Pero Bedoya y los demás miembros del comité ejecutivo de la Federación perseveraron y lucharon. Y hoy se les reconoce que lograron corregir, con valor y con una normatividad moderna y pulcra, los errores que postraron al fútbol colombiano en la más aciaga y desgraciada de sus épocas.
De la mano del Gobierno, de la Fifa, de la Confederación Suramericana (Conmebol), Bedoya, como presidente de la Federación, y los miembros de su comité sacaron al fútbol de nuestro país del infierno y lo colocaron en el celestial altar de hoy.
Bedoya, quien fue secretario, gerente y luego presidente de la Dimayor, saltó a la presidencia de la Federación en el 2006 y fue reelegido cuatro años después. Aspira a ser elegido nuevamente el mes entrante por el comité de la Federación, que fue escogido en marzo de este año. Como presidente logró la recuperación total del fútbol nacional.
¿Cómo logró esa transformación?
El cambio del fútbol colombiano surgió con el fracaso del 2010, al no clasificar al Mundial de Sudáfrica. Decidimos revisar el interior del fútbol completamente. Hicimos un análisis sobre lo que no se estaba haciendo bien y de qué manera se podía corregir. Se trazó un plan. Uno de los pilares estratégicos fue el de las relaciones internacionales: hacer que la Federación tuviera más presencia con Conmebol y con la Fifa. Se solicitó y se obtuvo entonces el Mundial Sub-20, que aportó gran experiencia y múltiples ganancias en el roce internacional.
Alrededor de la preparación del mundial se inician programas de profesionalización y mejoramiento de nuestra organización futbolística, de la mano de la Fifa. Se cambiaron estatutos, se propusieron normas, la Fifa se reunió con el Comité Ejecutivo, con el Gobierno y con los patrocinadores para mirar de qué manera se podía manejar mejor el fútbol. Al final se hizo una modernización interna que dejó una manera nueva de pensar y, a partir de ese momento, se empezó a construir una nueva Federación.
¿Cómo comienza el trabajo organizado?
Dándoles a nuestras selecciones gran competencia internacional. En estos últimos días, la Sub-20 acaba de llegar de Europa y la Sub-17, de México. Hay técnicos dedicados permanentemente a su selección. Ya no es el asistente técnico de mayores quien dirige la Sub-20 y el asistente de él quien dirige la Sub-17. No. Hay cuerpos técnicos integrados y permanentes. Hoy tenemos un coordinador de todas esas selecciones, el profesor Carlos ‘Piscis’ Restrepo, y con él acabamos de volver a ser campeones suramericanos. Todo cambió y los resultados se comienzan a ver. Lo más importante: tenemos excelentes jugadores.
¿Qué fue lo que se corrigió? ¿Qué había antes que ya no hay?
Se organizó el fútbol, se financió. Se vinculó a la empresa privada. Se organizaron las selecciones Colombia, Sub-15, Sub-17, Sub-20 y Mayores, masculinas y femeninas, fútbol sala y fútbol playa, con cuerpos técnicos permanentes.
¿Y antes cómo se hacía?
Se nombraban los técnicos pocos meses antes de la competencia. Hoy hay un cuerpo técnico que mira y busca los mejores jugadores. Para eso se necesitan recursos. Nos enseñaron cómo se podía hacer un mejor plan de mercadeo y se logró. Enviamos a nuestros jugadores a que se prepararan en otros lugares y no compitiendo entre nosotros.
¿Qué cambió en la Selección de Mayores?
Se empezó a trabajar de una manera coordinada a través de la normatividad. Hubo planificación. Aparecen todos los cambios que introduce el profesor José Néstor Pékerman.
¿Qué fue lo que Pékerman le cambió al fútbol en Colombia?
Es un gran técnico, con experiencia internacional, que conoce de jugadores, sabe de procesos e impone su estilo de trabajo. Fíjese que a la Selección la protegió, la aisló. Solamente se hablaba con los periodistas a través de ruedas de prensa. Y solamente hay comunicación administrativa a través del presidente de la Federación. Es un gran profesional rodeado de grandes profesionales.
¿A usted le gusta el sistema de que la Selección esté aislada?
Eso puede molestar a algunos periodistas, pero en el mundo entero es así. Lo normal es eso: las selecciones están blindadas. A veces se ofrecen ruedas de prensa.
¿La Federación tiene hoy suficientes recursos económicos?
Sí. Y permítame explicarle por qué es muy importante la plata. Es que los técnicos valen; los jugadores valen mucho, tienen condiciones muy altas en sus clubes y hay que tratar de brindarles por lo menos las que ellos tienen. Y eso requiere recursos: buenos hoteles, buenas canchas. Son muchas cosas: desde el seguimiento en su rendimiento hasta toda la atención médica, física y demás. Y a eso hay que adicionarle otro trabajo, que es el de revisar perfectamente al rival: desde cómo es cada jugador que enfrentará a Colombia hasta las características de juego del equipo. Y hay que revisar continuamente a nuestros jugadores en sus desempeños en sus clubes. Nuestro fútbol se volvió serio y moderno. Lo que se hace en Colombia es lo que se hace en las grandes selecciones. Se acabó la improvisación.
¿Cuánto vale el presupuesto de la Federación para la Selección?
Mucho dinero. Pero estamos esperando subirlo más.
¿Pero cuánto es el presupuesto?
Un promedio de 40.000 millones de pesos al año.
¿Y cuánto irá para la Selección de Mayores?
El 90 por ciento de estos montos son dedicados directamente a nuestras selecciones. No olvidemos que la gente solo mira la mayor, pero detrás de ellos hay más de 10 selecciones de menores en diferentes categorías, tanto masculinas como femeninas. Se suman fútbol playa y fútbol sala.
¿Cuántos técnicos tiene hoy la Federación?
Siete. Mayores: José Néstor Pékerman. Sub-20: Carlos Restrepo. Sub-17: Juan Camilo Pérez. Sub-15: Jorge E. Serna. Selecciones femeninas: Felipe Taborda. Futsal: Osmar Fonnegra. Fútbol playa: Renso Modera. Cada uno acompañado de su asistente técnico y su preparador físico, además de auxiliares.
¿Todos van a continuar?
Sí. Vienen muchas competencias. Este segundo semestre tendremos Copa América femenina, que se juega en el Ecuador. A comienzo de año habrá Copa Suramericana Sub-20, clasificatoria para el Mundial. En Marzo, Copa Sub-17, clasificatoria para el Mundial.
¿Cuánto ganó la Federación por el quinto puesto en el Mundial?
En bruto, 4 millones de dólares por ser quintos del mundo. En gran proporción, eso va para pagar premios de los jugadores y del cuerpo técnico. Una porción le queda a la Federación para que haga parte de sus ingresos, descontados los gastos administrativos del Mundial.
¿Cuánto vale el contrato anual del profesor Pékerman?
Cuando negociamos con técnicos y con jugadores, lo primero que hacemos es un pacto de confidencialidad. Estamos dentro de los estándares internacionales.
¿El profesor Pékerman se va o se queda?
En el Comité Ejecutivo estamos empeñados en que él continúe, y así se lo hemos manifestado. El contrato de Pékerman se hizo desde el comienzo del 2012 hasta terminar la Copa del Mundo. Sin embargo, sin importar los resultados, hace más de dos meses el comité le propuso la renovación del contrato.
¿Y qué respondió el profesor Pékerman?
Tuvo que viajar por una urgencia familiar y requiere unos días de descanso. Él terminó bastante agotado, no solo por el esfuerzo físico sino el mental. Pero esperamos pronto tener reuniones con sus representantes.
¿Nos perjudicó el arbitraje del señor Velasco en el juego con Brasil?
El arbitraje fue bastante deficiente, pero hubo otros factores adicionales para perder el encuentro.
¿Por ejemplo?
No arrancamos bien el partido; aceptamos un ritmo endemoniado en el que no debíamos entrar. Aceptamos la propuesta de Brasil, y ahí nos equivocamos. El gol tempranero fue mortal. Todos los equipos que hicieron goles tempraneros ganaron los partidos.
¿Qué le pareció la goleada de Alemania?
Increíble. Un resultado que no puede tomarse como una diferencia real entre el fútbol brasileño y el alemán.
¿Semejante goleada mostró que Colombia sí habría podido ganar?
Cada partido es un mundo totalmente diferente.
¿Y qué le pareció Argentina-Holanda?
Se acerca más a la realidad del fútbol de hoy: la gran equidad que hay entre el fútbol europeo y el suramericano.
¿Quién será el campeón?
Me gusta mucho el fútbol alemán por su manera de planificar todo, pero hago fuerza para que Suramérica, en este caso Argentina, sea campeón.
Pékerman tiene a su representante, el señor Lezcano. ¿Ya empezó a negociar con él?
Claro que sí. Ya nos hemos sentado a conversar.
¿A conversar o a negociar?
A conversar. No hemos empezado la negociación. Eso es bueno aclararlo porque precisamente él manifestó el tiempo que se querían tomar y las circunstancias personales que está viviendo el profesor.
¿La negociación será sobre una mejor oferta económica?
No creo que sea lo esencial. En la primera negociación se habló de los puntos que correspondían a planificar el manejo deportivo y administrativo de la Selección. Lo último fue lo económico. Lo único que nos interesa es que Pékerman continúe.
¿Es verdad que Lezcano también representa jugadores?
Él representa jugadores en varias partes del mundo, pero no los de la Selección Colombia, como algunos lo han querido presentar. Si no es porque Lezcano viene un 26 de diciembre del 2011, escucha lo que pretendemos para nuestra Selección y le presenta un informe positivo al profesor, Pékerman no hubiera llegado a Colombia.
¿Cómo es Pékerman como ser humano?
Excelente persona. Su aparente frialdad es más bien timidez. Hay dos Pékerman. El que se sienta a conversar con uno, a tomar un café, tranquilo y suave, que analiza mucho lo que uno está diciendo, y el Pékerman técnico. El hombre de la disciplina. Con los jugadores es fuerte, pero también es papá que los educa, que planifica y analiza.
¿Si llegara a decir rotundamente que no continúa, qué haría usted?
Nuestra consideración es que Pékerman es plan A, B y C con respecto al técnico.
¿Su posición es que debemos seguir siendo dirigidos por un extranjero?
Los resultados están a la vista, pero insistiremos en Pékerman porque se vio el resultado deportivo, porque los jugadores creen en él, en lo que representó, en lo que los ayudó. Ellos ven en él a un hombre que tiene amplio conocimiento no solo del fútbol, sino de lo que ellos están haciendo.
¿Le sirvió a la Selección Colombia su aislamiento de los medios?
Sí, como uno de los elementos de éxito. Parte del buen resultado fue esa manera de tener la Selección plenamente concentrada; se aísla hasta de los mismos directivos y de sus propias familias. Fíjese que a la Copa viajaron más de 200 familiares de los jugadores, y casi que solo se veían cuando terminaba el partido, en las tribunas de los estadios.
¿Este esquema de aislamiento que surgió con Pékerman se va a mantener?
Las estrategias ganadoras deben mantenerse.
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO