Gobierno exigirá licencia ambiental para exploración minera

Miambiente anuncia política rígida para evitar líos como el de Drummond. Se prepara proyecto de ley.

Foto: El Tiempo
Domingo 12 de Enero del 2014

El Gobierno asumió una rígida política de defensa del medio ambiente, por medio de la aplicación estricta de normas que se burlaban. Además, como norma de prevención, va a imponer licencias ambientales para todas las exploraciones mineras que se realicen en el país.

Hoy, esa licencia solo se exige para trabajos de explotación. La Ley 99 de 1993, que creó el Ministerio de Ambiente, establecía esa licencia, pero el Código Minero del 2001 la eliminó, lo que originó los graves problemas ambientales que hoy hay, como los de la Drummond en la explotación de carbón, los del túnel de La Línea y los de La Colosa y Santurbán en la exploración y explotación de oro.

La revelación la hace en este reportaje la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenido, Luz Helena Sarmiento. Anuncia, por otra parte, que la licencia para el túnel de La Línea será retirada si se siguen violando normas medioambientales.

La Ministra es geóloga de la Universidad Industrial de Santander, cursó estudios de gestión ambiental y tiene 15 años de experiencia en minería, petróleo, infraestructura y energía. Fue directora de la Autoridad de Licencias Ambientales (Anla), de donde paso al Ministerio.

“Tomar la decisión de suspender a la Drummond no era fácil, pero el Gobierno ha demostrado que no tiene mano blanda para hacer cumplir la ley”, dice.

¿Hay otras compañías que violan normas ambientales en Colombia?

Hay más de 600 investigaciones abiertas, pero no puedo referirme a ellas porque me recusarían. Drummond, por ejemplo, interpuso más de cinco instrumentos judiciales para quitarme la competencia porque ya me había expresado, según ellos, sobre las irregularidades que estaban cometiendo.

¿Son investigaciones de qué tipo?

Violaciones al medioambiente o al plan de manejo; algunas son pequeñas. Otras son grandes. Drummond, por ejemplo, tenía ocho investigaciones abiertas.

¿Cree, por lo que conoce, que las investigaciones van a terminar en sanciones?

Por lo menos el 99 por ciento. Las cosas se pueden hacer bien hechas, y el que las haga mal ya sabe cómo le va conmigo.

¿Y cómo les va con usted?

Al que no cumple la ley le va muy mal.

Sobre el caso de la Drummond, ¿esta empresa fue desafiante?

Sí, yo creo que sí. Fue desafiantes con el accidente del año pasado, cuando dijeron mentiras, y fueron desafiantes al seguir cargando carbón ilegalmente.

¿Dentro de las investigaciones está el consorcio que hace el túnel de La Línea?

No podemos permitir lo que tratan de hacer porque contraría todas las normas ambientales, y de eso puedo hablar porque yo no llevo la investigación. Cuando se contamina una fuente de agua que abastece a dos municipios como Cajamarca y Calarcá, la obra que la provoca no se puede continuar. Sabemos que la carretera es muy importante, pero la detenemos porque han hecho vertimientos que son inaceptables: con químicos y concreto envenenan la quebrada El Salao, que es la fuente del agua. Nos hemos visto obligados a pararlos en más de dos ocasiones.

¿Cuál es el futuro o la alternativa?

No hay alternativa. Si ellos tienen un incumplimiento más, retiramos la licencia.

¿Quiénes son ellos?

Unión Temporal Segundo Centenario.

¿Cuál es la situación hoy?

Están trabajando. Tienen suspendida parte de la obra y hay una investigación abierta. Vamos a tomar medidas ejemplarizantes también en este caso, porque es reiterativo el tema de los vertimientos en el agua. Tenemos vigilancia permanente con la corporación regional y con la Anla. No queremos que las obras se hagan a cualquier precio.

Si no se suspende el vertimiento, ¿la obra se detiene?

Sí. Incluso retiramos la licencia, en cuyo caso se le daría a otra compañía para que termine la obra, pero no pueden seguir incumpliendo indefinidamente las normas.

En el caso de la Drummond, la pérdida para el país es alta, como altas serán en el caso de La Línea y el de Santurbán, en la explotación de oro. ¿Está dispuesto el Gobierno a asumir pérdidas tan grandes por la defensa del medioambiente?

Es que si no se corrigen los males, va a resultar más costosa la cura que la enfermedad; nos va a salir más caro que sigan haciendo la vía así, más caro que sigan cargando carbón así, más caro que sigan explotando el oro así. Recuperar las playas de Santa Marta puede resultar muchísimo más costoso que los ingresos que se pueden perder por la suspensión de la exportación de carbón en las actuales condiciones. Lo que conseguimos hoy de regalías por la explotación del carbón no nos va a servir en el futuro, porque nos va a tocar pagar el 200 por ciento de lo que recibimos. Si se hace una mala minería cerca de un páramo, que abastece de agua a una gran ciudad, ¿cuál será el costo? ¿Qué costo tiene para Bucaramanga y su área metropolitana que se queden sin agua, si aniquilamos el páramo de Santurbán, donde nacen ríos como Suratá y Vetas?

¿Es una nueva política, más rígida, de protección del medioambiente?

No. Es que como venían acostumbrados a que aquí no se cumplía la ley en el tema ambiental y no pasaba nada, lo que estamos haciendo es notificando que sí va a pasar. Todo derecho origina un deber.

En ese orden de ideas, ¿cuál es el futuro del parque Tayrona?

Aplicamos una medida preventiva porque no teníamos certeza sobre el riesgo que se estaba corriendo con una licencia que había dado el Ministerio en el 2009. Parques Naturales dio en su momento un concepto positivo y luego uno negativo. Cuando veo que hay dos conceptos de la misma entidad, con la misma firma, y uno dice que sí y el otro no, encuentro que está en riesgo el ecosistema, que es el bosque seco tropical, y entonces aplico el principio de precaución o prevención. Usted no puede dejar que sigan las cosas a ver qué pasa.

¿Cuál es la situación hoy?

Las obras no se iniciaron. Con la política de ecoturismo que tenemos, dentro de los parques no se pueden hacer hoteles.

¿Entonces el Tayrona no será definitivamente un centro de desarrollo turístico?

Dentro del parque natural no se pueden construir estructuras hoteleras fuertes. Podría haber un ordenamiento turístico alrededor del parque, concertado con las comunidades indígenas. En el parque no pueden construirse estructuras turísticas.

¿Hasta dónde la protección del medioambiente sacrifica el desarrollo?

El dilema no es medioambiente o desarrollo. Hay empresas mineras, petroleras, turísticas, de construcción o infraestructura con desarrollo bien hecho. El ecoturismo es bueno para los parques, fuera de los parques. Eso es lo que hacen las grandes empresas y generan recursos que ayudan a mantener el parque. No son buenos ni el conservatismo extremo ambiental ni el desarrollismo extremo. En esto hay gente de doble moral que, cuando usted la llama a concertar, no aparece.

¿Y esa doble moral se ve hoy?

Sí, en el tema ambiental, porque muchos viven del conflicto. Creo en la concertación y soy de provincia, soy nieta de campesinos del páramo. En Colombia, uno de los bienes más preciados es el agua. En el caso de Santurbán, cuando fui directora de licencias, mis hijos recibieron amenazas. Por eso viven con guardaespaldas. Yo organicé una mesa de concertación; no llegó el alcalde de Bucaramanga, ni el de Florida, ni el de Piedecuesta, y a la segunda mesa invité a las ONG, ¿y sabe que dijeron? Que no iban porque no veían garantías. Es que ser francotirador es muy fácil: usted desde una ventana le dispara a un proceso; a ellos les interesa mantener el problema para obtener resultados políticos. No les interesa que se acabe el problema.

¿Pero Santurbán está produciendo?

No. Santurbán no está produciendo. Ni siquiera hay solicitud de licencia. En Colombia hay un problema en minería: no se necesita licencia en exploración.

Pero esa licencia la exigía la ley creada por el Ministerio…

Sí, pero en forma absurda se eliminó. Uno de mis propósitos este año como ministra, y ya hablé con el Presidente y con el ministro de Minas, es imponer licencia ambiental para la etapa de exploración de cualquier tipo de mineral; uno, para proteger medioambiente, y dos, reglas claras para inversionistas.

¿Qué se requiere para hacerlo?

Un proyecto de ley que estamos preparando para reformar el código minero y restablecer las licencias para explorar en minería.

¿Qué pasará con las exploraciones en marcha?

Habrá una transición, como la hubo en hidrocarburos.

¿Qué tanto daño le hace la minería ilegal al medioambiente?

Yo no la llamaría ‘minería ilegal’ sino ‘minería criminal’, porque la minería ilegal es un delito ambiental; a los mineros artesanales yo los apoyo y, como Estado, tenemos que fortalecerlos para que tengan mejores ingresos. En la minería ilegal, los que están detrás son los grupos alzados, las ‘bacrim’ o grupos extranjeros. Vaya al Chocó: está lleno de brasileños y coreanos acabando con nuestros ríos. Abren con sus dragas y les meten mercurio o cianuro para ‘pescar’ oro. Esas son empresas delincuenciales muy fuertes.

A propósito de explotación de oro a cielo abierto, ¿qué pasa con La Colosa?

Ya les impusimos una multa de 134 millones que todavía no han pagado.

¿Quiénes son los exploradores y en qué consiste el problema?

Anglogold Ashanti, y están aún en etapa de exploración.

¿A ellos se les aplicaría la norma que proyecta de exigir licencia para explorar?

Sí, es el típico proceso por el tamaño del proyecto. Pero además se les dan reglas claras a las empresas, un norte establecido. Lo que no quiero es que quede la duda de que hay un conflicto entre medioambiente y desarrollo. No olvide que el Ministerio se llama de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.

El lado ‘verde’ del proceso de paz

Guerrilla sería protectora del medioambiente en Orinoquía y Amazonía

¿Es cierto que si hay un acuerdo de paz, los actuales guerrilleros tendrían trabajo de cuidado ambiental en la Orinoquía y la Amazonía?

Ya estamos impulsando un proyecto llamado Misión Amazonía. Pretende que, para el 2020, la Amazonía colombiana tenga desforestación neta cero. Ya obtuvimos 120 millones de dólares para el proyecto.

¿Eso qué significa?

Que si se logra el acuerdo de paz, la gente de la guerrilla se va a quedar en las zonas que han sido su territorio ancestral, donde están sus familias, donde llevan 50 años. No se van a traer a la ciudad para darles un taxi. Afortunada o infortunadamente, las zonas mejor conservadas en medioambiente son las de mayor conflicto porque no acceden turistas. Entonces, cuando llegue el posconflicto, los alzados en armas se quedarán donde hoy están, con la diferencia de que ya no es combatiendo. Es lo que estoy montando con Misión Amazonía. Eso se aplicó en Turquía, donde realizaron programas de reforestación y protegieron la zona de agua y le dieron trabajo a mucha gente. Es algo que va a cumplir esos objetivos muy importantes de los cuales ya hemos hablado con el alto comisionado, Sergio Jaramillo, y con el jefe de la delegación negociadora en Cuba, Humberto de la Calle.

YAMID AMAT
Especial para  EL TIEMPO