"La inflación anual en Colombia sigue siendo alta". Con esta afirmación, el nuevo gerente general del Banco de la República, Juan José Echavarría, descarta ponerse entre los partidarios de una nueva pronta rebaja en las tasas de interés, que hoy se encuentran en 7,5 por ciento.
Se encontraban en 7,75 por ciento, y la rebaja de cuarto de punto que el banco dispuso en diciembre hizo pensar que la reducción continuaría, pero "no sirve para mucho seguir bajando las tasas hoy si eso dispara la inflación", según Echavarría. Para buen entendedor, las tasas de interés NO bajarán por ahora.
Echavarría asumió la gerencia del banco la semana que termina. Fue miembro durante 12 años de su junta directiva y era representante de los accionistas minoritarios de Ecopetrol cuando fue elegido por la junta.
El nuevo gerente tiene una maestría en Economía de la Universidad de Boston y un doctorado en Economía de la Universidad de Oxford. Fue también estudiante especial del programa de Economía de la Universidad de Harvard.
(Lea también: Aún no se despeja el clima para la inversión en Colombia en el 2017)
Su primer diálogo con EL TIEMPO en su nuevo cargo comienza indagando su opinión sobre el resultado de la inflación del año pasado: 5,75 por ciento.
"El país sufrió un enorme choque inflacionario por alimentos y tasa de cambio en los últimos años, y la junta tuvo que elevar las tasas de interés para re-anclar expectativas -explica-. La inflación anual fue de 6,77 por ciento en diciembre de 2015, 8,97 por ciento en julio de 2016 y 5,75 en diciembre de 2016. Como se puede ver, son buenas noticias, y el Banco de la República considera que la inflación puede regresar al rango meta de 2 a 4 por ciento a finales de 2017. Pero la inflación aún continúa siendo alta".
La inflación de diciembre fue de 0,42 por ciento y en noviembre de 0,11. ¿Eso es alto?
Aún persisten factores inflacionarios, y la inflación anual continúa alta. Muchos de los años en que yo fui codirector, la inflación osciló entre 2 y 4 por ciento, y pensamos que no volvería a subir. Sin embargo, en estos dos últimos años, la inflación subió a casi 9 por ciento. Ha descendido poco a poco gracias a que los choques han sido transitorios y a la política monetaria adoptada por la junta.
Pero, en este momento, las expectativas de inflación para el año son del 3 por ciento, según el banco...
Las tasas de interés derivadas del precio de los papeles en el mercado indican que las expectativas de inflación han regresado al rango meta. El equipo del banco estima que la inflación regresará al tope superior del rango meta -es decir, 2 a 4 por ciento- a finales de 2017.
Si esa es la expectativa de inflación, las tasas deberían comenzar a bajar...
La junta, en su última reunión, bajó la tasa de 7,75 por ciento a 7,5 por ciento. Cuatro codirectores votaron a favor de bajarlas y tres codirectores consideraron prudente mantenerlas. La junta evaluará la nueva información durante los próximos meses y tomará la decisión adecuada. (Además: Los retos que le esperan al nuevo gerente del Banco de la República)
¿Usted cree que las tasas deben continuar bajando?
Pues hay que mirar con atención cómo va evolucionando la economía. La junta procura ser muy cuidadosa en sus análisis porque no sirve para mucho seguir bajando tasas hoy si ello dispara nuevamente la inflación y hay que subirlas en el futuro.
¿Pero no cree necesario que haya un estímulo a la economía de parte de la junta cuando el crecimiento apenas llega al 2 por ciento?
Las tasas de interés hoy en Colombia son moderadas comparadas con las de la región. Mire lo siguiente: tasas de 7 por ciento con inflación de casi 6 por ciento son tasas reales de 1 por ciento, que es un nivel que no frena la economía.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, es uno de los miembros de la junta, y él ha pedido públicamente bajar las tasas...
El Presidente y el Ministro de Hacienda están en todo su derecho al opinar. El banco hará lo que toque, según consideren la mayoría de miembros de la junta.
Pero veo que usted no es partidario de bajar las tasas, sino esperar un momentico.
Puede ser.
¿Y cuando la inflación esté en 4, ahí sí se puede comenzar a oxigenar la economía?
Impulsaremos fuertemente la economía cuando tengamos la inflación controlada.
Con una inflación del 5,75 por ciento, ¿cree adecuado el aumento salarial del 7?
Siempre habrá discusión sobre el tema del salario mínimo, pero considero que para el banco no representa un choque inflacionario excesivo. Además, se trata de una decisión del Gobierno, y el banco simplemente toma en cuenta esa nueva información cuando determina la política de tasas de interés.
¿Ese nivel de aumento podría generar inflación?
La inflación convergerá al rango meta en 2017, es decir, entre 2 y 4 por ciento.
¿No están desbordados los precios de bienes y servicios, y de alimentos?
Los alimentos siguen creciendo a un ritmo anual alto de 7,22 por ciento, aunque es menor que en el pasado: en el 2015 fue de 10,85 por ciento. El término "desbordados" es complicado. Su dinámica obedece, más bien, a rezagos en el impacto del Niño, en la devaluación y en el paro camionero. Fueron choques transitorios.
¿Qué es más importante: el valor del peso o el valor de dólar?
El del peso porque es el que determina el poder adquisitivo de los colombianos. Su relación con el dólar, la tasa de cambio, impacta la economía, pero no es una variable cuyo nivel trate de controlar el banco. En ocasiones, la junta reduce su volatilidad mediante compras o ventas de dólares.
(Le puede interesar: Estos son los plazos para el pago de impuestos en el 2017)
¿Cómo le está yendo al país con el producto interno?
Al mundo no le está yendo mal. China está creciendo al 6,5 por ciento; India, al 7,5 y los países emergentes, al 4; pero América Latina está cayendo al -0,6 por ciento. Colombia crecerá en 2017 entre 2 y 3,1 por ciento, según opinan diversos analistas. Son tasas apenas promedio en la región. Posiblemente nos superarán Perú, Bolivia, Paraguay y Argentina. Es urgente pensar en el conjunto de reformas requeridas para volver a crecer a las tasas históricas promedio y sostenibles, cercanas a 4 o 4,5 por ciento. El banco contribuirá con tasas de interés bajas-moderadas, en la medida en que la inflación se sitúe en el rango meta.
¿Qué va a provocar ese crecimiento?
Han mejorado los precios del petróleo, y la industria y la agricultura aprovecharán el incentivo cambiario para crecer. La reforma tributaria es importante para garantizar el crecimiento de largo plazo del país. El banco puede contribuir a que la economía crezca una vez tengamos la inflación en el rango meta, y la economía requiere reformas estructurales para regresar al crecimiento histórico de 4,0-4,5 por ciento.
¿La reforma tributaria estimula la producción?
Como en cualquier empresa, un déficit fiscal insostenible impide el crecimiento. Pocas veces se pronuncia la junta directiva del banco sobre el tema fiscal, pero en las últimas tres reuniones lo ha hecho en estos términos: la junta considera que, ante los efectos negativos de la caída en los precios del petróleo sobre las finanzas públicas, el proyecto de reforma tributaria estructural constituye una acción fundamental que contribuye al crecimiento de largo plazo, al reforzar la sostenibilidad fiscal, propender por la estabilidad macroeconómica y preservar la calificación crediticia. (Además: Inflación por IVA se sentirá más en ingresos bajos que en altos)
Este será el primer año de paz real. ¿Eso no producirá mayor crecimiento?
Los países en paz crecen dos puntos más que los países en guerra. ¿Qué significa eso? Que si Colombia creció al cuatro históricamente, ahora podría crecer al seis. Yo creo que va haber un dividendo importante por la paz. Aunque no se sabe su magnitud, lo cierto es que vamos a poder en algún momento destinar recursos de la guerra a la educación y la salud. Los inversionistas van a invertir en Colombia con más tranquilidad.
Y va a haber sectores que se van a beneficiar inmediatamente si lo hacemos bien: el campo, el turismo, la inversión extranjera. Va a haber dividendo por la paz. Pero sobre el tamaño de este dividendo hay una discusión grande. Por ejemplo, en Colombia estuvo recientemente un gran economista, Xavier Sala-i-Martín y dijo que revisando encuestas a empresarios, la paz no aparecía entre sus prioridades y que por ello no pensaba que sería tan importante este dividendo. Pero decía que estaríamos mal si vuelve la guerra. (Además: El efecto que tendrán los nuevos impuestos en el costo del mercado)
¿Qué se espera de la tasa de cambio?
El banco no tiene ni expectativas ni una meta de tasa de cambio.
Pero el banco, cuando el dólar comenzó a desplomarse, compró dólares para encarecerlo...
Lo que ha procurado el banco es que la tasa de cambio fluctúe libre, suavizando a veces su volatilidad.
Antes de final de febrero, el presidente Santos debe nombrar dos nuevos miembros de la junta del banco. Uno, para suceder a Carlos Gustavo Cano, quien cumple doce años. Y otro miembro de la junta debe ser relevado por ley. Solo el Presidente decidirá quién sale y a quién nombra. ¿Esos relevos no suponen que la junta pierda algo de autonomía?
De ninguna manera. La junta ha mostrado total independencia desde 1991, por dos razones. Los codirectores escogidos han sido todos buenos. De otra parte, cuando un codirector es escogido por un período que comúnmente es de 12 años, comienza inmediatamente a pensar en el largo plazo. Cualquier error hoy se paga en el futuro. En consecuencia, no va a actuar pensando en el corto plazo o en favorecer al gobierno de turno, porque sabe que si comete errores y hace bobadas, el país se las va a cobrar. El resultado muestra lo que digo. Colombia siempre ha sido considerado un país cuya política macroeconómica es excelente, y entre 1991 y 2014 redujimos la inflación de 32 por ciento a 3 por ciento. El país confía en el banco.
¿Cuando usted dice que ningún miembro de la junta que sabe que su periodo será de 12 años "no va a hacer bobadas", es que los presidentes hacen bobadas?
La palabra 'bobadas' puede ser exagerada, pero no cabe duda de que un gobierno que dura cuatro años tiene mayor incentivo a adoptar políticas expansionistas, pensando en el corto plazo, con resultados insostenibles en el largo plazo.
¿A los presidentes no les gusta que la junta del banco, en general, tome medidas que no comparte?
A los presidentes les gusta que el país tenga un banco central serio, pero puede ser que en el corto plazo discrepen de algunas medidas que adopta el banco. Esto es apenas normal.
¿Qué debe esperar el país de usted como gerente general de su banco central?
La gestión mía va a ser evaluada como la de los demás gerentes: qué pasó con la inflación y qué paso con el crecimiento del país. Y eso no va a depender únicamente del banco. También dependerá del Gobierno y de un conjunto de reformas estructurales. Entre ellas, yo les doy especial importancia a las reformas que se adopten en lo tributario, lo pensional y lo relacionado con comercio exterior: aranceles y paraaranceles, entre otros.
¿Ve indispensables las reformas pensional y de comercio exterior?
Hablemos de eso en el próximo reportaje.
Usted ha sido crítico del aumento en el gasto público. ¿El Gobierno hoy está desbordado en sus gastos?
Una sana política fiscal, reflejada en una senda sostenible de la deuda pública, es indispensable para el buen desempeño de la economía y la operación exitosa de la política monetaria. La reforma tributaria contribuye a que se cumpla la regla fiscal de una manera sana, sin recortar excesivamente la inversión pública, y a que la deuda pública mantenga un nivel sostenible. El Gobierno no solo elevó impuestos sino que también redujo impuestos, como parte del ajuste.
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO