'Hay indebido manejo para mantener duopolio en TV': Luis Fernando Santos

Habla de su retiro de la CEET y de la postura del diario ante la llegada de Santos a la Presidencia.
Foto: El Tiempo
Domingo 25 de Julio del 2010



Luis Fernando Santos, hasta hace un par de días presidente de la Casa Editorial EL TIEMPO (CEET), concede, tras anunciar su decisión del retiro, una entrevista al medio al que estuvo íntimamente vinculado por casi medio siglo.

Durante sus 19 años de gestión, primero como Gerente y luego como presidente de la CEET, comandó el gran 'timonazo' que se le dio al periódico y a la casa editorial hasta convertirla en la gran compañía multimedia que es hoy;sin ninguna duda, el medio de comunicación más influyente que existe en el país.

Tengo entendido que la decisión de venderle EL TIEMPO a Planeta fue consecuencia de una crisis económica del periódico. ¿Hasta dónde fue usted responsable de la situación?

EL TIEMPO afrontó una situación económica muy delicada del 98 al 2002, de la cual salió rápida y exitosamente. De hecho, cuando se tomó la decisión de vender EL TIEMPO, los resultados eran óptimos y por eso logramos un muy buen precio. La venta no fue motivada por razones económicas ni por mala gestión, sino por la dispersión accionaria que la convertía en una empresa complicada de manejar ante los retos tan grandes que hay en el negocio de la información.

¿Qué llama usted dispersión accionaria?

Cuando hay 32 accionistas,ninguno dominante, todos pequeños, la toma de decisiones de mediano y largo plazo, que implican inversión, endeudamiento, menos dividendos, hacen difícil manejar una empresa; tener a todos los socios contentos no es nada fácil.

¿Por qué tantos accionistas?

En los últimos años entraron las nuevas generaciones que heredaron de sus padres, y no había un gran accionista que pudiera tomar las decisiones. Inclusive, la familia Santos estaba dividida en 11 grupos... 11 grupos de familia bastante distintos.

¿Se dividieron los herederos?

No. Es que como pensantes y deliberantes en algunas cosas estaban de acuerdo y en otras no. Como no había división, cuando salimos a buscar un socio estratégico la decisión fue absolutamente unánime.

¿Cuánto hace que se produjo la operación de venta?

Tres años.

¿Es cierto que el acuerdo comercial incluía la permanencia de la familia Santos por un tiempo mayor de 3 años en el manejo del contenido del diario?

Absolutamente no. Planeta, al ingresar como accionista mayoritario, mira la estructura y sugiere unos ajustes: la gestión, por ejemplo, que la tenía yo, pasa a la Vicepresidencia Ejecutiva; Enrique y Rafael pasan al manejo de contenido corporativo, no en el día a día.

¿Alguno de los Santos mantiene acciones?

Casi todos; solo algunos vendieron: Juan Manuel y dos primos vendieron la totalidad. Los demás mantienen acciones.

¿Y usted?

Yo mantengo mis acciones y seguiré en la Junta Directiva mientras los minoritarios me sigan eligiendo. Voy a estar apoyando el proyecto de los 100 años, en el cual estoy muy involucrado.

¿Es cierto que existe una especie de protocolo de familia sobre el diario?

Acordamos un protocolo de familia en el año 96, cuando estaban mi padre y mi tío vivos, sobre cómo se tomaban las decisiones. Lo que hoy tenemos es una empresa muy fuerte, un diario que está cumpliendo cien años de éxito, de cubrimiento informativo total del país y del mundo y que aspira a seguir siendo líder los próximos cien años. Ante este panorama, quiénes son los propietarios, en el fondo era secundario.

Los medios siempre hablaron de supuestas diferencias entre los descendientes de Enrique y los descendientes de Hernando Santos...

No, discrepancias, no. Es obvio que teníamos maneras de ser y de pensar y de opinar diferentes en cuanto a la visión de la empresa, pero siempre terminábamos de acuerdo.

¿Cuáles fueron los momentos más difíciles que vivieron como familia?

Yo diría que uno ocurrió cuando Juan Manuel se fue del periódico para el Ministerio de Comercio y otro, cuando Francisco se fue a la Vicepresidencia. Fueron momentos difíciles de manejar porque estar en el Gobierno generaba una situación difícil para el periódico. Finalmente, lo manejamos bien: éramos más cuidadosos en el manejo de cobertura. De hecho, ellos decían que les dábamos más 'palo' que a los ministros que no tenían el apellido Santos. Fueron épocas complejas, pero salimos bien librados. Fue difícil, por problemas de credibilidad y porque mucha gente creía que era la cuota de EL TIEMPO en el Estado. Cosa que nunca lo fue. De hecho, cuando ellos dieron el paso al Gobierno jamás regresaron al periódico, ni en reuniones formales ni informales, ni en juntas ni hablaban con la gente de EL TIEMPO, excepto con los redactores que cubrían sus gestiones, como con cualquier otro personaje de la vida pública.

¿Cómo logró superarse la aparente crisis que surgió cuando se produjo un riguroso editorial contra la decisión de Juan Manuel de aceptar el gobierno?

Hubo dos editoriales muy duros: cuando Juan acepta el Ministerio de Comercio Exterior, en el gobierno Gaviria, y cuando Francisco acepta la Vicepresidencia, en el gobierno Uribe. El primero, escrito por Hernando, y el segundo, escrito por Rafael y Enrique. Fueron manifestaciones del sentimiento que había al interior de la empresa de la familia sobre la decisión que tomaron de dar el paso a la vida pública. Pero, finalmente, respetamos sus decisiones y seguimos adelante.

Con su retiro, ¿termina la 'era Santos' en EL TIEMPO?

No. Hoy en día prácticamente todos los herederos de mi padre y de mi tío siguen como accionistas, aunque minoritarios. Solo se han retirado algunos, quienes, además, tenían una participación muy pequeña.

¿Pero ya no están en la línea de gestión ni de decisión?

No. Estamos como accionistas minoritarios.

¿Quién dirige hoy la gestión y quién dirige el contenido?

Equipos profesionales de primer nivel; la gestión la comanda Guillermo Villaveces, vicepresidente ejecutivo, y el contenido, Roberto Pombo.

¿Hasta dónde interviene Planeta en la posición editorial de EL TIEMPO?

En nada y para nada. Cero. En los tres años de socios no he recibido la más mínima observación o sugerencia sobre editoriales o noticias; son muy respetuosos.

¿Por qué, entonces, EL TIEMPO ha defendido en sus informaciones la necesidad y conveniencia de un tercer canal de televisión?

EL TIEMPO trató de mantener una línea muy objetiva con el proceso del canal tres. Proceso en el que, precisamente, lo único que no ha habido es objetividad. Caracol y RCN quieren mantener su monopolio y han hecho lo debido y lo indebido por bloquear el tercer canal. Han utilizado sus medios descaradamente para detener el proceso de la adjudicación. Prisa quisiera tenerlo, pero no puede porque tiene problemas económicos, y Cisneros quisiera tenerlo, pero no puede porque no tiene socio local. Entonces, todos querían parar la licitación y EL TIEMPO lo que ha hecho es presentar la versión de Planeta porque los demás medios la bloquearon. El tema más importante alrededor del canal tres es que ha sido el reflejo de un problema muy serio del país: la posición dominante de los dos grupos económicos, dueños de los dos canales privados de televisión que tienen el 90-95 por ciento de la teveaudiencia, por lo cual ponen la agenda noticiosa del país y que quieren mantener a toda costa. Me parece que eso no es bueno para Colombia.

¿La determinación que tomó el Consejo de Estado de aplazar provisionalmente el proceso no significa una postergación real a muy largo plazo?

La realidad es que Caracol y RCN han sido exitosos en demorar la adjudicación de otro canal de televisión más de un año y medio, ejerciendo agresiva presión a todas las entidades que de alguna manera participan o opinan sobre el proceso; se ha convertido en el tema favorito de sus noticieros, a veces dedicándole más tiempo que a la noticia del día, y donde aparecen solo los argumentos en contra del proceso de adjudicación.

¿Lo que usted llama "manejo indebido del poder" no lo ha ejercido EL TIEMPO en sus cien años de existencia?

Nuestro poder ha sido utilizado solamente para la defensa de la democracia y de nuestro sistema de gobierno. Jamás en beneficio propio. Todo lo contrario. Siempre hemos defendido la competencia, porque eso estimula nuestra superación y muestra nuestras falencias.

¿No tiene razón el Consejo de Estado en que mal se puede adjudicar por subasta un canal si hay un solo participante?

Cuando hay una licitación por subasta se pone un precio mínimo, con el interés del Estado de que se cumpla o sea superado. Y entiendo que si se daba el caso de un solo oferente, el precio mínimo subía automáticamente.

El presidente Uribe no ha ocultado su interés en que bajo su gobierno se adjudicara el canal, lo que ya es imposible. ¿Qué va a pasar con Juan Manuel Santos en la Presidencia, dados sus vínculos, así sean afectivos, con EL TIEMPO?

No sé qué estará pensando Juan Manuel; creo que hubiera preferido no tener ese 'chicharrón' porque, además, lo enfrenta con Caracol y RCN, que seguirán interesados en que no se adjudique. Ojalá busque mayor apertura. Cuando se hizo la primera adjudicación de televisión privada se plantearon tres canales, hace 11 años, también para la nueva licitación 2 más, pero Caracol y RCN lograron presionar a la CNTV y al gobierno de turno que solo dos y luego solo uno. Eso rompe la pluralidad informativa que necesita el país. Y les impone a los colombianos novelitas de historias de capos y mujerzuelas, y violencia y droga, desde las 8 de la noche. Si es del caso, ojalá Juan Manuel reabra este proceso rápidamente y mirara la opción, para evitar suspicacias, de licitar no uno, sino dos o tres canales más. Los colombianos nos merecemos otras opciones de televisión bajo el gobierno que sea. Colombia es el único país de la región que tiene solo dos canales privados nacionales, que tienen, además, un modelo de televisión idéntico el uno al otro.

En el caso de Juan Manuel Santos, ¿qué cree usted que deben hacer personajes como Francisco Santos, siendo su primo hermano, presidente?

Francisco es un hombre de gran capacidad de trabajo e inteligencia. Tendrá oportunidades en la empresa privada.