La candidata nació hace 53 años en Cali. Casada con un funcionario del Sena, tiene dos hijos. Educada en las universidades Santiago de Cali, Autónoma de Occidente, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México) y en Nova Southeastern University.
Tiene grados en Biología y Química, maestría en Administración y Gestión de Empresas y doctorado en Educación con énfasis en Liderazgo Organizacional. Fue vicerrectora académica de Uniminuto y rectora de la modalidad virtual y a distancia.
Ser servidor público siempre será una oportunidad para transformar vidas. Esos cargos siempre serán transitorios, pero la vocación social y la capacidad de liderazgo deberán permanecer; tener esta oportunidad de impactar positivamente vidas es lo más significativo de esta aspiración vicepresidencial.
Pero si piensa así, ¿por qué nunca ejerció un cargo público?
Porque mi vida entera ha estado dedicada a la educación, a la investigación e innovación como mecanismos para transformar a la sociedad. Hoy quiero que esa vocación sea una realidad a través de tomar decisiones que es el poder que tiene el Gobierno Nacional.
Ciertamente usted tiene varios títulos como educadora, pero también tiene una maestría en Administración de Empresas. ¿Por qué? ¿Qué la condujo a ese estudio? ¿Qué es lo que más necesitan nuestras empresas?
Nuestras empresas tienen que integrarse, primero, al ambiente laboral; dejar de tener el enfoque de jefe, para tener el de líder que cuenta con un talento humano que es capaz de avanzar en formación y estrategia de las empresas para el impacto positivo al consumidor. Y, segundo, creo que las empresas deben ir acompañadas de una constante innovación. El concepto de la empresa viva comprende que ella crece y aprende entre tanto se contemple a las personas y colaboradores que la conforman como personas que se relacionan, evolucionan profesional, personalmente, sienten y se adaptan al medio social.
Rodolfo Hernández la escogió como vicepresidenta por su hoja de vida. ¿Algo o alguien más influyó en él para que la seleccionara?
Lo único que ha influido para ser fórmula vicepresidencial ha sido mi experiencia profesional y académica, además de mi capacidad de diálogo y sensibilidad social.
A propósito de su formación como educadora, ¿cuál cree usted que es la principal reforma en educación que requiere el país?
Intervención en la infraestructura educativa para mejores espacios de aprendizaje, incentivos educativos a los docentes para promover el escalafón docente y mejora en la calidad educativa.
¿Qué opinión tiene de la Federación Nacional de Educadores, Fecode?
Fecode es una agremiación de las personas más importantes de una sociedad, los educadores. Sin embargo, tenemos que sentarnos a dialogar en el marco de lo respetuoso y de lo propositivo para poder mejorar la calidad educativa. Total respeto al derecho de la libre asociación, pero diálogo para un cambio profundo en el sistema educativo.
Necesitamos reconocer que los cambios sociales conllevan cambios educativos, y los docentes deberán estar preparados para ello. Tenemos el compromiso de acompañarlos a través de políticas de formación para elevar el nivel profesional. Siempre habrá mayor exigencia dentro de los procesos formativos y estamos en la disposición desde el Gobierno Nacional en potenciar la educación para el desarrollo y la no exclusión, así avanzaremos como sociedad.
Y ¿cuál es su opinión sobre la protesta estudiantil?
La protesta estudiantil es una expresión de la juventud que reclama la presencia del Estado en las carencias más sentidas de la sociedad. Es un error declararle la guerra a la juventud, por eso la escucharemos, la atenderemos y le planteamos un abordaje conjunto de los problemas que puedan ser atendidos por el Gobierno Nacional. Educación y diálogo.
Muchas veces las protestas tienen su origen en la falta de cupos en las universidades públicas. ¿Qué hacer?
Hay que destinar la mayor cantidad posible de los recursos públicos al rubro educativo, para que a través del Sistema General de Participaciones, las instituciones educativas y de educación superior puedan garantizar el acceso a la educación y calidad en la misma. Esto conlleva también el fortalecimiento institucional para el acompañamiento, inspección, vigilancia y control, de tal manera que se garantice la debida inversión de los recursos asignados.
Los estudiantes de los estratos 1, 2 y 3 tienen mucha dificultad para el estudio en la universidad pública, a pesar de que no tengan que pagar matrícula, por todos los costos adicionales que supone el estudio universitario...
Es cierto, hay jóvenes que no pueden asistir a la universidad así tengan resuelta su matrícula, porque en su entorno hay circunstancias de pobreza. Por eso proponemos estrategias de permanencia educativa, que le permita a la juventud solventar carencias como gastos educativos no contemplados en la matrícula, alimentación y transporte. Si atendemos esas necesidades, la juventud tendrá oportunidades en la culminación de sus estudios.
¿La universidad virtual no podría ser la solución?
La educación virtual propicia nuevas experiencias de aprendizaje, es una nueva forma de enseñar y aprender, con una asertiva implementación podemos cerrar brechas de cobertura y calidad educativa. Para ello debemos afrontar retos en infraestructura, conectividad y el desarrollo de tecnologías de la información y comunicación para potenciar esta alternativa.
Y ¿cómo hacer para adoptar la virtualidad en la educación colombiana y que sea eficiente?
Tenemos que avanzar en el propósito de reducir las desigualdades en el acceso de la conectividad, en especial entre las poblaciones urbanas frente a las que se ubican en la ruralidad dispersa. No podemos abordar la problemática de manera homogénea sin tener en cuenta la diversidad en los territorios; deberá existir una modernización de la educación virtual para que esta tenga incidencia en el contexto de las tecnologías de la información y la comunicación e inmediatamente impacte en las nuevas tendencias educativas.
Pero en un país donde el acceso a internet es limitado, ¿cómo llegar con la educación?
Con una multiplicidad de acciones del Gobierno Nacional que nos permita llegar con conectividad a todas las comunidades, sin importar la geografía en la que se encuentren. Si el internet es limitado, es porque no ha existido voluntad política de superar este problema, se han apropiado de los recursos públicos que nos hubiesen permitido avanzar en este propósito. La realidad del mundo de hoy nos exige que la conectividad debe tener un enfoque de derecho fundamental, porque de él depende la garantía de otros derechos. Nuestra fórmula presidencial entiende estos retos, y allí estarán orientados nuestros esfuerzos.
tan pocas facultades de biología, que usted estudió, en las instituciones públicas?
Porque la educación, la ciencia, innovación y tecnología no han sido importantes para aquellos que nos han gobernado. Eso en un gobierno nuestro cambiará. Con la plata que la corrupción le roba a la educación en Colombia podemos construir un nuevo horizonte para la nación.
¿Qué piensa hacer para fomentar la educación no solo en el campo universitario, sino en la primera y segunda etapa educativa?
Colombia ha venido construyendo una institucionalidad educativa a través del Ministerio de Educación Nacional en educación básica, secundaria y de educación superior. Allí tenemos que concentrar nuestros esfuerzos en materia presupuestal y administrativa para que podamos volver potente nuestro sistema educativo en temas de acceso, calidad e infraestructura. Tenemos que fortalecer las secretarías de Educación certificadas para que, en el marco de la integralidad y la autonomía, podamos ofrecer sin exclusión la educación a nuestra primera infancia y juventud, de la mano de directivos, docentes y demás integrantes de la comunidad educativa.
¿Qué opina de las denuncias sobre persecución racial que existiría en Colombia?
La persecución racial es la viva discriminación, esa permanece si no hay institucionalidad fuerte, una que sea capaz de educar para no violentar y de castigar a quien discrimina en ocasiones. Las víctimas acuden a denunciar y se encuentran con que instituciones del Estado que deberían atenderlas ignoran esos llamados y hasta las revictimizan.
Usted es de Cali, pero ¿por qué Buenaventura, donde nació su familia, sufre tantas crisis?
Buenaventura es una ciudad que solo es tenida en cuenta para que entren o salgan los bienes y servicios a través del puerto, pero olvidada para atender a su gente. Allí, la presencia del Estado es prácticamente inexistente, entonces las bandas criminales y de narcotráfico aprovechan ese vacío institucional para abarcarlo. No hay escuelas para los niños, los grupos ilegales les ofrecen una formación para el crimen; no hay oportunidades para el padre o madre de familia, y sí están los grupos ilegales para ofrecer ingresos producto del delito.
¿Cómo hacer para alejar a la juventud de las drogas y del sicariato?
Dándole oportunidades, que estén o estudiando, trabajando o creando empresa, según corresponda. Si creamos oportunidades, los acercamos a los círculos virtuosos y los alejamos de los círculos viciosos y de la ilegalidad.
¿Qué opina usted del hombre que la llamó, Rodolfo Hernández, y que podría ser el próximo presidente de la República?
Más que el hombre que debe liderar Colombia, le ofrecemos al país está fórmula de experiencia y sensibilidad social, en donde como vicepresidenta estaré en el liderazgo por derrotar la corrupción y los códigos de comportamiento que tienen a Colombia en la crisis que la tienen.
¿Qué piensa usted del Partido Liberal y el Partido Conservador?
El Partido Liberal y el Conservador son expresiones que representan la política tradicional en Colombia, hoy muestran un agotamiento frente a la sociedad colombiana porque no han interpretado una nueva realidad: ya no estamos ante la búsqueda de un poder partidista, sino de un poder popular para resolver las necesidades urgentes de la gente.
¿Qué piensa usted de Gustavo Petro?
Gustavo Petro es un líder político que merece nuestro profundo respeto, creo que ha interpretado las necesidades de aquellos que han sido marginados, pero considero que tenemos diferencias sobre las formas en que se lidera un cambio. Por ejemplo, no creo que el sectarismo político sea un elemento para llevar a la sociedad colombiana a una nueva era.
¿Qué piensa usted de las Fuerzas Militares?
Las Fuerzas Militares hacen parte de la institucionalidad de cualquier nación. En Colombia, históricamente en medio del conflicto estuvieron diseñadas para repeler la violencia en medio de un conflicto armado, hoy deben ser fuerzas de paz que puedan garantizar los derechos fundamentales dentro de los territorios y los ecosistemas que están en riesgo ante una dolorosa realidad de emergencia climática.
YAMID AMAT
Para EL TIEMPO