La oposición al acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc que hay en algunos sectores en Colombia "está centrada en la filosofía de la venganza, en la ley del ojo por ojo", según expresión del expresidente de la Corte Constitucional Juan Carlos Henao, uno de los más influyentes asesores del Gobierno en la justicia transicional, eje del acuerdo.
Henao se especializó en Francia en Derecho Administrativo. Es máster en Derecho Público y doctor en Derecho en la Universidad de París. Su tesis doctoral obtuvo la calificación más alta. Se retiró de la Corte Constitucional para asumir la rectoría de la Universidad Externado de Colombia, a la que está muy vinculado por dos razones: fue su alumno y tuvo siempre la admiración de su rector anterior, Fernando Hinestrosa.
El diálogo comienza con la declaración de la fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Fatou Bensouda, sobre el acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc. ¿Considera el coautor de la justicia transicional que ese hecho lo blinda?
"Sí, porque la Fiscal dice que ve con buenos ojos que no haya amnistía a los delitos que no eran amnistiables y lo blinda en el sentido de que aprueba la jurisdicción especial para la paz. Además, quita un argumento que ha tenido la oposición como caballito de batalla al decir que se genera impunidad".
¿Y las denuncias en el sentido de que el acuerdo viola el derecho internacional?
La Fiscal de la CPI nos ha dado la razón a quienes desde siempre hemos sostenido que este acuerdo cumple con todos los estándares del derecho internacional y, por tanto, deslegitima a los que han dicho lo contrario, como el procurador, el expresidente Uribe y Óscar Iván Zuluaga.
La fiscal dice que "nota con satisfacción que el acuerdo de paz excluye amnistías e indultos para crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra" bajo el Estatuto de Roma. ¿Eso qué supone?
Que hay un argumento de autoridad de respaldo a algo que venimos diciendo hace muchos meses quienes hicimos el acuerdo de justicia transicional. Y no le voy a negar que es emocionante que la Fiscal, que es la máxima autoridad para hacer un juicio sobre el tema, le esté dando la razón a lo que hemos pensado desde cuando hicimos el acuerdo: que este se acompasa completamente con el derecho internacional.
Pero la Fiscal dice que se necesitan medidas que aseguren que los responsables de los sufrimientos de las víctimas del conflicto sean genuinamente puestos a disposición de la justicia. ¿Eso sí va a ocurrir?
Claro. Lo que exigen el Estatuto de Roma y el derecho internacional es que los autores de crímenes de lesa humanidad y de guerra sean: 1. Investigados; 2. Juzgados, y 3. Sancionados. Y eso va a ocurrir con todos los actores del conflicto que entren a la jurisdicción especial. Todos tendrán investigación, juicio y sanción.
La Fiscal dice que la rendición de cuentas que debe dar la guerrilla debe ser auténtica, ¿es decir...?
Eso es apenas natural: en el texto de la jurisdicción especial se estableció un artículo en donde se dice en qué consiste la verdad plena y exhaustiva que tiene que dar la guerrilla; no es una verdad a medias, es una verdad en virtud de la cual las personas que van a comparecer ante esta jurisdicción tienen que decir todo lo que saben para efectos de un buen enjuiciamiento. Y si no dicen la verdad, se van a prisión y no a restricción de la libertad.
Entonces, ¿queda claro, como dice la Fiscal, que la guerrilla tiene que presentar ante la justicia transicional una rendición de cuentas?
Sí. Rendición de cuentas en el entendido de que van a decir la verdad sobre los crímenes no amnistiables que se les están imputando, y son muchos. Se puede decir, sin duda, que la Fiscal ha dicho que el acuerdo suscrito no contiene impunidad. Y a ese argumento se le acabó a la oposición.
¿Por qué cree usted que la oposición continúa a pesar del pronunciamiento de la Fiscal?
Hay gente que no está de acuerdo con que eso se solucione. Mire lo que dijo la filósofa y humanista norteamericana Martha Nussbaum en una carta abierta a Colombia: "Lo primero que deseo decir desde lo profundo de mi corazón es que el espíritu de la revancha y la retribución es el veneno de cualquier relación humana, sea personal o política. La retaliación no corrige males que ya han sucedido y generalmente solo acumula más amargura para el futuro. Lo que es crucial es girar hacia el futuro, no vivir en el pasado y asumir una postura política basada en la esperanza, el trabajo y el reconocimiento de los demás". Esta frase me lleva a decirle que, en términos teóricos, la paz tiene dos concepciones: una negativa y una positiva.
¿Paz negativa?
La paz, en sentido negativo, significa ausencia de conflicto, que no haya más balas ni guerra interna; pero la paz en el sentido positivo es la posibilidad de que se den reformas estructurales y políticas incluyentes, que se permita el mayor goce pacífico de los derechos constitucionales.
¿Y esos dos elementos están en lo acordado?
Por supuesto que sí. Está la dejación de armas, se acaba el conflicto interno. Pero está también el aspecto positivo de la paz, que es una serie de reformas que se van a venir en buena hora para un país tan poco democrático como ha sido Colombia. Mire: nos han querido colocar como "santistas o uribistas" y esto está por encima de ellos. La votación que viene es para toda la historia de Colombia, no para Santos ni para Uribe. Ellos son una coyuntura: en 10 o 20 años ya no existirán, mientras que lo que votemos va a tener repercusión durante 50 o 70 años.
Creo que la oposición de Uribe es más en contra del presidente Santos, dejando de lado la conveniencia o no para el país, en términos integrales, del acuerdo de paz. La oposición está centrada en la filosofía de la retaliación, de la venganza, que es producto de la ley del talión de hace ocho mil años, la ley del ojo por ojo, diente por diente, y esa ley es la que motiva mucho el corazón y el impulso de la gente en su parte subjetiva.
Entonces, cuando a uno le juegan con eso -con que si usted me da un golpe yo le tengo que dar otro golpe-, esa es una lógica que impide que esa retaliación se borre y ese ánimo de venganza termine. Si uno se centra en la lógica de la venganza, en la lógica del rencor, lo que hace es pudrir el alma e impedir tener una filosofía de la vida mucho más optimista y más positiva con una sociedad.
En el plebiscito, un 'Sí' contundente le mostrará al mundo que somos un pueblo que piensa en el porvenir, que no piensa en el rencor, y que sí quiere vivir en paz y con buen futuro.
¿Usted también considera aceptados y elogiados por la Fiscal de la CPI el juzgamiento que hará el Tribunal para la Paz y el concepto general de justicia transicional?
Eso es precisamente lo que ella elogia: el Tribunal para la Paz, que va a dictar las sentencias en el marco de la justicia transicional.
¿Cuáles serán los delitos amnistiables?
Rebelión, porte ilegal de armas, uso de uniformes privativos de las Fuerzas Militares...
¿Y qué delitos no serán amnistiados?
Ningún delito de lesa humanidad: genocidio, crímenes de guerra, toma de rehenes u otra privación grave de la libertad, secuestro, tortura, ejecuciones extrajudiciales, desaparición forzada, acceso carnal violento y otras formas de violencia sexual, la sustracción de menores, el desplazamiento forzado, además del reclutamiento conforme a lo establecido en el Estatuto de Roma. ¿Esto qué significa? Estos delitos son los que no son amnistiables, por eso la Fiscal de la CPI ve con buenos ojos el listado tan importante que se estableció en el numeral 40 de esta jurisdicción especial.
¿Cómo hará el Tribunal para la Paz para saber quiénes cometieron delitos que no deben ser cobijados por amnistía y quiénes no?
Eso va a ser un diálogo entre la Fiscalía General de la Nación, la Corte Suprema de Justicia y la Jurisdicción Especial para la Paz.
¿No hay riesgo de fracaso en ese trámite con una Fiscalía que es paquidérmica?
No, porque el diseño que hicimos es para que la Fiscalía envíe a la Jurisdicción Especial para la Paz los delitos fallados o que se investigan, y tiene que hacer una clasificación previa.
¿Por qué uno ve cierta frialdad con el plebiscito?
Hay un problema de insensibilidad de la gente en ciudades como Bogotá, que no vivieron la guerra. Insensibilidad frente a unas cifras del conflicto armado que son escabrosas: más del 18 por ciento de nuestra población ha sido víctima directa del conflicto; hay 7'210.000 personas que han sido desplazadas y más de 1.100.000 personas que han sido secuestradas y extorsionadas; más de 30.000 desaparecidos, más de 300.000 muertos, más de 8'000.000 de hectáreas despojadas y 6'000.000 abandonadas por violencia, y 2'000.000 despojadas a bala. ¿Por qué esa insensibilidad? Es triste la naturaleza humana, que tiene la lógica de que uno se sensibiliza por lo que lo toca directamente. Cuando uno es víctima, ahí se solidariza. Por eso se dice que cuando uno está cojo, ahí sí empieza a ver a los cojos. Antes, no.
¿Por qué hay que votar 'Sí' en su opinión?
Para mostrar que tenemos grandeza, que no creemos en la retaliación; para no guardar rencores que pudren el alma, para ver que tenemos una posibilidad de vivir sin conflicto y una oportunidad de ser grandes como pueblo.
¿Y quienes dicen "yo no voto 'Sí' para perdonar a estos criminales y asesinos"?
Les diría que no se trata de perdonarlos, porque ese es un sentimiento subjetivo; aquí no va a haber perdón, habrá sanción, que es excluyente al perdón, y van a tener que reconocer todos los crímenes que han cometido. Para lograr la paz, usted tiene que tener justicia. Ya no puede hacer una paz sin justicia, no puede hacer una paz con impunidad. ¿Aquí qué se logró en este sistema? Se logró un equilibrio perfecto y muy coherente entre justicia y paz.
El señor 'Timochenko' hoy es jefe de las Farc. ¿Cree que él coadyuvó, apoyó, respaldó, aceptó el acuerdo de paz para irse a la cárcel?
No es que lo haya aceptado para irse a la cárcel, pero su aceptación sí es para decir la verdad; y en caso de no decirla, irse para la cárcel.
¿Y si dice la verdad, no se va para la cárcel?
No se va para la cárcel, pero sí tiene sanción, que es la restricción de la libertad, que va a tener entre cinco y ocho años, con monitoreo del tribunal que le va a decir dónde va a estar, qué tiene que hacer, qué funciones restauradoras tiene que hacer. No se trata de cinco años de impunidad. La justicia transicional no solamente es tránsito de la guerra a la paz después de una violación sistemática de derechos humanos, sino que es una justicia que se hace en términos de negociación.
Si la justicia en Colombia no funciona, ¿aquí sí operará?
Primero, la justicia opera más de lo que uno cree: vea los 40.000 casos de tutela que se están juzgando al mes en Colombia. Pero, independientemente de esa discusión, yo digo que la justicia especial para la paz va a operar porque el diseño que se hizo fue muy expedito, con gente de mucho nivel y además expertos en temas de conflictos internos y conflictos armados.
¿La gente que vota 'Sí' lo hace por el sí al perdón?
No. No es un voto por el 'Sí' al perdón, entre otras, porque el perdón es subjetivo. No es por el 'Sí' al olvido ni por el 'Sí' a la impunidad, y no lo va a ser porque la justicia transicional garantiza equilibrio entre investigación, juicio y sanción. El que vote 'Sí' votará sí a la paz.
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO