El Gobierno intervendrá a las CAR

Hernando José Gómez dice que la reforma a las corporaciones autónomas se hará ya.
Foto: El Tiempo
Domingo 16 de Enero del 2011


Director de Planeación Nacional dice que se reformarán para hacerlas más técnicas y menos políticas.


El Gobierno intervendrá las corporaciones autónomas regionales (CAR), para convertirlas en instituciones más técnicas y menos políticas. El director de Planeación Nacional, Hernando José Gómez, considera que, en la emergencia invernal, la mayoría de esas corporaciones fallaron en la prevención y en la reparación de los daños. Por eso, el Gobierno resolvió modificarlas. Será una reforma inmediata.

Gómez, master en economía de la Universidad de Yale, ex embajador y ex codirector del Banco de la República, esboza las metas del nuevo plan de desarrollo, que será presentado en las próximas sesiones extras del Congreso, el 4 de febrero.

¿Cuáles son los objetivos del plan?

Generar más empleo, reducir la pobreza y alcanzar una mayor seguridad.

¿Cómo se alcanzará cada objetivo?

Con crecimiento y competitividad, que incluye inversiones grandes en infraestructura, uso masivo de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones en las empresas; con el mejoramiento de la calidad de la educación; con movilidad social que generen las competencias laborales que requiere el empresariado colombiano; con la reducción de trámites en todos los órdenes, así como con el impulso que se dará a la productividad y a la demanda las cinco locomotoras: innovación, agricultura y desarrollo rural, infraestructura de transporte, minería y vivienda. Tenemos por lo menos 220 puntos de la red vial arterial que requieren una intervención a fondo. Necesitamos generar conectividad con los Llanos Orientales, abrir la altillanura con carreteras hasta Puerto Carreño, y conectarnos mejor con el resto de Latinoamérica. Se requieren variantes, viaductos, túneles y allí se harán inversiones de una cuantía que jamás se habían realizado.

El reto es de eficiencia y buen gobierno en la ejecución, tal como el presidente Santos lo reitera. Para alcanzar la prosperidad para todos, principio fundamental del plan, se debe garantizar, además, la prevalencia del Estado de Derecho. Lo anterior implica consolidar la seguridad, garantizar la observancia plena de los derechos humanos, y proveer un sistema de justicia pronto y eficaz.

¿Qué dice el plan en materia de vivienda?

Tenemos un déficit de 2 millones de viviendas y por lo menos 250 mil en zonas de alto riesgo. Se van a aumentar los recursos para subsidios de vivienda a un billón de pesos por año. Lo que venía ocurriendo es que mucha gente recibía su subsidio, pero no encontraba una vivienda que se acomodara a sus ingresos y a su capacidad de endeudamiento. Entonces lo que buscamos es que con estos recursos se facilite la generación de oferta de vivienda, prioritariamente dirigida a sectores pobres, es decir, con un valor entre 28 y 35 millones de pesos. Ya tenemos en marcha 18 macroproyectos, que harán el mayor aporte a la meta de 200 a 250 mil viviendas por año.

¿De qué manera el nuevo plan enfrenta la pobreza del país?

Generando igualdad de oportunidades, promoviendo el empleo y alternativas de generación de ingresos. A través del Sisbén, ya hemos identificado 1,4 millones de familias con nombre propio, que están por debajo del índice de miseria. Si bien se continuará brindando apoyo con subsidios, se le dará prioridad a sacar a las familias de la pobreza, vía generación de empleo o con emprendimiento. Hay niveles de miseria del orden del 16 por ciento.

¿Qué significa miseria y qué pobreza?

En miseria está una familia que con los ingresos que genera no puede comprar los alimentos que requiere. En pobreza se encuentra la familia que no genera los ingresos para comprar la canasta familiar, que incluye, además de alimentos, vestuario, vivienda, transporte, educación.

¿Cuánta gente está en la miseria?

Cerca de siete millones de personas viven en la pobreza extrema, y en situación de pobreza medida por ingresos se encuentra el 45,5 por ciento de la población. Debo advertir que Colombia tiene una de las medidas más exigentes de pobreza del mundo: 5 dólares diarios de ingreso para la familia, mientras muchos otros países que muestran índices de pobreza muy inferiores usan índices de 2 dólares. Estamos buscando complementar las medidas de pobreza basadas en los ingresos, con los nuevos enfoques multidimensionales de pobreza, que no solamente miden cuántos ingresos tiene la familia, sino sus condiciones de vida. La ONU acaban de adoptar esos índices.

¿Y la meta del plan de desarrollo es...?

Trabajar para eliminar la miseria y bajar los índices de pobreza del 45,5 por ciento actual a 39 por ciento.

¿Y, para lograrlo, qué hará el Gobierno?

Mejorar la focalización del gasto social y la coordinación de las entidades del Estado que ejecutan la política. Así, por ejemplo, queremos incrementar la atención integral a la primera infancia, que tan solo cubre al 25 por ciento de la niñez, mientras que en otros países de América Latina supera el 50 por ciento. Segundo, generar innovación en todo, para lograr mayor efectividad en los programas contra la miseria y la pobreza. En lo productivo, buscando que los empresarios desarrollen nuevos procesos y nuevos productos; promover capital semilla, a través de Bancoldex; generar recursos para identificar nuevos sectores de producción. Eso nos ata con el tema de regalías: que el 10 por ciento de ellas, casi un billón de pesos, se dedique a ciencia y tecnología.

A propósito de regalías, ¿con la reforma que avanza en el Congreso no se corre el riesgo de que si antes se malgastaban o se mal utilizaban en 7 departamentos, ahora se malgasten en 32?

La reforma no sólo redistribuye los recursos. Estamos trabajando de la mano con el Ministerio de Hacienda para adoptar los esquemas adecuados de seguimiento de la inversión de estos recursos. Los proyectos regionales de inversión a desarrollar estarán liderados por los gobernadores y alcaldes. Serán coordinados con el plan y contarán con estrictos mecanismos de transparencia, participación ciudadana y de seguimiento.

¿No da susto ver a gobernadores y alcaldes manejando las regalías?

Tenga la seguridad de que la mayoría verán una oportunidad que se les abre para acelerar el desarrollo de sus regiones y que no va a haber manos libres en el manejo de las regalías. Todas las normas de control, vigilancia y seguimiento estarán establecidas.

Alguien dijo, sobre la pobreza del país, que el cambio climático la hizo mucho más notoria, más visible...

Sí. El cambio climático nos obliga a priorizar ciertas inversiones dentro del plan. En el área de vivienda, el reasentamiento de muchas personas que están en zonas de riesgo; el fortalecimiento de los distritos de riego y evitar colapsos en las vías; se requiere un manejo integral de las cuencas, generando procesos de reforestación, eliminación de erosión, reducción de los niveles de sedimentación de los ríos. Vamos a necesitar un esfuerzo mancomunado sobre el papel de las corporaciones autónomas regionales. Hemos visto que algunas no han tenido la capacidad de respuesta ni habían hecho las inversiones preventivas que se requerían para una emergencia como la que ocurrió.

Es decir, ¿una de las cosas que la cruda temporada invernal ha permitido visibilizar es la ineficiencia de las CAR?

Indudablemente. No podemos generalizar, pero sí en algunas de ellas.

¿Qué fue lo que el Gobierno halló en las corporaciones autónomas?

Hubiéramos esperado una actividad mucho más diligente en el manejo de la ola invernal. También se observaron graves problemas en cuanto a labores de carácter preventivo que se debieron haber hecho por ejemplo en el Valle del Cauca. Hemos observado los problemas que hubo en los distritos de riego que generaron la inundación de miles de hectáreas; allí debió haber un mantenimiento de algunos distritos de riego que debían haber sido vigilados. Necesitamos una gobernabilidad mucho mayor en esas corporaciones. Es urgente una reforma que las haga mucho más ejecutivas, más técnicas y con capacidad de hacer las inversiones preventivas y acciones remediales.

¿El Gobierno aplicará entonces una gran reforma a las CAR en general?

Sí. De manera inmediata. Una reforma para fortalecer sus órganos de gobierno corporativo, que las vuelva más técnicas, que tengan una planeación de largo plazo, que puedan manejar este tipo de riesgos que vamos a enfrentar cada vez con más frecuencia, que se articulen mejor con la institucionalidad ambiental.

¿Cuál es, en su opinión, el gran problema de la mayoría de las CAR hoy?

Tienen una grave problema de gobierno. Se necesita más influencia de los técnicos. Estamos mirando las alternativas para esa gran reforma.

¿La reforma será a través de leyes, resoluciones o decretos?

No es un problema de funciones de las CAR. Es un problema de gobernabilidad y de importancia de las voces técnicas.

¿Y lo que busca la reforma es ponerlas a funcionar?

Sí, ponerlas a funcionar; habrá que tener una mayor participación de entidades técnicas del orden regional y del nacional; mayor participación de la academia y menos de la política.

¿Eso será pronto?

Ya.

Las metas de crecimiento

La inversión debe ser de 10 a 12 mil millones de dólares por año

El Presidente Santos dice que aspira a que el país crezca este año un 5 por ciento.

Ese es el objetivo. Y tal vez logremos un poco más. Nuestra meta es que al final del cuatrienio estemos por encima del 6 por ciento anual. Situar a Colombia en una senda de crecimiento acelerado es algo que requiere una persistencia en las inversiones en las áreas donde tenemos los cuellos de botella. Son muy pocos los países que crecen en forma permanente por encima del 6 por ciento. Para crecer por encima del 5 y medio ó 6 por ciento anual se necesita generar una inversión general de no menos del 30 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) año tras año. Nosotros generamos un ahorro interno del orden del 22. Eso quiere decir que, en términos de inversión extranjera, necesitamos que nos llegue una inyección de 8 puntos del PIB por año.

¿Eso significa cuánto?

Significa tener una inversión de 10 a 12 mil millones de dólares por año. Hoy tenemos entre 8 y 9 mil millones. Dos terceras partes de la inversión extranjera, en este momento, está llegando al sector minero energético: Uno de los grandes retos que tenemos es mantener esas importantes inversiones en carbón y petróleo, pero atraer más inversión extranjera hacia sectores como servicios modernos, turismo, salud, cosméticos, biotecnología. Tenemos que empezar a buscar mecanismos que nos permitan ser atractivos en sectores que, además, son altamente generadores de empleo.