Colombia no puede seguir atrapada entre Petro y el que diga Uribe: Fajardo

Colombia no puede seguir atrapada entre Petro y el que diga Uribe: Fajardo

Foto: El Tiempo
Domingo 20 de Marzo del 2022
olombia no puede volver a quedar atrapada entre Petro y el que diga Uribe", le dijo a este periodista el candidato presidencial Sergio Fajardo. Y aseguró: "El único que le puede ganar a Petro soy yo".

No admitió que su baja votación del domingo pasado contradice esa victoriosa predicción. "Son dos situaciones que no son comparables", aseguró. Criticó muchas de las propuestas de Gustavo Petro y aseguró que las hace porque en él "todo vale para ganar".

Fajardo abrió su diálogo con EL TIEMPO afirmando que "comienza una nueva etapa en la que vamos a demostrar que estamos unidos, que somos real alternativa de cambio y que Colombia no puede volver a quedar atrapada entre Petro y el que diga Uribe. Ya planeamos de manera conjunta siete semanas de campaña y agradezco a los compañeros de coalición su respaldo. Nos vamos a reivindicar con la mayoría de colombianos y pasaremos a segunda vuelta".

Su candidatura obtuvo 723.084 votos y la de Federico Gutiérrez, 2'160.329 votos, ¿no es insuperable esta diferencia?

No es insuperable porque basta hacer una cuenta sencilla: cinco millones de personas no votaron en las consultas y otros ocho millones no participaron. Vamos a ganar el voto de todas esas personas porque somos cambio real: rompemos con el continuismo de Fico Gutiérrez y no hacemos promesas irresponsables como Petro. La elección de mayo es de la ciudadanía, la de marzo fue la de los políticos.

¿Cree que logrará pasar a segunda vuelta?

Este gobierno de Duque, el que dijo Uribe, ha sido un fiasco. Federico Gutiérrez representa el mismo uribismo. Si fuera una película sería 'El Fiasco 2'. Nosotros somos todo lo contrario: el cambio profundo pero responsable que el país necesita. Petro estará feliz si su contendor es Fico porque lo barre sin problemas. El rival real soy yo, el único que le puede ganar y por eso me ataca sin piedad.

¿Pero sus afirmaciones no contradicen el resultado de las elecciones del domingo?

Para nada. El domingo terminó una etapa muy diferente a la actual. No son comparables. Tratarán de decir que esto se volvió Petro Uribe-Fico y que no hay nada más, pero saben que el ganador está en las mayorías del centro.

¿Y a que adjudica el favoritismo de Gustavo Petro en encuestas, confirmado con los resultados del domingo?

Está compitiendo desde hace 4 años, y en el último año, sin competencia. Tiene tremenda maquinaria y apostó por el todo vale con tal de ganar.

Hablemos de su programa de gobierno, ¿cuál es su plan sobre las relaciones con Venezuela?

Es primordial establecer un canal de comunicación directo entre Bogotá y Caracas para atender asuntos que cada vez se agravan más, porque con la manera áspera y ciega como este Gobierno ha llevado las relaciones con el vecino nunca habrá solución. Hay que sentarse a hablar y establecer un sistema de monitoreo que impida el escalamiento de cualquier incidente militar. La reapertura de los 15 consulados y de los puentes legales en la frontera es una prioridad. Estar atentos a las negociaciones promovidas por los EE. UU., por ahí parece que es el camino.

¿Canal de comunicación directo significa restablecimiento de relaciones?

No, para nada. Es una interlocución entre cancillerías, que es lo mínimo para países que no tienen relaciones. Eso permite resolver los problemas como la criminalidad en la frontera y evitar un eventual escalamiento militar.

Al presidente Maduro lo han acusado de ser déspota, dictador y elegido tramposamente, ¿coincide usted con esas afirmaciones?

Sí. Desde mayo de 2018 Colombia no reconoció el gobierno de Maduro. Fueron elecciones que impidieron la participación de candidatos de la oposición por estar inhabilitados, no hubo observación internacional y no tuvieron transparencia.

¿Cuál es su plan sobre el problema con Nicaragua?

Seguir con la defensa vehemente de los intereses soberanos de Colombia y en especial de los derechos históricos de nuestros raizales. Hay dos procesos ante la Corte Internacional de Justicia que están activos. Una demanda sobre Plataforma Continental Extendida y una sobre posibles violaciones del espacio marítimo de Nicaragua. En los dos casos el país ya expuso sus argumentos por escrito, en uno de estos casos ya los reiteró en audiencias orales y se espera que la Corte falle. Estos fallos se darán en mi gobierno, confío en que la estrategia que se ha venido siguiendo desde el 2012 defienda nuestros intereses.

El problema grave es que la Corte Internacional ordenó cambio de fronteras...

La Corte Constitucional se pronunció y fue clara en decir que los límites de Colombia solo se pueden modificar a través de tratados ratificados por el Congreso, por lo tanto lo que se debe adelantar es un tratado con Nicaragua.

¿Cuál es su pensamiento sobre la independencia del Banco de la República?

La independencia del Banco de la República es esencial en la estabilidad económica e institucional. No puede ser manoseada por intereses políticos.

Sobre el tema pensional, ¿cuál es su posición?

Nuestra propuesta busca aumentar la cobertura del sistema, reducir las inequidades actuales y aumentar el monto de las pensiones. Para los adultos mayores de 65 años que no lograron pensionarse vamos a garantizar un ingreso básico de 500 mil pesos. Esto lo vamos a financiar con un impuesto a los que más tienen, no atentando contra el ahorro de la clase media. El ahorro de las pensiones es para pensionar, para nada más.

¿Y qué hacer con afiliados a fondos que quieren regresar a Colpensiones?

Vamos a proponer una reforma con un sistema de pilares en el que todas las cotizaciones hasta los dos primeros salarios mínimos irán a Colpensiones y, a partir de ahí, a los fondos privados. Esto aumentará las pensiones de la clase media y reducirá los subsidios a las pensiones más altas. No podemos aceptar que tres de cada cuatro colombianos no tengan acceso a una pensión digna en su vejez.

¿Los aportes en los fondos privados son públicos?

Son privados y solo deben usarse para pensionar a los colombianos. El régimen público y el régimen privado son dos mecanismos distintos para llegar al mismo fin: cumplir con el deber constitucional de garantizar una pensión a todos los colombianos. Los necesitamos a ambos. Seguramente muchos asuntos de su funcionamiento se pueden revisar para que cumplan mejor su labor y lo haremos.

A los fondos privados Gustavo Petro los acusa de saquear al Estado...

No creo en el saqueo, pero las comisiones que cobran sí deben revisarse. El gran descontento de hoy con los fondos privados es justo eso. En Colombia el sistema pensional no pensiona y cuando lo hace, en particular en el régimen privado, lo hace con pensiones muy bajas. En nuestro gobierno revisaremos la reglamentación para fomentar la competencia entre estos fondos y así reducir las comisiones que cobran. En 1994 teníamos 8 administradoras de fondos, hoy solo hay 4, que además invierten en sus mismas empresas. El sistema hay que transformarlo, pero no destruirlo con anuncios populistas.

¿Es posible pasar de fondos privados a Colpensiones?

Sí. Hoy lo pueden hacer a los cotizantes les hace falta más de 10 años para pensionarse. En nuestra propuesta las cotizaciones correspondientes a dos salarios mínimos irían a Colpensiones y de ahí en adelante a los fondos privados. Pero lo haremos sin poner en riesgo las pensiones que hoy cotizan en fondos privados.

¿A qué adjudica la inquietud que existe en sectores económicos ante un eventual triunfo de Gustavo Petro?

Creo que están preocupados por la costumbre que tiene Petro de proponer políticas que asustan porque son sonoras y llamativas, pero no son viables, no tienen ningún sustento financiero y seguramente, como en su gestión como alcalde de Bogotá, vendrían con una dosis alta de improvisación. Los inversionistas están nerviosos con Petro. No sé si ese miedo sea justificado o no.

Una de las grandes preocupaciones del país es la necesidad que se siente de fortalecer los acuerdos de paz... ¿Qué hacer?

Lo primero es tener la voluntad política, totalmente ausente en este gobierno. Lo segundo es poner recursos. El acuerdo de paz está desfinanciado. Y en tercer lugar hay que priorizar los puntos rezagados, que son, además, importantes: la reforma rural integral y la protección efectiva de la vida de los líderes sociales. Tenemos como meta llevar el catastro multipropósito al cien por ciento y cumplir con las metas de formalización y entrega de tierras. Vamos a llevar los beneficios del acuerdo a los 50 millones de compatriotas, no solo a los 13.000 excombatientes.

¿Cómo poner fin a la sucesión de asesinatos de líderes sociales y conductores indígenas?

Cumpliendo con el acuerdo de paz en donde están contempladas las medidas de protección e impulsando el Acuerdo de Escazú, que es el primer paso para acceder a información, proteger a los líderes sociales y ambientales del país. Hoy somos los primeros en reconocimiento y con más asesinatos de líderes. Y eso es vergonzoso.

Pero el Gobierno ha insistido en que sí esta protegiendo con medidas de seguridad personal a los líderes sociales que solicitan protección...

La seguridad de los líderes sociales no puede consistir solo en dotarlos con chalecos antibalas o darles celulares para que denuncien. Los líderes sociales deben ser escuchados y acompañados con los mecanismos de protección adecuados al contexto, retos y riesgos de cada región. Además, el trabajo de los líderes hay que mostrarlo, valorarlo y resaltarlo. La protección comienza por ahí.

¿Usted es partidario de que la Corte Constitucional revise su fallo sobre la fumigaciónde glifosato?

No.

¿Por qué tan rotundo?

No apoyo la aspersión aérea con glifosato. Ya hay múltiples estudios que evidencian las graves consecuencias de ese veneno sobre la salud humana y los ecosistemas. Además, no soluciona el problema de la ilegalidad asociada al cultivo de drogas, solo lo desplaza a otras regiones. Necesitamos una aproximación radicalmente diferente al prohibicionismo de la fracasada guerra contra las drogas.

Usted dijo en alguna ocasión que no le interesaban los votos del Partido Liberal, ¿sigue opinando lo mismo?

No hay una tontería más grande que pensar que no me interesan los votos liberales. He trabajado en la coalición de la Esperanza con dirigentes como Humberto de la Calle, Juan Manuel Galán y Juan Fernando Cristo. Nuestro candidato a la vicepresidencia, Luis Gilberto Murillo, es liberal, el coordinador programático José Antonio Ocampo también. Siempre he repetido que, además, las personas del Partido Liberal no son un "rebaño" que sigue instrucciones, por eso estoy seguro de que muchas personas de ese partido nos acompañarán. Convocamos al pueblo liberal, lo que no aceptamos es la corrupción de algunos dirigentes liberales y de otros partidos.

¿Usted aspira a tener el apoyo del expresidente César Gaviria o las diferencias son irreversibles?

Yo aspiro a tener el apoyo del pueblo liberal. Es increíble que después de tantos años nos quieran seguir llevando a que son los expresidentes quienes eligen hacia dónde debe ir Colombia. Chao, expresidentes.

Si usted triunfa, ¿gobernaría con el Partido Liberal?

Me sentaría con todos como lo hice con los alcaldes de Antioquia cuando fui gobernador, pero nos vamos a sentar a trabajar en un terreno diferente al de la mermelada, los contratos, el clientelismo, que siempre se da antes de las elecciones. Hay personas muy buenas en ese partido que por supuesto queremos que gobiernen con nosotros. Por eso en campaña no vamos a hacer de esas alianzas, que más parecen una negociación, fundamentadas en intercambiar puestos o favores políticos, como en forma descarada se está haciendo por parte de otras campañas. No podemos olvidar que de la forma como se llega al poder así se gobierna.


YAMID AMAT
Para EL TIEMPO