¿Tenemos despejado nuestro panorama energético?
El futuro energético es promisorio porque nuestra capacidad de producción de energía hidráulica es de unos 90 millones de kilovatios; hoy, la generación es de 11 millones de kilovatios. El país debe pensar seriamente en ser un gran exportador de energía.
¿Tenemos la preparación para semejante empresa?
Por supuesto. El país tiene compañías de energía y de ingeniería capaces de hacerlo. Por ejemplo, con Odinsa estamos trabajando en República Dominicana y nos acaban de adjudicar la ampliación del aeropuerto de Tocumen en Panamá.
¿Su trabajo no está concentrado en Colombia?
No. Nuestras empresas e ingeniería han crecido en el exterior. En México somos la primera empresa en construcción de líneas de transmisión y, dada nuestra eficiencia y calidad, nuestra empresa puede cobrar un siete y medio más que la competencia, por lo que se llama "beneficio por cumplimiento".
Nuestro grupo, formado por un número importante de accionistas, lleva 38 años haciendo ingeniería en Colombia y en el resto del continente. Nunca hemos sido sancionados; hemos desarrollado más del 70 pro ciento de las líneas de transmisión eléctrica de Colombia desde 1970.
Cuando empezó nuestro grupo, aquí había una empresa ítalo-argentina, Sade, que desarrollaba los proyectos. Nosotros desplazamos esas empresas. Hoy, en el mundo competimos con ellas.
¿Usted tiene presencia empresarial en qué países?
En Bolivia y Perú construimos gran parte de las líneas de alta tensión y de transmisión. En Ecuador, nuestro grupo opera el relleno sanitario de Quito y construye líneas de transmisión energía y comunicaciones.
En Chile, estamos montando una planta de generación de 100 megavatios con Odinsa y otras empresas. En Panamá, construimos la línea de interconexión Panamá-Puebla; en Honduras, la interconexión con Guatemala. En México ejecutamos cuatro proyectos, con participación de mano de obra e ingeniería colombianas.
En Colombia se han hecho críticas y denuncias en el sentido de que ha recibido tratamiento preferencial por su amistad con el Presidente...
Jamás. Siempre hemos competido en igualdad de condiciones. Si hemos ganado, es por nuestra eficiencia y calidad. De las propuestas que hemos presentado solo hemos sido adjudicatarios de un cuatro por ciento. El 90 por ciento de las obras que realizamos no tienen que ver con el Gobierno, como el cable de Chicamocha, una obra espectacular.
Pero el periodista Daniel Coronell, en la revista 'Semana', hizo denuncias de supuestos favorecimientos del Gobierno a sus empresas...
Creo que es mala información la que él tiene. Llevo 38 años haciendo obras y de este Gobierno no he tenido beneficios. Ojalá Daniel conociera nuestras empresas.
¿Tiene interés en Isagén?
No tenemos ningún interés en participar en su compra. Isagén es el gran banco de agua de la Nación. El Gobierno no debería venderla. Es muy eficiente; este año ha crecido su rentabilidad en 112 por ciento.
¿No es bueno privatizarla?
Lo mejor sería que el Gobierno la conservara porque es un patrimonio del Estado. Bien manejada y con buenas utilidades, es un gran respaldo energético para la Nación.
Hay multinacionales que tienen sus ojos en Isagén...
Saben que es buen negocio.
Pero el Gobierno ha dicho que necesita los recursos de la venta de Isagén...
Puede conseguir créditos sobre ese activo. Fue la banca multilateral la que nos prestó recursos para construir las plantas de generación. Y ahora que, con tanto esfuerzo, las hemos hecho, ¿por qué las tenemos que vender? Isagén debe seguir en manos colombianas. Ojalá el Estado la conserve y haga cualquier gestión diferente a venderla a extranjeros.
Conclusión: ¿no se debe vender Isagén?
Para qué vamos a vender lo eficiente, lo que da dinero. Vendan lo que da pérdida o lo que carece de eficiencia. Le voy a contar una experiencia: somos operadores de la Electrificadora del Chocó. Nos la vendieron porque nadie la compraba. Perdía 1.200 millones de pesos al mes, con un endeudamiento de 60 mil millones. Nos adjudicaron la operación hace siete años y hoy el Estado gana más de mil millones de pesos al mes.
¿Hasta dónde su amistad con el presidente Uribe lo ha afectado o beneficiado?
Pienso que me ha afectado.
¿Por qué?
Porque quienes saben que soy amigo del Presidente son más exigentes; para adjudicar un proyecto, nos miran más que a la competencia. Soy amigo del Presidente antes de que se dedicara a la política. Nuestras familias han tenido una amistad de muchos años. No le doy trascendencia a análisis injustos y equivocados de mi amistad con el Presidente.
¿Habría algo que le criticaría al Presidente?
Sí, que no descansa por trabajar 24 horas. Le haría al Gobierno una sugerencia respetuosa, que tiene que ver con el mundo de la energía...
¿Qué es?
¿Sabe qué hacen hoy los países con el agua? Venden sus derechos. Venden los derechos de agua. Panamá y otros países los venden.
¿Qué son derechos de agua?
Generar energía con las aguas del Estado. Carlos Slim hizo una inversión grande en Panamá y pagó una suma muy importante de dinero por adquirir los derechos de uso del agua para la generación de energía.
¿Colombia hoy no cobra?
No cobra. Y debe hacerlo. Ahí tiene otra fuente de ingresos en vez de vender empresas rentables. Si yo le adjudico a una microcentral el derecho de utilizar el agua, hay que cobrar esa especie de regalía. Aquí no se ha cobrado porque los desarrollos eléctricos han sido públicos. Pero como ya se están privatizando, el panorama cambia.
¿Le ha gustado el Gobierno del presidente Uribe?
Que no lo diga yo. Haga una encuesta con todos los colombianos.
¿Usted es partidario de la reelección?
Si el Presidente es candidato, voto por él. Pero no soy político. El que sabe de política es Luis Fernando Jaramillo.
YAMID AMAT
ESPECIAL PARA EL TIEMPO