Las reuniones de la Conferencia de las partes, COP16, (partes, son los países miembros de la ONU que pactaron el convenio sobre diversidad biológica y 16, por el número de conferencias que se han realizado) son el comienzo de un acuerdo innovador que podría establecer una nueva era en la salud pública y medioambiente. "La COP16 es salud para un futuro más sostenible", afirmó en su momento el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, destacando la relevancia de este encuentro para el futuro de la humanidad y el planeta.
María Susana Muhamad González, actual ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, es una política colombiana, ambientalista y politóloga de ascendencia palestina; perteneciente al partido Colombia Humana. Es profesional en Ciencia Política de la Universidad de los Andes y magíster en Gestión y Planeación del Desarrollo Sostenible de la Universidad de Stellenbosch de Sudáfrica. Fue consultora de desarrollo sostenible de Shell Global Solutions International en La Haya, Holanda. Muhamad es una ambientalista reconocida a nivel nacional e internacional y su trabajo se enfoca en desarrollar acciones que permitan consolidar a Colombia como potencia mundial de la vida. La ministra habló con este cronista para EL TIEMPO.
¿Cuál es la gran conclusión de la COP16?
Primero, elevamos la importancia de cuidar y conservar la biodiversidad al mismo nivel de discusión del cambio climático, lo que nos permite no solo integrar las dos agendas, sino movilizar acciones y recursos para enfrentar la crisis planetaria. En segunda medida, logramos materializar la COP de la Gente, una cumbre donde todos los sectores pudieron sentirse realmente incluidos, nos comprometimos a llevar ante las delegaciones sus propuestas y visiones para nutrir las discusiones y así lo hicimos. Presentamos las 39 declaratorias realizadas antes y durante la COP por los pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes, campesinas, jóvenes, mujeres, parlamentarios, empresariado, entre otras. Y finalmente, generamos una gran movilización de todos los sectores y toda la sociedad en torno al cuidado y protección de la biodiversidad, activamos la conciencia ambiental de la ciudadanía sobre el valor de nuestra riqueza natural, de lo que significa vivir en uno de los países más biodiversos del mundo y alrededor de esto creamos una gran aula ambiental en todo el país.
Pero ¿esos buenos propósitos no serán los llamados 'cantos a la bandera'?
El reto es trabajar en lo que viene luego de la COP. Estos logros son el reflejo de una gran movilización ciudadana que ya está empezando a manifestarse en los territorios y que sin duda va a generar cambios reales frente al cuidado de la biodiversidad. Tanto las declaratorias alcanzadas como la coalición de Paz con la Naturaleza trazan una hoja de ruta para que los países puedan tener insumos que permitan aterrizar e implementar sus planes de acción al 2030.
¿Y de qué manera cuidar la Tierra?
Es un esfuerzo de todos los sectores de los gobiernos y la población en general.
Le insisto: ¿cómo cuidar la Tierra?
La forma de proteger la Tierra va de la mano de cambiar nuestros modelos de consumo a través de acciones que nos permitan adoptar una economía descarbonizada basada en potenciar una nueva economía que, en vez de destruir la naturaleza, la regenere. Esta economía de la biodiversidad que estamos impulsando movería el 3 por ciento del PIB del país al 2030 y generaría por lo menos 522.000 empleos.
¿Medioambiente y biodiversidad cómo resultarán protegidos después de la COP16?
La COP16 deja un balance positivo con mecanismos muy concretos para avanzar hacia la implementación del Marco Global Kunming-Montreal.
¿Qué significa ese marco?
El Marco Mundial Kunming-Montreal de la Diversidad Biológica es un resultado de la Conferencia de Biodiversidad de la Organización de las Naciones Unidas de 2022. El Marco Mundial de la Diversidad Biológica fue adoptado por la 15.ª Conferencia de las Partes (COP15) del Convenio sobre la Diversidad Biológica de 2022. Se conoce como 'Acuerdo de París por la Naturaleza'.
¿En qué consistió?
Gran parte de los gobiernos presentaron sus planes de acción para la protección de la biodiversidad al 2030 y otros tantos definieron acciones encaminadas al mismo propósito. Pero más allá de quedarse en políticas de los Estados, esta COP de la Gente generó un cambio contundente en la ciudadanía, mostrando que solo en un trabajo conjunto entre sociedad y gobierno se puede lograr una protección real de nuestros recursos.
Pero ¿qué es, realmente, lo que está amenazando nuestro planeta?
Son tres motores los que están destruyendo la vida en el planeta, esto hace que la naturaleza no funcione. Y si la naturaleza colapsa, la sociedad colapsa. Eso es la llamada triple crisis climática que son: cambio climático, que tiene que ver con el aumento de las temperaturas globales debido a las emisiones de gases de efecto invernadero, que provoca fenómenos extremos que ya suceden como sequías, inundaciones y olas de calor. La pérdida de biodiversidad: la extinción acelerada o pérdida de especies y la degradación de ecosistemas, lo que afecta la resiliencia del planeta y su capacidad para sostener la vida y la Contaminación: la acumulación de contaminantes en el aire, el agua y el suelo, que tiene efectos nocivos sobre la salud humana y el medioambiente.
¿Eso supone que la Tierra está en peligro?
Sí. Por la profunda dependencia que tenemos de este sistema económico y la dificultad de poder salir de una cultura y una vida basadas en combustibles fósiles.
¿Cuál es la solución?
Éramos un país líder en temas ambientales, pero la locomotora de desarrollo económico es extractivista.
¿Y en eso estamos avanzando?
Nuestra salida es generar otros renglones de la economía, que no se construyen de un día para otro. Pero el problema del clima es que la naturaleza y el planeta nos están exigiendo cambios ya.
¿Cambios como cuáles?
Con los recursos que tenemos y capacidades, Colombia tiene que hacer dos movimientos simultáneamente, generar unos sectores económicos que reemplacen la exportación de petróleo y carbón en el tiempo y comenzar la transición. Porque si no hemos generado una alternativa para cuando se cierren estos mercados, nos veremos afectados. Estamos hablando de un proceso que debe durar entre 10 a 15 años, y debemos hacerlo con los sectores productivos. Hoy, el arte de gobernar en el siglo XXI depende de cómo se enfrenta la crisis climática, desarrollar la bioeconomía, detener la pérdida de biodiversidad, cumplir con las metas climáticas a 2030 y restaurar nuestros ecosistemas, cuidar el agua y ordenar el territorio.
¿Cuál es la gran enseñanza de la COP para el planeta?
La COP16 logró unir a Colombia en un propósito superior: el cuidado y la protección de la vida. Además, el gran legado de esta COP16 para el mundo es la coalición de Paz con la Naturaleza, ese llamado urgente a las naciones y la ciudadanía a tomar acción por el cuidado del planeta, en esta coalición ya sumamos 31 países, 40 organizaciones y más de 130.000 ciudadanos en menos de una semana. Es un movimiento que apenas inicia y se mantendrá durante los próximos dos años.
El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que era optimista por el resultado obtenido en la COP16. ¿Cuál es su balance, como presidenta de esta conferencia?
Esta es una COP que rompió todos los récords, y no lo digo yo, lo destacan las Naciones Unidas y las delegaciones participantes. Elevamos el nivel de una COP de biodiversidad a una de cambio climático.
¿Y por qué es récord?
Superamos el número de acreditaciones de delegaciones con más de 12.000 personas; logramos la Zona Verde más grande de la historia con una participación de 900.000 visitantes, cuadruplicando las expectativas que teníamos; por primera vez jefes de Estado asistieron a este evento, contamos con ministros y representantes de alto nivel de más de 150 países, y también es para destacar el gran cubrimiento mediático que logró esta cumbre, llegando a 156 países en 55 idiomas. Logramos que Colombia estuviera en los ojos del mundo.
El tema de la financiación de los programas de biodiversidad fue uno de los de mayor discusión. ¿A qué se comprometieron los países ricos, que son los que más contaminan?
Para el momento de esta respuesta hemos avanzado en la consolidación de un fondo para la distribución de recursos económicos provenientes del uso de secuencias de información digital de recursos genéticos.
¿Eso qué quiere decir?
Esto quiere decir que muy pronto los países que tienen la mayor biodiversidad podrán obtener una retribución de las industrias que utilizan dicha información genética; aún tenemos algunos puntos por acordar. Así mismo, esperamos que se cierren consensos que permitan avanzar en un esquema de financiamiento hacia el 2030 con ingresos de diferentes fuentes.
¿Cuántos recursos logró Colombia y quiénes los comprometieron en compensación por el cuidado de la biodiversidad?
Sin duda, la COP16 fue un escenario para sellar acuerdos y convenios con la cooperación internacional y otros actores fundamentales para movilizar recursos. Logramos más de 100 millones de dólares que servirán para restaurar y proteger la biodiversidad, luchar contra la deforestación e impulsar el desarrollo de la bioeconomía en el país, por un lado, se emitió un bono de biodiversidad por 50 millones de dólares, los gobiernos de Noruega y Suecia aportaron más de 25 millones de dólares y se creó el fondo multidonante para la conservación del Chocó Biogeográfico.
La vicepresidenta Francia Márquez y el canciller Luis Gilberto Murillo protestaron porque la ONU no reconoce la categoría de pueblos afrodescendientes. ¿Por qué pasa eso y qué se avanzó en este aspecto?
En el marco de la Organización de Naciones Unidas existe una instancia específica para abordar temas de las poblaciones afrodescendientes a nivel mundial. Este es el Foro Permanente de Naciones Unidas sobre Afrodescendientes. El Gobierno de Colombia ha impulsado y abanderado el trabajo para incluir a los afrodescendientes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), un trabajo liderado por la vicepresidenta Francia Márquez y el canciller Luis Gilberto Murillo y su equipo. La propuesta, que ya tiene consenso, se espera sea aprobada en la plenaria de cierre, marcando un nuevo logro de esta COP16; esto permitiría el reconocimiento explícito del papel que juegan las comunidades afrodescendientes en la preservación de la biodiversidad. La inclusión en el CDB también permitiría a dichas comunidades recibir recursos para financiar sus proyectos de biodiversidad y participar en discusiones ambientales globales, como la próxima Conferencia de las Partes (COP). Trabajamos en el establecimiento de un organismo subsidiario para fortalecer el trabajo coliderado entre países, pueblos indígenas y comunidades locales del mundo.
¿Cuántas delegaciones oficiales estuvieron en esta COP16?
Contamos con delegaciones de 150 países, representados por jefes de Estado, ministros, viceministros y representantes de alto nivel.
En términos económicos, ¿qué le dejó la COP a Colombia por concepto de hotelería, transporte y turismo?
El país tuvo ingresos por cerca de 122.000 millones de pesos, un 99 por ciento de ocupación hotelera y la generación de más de 5.400 empleos. La COP16 reactivó la economía nacional, regional y local. Esta COP fue una gran vitrina para promocionar el país de la belleza y fomentar el turismo sostenible.
Yamid Amat