'El vuelva mañana se acabará en la salud'

La ministra Beatriz Londoño dice que garantizará la asistencia rápida y sin colas.

Foto: El Tiempo
Domingo 29 de Enero del 2012

Dice que todos queremos que el portero no nos tire la puerta y que los médicos nos miren a los ojos.

Cuentas claras, humanización del servicio de salud, control a las EPS, ayuda y vigilancia a hospitales, asistencia rápida y sin colas, intercambio de información entre todos los sectores y atención preferencial para los niños. Ese es, en esencia, el derrotero de Beatriz Londoño como Ministra de Salud. Su prioridad: cuidar, atender, proteger los primeros mil días de los niños, desde el embarazo.

Médica de la Pontificia Bolivariana de Medellín, máster en Salud Pública de la Universidad de Harvard, la nueva ministra, revela sus metas:

¿Cómo está la situación de los hospitales?

Tenemos ejemplos formidables de buenos resultados, de buenos indicadores, de buena gestión y transparencia. Se han hecho avances, pero hay problemas, sobre todo en recuperación de cartera y en gestión. Buscaremos eficiencia, servicio, transparencia; salud sin calidad no satisface.

¿Por qué tantos ciudadanos están insatisfechos con el servicio de salud?

Porque hay excesivos trámites que son una barrera. Por ello, una de nuestras prioridades será hacerlo todo más simple; un primer paso es hacer realidad el decreto ley antitrámites. Yo la ejecutaré y la pondré en práctica.

¿Será que usted logra acabar con el sacrificio de las interminables colas?

El decreto antitrámites impone medios electrónicos como Internet y teléfono para pedir las citas; esto ayudará a solucionar esa situación, que es intolerable. Ahora bien, la falta de especialistas es un problema más complejo, pues la demanda es superior a la oferta. Trabajaremos con el Ministerio de Educación, con sociedades científicas y con universidades para fomentar especialistas.

¿Cuáles son concretamente las barreras que usted va a combatir?

Vamos a eliminar trámites como pedir documentos y certificados innecesarios. La Superintendencia Nacional de Salud tendrá que ser más exigente. En los casos de medicina general, la atención no podrá pasar de tres días. Además, los ciudadanos no tienen por qué ir hasta la EPS a pedir la cita; podrán hacerlo por teléfono. Las EPS tienen que adaptarse, bajo rigurosa vigilancia.

¿La Superintendencia de Salud sí funciona bien?

Precisamente estamos revisando cómo se investiga, cómo avanzan los procesos, cómo se gestionan quejas, cómo se escucha a los ciudadanos, cómo se dan respuestas a sus necesidades. La Superintendencia está en un proceso de fortalecimiento, va a tener el doble de presupuesto que el año pasado, debe generar mejores sistemas de información, y va a desconcentrarse para llegar más a la gente y a los actores del sistema, y menos a la simple norma, que a veces, es lo que desespera a la gente.

La veo muy crítica del funcionamiento de la Superintendencia...

La Supersalud tenía muchas responsabilidades. El mismo Superintendente reconoce las dificultades de hoy y por eso es necesario fortalecerla. Según los lineamientos del propio Presidente de la República, las funciones de la Supersalud serán más de control de la calidad del servicio. El control financiero de las EPS, como aseguradoras, lo asumirá la Superintendencia Financiera.

Usted tiene un buen diagnóstico sobre lo que encontró: faltan gestión, controles, transparencia, información. Pero, ¿cuál es la fórmula curativa?

Hay grandes avances hechos por el ministro Mauricio Santa María sobre los cuales seguiremos trabajando y profundizando, como haber organizado más las finanzas del sector, haber hecho el giro directo de recursos a los hospitales, haber ampliado la cobertura y avanzar en la unificación del Plan Obligatorio de Salud. Es necesario fortalecer la gestión de los hospitales no solo en lo financiero, sino en lo técnico. Actualmente, el Ministerio cuenta con muchos datos, pero no con buena información que permita tener cuentas claras, precisas, sobre resultados en salud.

¿Eso qué significa?

Significa que nuestro reto es trabajar en cuatro aspectos: 1. fortalecer la prevención y promoción de la salud, reiterando la frase del Presidente: "es mejor prevenir que curar"; 2. mejorar la calidad en la atención, que incluye la humanización de los servicios y el componente técnico; 3. darles un mejor uso a los recursos existentes para que por cada peso invertido se genere más salud; 4. tener las cuentas claras para saber en qué se invierte y rendir cuentas a los ciudadanos. La frase de "vuelva mañana" que les dan a veces a los pacientes va a desaparecer. Me la voy a jugar toda para que tengamos en el sector mayor transparencia y mejores resultados.

¿Hasta dónde las EPS y los hospitales, y los presupuestos de salud, son "rapiña" de políticos?

Respeto profundamente el ejercicio de la política; lo que no es razonable bajo ninguna circunstancia es que instituciones terminen capturadas de manera inapropiada con la única finalidad de tener puestos, contratos y "repartición"...

¿Eso está ocurriendo?

Sí, por eso la Supersalud, la Procuraduría, la Contraloría y la Fiscalía han actuado, y la línea Santos es una: cero tolerancia con la corrupción.

¿Cuánto vale la salud en Colombia?

Cuarenta billones de pesos son todos los recursos del sistema, incluyendo los privados.

¿Y cuánto se roban o se pierde?

Creo que nadie tiene esa cifra. Que haya buena información y buenos controles es necesario, para cerrar oportunidades de mal uso de los recursos.

¿Qué hacer para que a un paciente lo atiendan con diligencia y respeto?

El paciente necesita trato humanizado y personal de salud idóneo, así como buena información y personal administrativo sensibilizado y bien capacitado. ¡No es tarea fácil! Pero en alianza con universidades, organizaciones de profesionales y muchos otros, trabajaremos para que la relación con los pacientes esté basada en estos principios básicos. Todos queremos que el portero no nos tire la puerta, el médico nos mire a los ojos, la enfermera nos dé buena información.

¿Usted está satisfecha con lo que hacen las EPS en Colombia?

No. Unas EPS tienen muy buen desempeño, pero la mayoría pueden mejorar considerablemente en gestionar el riesgo en salud, centrarse en la prevención y atender mejor a las personas.

¿Qué hará para quedar satisfecha con la gestión de las EPS?

Controlarlas y vigilarlas para que cumplan adecuadamente sus funciones como aseguradoras de la salud. Incentivaremos la gestión de las EPS que lo hagan bien.

En Colombia hay unas 80 EPS. ¿No es altísimo ese número?

Muy alto. El decreto de habilitación que se viene trabajando desde el año anterior está orientado a definir las condiciones y requisitos que todas deben cumplir.

¿Cuánto les debe el Estado a los hospitales y a las EPS?

La cartera sigue siendo muy elevada, pero con tendencia a disminuir especialmente en los hospitales de primer nivel. El giro directo ha aliviado parte de esto en forma creciente desde que se inició el año pasado. Este mes se giraron 227 mil millones de pesos, de los cuales 167 mil millones fueron a hospitales públicos. Ahora el reto es que los hospitales mejoren su gestión, tengan menores costos, crezcan en productividad y no solo en nómina.

¿Cuánta es hoy la deuda del Fosyga con EPS y hospitales?

Hay que conciliar las cifras entre lo que dicen las EPS e IPS y las cifras que tiene el Fosyga, dejando claro que no podemos pagar menos de lo que es, ¡pero tampoco más! Esto es: voy a luchar por tener las cuentas claras.

En general, ¿cómo está la calidad de la salud pública en Colombia?

Hay indicadores buenos y malos. Hemos enfrentado con éxito la ola invernal sin epidemias, a pesar de la difícil situación. Hay temas de salud pública intolerables como tener niños con sífilis congénita. Venimos trabajando en ello, pero será un intolerable absoluto. Es clave que las disparidades entre regiones en cuanto a mortalidad materna e infantil se reduzcan.

¿Por qué ocurre?

Un ejemplo es porque no se hacen los controles prenatales como corresponde y el seguimiento es fragmentado. Casi siempre son atenciones aisladas, sin integralidad.

A propósito de niños: como Secretaria de Salud en Bogotá, usted hizo un plan exitosísimo que se llamó "La ciudad de los niños". ¿Qué piensa hacer como Ministra por los pequeños desde su edad prenatal hasta su adolescencia?

El Ministerio de Salud tendrá como prioridad trabajar durante de los primeros 1.000 días de todo colombiano, desde el embarazo. En este tiempo se da el desarrollo esencial en lo físico, lo mental y lo social. Es cuando debemos hacer la mayor inversión. Y esa es, como usted sabe, una apuesta muy fuerte del presidente Santos, y que yo llevo en el alma por convicción, por la evidencia técnica disponible y porque estoy segura de que es la mejor manera de tener colombianos más saludables.

Usted es la primera ministra de Salud, después de que se restableció esa cartera. ¿Por qué cree usted que era necesario volver a crearla?

La rectoría del sistema pasa por tener la salud de la gente como prioridad política, técnica y social, lo cual se logra mejor con una entidad dedicada exclusivamente a ello.

Al frente de una gestión se elaboran políticas de largo, mediano y corto plazo. ¿Cuáles serán para usted unas y otras?

De largo plazo: mejoría en los resultados de salud y optimización de costos; mediano plazo: volvería sobre lo esencial, la salud pública, enfatizando un abordaje preventivo más que curativo, con redes de servicios articuladas y orientadas a la calidad en el servicio; corto plazo: daría mayor información a los ciudadanos sobre sus derechos, y las cuentas claras serían un elemento esencial del sector.

¿Usted quiere que la recuerden como la ministra que hizo, qué?

¡La ministra que centró su gestión en atender y mejorar la salud de los niños!

¿Qué caracterizará su gestión?



Trabajo en equipo con todos los sectores por la salud; centrarnos en la prevención; calidad humana y técnica; comunicación e información; transparencia y cuentas claras; trato digno y respetuoso; mejoría en los niveles de eficiencia. ¡Los recursos son un medio, no un fin!