La situación de orden público en el país es preocupante. En Chocó, Arauca, Cauca, sur de Bolívar y Bajo Cauca se registran las situaciones más graves. Habría que agregar las confrontaciones que ocurren en Guaviare, Putumayo y parte del Caquetá.
En lo que va del año, según Indepaz (Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz), han ocurrido 42 masacres y han sido asesinados 105 líderes sociales y 19 firmantes del acuerdo de paz. Los desplazados son más de 400.000 en todo el país, desde la firma del acuerdo de paz. En los últimos tres años, según Codhes (Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento), hasta el 30 de junio se han presentado 370 eventos de confinamiento (reducción a la movilidad), que dejan mas de 670.000 víctimas.
El presidente del Congreso de la República, senador Efraín Cepeda, opina que la Fuerza Pública "no puede seguir maniatada" y celebra las últimas medidas del Gobierno que han permitido "actuar con firmeza". El senador Cepeda, economista industrial y especialista en altas finanzas, pidió una política de "zanahoria y garrote" frente a los grupos armados.
En diálogo para EL TIEMPO con este cronista habla también de la anunciada ley de financiamiento y afirma que los colombianos no tienen con qué pagar un peso más de impuestos.
¿Usted cómo observa la situación de orden público?
Los ceses del fuego bilaterales no han sido positivos porque mientras la Fuerza Pública queda maniatada, los grupos armados siguen delinquiendo, siguen secuestrando, se toman poblaciones. Tengo mucha preocupación sobre eso. En las últimas semanas, y es cierto, debo decir que se ha permitido que la Fuerza Pública actúe con firmeza. Y yo creo que eso tiene que ser así. Tiene que haber la zanahoria y el garrote para los que cumplen y los que no. Pero no puede ser que el cese del fuego bilateral solo sirva para que se recuperen las rutas del narcotráfico, para que se afecte a la población civil, para que se incrementen la extorsión y los homicidios.
¿Entonces en qué quedó la propuesta del presidente Petro de 'paz total'?
Yo modificaría la 'paz total' por la paz posible: en qué grupos hay voluntad de paz y continuar con ellos y en los que no haya voluntad de paz, pues combatirlos.
¿La paz posible cómo sería?
La paz posible es sentarse en mesas francas. Ver cuáles son los incumplimientos que tenemos. Yo estaría en la orilla de la paz, pero de la paz posible. Mientras se tiene maniatada a la Fuerza Pública, los grupos armados rompen ese cese del fuego bilateral y ya he visto una Fuerza Pública que ha roto sus ataduras y se le ha permitido también ir a la ofensiva porque sin duda, si no es así, eso desmoraliza a la Fuerza Pública, que es una de las fuerzas más importantes del mundo, que tiene una vasta experiencia. O se cumplen los acuerdos de paz o actúa la Fuerza Pública con firmeza y determinación. Cuando se rompen los acuerdos en la mesa hay que soltarle las ataduras a la Fuerza Pública y eso esperan los colombianos.
¿Para lograr qué?
Para lograr que decantemos el proceso. Los que quieran hacer la paz, bienvenidos, y los que quieran burlarse de los procesos, hay que perseguirlos y reducirlos, no permitirles que sigan invadiendo territorios, que sigan patrullando poblaciones como fuerza de policía y como fuerza administrativa. Y, por supuesto, que sigan narcotraficando. Ahí tenemos que actuar con firmeza.
Hay una queja nacional en el sentido de que se ha perdido, en cierta manera, el control del territorio...
Y me preocupa eso. Y he visto cómo, pues grupos armados patrullan municipios, dan órdenes, generan paros armados. Por ejemplo, en mi departamento del Atlántico, que no habíamos tenido ese tipo de expresiones, ahora están saliendo panfletos de varios de ellos. Pues amenazando a la población. Y ante esas amenazas no hay duda de que hay que dejar actuar con firmeza a una Fuerza Pública preparada como lo ordena la Constitución Nacional. Y a esa Fuerza Pública sí hay que seguirle soltando esas ataduras, porque esa cara de la moneda nos toca mostrarla. Ya es hora, después de 24 meses de la llamada 'paz total'. Y yo estoy en la orilla de que si no hay voluntad sincera, la Fuerza Pública tiene que actuar con firmeza.
¿Usted qué opina del gobierno del presidente Petro?
Dice el adagio popular que la voz del pueblo es la voz de Dios. Yo me remito a la voz del pueblo que está expresada en las encuestas de opinión.
¿Quiere usted precisar cuál es la voz del pueblo en este caso?
Bueno, la última encuesta que escuché esta mañana (jueves) es que la aceptación de la gestión del Presidente está en el 27 % y algo así como el 61 % de rechazo.
¿Y usted está de acuerdo con esa encuesta?
Pues eso es lo que están pensando los colombianos.
¿Usted también?
Hoy tenemos una situación compleja desde el punto de vista de los ingresos fiscales; tenemos un bajo crecimiento económico; caen comercio, industria y vivienda, que ensambla 56 sectores de la economía, que tiene un valor multiplicador del producto interno bruto, que por cada peso de inversión se generan 2,6 de desarrollo y no hay en este momento nuevas alianzas publico-privadas, no hay inversión en carreteras y expresan que las carreteras son para los ricos.
A mí me parece que es un gravísimo error no atraer la inversión privada. Siento que en sectores del Gobierno se desprecia esa inversión privada y voy a decir una verdad de a puño: la inversión cayó el año anterior exactamente 24,8. Este año, primer trimestre, va cayendo 16 %. No hay inversión privada. Y si no la hay, no tenemos empresas florecientes. Si no hay empresas florecientes, no hay utilidades. Y si no hay utilidades, no hay con qué pagar impuestos. No puede ser que en este momento se esté hablando de una reforma tributaria. Los colombianos quieren empleo, quieren educación, quieren salud, quieren programas sociales. Me parece que la agenda legislativa tiene que concentrarse en temas tan importantes como esos y de fondo, y que son temas que nos unen, no que nos polaricen.
¿Está claro que usted no es partidario de una nueva reforma tributaria?
Claro que no lo soy. Eso no hace sino generar incertidumbre que ahuyenta la inversión. A mí me parece que no se necesita una reforma tributaria si el Gobierno quiere más ingresos. Los gastos han crecido mucho. ¿Por qué no recortamos cuatro o cinco o seis billones de pesos? Mire: la ley de financiamiento, como la llama el Gobierno, es la reforma tributaria. Esa reforma no hace sino contribuir a la incertidumbre y los capitales se van a donde no exista ese tipo de incertidumbre.
¿A usted no le gusta la reforma tributaria o ley de financiamiento?
Otra reforma tributaria que amenace al sector privado ahuyenta la inversión. Hay menos utilidades y menos recursos para pagar impuestos. Recortemos gastos y recortemos presupuestos de los ministerios que no ejecutan. Y ahí vamos a tener alrededor de los 12 billones de pesos ahora.
De acuerdo con su posición como presidente del Congreso de la República, ¿cuál es el futuro de las reformas que el Presidente ha presentado o el Gobierno?
No tienen posibilidades claras de que se aprueben. Yo soy amigo de la concertación. Yo estaré en esa orilla. Pero tenemos el derecho de disentir, el derecho de enriquecer, de modificar los proyectos, y mientras eso salga así, pues yo creo que podemos avanzar en muchos de los proyectos de ley que se nos presenten.
Pero ¿usted le ve buen futuro a una reforma tributaria?
No, no veo el ambiente. Y lo digo porque he hablado con los senadores de varios partidos políticos.
Es decir, ¿usted, como presidente del Congreso, le recomendaría al Gobierno que no insista en una reforma tributaria porque fracasaría?
Esa reforma está generando mucho ruido y mucha incertidumbre. La incertidumbre detiene la inversión. Miremos más bien el recorte del gasto y el recorte de presupuestos de ministerios que no ejecutan. Además hay muchos bienes en la SAE (Sociedad de Activos Especiales), bienes con los que se puede hacer una feria de remates de bienes y con eso conseguir entre seis y diez billones de pesos. De manera que sí podemos echarles mano a más recursos sin meterles la mano en el bolsillo a los colombianos, que no aguantan un impuesto más.
¿Y las inversiones forzosas que anunció el Gobierno como proyecto de ley?
Ese es otro tema que contribuye a la incertidumbre y a la baja de inversión. Lejos de ponerle al sector privado esas espadas de Damocles, yo estoy seguro de que el sector privado acude a la inversión voluntariamente en los sectores que al Gobierno le interesen. Yo estaría en esa orilla. Y que les dé seguridad jurídica a su inversión. Démosles seguridad a los empresarios. Y esa inversión forzosa se multiplicará por cuatro o por cinco cuando es voluntaria. Y, además, podemos atraer capitales del exterior para ese tipo de inversiones. Que bueno, sería con seguridad jurídica que atraeremos esos capitales.
¿Cómo ve la situación económica?
Pues una situación económica delicada y muy compleja. Lo que hay que hacer es abrir las puertas, dar confianza a la inversión y en eso va a radicar también el despegue de la economía. Este es un país que ha tenido una economía sana.
Pero lo que está pasando es exactamente lo contrario que usted espera. Es decir, baja inversión. No llegan capitales. Hay incertidumbre. No hay ahorro...
Yo estaré dispuesto a reunirme con el presidente Gustavo Petro para hablar de todos esos temas en los que el Congreso de la República tiene su opinión.
El asunto es que las relaciones entre los tres poderes parecen congeladas...
Entre el Poder Legislativo y el Poder Judicial hemos mantenido buenas relaciones. Con el presidente Petro, que tiene también muchas obligaciones, están en una pausa y ojalá podamos conversar de manera franca próximamente. Pero yo soy un convencido de que en el 2026 el péndulo gira nuevamente hacia la centroderecha.
Usted ha liderado reuniones con gobernadores, alcaldes, gremios del sector eléctrico. La más reciente fue el miércoles, con más de 60 congresistas de la Costa, con el ánimo de bajar las tarifas de la energía...
El tema de las tarifas que usted acaba de mencionar es muy sensible en la región Caribe colombiana; las sentimos expropiatorias para el bolsillo de la región Caribe. El Gobierno Nacional ha hecho ene propuestas que no se cristalizan. Nosotros hemos pasado pues al nivel de hablar entonces con las generadoras, como se hizo en Barranquilla con el gobernador Verano y algunos congresistas de la región y los alcaldes del Atlántico.
Allí se dieron algunos avances y luego en la bancada Caribe, esta semana, con casi 60 congresistas de la región, expresamos que no solamente había que renegociar los contratos con las regiones subnormales y las zonas especiales, sino que había que hacerlo con los estratos uno, dos y tres de la población, que sumados a los otros son los que tienen que decidir el día que llega el recibo de la energía si se hace el mercado o se paga la factura.
Pero el ministro de Minas presentó la opción tarifaria...
No, no, no, eso es una carnada, eso es un anzuelo que la región Caribe no puede morder, si se nos quiere cumplir, que se entreguen esos recursos de la opción a través de Findeter, como se ha dicho. Pero no podemos aprobar una reforma de 12 billones de pesos para que se nos den 10 millones y mantener una opción tarifaria que golpea fuerte el bolsillo, particularmente en la región Caribe.
Pregunta de cierre: el expresidente Ospina Pérez hizo famosa la frase de que "este es un país conservador que vota liberal". ¿Seguirá así?
En las elecciones de 2026, el péndulo va a girar a la centroderecha, nuevamente.
Yamid Amat