Colombia ha entrado en una nueva fase de crecimiento y su economía ha ganado dinamismo nuevamente". Si esta frase la dijera un dirigente político con afecto al Gobierno, posiblemente tendría un básico origen partidista y por esa razón podría no producir mayor credibilidad, al ser considerada como eventual proselitismo oficial. Pero, quien la pronuncia en diálogo con este cronista para EL TIEMPO, es nada menos que Jonathan Malagón, actual presidente de Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria).
Malagón González nació en Riohacha. Es economista graduado con honores de la Universidad Nacional de Colombia y administrador (Bachelor of Science in Management) de la University of London. Cuenta con una Maestría en Administración Pública de Columbia University, un máster en Finanzas Corporativas de la Universidad de Barcelona y un PhD en Economía de Tilburg University. Ha sido profesor de la Universidad Nacional de Colombia, Pontificia Universidad Javeriana, Universidad Externado de Colombia, Universidad de los Andes y del CESA.
El llamado "Pacto por el Crédito" es un acuerdo logrado entre el Gobierno y la asociación bancaria en el que la Banca se comprometió a canalizar 55 billones de pesos en créditos a sectores clave para dinamizar la economía. Sobre ese pacto comienza nuestro diálogo:
¿Cómo avanza el Pacto por el Crédito?
Los resultados del primer mes de implementación muestran una dinámica positiva. La cifra de desembolsos a los sectores priorizados por el Pacto ascendió en septiembre a $10,6 billones, lo que representa un aumento anual de 26,5 por ciento.
Pero concretamente, ¿qué es lo que busca el Pacto por el Crédito?
El otorgamiento de créditos a sectores estratégicos para la reactivación económica. Este enfoque permitirá canalizar el crédito de manera efectiva y acelerar el proceso de reactivación económica.
¿Qué tanto la Banca ha bajado las tasas de interés?
Desde el gremio reconocemos la importancia de continuar con la convergencia de las tasas de interés hacia niveles menos restrictivos. Por esta razón, el sector bancario se ha adelantado significativamente al ciclo de recorte de tasas del Banco de la República en productos de consumo masivo, como las tarjetas de crédito, e incluso en productos de gran impacto social, como los créditos de vivienda. En particular, las reducciones en la Tasa de Política Monetaria (TPM) por parte del Banco de la República han facilitado una mayor disminución en las tasas de interés del mercado. Entre diciembre de 2023 y octubre de 2024, las tasas de interés han registrado una reducción de 527 puntos básicos en créditos de consumo, 499 puntos básicos en la modalidad comercial, 465 puntos básicos en créditos de vivienda y 915 puntos básicos en tarjetas de crédito.
¿Asobancaria considera que el Banco de la República debe acelerar la reducción de tasas como lo pide el Gobierno?
Esperamos que el Banco de la República continúe con su senda de recortes, dándole con ello un mayor impulso a la reactivación de la demanda interna.
¿Por qué la Banca registró pérdidas en sus estados financieros?
Ha sido un año retador para el sector. En materia de utilidades, según la Superintendencia Financiera, a agosto de 2024 estas alcanzaron $5,4 billones, lo que representó una reducción real anual del 10,7 por ciento frente al mismo período del año anterior. Esta contracción, inusual y menos pronunciada que la registrada en el mismo mes del año pasado, que fue 55,4 por ciento real, responde a bajos niveles de margen de intermediación y a una dinámica en el gasto de provisiones que, aunque continúa en crecimiento, ha comenzado a moderarse.
¿Cuántos bancos registraron pérdidas?
Doce entidades bancarias registraron pérdidas, pero el balance general sigue siendo positivo. El sector bancario, pese a las condiciones económicas adversas, ha mantenido su solidez en medio de un manejo responsable del riesgo. Los indicadores de riesgo de liquidez y solvencia patrimonial, que a agosto de 2024 se situaron en torno al 190,2 por ciento y 17,0 por ciento, respectivamente, han permanecido por encima de los mínimos regulatorios, lo cual contribuye a preservar la confianza de los ahorradores en el sistema.
¿Y cuál es la situación de la cartera?
La adecuada previsión y gestión de los riesgos que enfrenta el sector permitirá mitigar el aumento de vencimientos y el deterioro en segmentos como el de consumo, cuyo indicador de calidad de cartera estimamos mantendrá su tendencia decreciente observada hasta ahora.
¿En cuánto está el margen de intermediación?
Actualmente está cercano a 6,2 por ciento; se incrementó con la mejora de las condiciones económicas, se espera una recuperación gradual de la cartera y una reducción en el gasto en provisiones, lo que impulsará la rentabilidad del sector.
Los niveles de cartera: ¿en qué niveles están?
La cartera total ya evidencia signos de mejora frente a meses anteriores. Luego de haber llegado a un punto álgido con una caída real anual de 6,7 por ciento en diciembre de 2023, el stock de crédito ha mostrado una tendencia positiva constante que llevó a que solo se contrajera 4,2 por ciento en agosto de este año. Este comportamiento va de la mano de las mejoras en la cartera comercial y de consumo, las cuales representan el 82,7 por ciento del crédito total. En este momento, lo que se observa es que las contracciones han empezado a ser más leves luego de dos años de tendencia negativa.
¿Y para las carteras de Consumo y la Comercial?
La cartera de Consumo bordea el 10,2 por ciento. En cuanto a la cartera Comercial, la dinámica ha sido muy similar a la total, pues alcanzó un punto máximo de -6,4 por ciento en diciembre y ahora se contrae a ritmos de 2,8 por ciento.
¿Y desde Asobancaria qué se espera?
Que esta tendencia se mantenga y lleve a la cartera total hasta el -1,7 por ciento a final de año, impulsada por un crecimiento de 0,2 por ciento en comercial y una caída de tan solo 7,5 por ciento en consumo. Para 2025, con condiciones de mercado más favorables, en línea con un mayor crecimiento económico, nos permiten esperar que el alza de la cartera pase a terreno positivo, cerrando el año en niveles cercanos a 3,3 por ciento.
¿Cómo está el nivel de deuda y carga financiera de los hogares colombianos?
En el período pospandemia se observó un notable auge en el consumo, reflejado en el incremento del endeudamiento de los hogares, entendido como la proporción de las cuotas financieras respecto al ingreso disponible del deudor.
Los niveles de endeudamiento, ¿cómo van?
Durante 2023 y 2024, los niveles de endeudamiento se moderaron, ubicándose en junio de 2024 en un 32,3 por ciento, una cifra inferior a la registrada antes de la pandemia. Esta corrección coincidió con la desaceleración en el crecimiento de la cartera de Consumo y, más recientemente, con la reducción de las tasas de interés, lo cual ha contribuido a aliviar la carga financiera de los hogares.
¿Qué se espera de la economía colombiana para el cierre de año y cómo pinta el panorama para 2025?
Durante el primer semestre, la economía colombiana mostró sus primeras señales de recuperación en todos los componentes de la demanda interna, acompañadas por una inflación que ha descendido gradualmente, en un escenario de una postura de política monetaria más acomodaticia por parte del Banco de la República.
¿Y la expectativa para lo que resta de este año?
Esperamos que la reducción de la tasa de intervención continúe impulsando la expansión de la actividad económica, llevando a un crecimiento del PIB cercano a 1,8 por ciento. En este escenario, los sectores con mayor dinamismo serán entretenimiento con 9 por ciento, agro con 6,5 por ciento y administración pública con 5,8 por ciento. Respecto a la demanda, esperamos que el gasto público, impulsado por una mejor ejecución esperada por parte del Gobierno y el consumo privado, sean los principales elementos que contribuyan al crecimiento.
¿Y para el 2025?
Estimamos un crecimiento del 3,2 por ciento, 0,4 puntos porcentuales superior a la estimación previa debido al impacto previsto del Pacto por el Crédito sobre la economía. La inflación convergerá al rango meta, y los recortes de tasa por parte del Banco de la República impulsarán el gasto de los hogares y la inversión, aunque esta última enfrentará retos en su recuperación, especialmente en obras civiles. Por sectores, la expansión de la actividad económica en 2025 será liderada por la administración pública con 5,0 por ciento, actividades financieras con 4,8 por ciento y entretenimiento con 4,5 por ciento.
¿En próximos días inicia la discusión sobre el salario mínimo, ¿cuáles serán las propuestas desde la Asobancaria?
Esperamos, como todos los años, que los criterios de fijación del salario mínimo sean comprensibles no solo con la dinámica de inflación y productividad, sino con las complejas condiciones de nuestro mercado laboral, que continúa enfrentando una elevada informalidad. Incrementos por encima de estos criterios podrían afectar gravemente la generación de empleo. Confiamos que, en el marco de las discusiones, podamos llegar a un acuerdo tripartito en beneficio de todos los colombianos.
¿Cuántos recursos han dispuesto los bancos para reactivar los sectores económicos considerados estratégicos, como el de la construcción y el turismo?
El compromiso del sector con la recuperación de estos sectores ha sido y seguirá siendo constante. En el sector turismo se desembolsaron más de $322.000 millones durante el mes de septiembre. Para el sector de la construcción, el apoyo a la compra de vivienda y el desarrollo de infraestructura contribuirán a la reactivación. Para estos segmentos, los desembolsos superan los $2,2 billones.
¿Cuándo se verán reflejadas las reducciones en las tasas de interés del Banco de la República en los créditos de consumo, vivienda o vehículos?
La transmisión del ciclo bajista de la tasa de política monetaria ya se ha empezado a producir. Incluso, las tasas de mercado empezaron a reducirse desde antes del inicio del ciclo debido a la iniciativa propia de los bancos. En esta línea, la mayoría de las tasas han sobre reaccionado a los movimientos de política monetaria del Banrep, que hoy acumulan un recorte de 300 puntos básicos (pbs). Las tasas de los créditos de consumo se han reducido, entre diciembre de 2023 y octubre de este año, 527 pbs, mientras las tasas de las tarjetas de crédito han triplicado la reducción del BR, con una caída de 915 pbs. Para los créditos de vehículos, la tendencia es similar, con una caída de 337 pbs. En lo referente a vivienda, con la iniciativa privada de reducir las tasas enfocadas en algunos de sus segmentos, observamos que la caída llega a los 465 pbs. Estos descensos pronunciados han continuado aliviando la carga financiera de los hogares colombianos.
¿Usted cree, efectivamente, que ¿la reactivación económica ya empezó?
Colombia ha entrado en una nueva fase de crecimiento tras un año de normalización macroeconómica. En efecto, todos los componentes de la demanda mostraron variaciones positivas en el segundo trimestre. Esto es especialmente destacable para el rubro de formación bruta de capital fijo, que creció 4,3 por ciento luego de cinco periodos consecutivos mostrando contracciones. Esto señala que la economía colombiana ha ganado dinamismo nuevamente. Sin embargo, hay retos persistentes, especialmente en sectores como la industria y la construcción, que se mantienen en terreno contractivo. Además, las presiones fiscales y los riesgos externos, como la desaceleración de las economías globales y las tensiones geopolíticas, plantean desafíos adicionales. Esperamos, sin embargo, que el Pacto por el Crédito sea un elemento central en la consolidación de esta senda de reactivación.
Yamid Amat