Uno de los más jóvenes senadores de Estados Unidos, Marco Rubio, de 40 años y elegido por la Florida en el 2010, se menciona con insistencia como posible precandidato a la vicepresidencia de ese país, en fórmula con Mitt Romney, el probable aspirante republicano. Rubio ganó su elección como miembro del Tea Party, ala ultraderechista republicana. (Lea acá: A bordo del crucero CNN)
Este hombre, primer político de origen cubano elegido para el Senado estadounidense en su historia, esta casado con la colombiana Jeanette Dousdebes, nieta de un exalcalde de Manizales.
¿Cuál es su posición sobre la eventual reglamentación del comercio de droga?
Entiendo el dolor de los sacrificios que ha hecho el pueblo colombiano y que hacen pueblos como el de México, Honduras y otros con esta guerra contra el narcotráfico. Pero no creo que la propuesta de reglamentar, legalizar o despenalizar nos lleve a donde queremos llegar. Tenemos que seguir haciendo lo que ha funcionado a través del Plan Colombia. Estoy muy entusiasmado con la realidad de que Colombia hoy está exportando seguridad: ayuda a Honduras y Guatemala a enfrentar lo que enfrentó hace una década. Estados Unidos tiene que hacer su parte en el tema del consumo. Infortunadamente, no hemos hecho lo suficiente; debemos hacer nuestro papel de pararnos firmes y hacer todo lo posible para reducir el consumo en nuestro país.
En la Cumbre, algunas voces dijeron que la represión fracasó y es necesario buscar otros caminos. ¿Qué opina?
Estos esfuerzos contra las mafias de la droga no han fracasado. Uno ve el progreso de Colombia. La droga ha encontrado campo abierto en otros países que no tienen con qué defenderse, pero no crea que, al final del día, estos criminales se van ha convertir en campesinos. Si no están vendiendo droga, van a cometer otros crímenes. Tenemos que enfrentar eso y hacerlo juntos. Esta batalla tiene dos frentes: la primera, la producción y el tráfico; y la segunda, el consumo y la demanda. Y esa es la parte que nos corresponde enfrentar. Ahora existe la realidad de que, como la prosperidad está creciendo en América Latina, hay nuevas personas comprando, nuevos mercados para el consumo. Ese tema hay que tocarlo también, pero, como funcionario norteamericano, tengo conciencia de que tenemos que hacer más para enfrentar el consumo y la demanda.
¿Hacer más como qué?
El tratamiento, la educación. El efecto de la cocaína ha sido devastador en comunidades de Estados Unidos. Legalizar un producto tan peligroso como ese no es la manera de luchar contra esto, aunque respeto la posición de líderes latinoamericanos que se enfrentan a esta plaga.
¿Cómo entender a EE. UU., que promueve la no producción de droga en Colombia y, a la vez, es el primer productor de marihuana del mundo?
También tenemos ese problema. Incluso, en la Florida hay personas que alquilan casas donde hacen crecer el producto con lámparas hidropónicas. Mientras el consumo siga alto, habrá alguien dispuesto a producirlo y a traficar.
¿En su país jamás se legalizará la droga?
No existe apoyo para eso en los Estados Unidos, porque hemos visto el efecto devastador que han tenido el alcohol y el tabaco. Si mañana es legal utilizar la cocaína o la marihuana, mis hijos me van a decir: "Si es legal, no puede ser tan malo ni tan dañino". Como sí lo son, no creo que Estados Unidos acepte que eso ocurra. (Lea también: Primera plenaria, a puerta cerrada)
Otro tema: ¿ve al presidente Obama reelegido?
No, aunque apoyo las posturas que tomó en esta cumbre en términos de Cuba, la región, la pobreza y la lucha contra las drogas. Sin embargo, la situación económica en Estados Unidos le va a impedir la reelección. Todo está peor hoy que cuando él tomó el gobierno. El desempleo y la deuda están más altos y el crecimiento económico más bajo. El pueblo norteamericano no va a premiar eso. (Lea también: 'Propuestas de Obama no son innovadoras': Pérez Molina)
Sobre Cuba: ¿está de acuerdo con que sea invitada a la próxima cumbre?
El debate no es sobre Cuba sino sobre algo más grande: la democracia. Habría que preguntarles a los países de la cumbre si siguen firmes en su propósito de fortalecer la democracia. Aquí vinieron gobernantes elegidos democráticamente. Cuba no lo tiene. (Lea también: Las sillas vacías de la Cumbre)
¿Ve opciones serias de que Mitt Romney sea presidente?
Romney ofrece diferencias concretas y positivas, sobre lo que ofrece Obama.
¿Usted qué papel jugará ahí?
Apoyar al candidato republicano. Haré campaña por él. Esa será mi función sin ninguna otra aspiración.
Pero dicen que usted podría ser fórmula como vicepresidente de Romney...
Muchas veces me han hecho esa pregunta y siempre he respondido que no tengo aspiración distinta a la de cumplir bien mis funciones como senador.
Si, como usted dice, la pregunta se la han hecho "muchas veces", es que de verdad usted es fuerte opción.
Algunos colegas me han honrado con esa opción. Pero, le repito, lo único que quiero es ser buen senador.
Su esposa nació en Manizales. ¿Podría algún día tener su país una primera dama colombiana?
No tengo ese tipo de aspiraciones por ahora, ni sé qué traerá el futuro. Pero sí sé que Estados Unidos estaría muy bien con una primera dama colombiana.