Acuerdo sobre cambio climático debe ser obligatorio para todos: Santos

Según el Presidente, el mundo no tiene otra oportunidad para reducir las emisiones de gases.

Foto: El Tiempo
Domingo 29 de Noviembre del 2015

"Todos vamos a París, a la cumbre mundial sobre el calentamiento global, con el compromiso de lograr un acuerdo para evitar una catástrofe", le dijo el presidente Santos a este periodista, horas antes de viajar a la capital francesa para asistir a la Cumbre del Clima, que se reunirá a partir de mañana y a la que asisten presidentes y jefes de Estado de 195 naciones del mundo.

Los llamados gases de efecto invernadero -especialmente el dióxido de carbono (CO2)- se acumulan en la atmósfera e impiden que las radiaciones infrarrojas, emitidas por la Tierra al calentarse, salgan al espacio.

¿En qué cree usted que se debe basar el acuerdo de París para hacer frente al cambio climático?

Estamos ante el reto más grande que ha tenido la humanidad, y nuestra respuesta tiene que estar a la altura. Debemos lograr un acuerdo global, que sea vinculante jurídicamente para todos los países, es decir que los obligue a todos y que garantice nuestra propia supervivencia. El acuerdo de París debe contener compromisos ambiciosos y claramente definidos para avanzar en mitigación y adaptación frente al cambio climático, y en financiamiento de herramientas para contenerlo. Ya no es tiempo para declaraciones de buenas intenciones. Este debe ser un documento con metas y compromisos concretos y exigibles.

¿Y cómo hacer para que el acuerdo de París sea vinculante, obligatorio, como usted pide?

Las decisiones dentro de la Convención de Cambio Climático se toman por consenso y a este se llega a través de una negociación muy difícil. Nosotros, y muchos otros países, estamos comprometidos con que el acuerdo que salga de París sea obligatorio, es decir que haya un compromiso real con la reducción de gases, la adaptación y el apoyo financiero. Ojalá todos asuman este compromiso porque el mundo no tiene otra oportunidad.

¿Cómo cree que se puede limitar el calentamiento global?

Todos los países tenemos que reducir emisiones de gases efecto invernadero, que son las causantes del problema. Los países con mayor capacidad y experiencia en la reducción de emisiones deben apoyar el desarrollo sostenible de los países que estamos enfrentando este reto por primera vez. Colombia asume este compromiso en una doble condición: como un país que goza de una riqueza natural extraordinaria, pero al tiempo como un país que tiene una especial vulnerabilidad frente al cambio climático.

Los países de la Unión Europea quieren, como usted, que los compromisos que se acuerden sean de obligatorio cumplimiento. Si la cumbre lo decide así, ¿una posible oposición del Congreso de Estados Unidos podría impedir su ratificación, como ya ocurrió con el acuerdo ambiental de Kioto?

Idealmente, todos los países llegarán a París con el compromiso de lograr un acuerdo que garantice la implementación de las acciones necesarias para evitar consecuencias catastróficas del cambio climático. Y el hecho de que hoy más de 150 países, que representan el 95 por ciento de las emisiones globales, ya hayan presentado una contribución nacional es una muestra clara del nivel de compromiso y urgencia de tomar acciones ahora.

¿Usted cree que son suficientes las medidas que hasta ahora han adoptado las naciones del mundo para combatir el calentamiento?

No han sido suficientes. Realmente, esta es la única oportunidad que tiene el mundo para llegar a un acuerdo real y ambicioso -aprendiendo de los errores del pasado-, y que frene el acelerado incremento de la temperatura. Los estudios dicen que, si seguimos como vamos, el incremento de temperatura en Colombia puede superar los 2 grados para el 2100. Esto sería catastrófico, y el objetivo de la cumbre de París es hacer todo lo que esté en nuestras manos para evitarlo.

La propuesta de los expertos es que, para el final de este siglo, el aumento de la temperatura no supere los dos grados centígrados. ¿Usted cree esto posible?

Definitivamente, sí es posible, pero debemos actuar ahora para que las emisiones globales empiecen a disminuir y se pueda alcanzar la meta.

¿Cuál será la propuesta de Colombia en la cumbre?

Propondrá reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero proyectados a 2030 en un 20 por ciento. Con adecuada cooperación internacional, podría ampliar este compromiso al 30 por ciento. Esto requerirá del esfuerzo de todos los colombianos y todos los sectores.

¿Y cómo proyecta financiar semejante lucha?

Este es un esfuerzo global, donde los países ponemos una parte, pero, como le dije, necesitamos ser apalancados por los países que ya han pasado por ese proceso. El Gobierno pondrá de su parte, el sector privado pondrá de su parte y la ciudadanía deberá poner de su parte asumiendo hábitos sencillos como el reciclaje o el consumo responsable de los recursos naturales. Los países desarrollados están supuestamente comprometidos con contribuir a la financiación para implementar acciones de lucha contra el cambio climático por parte de los países en desarrollo. Este es uno de los temas más críticos de la negociación del acuerdo.

A propósito, ¿qué cifras tiene el Gobierno sobre las consecuencias de la sequía actual y sobre pérdidas en cultivos?

Actualmente, el fenómeno del Niño se encuentra en la última fase, la más crítica del proceso, lo cual nos exige mantener los niveles de alerta. Hay cerca de 1'200.000 hectáreas agrícolas afectadas. Pero también hemos tenido avances con las acciones adelantadas. Por ejemplo, pasamos de 295 municipios a 140 municipios con desabastecimiento de agua. De otro lado, hasta la fecha, hemos invertido y ejecutado casi 1 billón de pesos en el Plan Nacional de Contingencia.

El Niño puso al descubierto una grave crisis en empresas energéticas. ¿Cuál es el futuro?

La transición hacia economías bajas en carbono y capaces de enfrentar los efectos adversos del cambio climático es urgente e inevitable. En Colombia venimos trabajando en alternativas que le permitirán al sector energético reducir emisiones, al tiempo que incrementa su eficiencia, se diversifica e implementa tecnologías innovadoras. Estas medidas no solo se diseñan para que el país mitigue sus emisiones, sino que también servirán para que se adapte a lo que pueda venir.

Pero cuándo y cómo deben transformarse, porque su plan parece de largo plazo...

Pues, entre más rápido actuemos, menos costoso va a resultar para el Gobierno, el sector privado y la sociedad encaminarse en una senda de desarrollo sostenible bajo en carbono. Nosotros ya dimos pasos fundamentales, incorporando anticipadamente varios de los 'Objetivos de desarrollo sostenible' en el Plan Nacional de Desarrollo, e incluimos en él una estrategia de crecimiento verde que busca que todos los sectores productivos adopten prácticas para un crecimiento sostenible y bajo en carbono.

¿Y cómo cree que se puede reducir la enorme cantidad de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, que el hombre expulsa a la atmósfera?

Todos los países, sin importar si somos pequeños o grandes, tenemos una tarea. El llamado de Colombia en París será a que todos pongamos y nos comprometamos a la reducción de estos gases. Nos vamos a concentrar en temas como la reducción de la deforestación y los usos sostenibles de los bosques, tareas en las que vamos a poder ser mucho más eficaces una vez terminemos el conflicto armado, que tanto ha contribuido a la deforestación.

Precisamente, sobre este tema, los cultivos de coca han causado una inmensa deforestación. ¿Proyecta plantear eso?

El conflicto armado, con la deforestación que causan los cultivos ilícitos y la minería ilegal utilizados para su financiación, ha deteriorado gravemente nuestro entorno natural. Por eso podemos decir que la mejor noticia para la preservación del medioambiente será la paz. Y vamos a lograr algo que será un paradigma a nivel mundial: aquellos que antes protegían los cultivos ilícitos nos ayudarán a sustituirlos, evitando así la degradación ambiental. En septiembre, además, lanzamos una estrategia integral de lucha para la reducción de los cultivos ilícitos.

¿Pero se trata de un plan especial contra la deforestación?

Digamos que hace parte del paquete de acciones que Colombia está implementando para reducir la deforestación como medida de adaptación y de reducción de emisiones de gases efecto invernadero. Estamos trabajando con países como el Reino Unido, Alemania, Noruega y Estados Unidos, para la construcción de una estrategia integral de lucha contra la deforestación.

¿Cuál es el futuro de las empresas que producen con combustibles como el petróleo y el carbón?

No pretendemos que, después de la cumbre, todas las empresas tengan un nuevo sistema de producción. Sin embargo, todos deberán ponerse metas para que esto se lleve a cabo gradualmente. Recordemos que el petróleo es un recurso limitado y tenemos que pensar en una estrategia para reemplazarlo cuando se agote. Colombia debe empezar a hacer esta búsqueda en el corto plazo.

¿Es cierto que Colombia lleva a París una agenda conjunta con Brasil?

Con Brasil y Perú trabajamos un proyecto con recursos del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, cuyo objetivo es promover el desarrollo sostenible para la Amazonia, que, como sabemos todos, es el pulmón del planeta.

Existe el compromiso de aportar 100.000 millones de dólares anuales para un fondo verde a partir del año 2020. En su opinión, ¿qué Estados deben contribuir?

Esto ya fue acordado años atrás y son recursos de los países desarrollados provenientes de fuentes públicas y privadas. Sin embargo, como la responsabilidad de apoyar la implementación de acciones de lucha contra el cambio climático debe ser asumida por todos los países que estén en capacidad de hacerlo, Colombia anunció en la cumbre de Lima, el año pasado, el aporte de 6 millones de dólares al Fondo Verde del Clima.

¿En qué tipo de regulación ha pensado su gobierno para frenar el calentamiento?

La ley del Plan Nacional de Desarrollo contiene acciones específicas que ayudarán a gestionar los impactos del cambio climático. Cada uno de los sectores deberá hacer ajustes reglamentarios que nos lleven hacia una economía baja en carbono y capaz de adaptarse a los efectos adversos de este fenómeno. Por ejemplo, medidas para aumentar la eficiencia energética, la promoción del uso de vehículos de bajas emisiones, incluso en el transporte público, y acciones para reducir la deforestación. También debemos buscar escenarios de incentivos y desincentivos, como los beneficios tributarios a quienes implementen energías renovables, o mayores tarifas a quienes no hagan uso adecuado del agua.

¿Aumento de tarifas serían la única sanción?

Las sanciones serán necesarias en algún punto; lo estamos estudiando para saber cuándo y cuál es la mejor forma. Pero, más bien estamos pensando en qué tipo de incentivos les vamos a proponer a quienes tomen la delantera en reducción de emisiones de gases efecto invernadero.

El papa Francisco dijo en su encíclica Laudato Sí' que la Tierra parece convertirse "en un inmenso depósito de porquería". ¿Usted cree que exactamente eso ocurre en nuestro país?

Colombia es uno de los pocos países que cuenta con una riqueza natural inmensa, y está en manos de todos conservarla. Estamos trabajando hacia la meta de proteger 7 millones de hectáreas nuevas durante mi gobierno, al declararlas como parques naturales o áreas reservadas. Así alcanzaremos cerca de 20 millones de hectáreas protegidas, lo que corresponde a una quinta parte del territorio. De manera que confío en que todos los colombianos vamos a contribuir para evitar que nuestro país se convierta en lo que el Papa advierte.

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO