coalición podría tener un candidato y entre los candidatos establecer procedimientos que permitan definir cuál es el más viable y que los demás se unan alrededor de él. Estoy seguro de que la coalición uribista tendrá un solo candidato. Una victoria del Polo tiene además muy poco sustento real aunque no hay que subestimarlos. El Polo democrático, si usted ve el resultado de estas elecciones, ganó en Bogotá y en Nariño pero perdió en el resto del país, y representa un porcentaje relativamente pequeño del electorado. Mi recomendación sería hacer desde ya simplemente una especie de "carta de intención", que comprometa a todos los movimientos uribistas a buscar un procedimiento que garantice un solo candidato presidencial. Y, por favor, no me pregunte más de política, ni siquiera hipotéticamente.