"Colombia debe pedir la solidaridad de todos los presidentes de América y decirles que la crisis es muy grave, que se está agravando velozmente, que las dos fronteras están militarizadas y que hay inmensos riesgos en esa situación. Y que mientras atropellan a nuestros niños y a nuestras mujeres, el presidente Maduro anda insultando de manera descarada e infame al Presidente de Colombia. Eso es grave. Muy grave".
La categórica afirmación la hace el expresidente de la República y exsecretario general de la OEA, César Gaviria, para quien "la deportación que hace Venezuela de compatriotas en la frontera es perversa, humillante y pone en peligro la vida de los niños".
Para Gaviria, la actitud de Venezuela "linda con lo criminal". El exmandatario le pide al representante de Naciones Unidas en Colombia que "cumpla con su deber". Agrega: "Y si no lo hace, que Colombia pida su retiro".
"A pesar de las múltiples críticas que el Gobierno ha recibido por su moderación frente a Venezuela y por agotar los mecanismos de la diplomacia directa para encontrar una solución diplomática, yo creo que hizo lo correcto. El Presidente está actuando con prudencia y con la serenidad que es necesaria en estas circunstancias".
Pero la diplomacia directa no funcionó...
Quedan los mecanismos del derecho internacional y los escenarios políticos internacionales para hallar soluciones pacíficas. La canciller Holguín dijo que esperamos que en Unasur nos escuchen; yo creo que debemos tener un objetivo que vaya más allá de que "nos escuchen". Unasur tiene que servir para encontrar la solución frente a la crisis humanitaria provocada por el Gobierno de Venezuela. Es inaceptable el argumento de que la Canciller de Venezuela se va de viaje a Asia en medio de la crisis humanitaria de la frontera.
La Canciller venezolana dijo que Unasur debe enviar un veedor...
¿Un veedor a qué? ¿A verificar la ilusión óptica del presidente Maduro de que no está pasando nada? ¿O un veedor para comprobar la crisis humanitaria y el atropello a los más elementales derechos humanos?
¿La teoría suya es que Unasur no sirve?
No, es que Colombia tiene que ir más lejos de lo que ha dicho la Canciller. La reunión de cancilleres es para encontrar soluciones, no es simplemente para que nos escuchen. Y la reunión debe ser ya; no sentarnos, en medio de esta crisis humanitaria, a esperar semanas a que la Canciller de Venezuela haga una gira por Asia. Si los presidentes de los países suramericanos no son capaces de reunir ya a los cancilleres, Unasur no sirve.
¿Qué garantía es Unasur cuando el expresidente Ernesto Samper, su secretario general, ha dicho que es un problema de presencia paramilitar en la frontera?
Esperamos que cada país tenga su posición y la fijen sus cancilleres, y no el expresidente Samper. Él cometió una equivocación grave, y me imagino que está en proceso de enmendarla y de contribuir a una mediación para hallar una solución. Unasur existe justo para buscar soluciones a este tipo de problemas que pueden ocurrir entre las naciones miembros. Yo me resisto a creer que los presidentes de Suramérica consideren que la reunión de cancilleres no es urgente.
¿La reunión de cancilleres es urgente para que nos escuchen qué?
Que Venezuela está generando una gigantesca crisis humanitaria en la frontera con Colombia. Venezuela está en su derecho de deportar indocumentados, pero tiene que someterse a protocolos internacionales que está obligada a respetar. Además, como bien lo denunció el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, el Gobierno de Venezuela está violando todos los procedimientos de su ley interna. Además, a las personas que quieren partir voluntariamente no les permiten atravesar el puente internacional de Cúcuta, y tienen que hacerlo por entre potreros y ríos, con riesgo para sus vidas. Eso es perverso. Eso es humillar a nuestros compatriotas y obligarlos a poner en riesgo la vida de sus pequeños hijos, después de que les despedazaron sus casas humildes y destruyeron sus pocos enseres. Para mí, esa es una actitud que linda con lo criminal.
Es decir, si Venezuela quiere expulsar a nuestros compatriotas indocumentados, que lo haga, pero respetando normas de derecho internacional...
Y sus normas internas. Y que no acuse a cada indocumentado de narcotraficante o paramilitar como lo viene haciendo sistemáticamente. Tiene que acatar normas y protocolos que hace mucho tiempo adoptaron las naciones. A la gente no la tienen que atropellar, ni separar las familias, ni poner en un país a los padres y en otro a los hijos, ni tienen que ofenderlas como lo han hecho. A quienes les han dado asilo y que tienen carácter de refugiados no los pueden expulsar; eso claramente viola compromisos internacionales.
¿Usted cree que se debe denunciar a Venezuela ante Naciones Unidas?
Yo vi a nuestra Canciller muy molesta con el representante de Naciones Unidas en Colombia y con la Organización Internacional de Migraciones, que no han hecho nada ante la violación clara de los derechos humanos de los colombianos residentes en la frontera. La canciller Holguín tiene toda la razón.
¿Y qué piensa usted de esa actitud del representante de la ONU?
Creo que deberíamos ir más lejos: exigirles -porque esa es su obligación frente a una crisis humanitaria- que por lo menos verifiquen y cumplan con su deber. Si no lo quieren cumplir, pues entonces hablemos con el Secretario de Naciones Unidas para que los retiren y envíen funcionarios que sí cumplan con su deber.
¿Exigirles qué?
Que verifiquen que sí hay una gran crisis humanitaria. El presidente Maduro le dijo al presidente Santos que era un mentiroso porque no salía a decir que Colombia es el infierno y Venezuela, el paraíso terrenal. Según él, la culpa de todos los problemas que tiene Venezuela es de Colombia, y los colombianos, más o menos por presunción, somos malos, y esos niños que pasan por los ríos son paramilitares y esas señoras ancianas son sus cómplices. Y le dice mentiroso porque no censura a la prensa. El mentiroso es él, que pretende hacer creer que la realidad es la que publican sus noticias censuradas, armadas y amañadas por su gobierno. Él no puede decirle al presidente Santos que es un mentiroso porque no dice lo mismo que dicen sus medios oficiales, y porque no ha hecho lo que pidió la Canciller venezolana: censurar a los medios de Colombia y ponerlos a decir lo que dicen los medios de comunicación censurados de ese país.
¿No considera además agraviantes los insultos del presidente Maduro?
Claro que son agraviantes. Algo más, estamos entrando en un terreno peligroso: Venezuela ha pedido que Colombia militarice la frontera, y ya vimos al Ministro de Defensa anunciando que enviaba batallones a 37 puntos de la frontera. Vamos a tener, por solicitud de Venezuela, la frontera militarizada de ambos lados. Tengo temor, por las expresiones un poco de locura y desbordadas de los funcionarios venezolanos, de que lo que Venezuela esté buscando sea un incidente militar para alterar sus elecciones, para afectarlas o suspenderlas. Nos toca pensar eso porque la manera como lo dicen y la forma como actúan imponen suponer las peores hipótesis.
Cuando nos piden que militaricemos la frontera, el riesgo de un incidente militar, con semejante crisis humanitaria, es altísimo. Es que aún hoy no se ha podido aclarar cómo se originó el problema de la muerte de un ciudadano supuestamente protegido. Ninguno ha podido dar una versión exacta de qué ocurrió, a pesar de que Colombia ha ofrecido cooperación para aclararlo.
¿El problema cambiario en la frontera es uno de los motores de la crisis?
Eso no es culpa de Colombia. ¿Quién es el único responsable de la devaluación en Venezuela? ¿Quién es el responsable de que el bolívar oficial tenga un valor de 6 pesos y la real cotización en el mercado sea de 600 pesos? ¿A quién culpar por la crisis fiscal gigantesca de ese país?
El presupuesto lo tienen que financiar con emisiones de dinero. Es que cuando los precios del petróleo estaban a un alto nivel, ya la inflación de Venezuela estaba en el 90 por ciento; ya se subió a 150 por ciento y va para 200 por ciento.
Los camiones que supuestamente salen con contrabando recorren todo el territorio venezolano y pasan por entre la Guardia Nacional y guardias aduaneros, pero después de cruzar el puente, ¿quién distingue si los huevos son colombianos o venezolanos o si la leche es colombiana o venezolana? Eso es imposible. Ese control es más fácil de hacer en territorio venezolano. La esencial responsabilidad de controlar el contrabando es allá.
Los colombianos no somos responsables de que los supermercados de Venezuela estén desabastecidos; la gente no tiene qué comprar ni qué comer. Decir, como afirmó el presidente Maduro, que Venezuela es el único paraíso para el refugio de los colombianos, es una afirmación demencial. Lo que pasa es que su economía está colapsada, que el pueblo está indignado y que el incremento de la violencia es feroz, pero no por culpa de paramilitares colombianos, como dice él. La verdad es que ellos han estado armando milicias hace más de una década. Cuando eso se hace, esos grupos son fuente de inseguridad y crimen.
¿Las agresiones verbales contra el presidente Santos y las expulsiones con violación de derechos humanos no serían causal de rompimiento de relaciones?
Pues ya se suspendieron negociaciones directas. Estamos en una dinámica en la que no hay opción que se pueda descartar.
¿Qué quiere decir eso?
Confiamos en que Unasur, la OEA o el Consejo de Seguridad de la ONU sean capaces de ayudar a hallar una solución pacífica; pero no sabemos si el Gobierno de Venezuela, en esa absoluta paranoia en la que está, va a dejar encontrar una solución pacífica y democrática. No sabemos si el Gobierno de Venezuela tiene algún interés en eso. Parece más bien lo contrario. Una persona en sus cabales no puede sostener las cosas absurdas que dice el Presidente de Venezuela.
Colombia es un país próspero, un país que crece, que tiene una inflación máxima del 4 por ciento, que tiene la economía que más está creciendo en América Latina entre países medianos y grandes. Venezuela es lo contrario: tiene el mayor déficit de cuenta corriente, el más alto déficit fiscal de América, con tasas de cambio que son alucinantes; con inflación del 150 por ciento, con sus mercados desabastecidos. Decir que ellos son un paraíso solo puede afirmarlo la prensa censurada de Venezuela. Nadie puede echarle la culpa a Colombia del desastre económico de Venezuela.
El presidente Maduro dice que todo es culpa de la oligarquía colombiana...
¡Qué tal! ¿Esos niños y esas mujeres y esos ancianos pasando por ríos y quebradas son la oligarquía colombiana? El presidente Maduro está ofendiendo al pueblo de Colombia, al que le está generando una indignación inimaginable.
La reunión de cancilleres de Unasur parece condenada al fracaso. La Canciller de Venezuela dijo que tenía temas más importantes en Asia...
Eso augura muy poco de lo que podemos esperar de Unasur, pero hay otros escenarios. Yo estoy de acuerdo con el presidente Uribe en que deberíamos acudir lo antes posible a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que se pronuncie sobre la crisis humanitaria que se está generando en la frontera, y ya ha ordenado suspender las deportaciones masivas de colombianos.
¿No cree que vaya a ser útil la convocatoria de cancilleres de Unasur?
Espero que los presidentes de América Latina traten de convencer a Maduro de que esa reunión de cancilleres es urgente y de que la versión que él está dando no corresponde con la que tienen todos los ciudadanos del mundo. ¿Oyó al Canciller de Uruguay? Tiene una descripción de lo que está pasando que no es muy distinta a la nuestra; él ha visto la crisis humanitaria y lo dijo con toda franqueza. Si el Presidente de Venezuela cree otra cosa, está muy equivocado.
¿Y si los colombianos que están siendo expulsados eran indocumentados?
No he visto en el mundo que tumben casas porque son de indocumentados. Eso de marcar casas de colombianos y luego destruirlas son prácticas fascistas. Y eso es lo que está haciendo el 'revolucionario' Maduro. Sí, son indocumentados que hace muchos años se fueron de Colombia, cuando Venezuela era próspera. No son paramilitares. Venezuela no ha dicho que los deporta por indocumentados sino por paramilitares. ¿Cuántos paramilitares hemos visto expulsados? ¿Los niños?
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO