Los empresarios del país no están satisfechos con el gobierno del Presidente Gustavo Petro. La Asociación Nacional de industriales, ANDI, que los agrupa, le pide, además, al mandatario, a través de su presidente, Bruce Mac Master, que corrija su rumbo como gobernante, y formula la más rígida evaluación a su administración. En diálogo con este cronista para EL TIEMPO, el líder empresarial, afirma que "lo que tenemos es una gran incertidumbre". No tenemos ideas claras para poder imaginarnos cómo la economía va a crecer de aquí en adelante. El año pasado fue un año muy malo, con un crecimiento de solo el 0.6%. No hay nada que nos diga en este instante que la realidad ha cambiado y que podamos tener un crecimiento mayor. Una economía que crece el 0.6% es una economía que crece menos que su población. El año pasado fuimos más pobres y este vamos por el mismo camino.
- ¿Incertidumbre, dice usted, provocada por el Gobierno?
- En una muy buena parte, sí, provocada por el Gobierno.
- ¿Cuáles son los sectores de la economía que afrontan incertidumbre?
- Todos los sectores. Le hablo por ejemplo, del sector de construcción, líder en economía, en generación de empleo, en motor de crecimiento, en la formación de capital. El sector salud ni se diga. Ese sector salud pesa cerca del 8% de la economía del PIB nacional... Y lo cierto es que llevamos dos años con la inversión completamente detenida. En salud, el gobierno ha dicho que no tiene los recursos para operar. La UPC, unidad de pago por capitación (lo que paga el gobierno a hospitales y clínicas por atender pacientes asegurados) no es suficiente, mucho menos va a tener recursos para invertir.
- ¿Sobre el tema de la incertidumbre que usted plantea, la idea del presidente de convocar una constituyente no alimenta esa inseguridad sobre el futuro?
- Hablar de una constituyente en términos de economía es eventualmente decirle a todo el mundo que le van a cambiar las reglas del juego, no sabemos cómo y eso para un inversionista no es bueno, tampoco para un ahorrador o para un hogar. Ese es otro generador de gran incertidumbre. La sociedad toda está en estado de crispación muy grande que nos está afectando el ambiente de negocios.
- ¿Y sobre la economía informal? El presidente la llama "economía popular"...
- ¿Economía popular? Como legalizando la economía informal. Claro, y es un gran error no procurar que se formalice a esos trabajadores. Los trabajadores informales son trabajadores sin derechos porque no tienen derecho a la pensión, a las vacaciones, a las horas extras, no tienen derecho a un contrato de trabajo. Eso de generar grandes incentivos a la economía informal, amparados en la idea, la economía popular, termina siendo un gran engaño realmente a los trabajadores que no están teniendo derechos. Es una gran distorsión para los trabajadores. El verdadero desarrollo en Colombia sería poder ofrecerle trabajo formal a la gente, trabajo decente, trabajo digno, trabajo con contrato hacer una reforma laboral, lo que hay que hacer es generar las condiciones para que en Colombia haya más empleo, con buen salario, con mejores remuneraciones para los trabajadores, pero que sea formal. ¿Y eso cómo se logra? Generando normas suficientemente atractivas y suficientemente buenas y con un Estado fuerte que en lugar de incentivar la incertidumbre, la informalidad, la castigue. La informalidad no es una forma correcta de acercarse a los trabajadores. Yo creo que es uno de los grandes problemas estructurales que tiene nuestro país.
- ¿La economía va bien o va mal?
- La economía enfrenta una situación muy regular en este momento, porque el crecimiento es muy bajo, y las expectativas no son buenas. El crecimiento del año pasado fue muy bajo y no tenemos razones en este momento que nos concretas que nos permitan proyectar un crecimiento mejor que el del año pasado.
- Bajó de 10% a 1%,,,,,
- Exactamente. Entonces el año pasado crecimos 0.6% y no hay nada que nos diga que vamos a tener un crecimiento superior a eso, este año. Así como están las cosas, el crecimiento va a estar entre 0.5 y 1% y eso es muy bajo. La economía ya está desacelerada. El tercer trimestre del año pasado fue un trimestre muy malo. Fue negativo, el 4.º trimestre también lo fue. Y este trimestre, pues, nos está dando unas cifras similares. A duras penas crecen la agricultura, la minería, en sectores como la extracción de la extracción de hidrocarburos, que son justamente los sectores que han sufrido con mayor incertidumbre desde el punto de vista político, son los que sacan la cara por la economía hoy, y el sector servicios. Pero si usted ve construcción, infraestructura, manufactura o industria y comercio, usted se encuentra con que las cifras son todas negativas. Hay mucha menos gente que pueden tener vivienda nueva, y muchos menos trabajadores del sector construcción que trabajen. Y la venta de vivienda cayó en el primer trimestre de este año, un 17.7%. Son cifras verdaderamente dramáticas. En el mes de marzo, los proyectos de construcción cayeron un 34%. Cifras absurdamente bajas. La situación de la construcción es de catástrofe.
- ¿Sin solución?
- Todo lo contrario. Tenemos la solución a la mano en sectores de la industria, uno se encuentra con que estamos creciendo en muy pocos sectores, estamos creciendo, por ejemplo, en productos farmacéuticos, en aparatos eléctricos, en industria, en maquinaria y equipo, en jabones y detergentes. Pero. Pero tenemos 12 sectores en donde estamos decreciendo y le estoy hablando de productos del metal, del vidrio, minerales, confección, prendas de vestir. Gran generador de manufactura de mano de obra que es la confecciones y las prendas de vestir. Hay un decrecimiento del 10.6% en ese sector. Aceites y grasas de origen vegetal decrecen el 15%. Cacao, chocolate y productos de confitería decrecen el 16% productos del caucho decrece del 23.9%. Tenemos demasiados sectores muy afectados.
- Usted diría, doctor, que falta necesariamente una gran intervención del gobierno para recuperar la economía.
- ¿Usted sugeriría qué tipo de medidas por parte del gobierno?
- Generarle condiciones confiables, certeras a los industriales y que le permitan a los empresarios y microempresarios desarrollarse. Pero lo que tenemos es un gobierno dedicado, por el contrario, a generarnos preocupaciones. Todos los días oímos anuncios que generan inquietud, algunos de ellos con tono amenazante. Muchos de ellos polarizantes. En lugar de convocar realmente a la unidad nacional alrededor del bienestar de todos. Tenemos en este momento unos líderes que nos están generando muchas más preocupaciones que certezas. Yo le diría que una de las cosas que más preocupa es la idea de que quien es elegido popularmente llegue al cargo para hacer lo que quiere, hacer lo que se le ocurre o lo que había pensado por muchos años, sin importarle lo que todo el resto de los ciudadanos pensamos. ¿Esa idea tan fuerte de que quien llega ahí es todopoderoso para poder establecer todos los cambios que quiera? Pues primero corre el inmenso riesgo de que el líder se equivoque y tome decisiones equivocadas. Y segundo, genera una gran polarización, porque Colombia es una democracia de 50 millones de personas, donde tenemos todos capacidad de pensar, todos capacidad de opinar, todos capacidad de aportar y la verdad. Y eso lo hemos hecho por años. Y lo que estamos viendo es todo lo contrario. Lo que estamos viendo es un líder que escucha muy poco, un líder que quiere imponer su voluntad, un líder que quiere que en Colombia se haga su voluntad y que se molesta incluso cuando no logra, cuando la democracia representada en el Congreso no toma decisiones acorde a lo que él quiere. Y ahí tenemos un problema gigante, porque eso le genera una inmensa preocupación a toda la ciudadanía.
- ¿Usted cree que el presidente Petro debe corregir el camino?
- SÍ. Yo creo que él y su gobierno tienen la oportunidad de convocar al país. Abandonar la idea de querer imponer su voluntad en absolutamente todo.
- Pero, excúseme. ¿Un presidente no es elegido para que aplique sus ideas de campaña, para que gobierne según su criterio?
- Los presidentes en Colombia son importantes, es cierto, pero también es cierto que tenemos una separación de poderes y tenemos una democracia que conduce a que las decisiones las tomemos entre todos, directa o indirectamente. Para eso está el Congreso, para eso está la opinión pública, para eso están los gremios, para eso están los opinadores y están los ciudadanos. Él tiene la oportunidad de convocar. Yo creo mucho en los líderes que fueron elegidos para liderar una comunidad, y no en los que creen que fueron elegidos, para imponer su voluntad. Esa es toda la diferencia del mundo. Y yo creo que él tiene la oportunidad de hacerlo.
- ¿Pero qué tiene de malo que el presidente trate de gobernar con su criterio?
- Claro que los presidentes tienen criterio, pero los cambios en la sociedad tienen procedimientos claros que incluyen la participación de todos. Yo creo que es muy notorio, que es muy voluntarioso y que él quiere imponer su voluntad. Se molesta cuando eso no sucede y que, incluso, después de que las cosas no suceden como él quiere por un camino, busca otros caminos para imponerlo. Le voy a poner el caso de la reforma, la salud. Pues fuimos, discutimos, argumentamos. El Congreso tomó la decisión de no adelantarla. Y el mismo día él decidió intervenir una serie de EPS. ¿Yo me pregunto era que ese día fue el día que se presentaron las causales de la intervención, o esas causales venían desde antes, y no lo habían hecho? Es decir, no hubo causales nuevas que condujeran a que, la Superintendencia interviniera esa EPS. Él dijo que se han debido intervenir antes, pero es que eso no es por voluntad del presidente. La EPS se puede intervenir cuando se generan las causales objetivas de intervención, no cuando un presidente quiere intervenir. No es un tema de voluntad presidencial ni es un tema de subjetividad.
- ¿Qué es lo que le está molestando tanto del Presidente?
- A mí no me preocupan los líderes mesiánicos. Es más, yo le pudiera decir que en Colombia hemos tenido también en el pasado otros líderes con esas características. Lo que no pueden es creer que solo ellos tienen la razón y que el resto estamos equivocados. No, lo que no pueden creer es que todos quienes hemos construido ha sido malo, o se puede eventualmente desechar, o se puede botar por la borda simplemente porque ellos tienen una idea en su mente de cómo las cosas deben ser distintas. Ese es un ejercicio que, en mi opinión, se aleja del principio democrático de que aquí las decisiones las tomamos entre todos. Lo que sí es claro es que él quiere imponer su voluntad. Y yo le digo: afortunadamente tenemos unas cortes respetables y tenemos un congreso que cumple su función, las tres ramas del poder público son independientes. Puede haber tentaciones que vayan en contra de la democracia. De manera que yo creo que tenemos que rodearnos de institucionalidad. El orden institucional en Colombia está diseñado para que nadie pueda imponer su voluntad.
- El Presidente no ha sido claro en decirlo, pero ha sugerido que se podría recurrir a algún sistema que le permita al Gobierno convocar a una Constituyente sin pasar por el Congreso...
- Eso sería una inmensa equivocación. La Constitución dice muy claramente cómo se puede reformar.
- ¿En general usted cree que el presidente está gobernando mal?
- No se están produciendo resultados para nadie y hay crisis en muchos sectores, eso no está bien, estamos perdiendo años de desarrollo y nos estamos rezagando.
- ¿No va bien, Petro?
- Creo que podríamos hacer las cosas mucho mejor. Desde el punto de vista económico, la situación es muy compleja. Y hemos visto todo lo que está pasando en distintos lugares, sobre el control territorial. De manera que tenemos ahí otro motivo de preocupación muy grande. Tenemos una inmensa incertidumbre en términos generales. Finalmente, quisiera decir que a propósito de la visita de Lula esta semana deberíamos aprovechar la experiencia de Brasil en compaginar el desarrollo sostenible, la transición energética y el aprovechamiento de los recursos del subsuelo para producir desarrollo social, desarrollo económico y recursos para atender todas las necesidades de nuestros países. Lula puede ser un buen asesor en ese frente.