'Uribe no puede, legalmente, aspirar a una nueva reeleción'

El ex presidente Gaviria dice que la posibilidad de 2010 está sepultada y la de 2014 tiene muchos líos jurídicos. No descarta candidato de coalición.
Foto: El Tiempo
Domingo 21 de Diciembre del 2008

El ex presidente, jefe único del Partido Liberal, sostiene que Uribe no puede aspirar a ser reelegido en 2010, porque violaría la Ley y la Constitución.

Afirma que no ve el camino para que Uribe se pueda habilitar como candidato en el 2010: "En primer lugar, lo que está tramitando el Congreso es un referendo para el año 2014, no para el año 2010. El Ministro del Interior ha dicho de manera ligera que la comisión del Senado puede cambiar la fecha. Eso es absolutamente ilegal y viola todas las normas por las cuales se rige el Congreso. El referendo para el 2010 fue negado en la Comisión Primera de la Cámara y la plenaria votó lo que venía de la comisión, es decir, un referendo para autorizar la reelección para el 2014".

Según Gaviria, el Senado no puede "simplemente saltarse las normas y violar el reglamento. Si quieren la reelección para el 2010, el único camino que tienen es presentar una reforma constitucional el próximo año y tratar de tramitarla, advirtiendo que, de todas maneras, está la sentencia de la Corte Constitucional que dijo que no puede haber una segunda reelección sin violar la Constitución. El tiempo parece imposibilitar esa opción".

¿El Senado, acaso, no puede modificar las decisiones de la Cámara?

Después de que un tema es negado en una comisión no se puede revivir en la otra Cámara, salvo que hubieran apelado a otra comisión de la Cámara y esta hubiera aprobado el texto que fue derrotado en la Comisión Primera. Eso no lo hicieron y el problema ya no se puede subsanar.

¿El objetivo de las Comisiones de Conciliación no es precisamente ese, conciliar las diferencias entre Cámara y Senado?

Claro, cuando hay diferencias. Cuando los temas son discutidos y se aprueban cosas distintas, se puede conciliar, pero si algo fue negado en comisión, no se puede someter a conciliación. En la práctica, significaría regresar a la Comisión Primera de la Cámara.Ni lo uno ni lo otro lo permite el reglamento del Congreso.

¿Y si el Gobierno impone la reforma para que sea en el 2010?

Estaría atropellando la ley de varias maneras, y atropellando una sentencia de la Corte Constitucional; las dos cosas a la vez. Por lo demás, cuando se discutió el tema, la comisión dejó en claro que la pregunta no se podía cambiar.

¿El hecho de que el Presidente hubiera convocado a sesiones extras supone su reconocimiento de que aspira a ser reelegido en el 2010?

Para mí, eso es claro y me parece mejor para la democracia colombiana que el Gobierno se destape. Pero que el Presidente haga eso a última hora no resuelve los múltiples problemas jurídicos que enfrenta el referendo reeleccionista. Ahora, el Gobierno guarda la ficción de que puede reformar el texto que salió de la Cámara y cambiar la fecha para el 2010. Tampoco pueden olvidar que muchos de los parlamentarios que votaron en la Cámara para el 2014 no votarían para el 2010, por ser una iniciativa inconstitucional e inconveniente.

¿Y qué cree que va a pasar en el Senado?

Si intentan cambiar la pregunta, van a llenar al referendo de tal cantidad de vicios que va a ser imposible que tenga un exitoso trámite ante la Corte Constitucional.

¿Y entonces?

La victoria que el Gobierno obtuvo en la plenaria de la Cámara al lograr que le aprobaran el referendo en sesiones extras fue una victoria pírrica. Y lo fue porque de ninguna manera conduce a un referendo para habilitar al Presidente para el año 2010. Pero hay algo más: el referendo para el 2014 también tiene otros problemas de naturaleza jurídica: no sólo viola la sentencia de la Corte, sino que se tramitó sin la certificación del Registrador sobre el informe financiero.

¿No cree usted que el presidente Uribe tiene un apoyo popular que justifica la búsqueda de una segunda reelección?

Me parece muy improbable que los colombianos le quieran dar una tercera opción de continuidad al presidente Uribe. El clima político se está deteriorando; la economía va en claro declive por la crisis internacional y por algunos errores de política económica de la administración; el Gobierno hizo un pésimo manejo del tema de las pirámides; el caso de los falsos positivos le ha hecho un gran daño nacional e internacional, y se empiezan a ver grandes grietas en las políticas sociales...

¿Cree usted que no alcanzarían los votos para la aprobación del referendo?

Necesita más de 7 millones de votos, el 25 por ciento del censo electoral. Sólo para reformar la Constitución, no para reelegirlo, pero estamos hablando de un supuesto imposible. Primero, el Senado no puede reformar la fecha. Segundo, si a pesar de eso el Gobierno lo obliga a violar todos los reglamentos, y lo hace, el referendo tendría que volver a la Cámara. Y en la Cámara no tiene los votos. Supongamos que con todas las maniobras que usen lo logran. Tendría, entonces, que ir a revisión de la Corte Constitucional, que tiene seis meses para hacerlo. Fuera de eso, tiene que ir al Consejo Electoral y la Registraduría para la convocatoria. Con sólo ese trámite, estaríamos más allá de fines del año entrante.

¿Usted no cree que el presidente Uribe conoce todas esas dificultades?

Sí, y francamente no entiendo para qué insiste en una iniciativa que no llevará a habilitarlo para ser candidato y que, además, está llena de irregularidades. El referendo viola los topes individuales y los colectivos. Creyeron que usando unas fundaciones como Primero Colombia podían engañar al organismo electoral, y ya se sabe que se equivocaron con ese ardid. Hay algunas financiaciones un poco turbias porque están relacionadas con empresas asociadas a DMG.

¿Por qué cree que desatiende tantas voces que le recomiendan no insistir?

Es que él se siente insustituible y está equivocado. En Colombia hay varios ciudadanos en su coalición y en la oposición que tienen todas las condiciones para remplazarlo. Además, la democracia es alternabilidad; la democracia no es sólo encuestas. El Presidente, es cierto, ha hecho cosas buenas por Colombia, pero tiene que entender que él no es la fuente de todas las soluciones.

Es que ya empezó a caminar por el mismo camino que recorre Venezuela: el camino de las instituciones al servicio de una persona. Es un camino autoritario y no democrático: un Gobierno sin controles. La regla más invariable es que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente. Dejar avanzar el país a unas instituciones en que un Gobierno y una coalición se toman todos los poderes del Estado equivale a salirnos del Estado de Derecho y salirnos de la democracia.

¿Y cree usted que estamos corriendo ese riesgo?

Si vamos a otra reelección, forzada de manera anticonstitucional, llegaremos allá.

Hay versiones en el sentido de que es inminente el regreso del ex senador Germán Vargas Lleras al Partido Liberal. ¿Usted también lo espera?

Primero, el senador Vargas Lleras no tiene ningún compromiso con el Partido Liberal. Yo le he hablado de la posibilidad de hacer una coalición.