Colombia logró la producción más alta de alimentos de la historia

A. Iragorri pide a entidades públicas que el 30 % de alimentos se compre a productores nacionales.

Foto: El Tiempo
Domingo 13 de Agosto del 2017

Parece increíble, pero en un plazo muy corto de tiempo, y gracias a la reducción de las hostilidades que supuso la negociación y posterior acuerdo de paz con las Farc, y a los estímulos del Ministerio de Agricultura para sembrar, Colombia logró obtener la producción más alta de alimentos de toda nuestra historia.

Esta fantástica revelación sobre el extraordinario comportamiento campesino de la nación la hizo para EL TIEMPO Aurelio Iragorri, saliente ministro de Agricultura. Sin embargo, no todo son buenas noticias. Se rompieron todos los récords en siembra y producción de arroz, pero los molineros no quieren comprar al precio que los productores piden. El ministro Iragorri notifica que si no hay acuerdo, el Gobierno intervendrá los precios. "El Gobierno no va a permitir su quiebra", dice el ministro a pocos días de su retiro. Y al respecto dijo: "Hemos acordado con el señor Presidente que a más tardar el 15 de septiembre termine mi gestión como Ministro de Agricultura. La interinidad no le sirve a nadie, no le sirve al Presidente, ni al Gobierno, ni al sector ni a mí".

¿Por qué hasta el 15 de septiembre?

Porque una vez se sacrifique el último novillo enfermo de aftosa en Colombia, pasan 28 días, que son dos ciclos de incubación del virus, y si no hay rastro de la enfermedad, quiere decir que se controló el brote.

¿Cómo llegó el virus?

Científicamente, Panaftosa demostró que la cepa del virus que se encontró en Colombia es de origen venezolano, de acuerdo con las cepas anteriores encontradas en Norte de Santander.

¿Y las sugerencias que han hecho algunos sectores ganaderos en el sentido de que el Ministerio vacunó mal?

No, no vacunamos mal, vacunamos con los mismos comités ganaderos del país que siempre han vacunado; incluimos 11 comités adicionales de ganaderos, ellos son los que hacen las vacunaciones en las zonas, ellos son los que conocen su región, ellos vacunaban cuando el ciclo lo manejaba Fedegán, lo único que hice fue incluir 11 comités adicionales; con eso logramos vacunar 1'700.000 animales adicionales, y más de 30.000 predios nuevos a donde Fedegán antes no llegaba. Esto no es con especulación sino con cifras contundentes, más predios y más animales vacunados, es decir, una mayor cobertura.

Si vacunó bien y vacunó mejor que antes, ¿por qué surgió el brote?

Principalmente, porque tenemos una frontera de más de 2.220 kilómetros con el único país de América que no es libre de aftosa: Venezuela. Además, porque hay zonas del país en donde la vacunación, a pesar de ser obligatoria, no se cumple porque no se reporta el ganado, que muchas veces es de contrabando.

¿Cuando la vacunación era manejada por Fedegán hubo aftosa?

Claro que sí, hubo aftosa en el 2001, el 2002, el 2004, el 2005, volvió en el 2008 y el 2009. Durante estos años se presentaron en el país 28 brotes de aftosa. Durante el gobierno de Juan Manuel Santos, lamentablemente, se presentó este brote en 2017.

"¿Sabe qué significa China? Solo Pekín consume en 10 días toda la carne que exportamos al mundo el año pasado"

¿Por eso es que países como Estados Unidos tienen vetada la importación de carne de Colombia?

Sí, porque ellos son muy exigentes en este tema. Cuando llegué al Ministerio, el 87 por ciento de las exportaciones de carne de Colombia tenían como únicos destinos Venezuela y Curazao; este gobierno, luego de un trabajo coordinado con Cancillería, Mincomercio, Minsalud, ICA e Invima, abrió 18 nuevos mercados. Hoy, el mayor comprador de carne colombiana es Rusia; también se está consumiendo carne de nuestro país en Argelia, Jordania, Angola, Egipto, Kazajistán, Georgia, Perú, Irán, Irak, el Líbano, Chile, entre otros. Y con China estamos a punto de abrir la admisibilidad de nuestra carne. ¿Sabe qué significa China? Solo Pekín consume en 10 días toda la carne que exportamos al mundo el año pasado.

Señor Ministro: si usted sabe perfectamente lo que se tiene que hacer para salvar la ganadería colombiana, ¿por qué se va?

Porque me llegó el 'cuyo': "Cuyo nombramiento ha sido revocado a partir de la fecha"; porque uno no está donde quiere estar sino donde el Gobierno lo necesita. Le agradezco mucho al Presidente que me haya dejado unos días más, porque era muy aburridor después de tanto trabajo y esfuerzo por mejorar los indicadores del sector agropecuario salir en la mitad de la crisis por la situación de la aftosa.

¿Todavía le faltarían cosas por hacer si usted continuara en el Ministerio?

Mi mayor frustración es que siempre falta tiempo.

¿Y cuál fue su mayor satisfacción?

Yo lancé el programa 'Colombia siembra' y aquí en EL TIEMPO, cuando inicié mi gestión, dije que íbamos a sembrar 1 millón de hectáreas más. Le tengo el dato del Dane: el área sembrada nueva, entre el 2014 y el 2017, es de 1'159.519 hectáreas, es decir, logré en ese tiempo cumplir la meta establecida de aumento de área sembrada.

En promedio, ¿cuánto venía sembrando el país?

Veinte mil hectáreas nuevas por año es el promedio de los últimos 25 años y ahora sembramos 1'159.519 hectáreas. Esto es una locura. En este momento hemos logrado la producción más alta de alimentos de toda nuestra historia. Mire: salieron unos datos hace poco de deforestación del país; pues, logramos sembrar 264.823 hectáreas adicionales de cultivos forestales. Es solo reforestación; sin caucho, ni cacao ni frutales. Hay 76.000 hectáreas nuevas de maíz amarillo sembradas, por ejemplo.

En materia de producción de alimentos, ¿qué dejamos de importar?

Arroz, el 50 por ciento se importaba; ya tenemos arroz hasta para exportar. Hay 1 millón de toneladas guardado; hay 360.000 hectáreas sembradas que producirán más de 2 millones de toneladas este semestre. Vamos a ser exportadores.

Con este gran resultado del arroz hay un conflicto muy grave que es el precio, por la superproducción. ¿Qué se va a hacer para que quien sembró reciba?

Todos los años me ha tocado servir como amigable componedor entre los molinos y los productores para que lleguen a un precio justo en que todos ganen. Casanare, por ejemplo, pasó de ser un productor inmenso de petróleo a ser el más grande productor de arroz del país.

¿Qué va a hacer para asegurarles a los productores un buen precio?

Si no se logra un acuerdo con los molineros, toca intervenir los precios. No vamos a permitir que los arroceros de Colombia se quiebren. La Constitución Política establece la obligación de defender la seguridad alimentaria del país y principalmente a los productores y a quienes forman parte de la cadena productiva. El señor Presidente me autorizó en el consejo de ministros para intervenir los precios, si era necesario, para no perder ese esfuerzo tan grande de producción, y así será.

¿Qué quiere decir intervenir los precios?

Fijar un precio obligatorio de compra por parte de los molineros.

¿En qué momento o en qué circunstancia?

La semana que comienza mañana. Si no hay acuerdo, nos veremos en la necesidad de intervenir los precios del arroz.

¿El acuerdo quiere decir convenir un precio de sustentación?

Sí. Que quede claro: el Gobierno no va a dejar que los arroceros se quiebren.

¿Esto pasa solo con el arroz?

No. Tenemos producción histórica de alimentos. Lo que ahora tenemos que hacer es que las compras que se hacen en las entidades públicas, Ejército, Policía, escuelas, Bienestar Familiar, las gobernaciones, cárceles, y que son miles de toneladas, por lo menos el 30 por ciento se adquiera a los productores nacionales. Cómo es posible que la leche que se consume y que es adquirida por estas entidades públicas sea leche en polvo importada, cuando Colombia produce 6.000 millones de litros de leche. Por eso hago un pedido a los industriales: cómprenles la leche a los lecheros nacionales, cómprenles la leche en polvo a los que tienen pulverizadoras aquí. Y cuando me refiero a la industria, no son los cinco procesadores de leche de siempre: Alquería, Alpina, etcétera; no me refiero a ellos nada más, sino también a la industria que consume leche en polvo, como, por ejemplo, las empresas de chocolates. El llamado es a que hagan ese aporte a los campesinos colombianos.

¿Quieren hacer un esfuerzo en la implementación de la paz en el campo colombiano? Hagan el sacrificio y paguen un poquito más caro el producto nacional en vez de estar ganándose toda la plata trayendo la leche importada con la que engordan a los comercializadores internacionales, en lugar de consumir nuestros productos nacionales y así apoyar a nuestros campesinos.

Sobre otros productos de nuestro campo, tengo entendido que durante el reciente encuentro entre los presidentes Santos y Trump, el mandatario colombiano planteó el tema de que Estados Unidos autorice la importación de aguacate colombiano...

Eso es cierto. Esperamos que ahora con la visita que desde hoy (domingo) realiza el vicepresidente Mike Pence, de Estados Unidos, se les dé esa buena noticia a los colombianos.

¿Por qué Estados Unidos no importa nuestro aguacate?

Estados Unidos es el mayor consumidor de aguacate del mundo. Estamos bloqueados porque en el trópico hay moscas que afectan los cultivos. Con el ICA pusimos en práctica mil factores para cumplir con los requisitos exigidos por los Estados Unidos. Ellos acaban de realizar la última visita a Colombia para la admisibilidad del producto. Fueron a diversas plantas procesadoras de aguacate, entre ellas la planta que se construyó en Armero-Guayabal (Tolima), para los envíos de aguacate al exterior. Hoy somos el cuarto exportador de aguacates Hass en el mundo. Hemos sembrado once mil hectáreas nuevas.

¿Pero ya está controlado el riesgo de la mosca?

Sí. Falta la última autorización. Fueron más de 7 años de lucha para lograrlo. Pero, además, ya somos exportadores de naranja, mango. Hay once mil hectáreas nuevas de naranja sembrada; en limón Tahití, que se exporta todo el que se produce, son 2.500 hectáreas nuevas. En mango sembramos 4.700 hectáreas más y 19.000 hectáreas de marañón en Vichada. Todo se está exportando. Solamente este año llevamos 11.000 hectáreas nuevas de frutales.

¿Y cuál ha sido el origen de semejante bonanza en producción de alimentos?

Sin lugar a duda, la paz y nuestro programa 'Colombia siembra'. Los campesinos ya no duermen pensando si al día siguiente llegarán las Farc, sino meditando en qué hacer con la tierra y con las cosechas. Este es el principio del renacer del campo. ¿Usted puede creer que la economía creció el 1,1 por ciento y la agricultura el 7,7 por ciento durante el primer trimestre del año? Mire: la yuca también tiene 17.439 hectáreas nuevas. La yuca es el reemplazo, en proteína, del maíz.

¿En maíz no crecimos?

Inmensamente. En blanco nosotros somos autosuficientes. En maíz amarillo crecimos 76.000 hectáreas. Este es el comienzo de la nueva Colombia. La Colombia que volvió al campo. La Colombia que volvió a sembrar. La Colombia que es autosuficiente en alimentos. La Colombia campesina y productiva que perdimos en 50 años de guerra.

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO